Las 11 Leyendas y Mitos de Honduras Más Populares
Las principales leyendas y mitos de Honduras involucran elementos indígenas, criaturas diabólicas o seres celestiales. La sinaguaba, el sisimite y el cadejo blanco son algunas de estas manifestaciones.
En Honduras los cuentos, relatos, leyendas y mitos son tradiciones que se van transmitiendo de generación en generación. Cada historia representa un hecho fantasioso y misterioso que muchos consideran inventos de la abuela, pero son percibidos por otros como narraciones escalofriantes que seguirán siendo contadas a través de los años.
Como ocurre en muchos lugares de Latinoamérica, las fábulas y mitos son originados en zonas rurales con vestigios de las historias indígenas. En estos lugares las creencias mitológicas ancestrales, la superstición, la magia negra y la hechicería están a flor de piel.
En Honduras, y en toda Centroamérica, es cotidiano contar estas historias y escuchar hablar de entidades diabólicas, fantasmales o incluso celestiales. No es motivo de asombro, porque son tan mencionadas que ya son parte del día a día y de las tradiciones que nutren el folclor del país.
Existen muchos cuentos y mitos en Honduras, pero los que más se repiten tienen que ver con el terror y los seres misteriosos, con criaturas mitológicas y fantásticas que pocas veces se dejan ver y con entes diabólicos o celestiales que persiguen a los humanos.
Principales leyendas y mitos de Honduras
1- Los enamoramientos del duende de Trujillo
De este duende decían que era un ángel dulce que tocaba la guitarra y que fue expulsado del cielo por mujeriego. Cuando cayó en la Tierra se convirtió en un duende: un hombrecito orejón, barrigón, con la cabeza siempre tapada por un sombrero gigante.
Dicen que el duende se robaba a las mujeres bonitas y jóvenes. Hoy, cuando una mujer cree haber visto el duende debe decir “recuerda la música del cielo” para que éste se espante y se vaya.
El duende amedrenta a una mujer, tirando cosas a la ventana de su casa. Cuando el duende se lleva a las mujeres, más nunca se vuelve a saber de ellas.
2- La Siguanaba
Es la historia de una muchacha muy linda, que aparece cerca de un río a medianoche ante los hombres que traicionan a sus esposas o novias. Ella los encanta y los enamora, pero cuando éstos le aceptan las insinuaciones, ella se transforma en un ogro.
Según versa la leyenda, solo se le aparece a los hombres que son infieles a sus esposas y a los jovencitos “donjuanes”.
3- El Sisimite
El Sisimite es otra de las versiones de las criaturas gigantes que aparecen de la nada y desaparecen del mismo modo.
Este monstruo también es llamado Itacayo y deambula por las altas montañas buscando las más remotas cavernas para habitar. Estos monstruos secuestran a las mujeres y se las llevan a sus cuevas. Se dice que de esta unión nacen hombres-simio.
Esta historia es usada todavía para asustar a jovencitas que se van muy lejos de sus casas, aunque existe una historia que narra que una mujer logró escapar del escondite en donde el Sisimite la tenía presa.
4- El comelenguas
En una época los finqueros hondureños empezaron a quejarse por la pérdida del ganado vacuno. Las vacas aparecían muertas tiradas en el pasto como si hubiesen sido atacadas por una criatura salvaje. Les aparecían las lenguas cortadas de raíz y las quijadas partidas, dislocadas.
Existen fotos de animales muy raros que parecen prehistóricos y que fueron acusados de ser los comelenguas.
Sin embargo, todavía no se tiene certeza alguna de que estos animales hayan existido, aunque en los años 40, época en la que ocurrieron la mayoría de los casos, se recogieron datos de criaturas semejantes en Goias, Brasil.
5- El cadejo blanco
Se trata de un perro mítico que solo aparece ante las personas que deambulan por la calle a altas horas de la noche. Según las versiones, el perro tiene dos formas: una blanca, que es la buena; y otra negra, que es la mala.
El perro negro está asociado con el mal y dicen que persigue a las personas que andan borrachas saliendo de fiestas, carnavales o juegos de azar y cantinas.
El perro blanco protege a los que no andan en vicios pero que también tuvieron que deambular por la calle de noche por alguna razón diferente.
6- La Sucia
Este relato es muy parecido al de La Llorona o La Sayona en el resto de Latinoamérica. Ésta era una muchacha muy hermosa que tenía un prometido, el amor de su vida.
Sin embargo, el cura se negó a efectuar la boda porque la joven no estaba bautizada. El casamiento no se dio y ella entró en una depresión, razón por la cual el novio la dejó.
Cuando se enteró de que su ex prometido se iba a casar con otra, impactada por la noticia, entró en demencia y se lanzó por un precipicio. Por eso su espíritu deambula por las riberas de los ríos, lanzando alaridos horribles y espantando a los hombres y jóvenes.
7- El Cristo de Santa Lucía
Esta es una historia compartida por los pueblos de Cedros y Santa Lucía. Los habitantes de esos pueblos se percataron de que los Cristos de sus iglesias principales estaban intercambiados y decidieron devolver cada uno a su lugar de origen.
Ambas poblaciones salieron en procesión hacia Tegucigalpa, en donde se intercambiarían a los santos, pero los de Santa Lucía no pudieron llegar porque el Cristo se empezó a poner muy pesado en un sitio llamado La Travesía, y no pudieron cargarlo más en esa dirección. Así que la imagen regresó a la iglesia de Santa Lucía.
8- La mula herrada
Es un cuento aterrador sobre otra hermosa joven que falleció al enterarse de la muerte de su madre, causada por los puñetazos que una mula “chúcara” le había dado cuando ella la había dejado sola.
A la joven la enterraron y al tercer día se paró de la tumba convertida en mula negra “herrada”: mitad mujer, mitad mula. Dicen que ese fue el castigo por abandonar a su madre.
Algunos dicen haberla visto a medianoche cabalgando cerca de algún sitio en donde se reúnen personas de la mala vida, instándolos a cambiar su actitud.
9- Lalluvia de peces de Yoro
Fue un fenómeno meteorológico increíble que ocurrió en la ciudad de Yoro. Se trata de una lluvia de peces que todavía sucede entre los meses de mayo y julio. Según los habitantes de Yoro, este hecho extraordinario sucede desde hace un siglo.
El origen supersticioso de este fenómeno se debe a la historia del padre Subirana. Este fue un religioso que visitó Honduras entre 1856 y 1864.
Al encontrar mucha gente pobre y hambrienta, oró durante tres días y tres noches pidiendo a Dios un milagro que ayudara a los pobres a conseguir alimento.
10- El cerro brujo
Es una montaña de tamaño menor que se encuentra cerca de la ciudad de Tegucigalpa.
Esta leyenda tiene apenas 40 años para la fecha. Según el registro oral, en la cima del cerro se tenía pensada la construcción de una residencia, la cual no se llevó a cabo porque un hombre gigante apareció en el lugar mientras unas personas trabajaban.
¿Pudo haber sido el Sisimite? Después de este hecho la obra se paralizó por miedo a que el gigante apareciera de nuevo. Por eso bautizaron la zona como “El cerro brujo”.
11- Los cíclopes
Los indígenas de la selva misquita creen en la existencia de un ser parecido a los cíclopes. Según una de las historias, a mediados del siglo XX, un indio llamado Julián Velásquez no quiso ser bautizado.
Él vivía cerca de la laguna Seca, pero viajó hacia la costa atlántica en compañía de un brujo. Allí encontró a una tribu de antropófagos que poseían un solo ojo.
Julián fue capturado y estuvo prisionero junto con tres ladinos (blancos y mestizos) para ser engordados. Julián Velásquez logró escapar de la infame tribu. Nunca más se ha oído hablar de tales cíclopes.
Referencias
- Toro Montalvo, C., Cueva Sevillano, A. and Cueva García, A. (2008). Mitos, fábulas y leyendas de América. Lima: A.F.A. Editores Importadores S.A.
- Aguilar Paz, J. (1989). Tradiciones y leyendas de Honduras. 1st ed. Tegucigalpa: Museo del Hombre Hondureño.
- Montenegro, J. (1972). Cuentos y leyendas de Honduras. Tegucigalpa.