Barroco en México: contexto histórico, características, representantes
El Barroco en México fue el estilo artístico más presente en la entonces Nueva España entre los siglos XVI y XVIII, aunque en el norte del territorio este predominio se extendió hasta principios del siglo XIX. Fueron los españoles los que introdujeron esta corriente en sus territorios americanos.
Este estilo había nacido en Europa, concretamente en Italia, a comienzos del siglo XVI. En un contexto de fuertes enfrentamientos religiosos entre católicos y protestantes, las características del estilo barroco fueron utilizadas por la Iglesia para reforzar su influencia sobre el pueblo.
El arte barroco produjo obras en todos los géneros, desde la literatura hasta la pintura, con una especial incidencia en la arquitectura. En México, por ejemplo, varias de las más espectaculares catedrales e iglesias pertenecen a este periodo, caracterizado por las formas y ornamentos creados para que el espectador se viera más involucrado emocionalmente.
El Barroco mexicano dio lugar, ya en el siglo XVII, al llamado estilo colonial. Esta versión latinoamericana del arte barroco contó con aportes de los indígenas, que con el tiempo comenzaron a participar en las creaciones arquitectónicas.
Índice del artículo
- 1 Contexto histórico y origen
- 2 Características del Barroco mexicano
- 3 Representantes y obras
- 4 Referencias
El Barroco apareció en Europa y, desde España, llegó a Nueva España con cierto retraso respecto a su presencia en la metrópoli.
De esta forma, este estilo artístico comenzó a utilizarse a partir de la segunda mitad del siglo XVII y se mantuvo como corriente dominante hasta finales del siglo XVIII. Durante toda esa etapa se desarrolló una actividad artística muy intensa, con grandes construcciones arquitectónicas, así como obras literarias y pictóricas.
La conquista española del actual México no solo supuso su control político y territorial. En los ámbitos de la cultura y de la religión, los españoles trataron de eliminar las antiguas tradiciones indígenas e imponer las suyas propias.
Sin embargo, el resultado final fue una mezcla de ambas cultura mestiza, aunque con un predominio de la llevada por los conquistadores.
A principios de la colonia, los misioneros españoles ordenaron la construcción de numerosos templos y conventos. En muchos casos, estos edificios se levantaban con formas parecidas a las de unas fortalezas. Las calles más importantes de las ciudades se organizaban a partir de estos edificios religiosos.
Como ocurrió en Europa, el estilo de los templos religiosos fue variando con el tiempo. Cuando los españoles llevaron el estilo barroco, sus características fueron utilizadas como un método de impresionar a los creyentes, especialmente a los indígenas que aún recordaban o conservaban sus antiguas creencias.
La imposición del catolicismo no solo cambió las creencias de los pueblos indígenas. También afectó al lenguaje, al urbanismo y a todas las manifestaciones artísticas. A pesar de eso, el mestizaje cultural comenzó a aparecer.
El estilo barroco utilizaba las formas clásicas y los adornos para manipular sentimentalmente a los espectadores. Sus ornamentos conseguían dar una mayor ilusión de movimiento y de excitación visual.
Los artistas barrocos buscaban un equilibrio entre varios aspectos vitales: la mortalidad y la inmortalidad; la juventud y la vejez; y la sensualidad y el ascetismo.
Su temática más habitual era la relacionada con la religión, mientras que en la arquitectura contenía el expresionismo del periodo helenístico. En cambio, el clasicismo propio del Renacimiento apenas aparecía en las obras.
La Iglesia católica utilizó el estilo barroco como una manera de reafirmar sus dogmas. En Europa esto sirvió para hacer frente a los protestantes, mientras que en México fue una vía para convertir a los indígenas.
Entre las doctrinas que se veían reforzadas con este estilo artístico se encontraban la eucaristía, la importancia de los sacerdotes, la adoración a la Virgen María y a los santos y el valor de la vida religiosa.
El Barroco en México tuvo su máxima expresión en la arquitectura. Hasta la mitad del siglo XVII, tanto los edificios religiosos como los cívicos se construían con una mezcla del románico, del gótico y del estilo renacentista. Posteriormente, el estilo barroco se impuso, aunque añadiendo las particularidades propias de Latinoamérica.
La principal diferencia con el Barroco europeo era la mayor simplificación. En Europa se prestaba más atención a la manipulación del espacio, mientras que en Nueva España se centraron en el modelado de superficies, más dramático y complejo.
Durante el Barroco, la literatura española y la de Nueva España comenzaron a parecerse más entre ellas. Muchos grandes autores españoles pretendían viajar a América, como Cervantes o San Juan de la Cruz, aunque no lo lograron por diversos motivos. Sí lo hicieron, en cambio, escritores como Tirso de Molina o Juan de la Cueva.
Estilísticamente, la literatura barroca tenía como rasgo principal el contraste, las paradojas y contradicciones en el lenguaje y las temáticas utilizadas.
Igualmente, eran muy frecuentes los juegos de palabras, los anagramas, los símbolos o los emblemas. Esta un estilo literario con una gran presencia de la exageración.
Nacido en Ciudad de México en el año 1646, Juan Correa tuvo una destacada participación en la elaboración de retablos. Entre sus obras destacaron los dos colaterales en la iglesia de San Pedro y San Pablo, el retablo de la iglesia de Jocotitlán o el de la parroquia de la Santa Veracruz.
Correa fue el autor de las pinturas de la sacristía de la Catedral de México, una de las obras cúlmenes del Barroco mexicano.
La obra poética de Sor Juana Inés de la Cruz la convirtieron en una de las escritoras más representativas del Barroco en México.
Entre sus obras se encuentran redondillas, romances o sonetos, cuya temáticas principales eran la ciencia, el amor y la filosofía.
Según los biógrafos, Sor Juana aprendió a leer a los tres años y con solo siete pretendía estudiar en la universidad. Su ordenación debió producirse en 1669, en la orden de San Jerónimo de la Ciudad de México. Falleció a los 44 años.
Además de poesía, la denominada Décima Musa también fue autora de varias obras en prosa, como Respuesta a Sor Filotea. Igualmente, escribió algunas obras de teatro, como Los empeños de una casa y Amor es más laberinto.
Aunque su obra no fue demasiado bien valorada por sus contemporáneos, Juan Ruiz de Alarcón es hoy considerado como uno de los autores teatrales clave del Barroco. Entre sus obras destacó La Verdad sospechosa, una comedia de carácter, el género que más cultivó el autor.
El estilo de Juan Ruiz de Alarcón estaba basado en la construcción de personajes con personalidades muy bien definidas, aunque complicadas de entender. Su obra está repleta de juegos de palabras y refranes, todos con una enorme riqueza de significados. Como era común en la literatura barroca, sus obras tenían una intención moralizante.
La construcción de la Catedral de México comenzó en 1571 y no finalizó hasta 242 años después. Aunque aparecen dos estilos arquitectónicos diferentes, es el Barroco en predominante. En sus paredes aparecen muestras del mestizaje entre lo español y lo indígena.
- EcuRed. Barroco novohispano. Obtenido de ecured.cu
- Catedral Metropolitana de México. El Arte Barroco. Obtenido de catedralmetropolitanademexico.mx
- México desconocido. La literatura barroca en la Nueva España. Obtenido de mexicodesconocido.com.mx
- Mexico City Ambles. México Barroco | Baroque Art: Representing Divine Ecstasy, Evoking Awe. Obtenido de mexicocityperambulations.blogspot.com
- Gordillo, Bernard. Music of Baroque Mexico: Fernandes, Padilla, and Murcia. Obtenido de indianapublicmedia.org
- Merrim, Stephanie. Sor Juana Inés de la Cruz. Obtenido de britannica.com