Taquisfigmia: qué es, cuándo ocurre y cómo prevenirla
La taquisfigmia es la aceleración de las pulsaciones fuera de los parámetros normales. Concretamente se presenta cuando la frecuencia del pulso es mayor a las 100 pulsaciones por minuto en adultos, o de 150 ppm en niños.
Lo contrario a la taquisfigmia es la bradisfigmia, cuando la frecuencia del pulso se encuentra por debajo de las 60 pulsaciones por minuto.
No hay que confundir taquisfigmia con taquicardia, dado que la primera se refiere al aumento en las pulsaciones, mientras que la segunda a la suba del ritmo cardíaco, o sea del trabajo del corazón.
En términos médicos, la taquisfigmia se da dentro de lo que se conoce como la frecuencia cardíaca periférica, mientras que la taquicardia dentro de la frecuencia cardíaca central.
Índice del artículo
- 1 ¿Cuándo se produce la taquisfigmia?
- 2 La forma de detectarla
- 3 Cómo prevenir la taquisfigmia
- 4 Referencias
Para no generar alarmas es bueno primero distinguir los momentos durante el día en que suben las pulsaciones: mientras se produce la digestión, cuando se practican deportes o se reciben emociones fuertes.
Entonces la taquisfigmia se puede presentar en cuadros de fiebre, hipertiroidismo, hemorragia agua, insuficiencia cardíaca o en pacientes medicados con anfetaminas o teofilina.
Es posible notar la taquisfigmia tomándole el pulso desde la mano de la otra persona o incluso, a uno mismo. El rimo de pulsaciones por minuto normal es entre 60 y 100 ppm, pero si el evaluado es un deportista de alto rendimiento, las mismas pueden situarse por debajo de las 60, o incluso 40 ppm.
Esta cadencia se da cuando las pulsaciones en estado normal se producen con un determinado ritmo, o sea que son separadas por un idéntico lapso de tiempo. Si no es así, entonces hay algo extraño. También es importante tener en cuenta la intensidad del pulso, es decir la fuerza con la cual se nota al pulso (puede ser amplio y fuerte o pequeño y débil).
Se deben colocar los dedos índice y medio en la cara interna de la muñeca y por debajo de la base del dedo pulgar. Se debe presionar levemente para sentir el flujo de sangre, o sea el pulso. Tome un cronómetro y cuente los latidos que siente a lo largo de un minuto.
Si bien existen otros once puntos del cuerpo desde donde se puede conocer el pulso (como la braquial, o sea desde el brazo y que es muy común cuando asistimos al médico), el mencionado es el más accesible y cómodo para el autocontrol.
Si antes mencionamos que las emociones fuertes suben las pulsaciones, entonces habrá que evitarlas. Más que nada aquellas generadas por el estrés, el cual puede desencadenar sensaciones de furia, angustia o frustración.
También es aconsejable beber dos litros de agua al día, dado que la deshidratación hace que el cuerpo compense la falta de líquido en el organismo con el aumento de la frecuencia cardíaca.
La cafeína y el tabaco son enemigos de las pulsaciones normales. Por un lado, la primera hace que el cuerpo se deshidrate dado su efecto diurético, mientras que por el otro despabila y puede generar inquietud si se bebe demasiado. Lo ideal son menos de cuatro tazas por día y evitar beber cafeína 6 horas antes de dormir.
Por su parte, la nicotina provoca la liberación de adrenalina, la cual estimula al sistema nervioso central, aumentando a su vez la presión arterial y las frecuencias respiratoria y cardíaca.
Todo esto puede llevar a arritmias, que son nada más ni nada menos que la pérdida del ritmo normal de las pulsaciones. Mantener un ritmo de vida equilibrado será vital para poder evitarlas.
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