¿Qué es la economía agroexportadora?
La economía agroexportadora es un modelo económico basado en la exportación de materias primas derivadas de los productos agrícolas. El concepto comenzó a tomar forma en la segunda mitad del siglo XIX, principalmente en Australia y algunos países centrales de Latinoamérica. Su origen etimológico está en las palabras agro y exportación.
El primer término define al conjunto de técnicas, actividades y procesos para cultivar o labrar la tierra y obtener sus materias primas, mientras que el segundo término hace referencia a la comercialización de esas mercancías a países extranjeros.
Este modelo tuvo un gran auge en Latinoamérica cerca de 1850, cuando las principales potencias agrarias se convirtieron en el granero del mundo, dotando de materias primas a las principales potencias del planeta.
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Índice del artículo
- 1 Funcionamiento de la economía agroexportadora
- 2 Un modelo mixto de capitales
- 3 Beneficios y perjuicios de una economía agroexportadora
- 4 La economía agroexportadora como modelo abierto
- 5 Cultivos: base del modelo agroexportador
- 6 Referencias
Funcionamiento de la economía agroexportadora
La economía agroexportadora se basa en la gran variedad de productos que componen el sector del agro o del campo.
En este sector se incluyen los granos, los forrajes, todo tipo de frutos de huerta, frutales, maderas y los derivados de la industria agraria, como carne, lácteos, aceites, conservas y jugos.
Las naciones productoras reciben, a cambio de sus commodities o bienes sin elaborar (las materias primas citadas arriba), productos industriales manufacturados y capitales, para completar su economía local.
Las commodities pueden ser definidas como todos los bienes que pueden ser producidos en masa por el hombre, de los cuales hay enormes cantidades disponibles en la naturaleza.
Éstas pueden tener un valor y una utilidad muy elevada, pero su especialización o nivel de desarrollo, por el contrario, es muy bajo, lo que marca el desarrollo interno industrial.
En resumen, los países con economía agroexportadora comercializan esos bienes o commodities a países extranjeros, que después elaboran productos más complejos y los vuelven a comercializar a un precio más alto.
Un modelo mixto de capitales
En una economía agroexportadora, el modelo de capitales podría definirse como mixto, pues necesita de la participación activa del Estado y de los inversores extranjeros para alcanzar su mayor grado de desarrollo y especialización posible.
El rol del Estado
El Estado nacional debe generar y garantizar condiciones estables para la producción, como por ejemplo: planificar los medios de transporte y la comunicación, establecer normas jurídicas que regulen el sector, impulsar el comercio y desarrollar estrategias de atracción para trabajadores e inversores inmigrantes.
Otro factor central de los gobiernos locales son los impuestos, a través de los cuales se pueden igualar las balanzas de intercambios para no perjudicar a los productores ni a los obreros.
Inversiones extranjeras
Los capitales extranjeros participan del modelo a través de la inversión, la creación de situaciones financieras ventajosas para ambas partes, el desarrollo de infraestructura óptima para la producción y la importación de las materias primas.
Las inversiones pueden darse de dos maneras:
- Forma directa: las empresas desarrollan su actividad en los países productores, con el establecimiento de sucursales locales.
- Forma indirecta: a través de préstamos, que obligan a las naciones a un endeudamiento riesgoso.
Beneficios y perjuicios de una economía agroexportadora
Este tipo de modelo económico garantiza a los países productores un fluido intercambio comercial, un desarrollo de las actividades locales y regionales y la inserción en la economía global con un rol activo.
Sin embargo, trae algunas desventajas que pueden afectar al desarrollo industrial, económico, y por ende, a las circunstancias sociales de las naciones exportadoras de materias primas.
El escaso progreso industrial que genera esta situación en los países productores, muchas veces se traduce en altos índices de pobreza y desigualdad, por la carencia de puestos de trabajo cualificados.
Además, la dependencia de las condiciones económicas internas es una alarma constante para los países productores, ya que su modelo se sostiene en base a los capitales extranjeros.
Por otro lado, el precio de las materias primas resulta siempre inferior al de los productos manufacturados por lo que su balanza comercial puede generar niveles elevados de déficit.
La economía agroexportadora como modelo abierto
Las naciones agroexportadoras son por definición abiertas, por la apertura que sus economías locales necesitan para poder sostenerse en el mercado internacional.
Además de desalentar el desarrollo de la actividad manufacturera e industrial, esto provoca situaciones de desigualdad en los niveles de intercambio si no se tienen regulaciones estrictas y duraderas desde las responsables del estado.
Esta situación de vulnerabilidad financiera afecta en mayor medida a los productores regionales menos acaudalados y favorece a los grandes capitales.
Cultivos: base del modelo agroexportador
La política de cultivos puede ser un gran aporte al sostenimiento del modelo agroexportador. La diversificación, el impulso de sectores especializados y la rotación pueden traer grandes dividendos.
Aquellos países que logran poseer un rico abanico de commodities gozan de un flujo constante en el intercambio comercial, sin verse alterados por factores climáticos o por la propia fase de desarrollo de los cultivos.
Aquí también es de vital importancia el rol del Estado, a través del establecimiento de políticas productivas favorables para cada sector y zona, y de la contención antes los efectos climáticos que puedan afectar la producción.
En contraposición, cuando se apuesta por una estrategia de monocultivo, pueden obtenerse grandes rentabilidades pero los costos a largo plazo resultan peligrosos.
La destrucción de los suelos, la acumulación de capitales en pocos productores y la interrupción de las exportaciones pueden ser un arma mortal para es tipo de modelos agroexportadores.
Si bien en la actualidad todavía existen países que basan su economía en un modelo agroexportador, no se trata de una forma de intercambio exclusiva sino que estos países también tienen un desarrollo industrial de bienes y servicios propio.
Referencias
- Historia económica argentina en el siglo XIX, Eduardo José Míguez, editorial Siglo XXI, Buenos Aires.
- Historia económica, política y social de la Argentina, Mario Rapoport, Emece, 2007, Buenos Aires.
- The Refugees of the Agroexport Model – Impacts of soy monoculture in Paraguayan campesino communities, Tomás Palau, Daniel Cabello, An Maeyens, Javiera Rulli & Diego Segovia, BASE Investigaciones Sociales, Paraguay.
- Perspectives on the Agro-Export Economy in Central America, Pelupessy, Wim, University of Pittsburgh Press, Estados Unidos, 1991.