Felicidad

Cómo recuperar la ilusión en una mala etapa


Recuperar la ilusión es importante para volver a perseguir metas y sueños en la vida. Sin la ilusión la vida se vuelve sombría, menos divertida y monótona.

Algunos ejemplos de acontecimientos negativos pueden ser vivir un desengaño amoroso, la muerte de una persona cercana, perder un trabajo o atravesar un periodo de dificultades económicas.

La ilusión se caracteriza por el deseo constante que tenemos de que ocurra un evento que hemos esperado durante algún tiempo –como las ansias de viajar, las ganas de reencontrarnos con alguien, etc.–.

La falta de ilusión también está caracterizada por la ausencia de metas o el abandono de las mismas. Tras vivir una mala etapa en tu vida, es normal que sientas que nada te llena, que no tienes ilusión hacia lo que solías tenerla.

Consejos para recuperar la ilusión

1. Analiza la causa de tu malestar

Es importante que tengas presente aquello que ha provocado tu situación actual. No es lo mismo que se deba a la pérdida de un trabajo que a una pérdida repentina de un ser querido.

En el primer caso, la solución está en tus manos: debes luchar por conseguir otro empleo en el menor tiempo posible, para que tu situación económica y tu autoestima no se vean deteriorados.

Sin embargo, hay otras situaciones en las que no hay posibilidad de reparar la situación, como en la pérdida de alguien querido.

En este ejemplo, debes centrarte en hacer frente a tus propias emociones, aprender a gestionarlas, vivir con ellas y aceptar la nueva situación que se te presenta.

2. Piensa cómo puedes mejorar la situación

Una vez que has analizado en profundidad la causa de tu malestar actual, busca formas de solucionarlo. Como ya hemos comentado, hay situaciones inmodificables, que no dependen de ti mismo.

Sin embargo, aunque no puedas cambiar la situación, hay muchas formas de llegar a superarla, como por ejemplo, cambiando tu forma de ver las cosas o aceptando la pérdida.

Por el contrario, en aquellas situaciones que pueden solucionarse, debes plantearte buscar el modo de enfrentarte a ello. Por ejemplo, una de las causas más frecuentes de la pérdida de ilusión es ocupar un puesto de trabajo monótono y aburrido.

Si este es tu caso, intenta hacerte cargo de nuevas responsabilidades que te hagan crecer como profesional. Y, si sientes que el trabajo no te llena lo suficiente, puedes plantearte buscar un nuevo empleo que se adapte mejor a tus expectativas.

3. Expresa tus sentimientos y emociones

La tristeza es un desencadenante frecuente de la pérdida de esperanza e ilusión y esto puede provocar que sientas deseos de llorar constantemente. Nuestro consejo es que no reprimas tus ganas de llorar, puesto que evitar tus emociones solo conllevará que no puedas hacerles frente.

Sin embargo, tampoco puedes permitir que tus emociones te limiten la vida e impidan que lleves a cabo tus responsabilidades diarias. Dedica tiempo a ser consciente de las emociones que te invaden, pero plantándoles cara y superándolas poco a poco.

4. Busca apoyo social

Una de las cosas que más ilusión da es compartir momentos y vivencias con los demás. Por ello, no deberías distanciarte de las personas de tu alrededor, sino apoyarte en ellos para conseguir superar la mala racha por la que has pasado.

No esperes a que los demás te propongan planes. Hazlos tú mismo, aunque en un primer momento no te apetezca. Evita las expectativas negativas de que no vas a disfrutar, que tu mente va a estar en otro sitio.

Los eventos sociales, como reuniones familiares o fiestas, suelen evitarse tras algunos acontecimientos, como tras una separación sentimental o divorcio.

5. Concibe esta mala etapa como algo pasajero

Como dice el refrán, “no hay mal que cien años dure”, por lo que la etapa que has vivido o estás viviendo tampoco es eterna. La vida está construida de momentos buenos, malos y neutros, y solo al atravesar una mala etapa te das cuenta de lo bien que estabas antes o de lo que puedes estar.

Vivimos con la sensación de que todo es eterno: nuestra vida, nuestra salud, el trabajo, el amor, etc. Esta sensación que nos aporta tranquilidad tiene una clara función adaptativa, puesto que sin ella estaríamos continuamente preocupándonos por todos los aspectos de nuestra vida.

6. Analiza los aspectos positivos de tu vida

Como hemos comentado anteriormente, las personas tendemos a darle más importancia a aquello que va mal en la vida, a expensas de todo lo que va bien. Por tanto, es normal que te olvides de valorar los ámbitos positivos de tu vida, que seguro son muchos –si te paras a pensarlo–.

Una forma de ayudarte a analizar lo bueno es hacer una lista con aquello que tienes, las cosas agradables vividas. Es una manera de enfocarse en lo positivo.

7. Resta importancia a la pérdida de ilusión

Evita pensar que debes estar ilusionado/a o radiante de energía cada día y, de lo contrario, indica que algo va mal en tu vida.

No te preocupes tampoco si las personas de tu alrededor te señalan que no tienes la misma energía y vitalidad que solías tener. Recuerda que se trata de una etapa en la que estás recuperándote de un desgaste psicológico, por lo que necesitarás algún tiempo para reponerte.

Al igual que después de sufrir una lesión muscular necesitas rehabilitación, tras haber vivido conflictos emocionales necesitas un periodo de adaptación para volver a funcionar como antes.

8. Proyéctate en el futuro

Seguro que algunos de tus proyectos vitales han sido modificados al atravesar por una mala etapa. Dependiendo de la situación negativa que has atravesado, algunos planes serán modificados y otros, paralizados hasta que todo vuelva a la normalidad.

Una vez haya finalizado la mala racha –como, por ejemplo, estar sano después de haber atravesado una dura enfermedad– márcate nuevas metas por las que tengas que luchar desde que te levantas hasta que te vas a la cama.

Puede que algunos proyectos sean los mismos que antes, pero más difíciles de alcanzar, como por ejemplo, volver a comenzar un curso académico. Sin embargo, otros pueden verse modificados por completo, como vivir solo/a después de una ruptura de pareja.

9. Rompe con la rutina

Cuando la falta de ilusión es una constante en la vida, puede ser un indicador de que necesitas hacer algo emocionante. No es necesario que te tomes un año sabático para vivir las mejores aventuras de tu vida, bastará con algunos pequeños cambios como los siguientes:

  • Haz una escapada el fin de semana. Si eres de los que necesita viajar para sentirse vivo, puedes plantearte una escapada divertida con amigos o un fin de semana romántico en una casa rural con tu pareja.
  • Planea una cena en un restaurante nuevo. Evita encasillarte acudiendo siempre a los mismos bares o restaurantes. Busca planes de comida alternativa que puedan romper con la rutina.
  • Planea nuevas actividades de ocio. Ir a un concierto, al teatro o a un museo son ejemplos de actividades que puedes realizar durante tu tiempo libre y que pueden ayudarte a recuperar la ilusión.
  • Pasa tiempo en la naturaleza. No hay nada como pasar un día en el campo, en la montaña o en la playa, alejado del ajetreo de la ciudad, en días en los que el desaliento domina tu vida. Piensa formas de sorprenderte a ti mismo con lugares nuevos que explorar.

10. Dedica tiempo a ti mismo

A veces, al perder la ilusión en la vida, las personas se descuidan y se dedican mucho menos cuidado que antes. Si consideras que esto también te ocurre a ti, deberías empezar desde hoy mismo a cambiar esta situación.

Empieza por ponerte más guapo/a antes de salir a la calle, ir a la peluquería, comprar ropa nueva, etc. También deberías considerar dedicarle tiempo a los hábitos que más te apasionan y a las que dejaste de lado durante tu mala racha.

Por ejemplo, podrías volver a ir al gimnasio o retomar las clases de idiomas.

Poniendo en práctica estos consejos, podrás volver a experimentar ilusión en tu vida y te sentirás más satisfecho/a contigo mismo.