Anatomía y fisiología

Aponeurosis: características, funciones, localización


La aponeurosis es una estructura anatómica fibrosa, formada por fibras de colágeno, que sirve de cubierta a los músculos de algunas zonas del cuerpo. Su función principal es la de unir los músculos a otras partes del cuerpo a través de la agrupación de estos por medio de los tendones.

Habría que reseñar que la aponeurosis pueden también unir sus fibras formando una estructura aún más resistente. Cobra importancia clínica al momento de realizar un procedimiento quirúrgico, ya que es la estructura que sirve de soporte durante el postoperatorio, sobre todo en las cirugías abdominales.

Existen varios puntos donde la aponeurosis es más débil y puede haber protrusión de tejido intra-abdominal a través de un orificio de la misma. Esta lesión se conoce como hernia.

En las cirugías abdominales la aponeurosis es vulnerada, lo cual forma una zona débil. La salida de contenido intra-abdominal a través de un área débil, creada por la incisión quirúrgica, se conoce como eventración o hernia quirúrgica.

La aponeurosis ubicada en la planta de los pies puede causar dolor por sobrecarga de ejercicio en atletas que hacen gran esfuerzo con los miembros inferiores, como los corredores.

Índice del artículo

Características

La aponeurosis es una lámina fina de tejido fibroso de color blanco perlado. Sus fibras de tejido conectivo son de colágeno principalmente y tiene gran similitud con los tendones a su estudio microscópico.

Función

La principal función de la aponeurosis es la de unir grupos musculares con otros órganos, incluyendo huesos. También hay zonas donde dos aponeurosis se entrecruzan formando un tejido más resistente, como ocurre en el abdomen.

Consideraciones clínicas

– Aponeurosis abdominal

El espesor de la aponeurosis no es igual en todas las zonas corporales. Es por este motivo que hay áreas débiles a través de las cuales pueden formarse deformidades llamadas hernias.

Una hernia es un saco con contenido de la cavidad abdominal que pasa a través de una zona débil de la aponeurosis. Las hernias son diferenciadas dependiendo de su ubicación. Las más comunes son las hernias umbilicales y las inguinales.

Después de una cirugía intra-abdominal, la aponeurosis queda debilitada por la incisión. Esta debilidad puede llevar a la formación de hernias quirúrgicas o eventraciones.

Diagnóstico y tratamiento

La sospecha diagnóstica comienza con los síntomas de molestia, dolor y salida de una masa a través de algún punto de la región abdominal, especialmente las ingles o el ombligo, o a través de una cicatriz quirúrgica.

Por lo general, el paciente refiere que la masa protruye cuando está realizando alguna actividad de fuerza y disminuye en el reposo.

Los pacientes más propensos a este tipo de patología son aquellos en los que hay aumento de la presión intra-abdominal. Por ejemplo, personas que deben levantar cargas pesadas, tosedores crónicos o aquellos que sufren de estreñimiento.

El diagnóstico de las hernias y las eventraciones se realiza a partir del examen clínico, cuando el médico nota la salida de contenido a través de los puntos débiles naturales de la aponeurosis.

El tratamiento de estas lesiones es quirúrgico siempre, y consiste en la reparación de la debilidad aponeurótica. Algunas veces debe colocarse una malla especial que refuerza la superficie fibrosa para evitar futuras recaídas.

Las hernias y eventraciones deben ser operadas cuando se diagnostican por el peligro de que se compliquen.

Las complicaciones más peligrosas son aquellas en las que alguna parte del intestino queda atrapada en la hernia sin obtener suministro de sangre. Esta condición se conoce como hernia estrangulada y es una emergencia quirúrgica.

– Aponeurosis plantar

En la planta del pie existe también una estructura aponeurótica que recubre los músculos y tendones. Esta estructura se encuentra fijada al talón por detrás y a los dedos de los pies por delante.

Normalmente, la aponeurosis plantar permite la movilidad normal de los tendones y los movimientos de la marcha. Sin embargo, puede presentar algunas variaciones que hace que el pie se vuelva doloroso.

Cuando la aponeurosis es muy larga ocasiona el conocido “pie plano”. Hay una disminución de la curvatura normal del pie, lo que produce dolor.

Por el contrario, si la aponeurosis es corta hay un aumento de la curvatura y el arco plantar tiende a ser más alto de lo normal.

En ambas patologías, el tratamiento tiende a ser la colocación de plantillas para calzado hechas especialmente por un profesional.

– Fascitis o dolor crónico plantar

La fascitis plantar es un padecimiento muy común y la principal causa de dolor en el talón. Implica fuerte dolor en la planta del pie al caminar, el cual puede ubicarse desde el talón hasta la mitad de la planta.

El dolor típico mejora con la actividad física y empeora al tener grandes períodos de descanso. Por este motivo, las personas con esta patología refieren fuerte dolor al despertarse que va mejorando a lo largo del día.

Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento

La fascitis plantar es atribuida al exceso de carga de los músculos plantares ya sea por mala postura, obesidad, falta de elasticidad y sobresfuerzo en los músculos plantares por ejercicio excesivo.

El paciente se presenta con dolor en el talón o en la parte media del pie. Algunas veces lo ha tenido durante tanto tiempo que ha tomado posturas al caminar para evitar el dolor. Estas posturas son conocidas como antálgicas, las cuales llevan eventualmente a desarrollar dolores en las rodillas y en la espalda.

El tratamiento casi siempre es clínico, incluyendo la administración de analgésicos orales y la inyección de corticosteroides directamente en el área de dolor. También es común la colocación de vendajes que evitan la tensión plantar.

Sobre todo es importante modificar el calzado. Ya sea con la colocación de plantillas, soportes del talón o cambio del calzado según el tipo de pisada, esta parte del tratamiento es crucial para la total recuperación.

La fascitis plantar es una patología que mejora lentamente con el seguimiento de las indicaciones médicas. No se espera una mejoría de la condición antes de las primeras 6 a 8 semanas de tratamiento.

En pacientes en los cuales fracasan las técnicas conservadoras, debe considerarse el tratamiento quirúrgico. Pero este se realiza en pocos casos de fascitis plantar aislada.

Referencias

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