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Las 47 Mejores Frases de Kung Fu Panda


Te dejo las mejores frases de Kung Fu Panda, película de Dreamswork, estrenada en 2008 y dirigida por Mark Osborne y John Wayne Stevenson. Sus protagonistas son Po, Maestro Shifu, Tigresa, señor Ping, maestro Mantis y otros.

La sabiduría del Kung Fu es un legado milenario. Grandes maestros desarrollaron este arte de combate a través de la combinación del entrenamiento físico y meditación. Sus enseñanzas nos invitan a reflexionar y a pensar sobre nuestras vidas.

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No podemos negar que el cotidiano andar y la inercia acelerada de la vida moderna nos han privado de esos momentos que deberíamos guardar para estar en paz con nosotros mismos.

Por fortuna, los personajes de Kung Fu Panda están aquí para invitarnos a meditar sobre las cuestiones más complejas de la condición humana, no sin una buena dosis de humor.

– El ayer es historia, el mañana es un misterio, pero hoy es un regalo. Por eso lo llaman presente. -Maestro Oogway

– No existen las coincidencias en este mundo. -Maestro Oogway

– No hay ningún ingrediente secreto. -Sr. Ping

– A menudo uno se encuentra con su destino en el camino que ha tomado para evitarlo. -Maestro Oogway

– Debes creer. -Maestro Oogway

– Se dice que el Guerrero Dragón puede sobrevivir durante meses con nada más que el rocío de una sola hoja de ginkgo y la energía del universo. -Tigresa

– Cualquier cosa es posible cuando se tiene paz interior. -Maestro Shifu

–  Si haces únicamente lo que puedes hacer, entonces serás más de lo que eres ahora. -Maestro Shifu

– Tu mente es como el agua, mi amigo. Cuando se agita, es difícil ver. Pero si permites que se asiente, la respuesta se hace evidente. -Maestro Oogway

– ¿Estás molestando a mis amigos? Preparate para sentir “el trueno”. -Po

– No soy un panda grande y gordo. Soy el panda grande y gordo. -Po

– No hay un ingrediente secreto. Eres solo tú. -Po

– Amigo, soy el Guerrero Dragón. –Po

– Wow, ¡los Cinco Furiosos! Son mucho más grandes que sus figuras de acción. Excepto tú, Mantis. Tú eres del mismo tamaño. -Po

– Hablo tanto que tengo que inventar nuevas palabras. -Po

– Acabo de comer, así que aun hago la digestión. Mi Kung Fu tal vez no sea tan bueno como… será después. -Po

– Voy a llegarte con los pies locos. ¿Qué vas a hacer con los pies locos? –Po

– Nunca has visto el estilo oso, solo has visto la mantis religiosa o el estilo mono. Pero nunca has visto al oso. –Po

– Obedecer a tu maestro no es una debilidad. -Maestro Shifu

– Ese panda flácido no puede ser la respuesta a nuestro problema. Estabas a punto de señalar a Tigresa y esa cosa cayó en frente de ella. Fue solo un accidente. -Maestro Shifu

– Fue mi orgullo lo que me cegó. Te amaba demasiado como para darme cuenta de en qué te convertías. En lo que yo te convertía. -Maestro Shifu

– Lo han hecho muy bien, estudiantes… si estaban tratando de decepcionarme. -Maestro Shifu

– Sabías que yo era el Guerrero Dragón, siempre lo supiste. Cuando Oogway dijo lo contrario, ¿qué hiciste? ¡Nada! -Tai Lung

– Vuela de regreso y diles que el verdadero Guerrero Dragón regresa a casa. -Tai Lung

– Shifu te enseñó bien, pero no te enseñó todo. -Tai Lung

– ¿Quién llenó mi cabeza con sueños? ¿Quién condujo mi entrenamiento hasta que tronaron mis huesos? ¿Quién me negó mi destino? -Tai Lung

– Hay cosas que podemos controlar. Puedo controlar cuándo cae la fruta. Controlo dónde siembro la semilla. Esa no es ninguna ilusión, maestro. -Maestro Shifu

– Sirve con una sonrisa. -Sr. Ping

– El arrepentimiento no hace fideos. -Sr. Ping.

– Para hacer algo especial, debes creer que es especial. -Sr. Ping.

– Percibo al Guerrero Dragón entre nosotros. -Maestro Oogway

– Renunciar. No renunciar. Fideos. No fideos. Estás muy preocupado por lo que fue y lo que será. -Maestro Oogway

– Solo existen las noticias. No las hay ni buenas ni malas. -Maestro Oogway

– Mi amigo, el panda nunca cumplirá con su destino, ni tú con el tuyo, hasta que dejes ir la ilusión del control. -Maestro Oogway

– Mira este árbol, Shifu. No puedo hacer que florezca cuando yo quiera, ni hacerlo fructificar antes de su tiempo. -Maestro Oogway

– No importa lo que haga, esta semilla crecerá para convertirse en un árbol de durazno. Podría desear que diera manzanas o naranjas, pero solo dará duraznos. -Maestro Oogway

– He tenido un día largo y bastante decepcionante. Así que sí. Probablemente debería ir a dormir ahora. -Maestro Grulla

– ¿Crees que esto es gracioso? Tai Lung ha escapado de la cárcel y actuáis como niños. –Maestro Shifu

– Me quedé porque cada vez que me lanzó un ladrillo a la cabeza o me dijo que apestaba, me dolió. Sin embargo, nada puede doler tanto como el día a día de mi vida siendo yo. -Po

– Me quedé porque pensé que, si alguien me podría cambiar, me podría hacer… no ser yo, ese era usted. El más grande maestro del Kung Fu en toda China. -Po

– No me estoy muriendo, idio… uh, Guerrero Dragón. Simplemente estoy en paz. Finalmente. –Maestro Shifu

– Recuerda, Po, cada generación enseña a la siguiente. Así, el arte del Kung Fu vive en ti, y, ahora, en ellos.

– Los Cinco Furiosos, ¿eh? Molan, ¿cierto? Pero no se hicieron increíbles peleando. Cada uno tuvo que aprender un secreto del Kung Fu antes de volverse excelentes. –Po

– Enseñar Kung Fu es un arte que toma años dominar. No te desanimes si fallas. -Maestro Shifu

– ¿Qué pasa con esas personas solitarias que no tienen otro lugar a donde ir? Nosotros les damos un lugar. -Sr. Ping

– Lo que pasa en tu cabeza, la verdad es que no siempre lo entiendo. Pero lo que pasa en tu corazón nunca nos ha decepcionado. -Maestro Shifu

– Lo único que importa es en lo que tú decides convertirte. –Po