Historia

Música prehispánica (México): características, géneros, instrumentos


¿Qué es la música prehispánica?

La música prehispánica en México fue toda la creada antes de que los españoles conquistaran el territorio. Es muy poco el conocimiento que se tiene de ella, ya que las únicas fuentes de información son los códices de los diferentes pueblos indígenas, las pinturas murales, los restos de instrumentos encontrados y las referencias de los cronistas llegados desde España.

Los estudios realizados partiendo de esas fuentes muestran que la música estaba muy relacionada con las prácticas rituales. Los pueblos originarios pensaban que este arte era del gusto de los dioses y utilizaban sus melodías para pedir mejores cosechas, que llegaran las lluvias y les favoreciera en las guerras.

Además de la música asociada a los rituales, existían otros dos tipos de composiciones. La primera se tocaba en tiempos de guerra, mientras que la segunda estaba destinada a ser escuchada en las fiestas y bailes públicos.

Actualmente no existen ejemplos de la música tocada durante la época precolombina, ya que su transmisión era solamente oral. Los instrumentos que se han encontrado en los yacimientos arqueológicos permiten tener una idea sobre el tipo de sonido que les gustaba. En general, existían dos tipos de estos instrumentos: de percusión y de viento.

Características de la música prehispánica

Los investigadores que han dedicado sus esfuerzos a intentar averiguar cómo era la música en el México prehispánico se han centrado en las culturas indígenas más importantes, como la mexica, la mixteca, la tolteca, la maya, la tarasca o la otomí.

La falta de información ha hecho imposible saber cómo sonaba la música de ese periodo histórico, así como las diferencias existentes entre las composiciones de cada pueblo. La única aproximación posible ha venido de algunas melodías que aún suenan en las festividades de origen precolombino.

Géneros de música

Según los expertos, la música que se tocaba antes de la llegada de los españoles estaba compuesta de cinco sonidos, lo que se denomina construcción pentáfona. En general, se han descrito tres tipos de géneros.

El primero de estos géneros era la música destinada a los rituales. Esta se representaba en las ceremonias religiosas o en acontecimientos como las bodas, los funerales o durante los sacrificios rituales.

Otro género era la música guerrera. Esta engloba a las danzas y cánticos que sonaban antes de que comenzara una batalla o al finalizar la misma.

Por último, los pueblos indígenas también reservaban un tipo de música para el disfrute. Esta se interpretaba durante los bailes denominados mitotes y en las fiestas.

Músicos profesionales

La importancia de la música se veía reflejada en la consideración que tenían los músicos. Estos eran profesionales de ese arte y recibían varios privilegios.

Por ejemplo, entre los mexicas los músicos estaban exentos de pagar impuestos. Además, tenían un papel superior en los templos. Para reconocerlos se les galardonaba con un cordel, llamado mecátl, que se ponía en la cabeza, con unas puntas que colgaban sobre el torso.

A pesar de su reconocimiento social y de su papel en los rituales, los músicos eran parte del personal de servicio de los grandes señores.

Escuelas de música

Se sabe que los mexicas daban clases de música en el mismo local que servía para guardar sus instrumentos. Estos lugares recibían el nombre de mixcoacalli, que se traduce como “la casa de la serpiente de nubes”.

Igualmente, la música profana se enseñaba en la cuicali, “la casa de canto”. Este tipo de música comprendía tanto los cantos de guerra como aquellos que relataban las andanzas de sus dioses.

Por su parte, los cantos religiosos se aprendían en el calmécac, una escuela reservada para los hijos de la nobleza.

Consideración sagrada

Las culturas precolombinas estaban organizadas en torno a sus creencias religiosas. Lo sagrado ocupaba todos los aspectos de su vida, incluida la música. Para ellos, era una manera de comunicarse con los dioses y de conectar el mundo terrenal con el espiritual.

Los propios instrumentos musicales tenían un origen mitológico. Sus sonidos se asimilaban a la voz de los propios dioses. Algunos instrumentos llegaron a contar con sus propios altares, junto a las figuras de las divinidades que representaban a la música y la danza.

Instrumentos musicales prehispánicos

Los pueblos indígenas construían sus instrumentos musicales con los materiales que tenía a su alrededor. Utilizaban semillas, caparazones de tortuga, huesos o barro.

En líneas generales, esos instrumentos se pueden dividir en dos tipos: los de percusión y los de viento.

Teponaztli

Este instrumento de percusión era similar a un xilófono. Consistía en un tronco al que se dejaba hueco y se tallaba. Después, los extremos se cerraban con materiales diversos.

Al instrumento se le añadían lengüetas y aperturas para obtener distintos sonidos. Para tocarlo se usaban unas baquetas elaborabas con madera y caucho.

Huēhuētl

Este instrumento fue empleado principalmente por los mayas y por las culturas que se relacionaron con ellos.

Consistía en un tubo fabricado con un tronco de árbol. Se colocaba en posición vertical y se dejaba abierto en el fondo. La parte superior se cubría con una piel estirada que a menudo procedía de los ocelotes.

Podía tocarse tanto con las manos como con unas baquetas de madera y solía estar decorado con figuras talladas que representaban historias relacionadas con los ritos en los que se utilizaba.

Chicahuaztli

El chicahuaztli pertenecía a la familia de instrumentos de percusión. Fueron los mexicas quienes lo inventaron y estaba formado por un bastón al que se le daba forma de rayo.

En la zona superior colocaban una esfera de bronce en la que se introducían semillas o pequeños trozos de metal. Eran estos componentes los que sonaban cuando se movía el bastón, con el mismo mecanismo que las maracas.

Este instrumento estaba asociado con los dioses de la fertilidad, la vida y el agua, sobre todo con Tláloc y Xipe Tótec. Este último utilizaba un chicahuaztli para que comenzara la temporada de lluvia y que el maíz creciera.

Ayacachtli

Los mexicas llamaban ayacachtli a esta especie de sonajero, mientras que los mayas lo denominaban chinchín. Estaba construido con una calabaza vaciada en la que se introducían semillas, piedras pequeñas o cuentas. A ese cuerpo central se añadía un mango para poder agitarlo y producir el sonido.

Huilacapiztli

El huilacapiztil era uno de los instrumentos de viento más utilizados entre los pueblos mesoamericanos. Se trataba de una clase de flauta tallada para que se pareciera a una paloma.

Atecocolli

El atecocolli era una concha de caracol de mar a la que se realizaba un corte que hacía de boquilla. Al soplar, emitía un potente sonido por vibración.

Ese sonido jugó un papel muy importante en la música de ese periodo. Las culturas prehispánicas creían que ese sonido había participado en la creación de los dioses y de los hombres. Además, era el símbolo de la fecundidad.

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Danza prehispánica