Geografía

Dorsal atlántica: qué es, características, extensión, datos


¿Qué es la dorsal atlántica?

La dorsal atlántica, mesoatlántica o dorsal media del Atlántico, es una cordillera volcánica que divide el océano Atlántico de norte a sur. Se encuentra sumergida en el agua, por lo que la dorsal hace que la superficie del océano Atlántico se rompa en varias islas que pueden hallarse agrupadas en medio del mar.

De todas las islas que se ubican de norte a sur, solo las de San Pedro y San Pablo tienen origen volcánico, a diferencia de Islandia, Ascensión, Tristán da Cunha, Santa Elena y Bouvet, que no lo son.

Extensión de la dorsal atlántica

La parte más grande de la dorsal atlántica ocupa unos 3.000 a 5.000 metros por debajo del mar.

Desde su lecho marino hay una larga cadena montañosa cuyas cumbres se elevan a diversa altitud, que oscila entre 1.000 y 3.000 metros. A lo ancho ocupa aproximadamente 1.500 kilómetros, de este a oeste.

La dorsal atlántica posee una gran hendidura, un valle profundo que va por toda la longitud de su cresta. Su anchura estimada ronda los 10 kilómetros y sus paredes son murallas que alcanzan hasta 3 kilómetros.

Dicho valle forma una frontera natural que en el fondo del océano Atlántico divide las dos placas tectónicas que se encuentran en la Tierra. Su ensanchamiento se produce constantemente, a un ritmo de 2 centímetros anuales.

Debido a la alta actividad volcánica que tiene, el magma, cuando sube, se enfría y posteriormente se convierte en una nueva capa que se une al suelo del océano.

Tiene zonas de fractura. La más conocida es la fractura de Romanche, que va en sentido este-oeste. También tiene discontinuidades, cuya extensión supera los 100 kilómetros de longitud.

En el Atlántico norte, divide las placas euroasiática y norteamericana, y en el sur, divide las placas africana y sudamericana.

Características de la dorsal atlántica

Características geológicas

– La dorsal atlántica consiste básicamente en un valle muy profundo cuya forma es sinusoidal, una larga línea serpenteante interrumpida en varios de sus tramos por la acción volcánica y terremotos subacuáticos, frecuentes en esa parte de la Tierra.

– Esta línea deja una separación clara en las capas tectónicas que se ubican en los continentes que atraviesa.

– El terreno de la dorsal atlántica se forma gracias al magma que trata de subir a la superficie, pero que se topa con las aguas oceánicas. El magma se enfría y forma una pared de lava endurecida, que pasa a ser la nueva capa de suelo en el lecho marino. Cada año se añaden centímetros nuevos.

– La dorsal atlántica se subdivide en dos ramos: uno septentrional (la dorsal atlántica norte), y uno meridional (la dorsal atlántica sur). En esta última se ubica una especie de trinchera marítima, o una fractura conocida como la de Romanche, que se hunde hasta los 7.758 metros. Es uno de los sitios submarinos más profundos del océano Atlántico.

Características geográficas

– Empieza en Islandia y termina en el sur del océano Atlántico. Hace un enlace con el sur de África por el Cabo de Buena Esperanza, y pasa por la dorsal del océano Índico.

– De ahí pasa al sur de Australia mediante la dorsal del océano Pacífico, que se halla extendida por toda su zona meridional y oriental, hasta llegar al territorio de México, donde toca la costa occidental de Estados Unidos, en California.

– Hay dorsales secundarias a la Atlántica, que pueden ser transversales o paralelas. Entre ellas están la dorsal de Hawái, la dorsal del Pacífico y las de Kerguelen.

– Las dorsales que mantienen su actividad tectónica ocupan superficies directamente proporcionales a los continentes con los que limitan.

– A lo largo de su trayecto se encuentran muchas islas y archipiélagos de origen volcánico. En total, hay nueve islas. En la dorsal atlántica norte están Islandia, San Pedro, las Azores y Jan Mayen.

– En la dorsal atlántica sur están las islas de Bouvet, Tristán da Cunha, Gough, Santa Elena y Ascensión. En el caso particular de Islandia, la dorsal atlántica pasa justamente por el medio, dividiéndola a la mitad.

– La fractura de Romanche dibuja una línea imaginaria horizontal por el Ecuador. Los bordes del golfo de Guinea y de la costa nororiental de Brasil encajan entre sí e indican que África y América fueron continentes que estuvieron unidos.

Referencias

  1. Mgar: Historia, Navegación. Fondos marinos 2; Dorsal Atlántica. Islas Canarias, España. Recuperado de mgar.net.
  2. Mid-Atlantic Ridge. Recuperado de geolsoc.org.uk.