Arte

Arquitectura paleocristiana: origen, características, obras representativas


¿Qué es la arquitectura paleocristiana?

La arquitectura paleocristiana se refiere a todas las estructuras construidas por los cristianos desde el surgimiento del cristianismo hasta alrededor del siglo V. A partir del año 550 todo arte cristiano es considerado como arte bizantino, pues fue a este tipo de arte al que evolucionó. Sin embargo, siempre mantuvo sus influencias originales.

Durante los primeros años del cristianismo las edificaciones cristianas no eran comunes, dado que la religión no era vista con buenos ojos durante sus inicios. Luego de que se permitió abiertamente el seguimiento del cristianismo y el Imperio romano hizo oficial la práctica de esta religión en sus tierras, inició realmente la arquitectura paleocristiana.

Este estilo arquitectónico desarrolló su propio estilo característico y se considera que la creación de iglesias de menor tamaño y basílicas fue uno de los eventos más significativos para la religión. El arte cristiano se desarrolló en conjunto con su arquitectura; en muchos casos, las pinturas usualmente adornaban las edificaciones religiosas.

Origen

Durante el transcurso del siglo IV, el cristianismo se encontraba en una de las etapas de crecimiento más grandes de su historia. Para este momento, el Imperio romano (uno de los imperios más poderosos del mundo) ya había adoptado al cristianismo y su práctica no era ilegal, como lo fue por más de dos siglos.

Esto hizo que grandes aglomeraciones de personas se comenzaran a reunir en espacios públicos para compartir la palabra de Cristo. Tal suceso presentó un problema: se necesitaba edificar nuevas estructuras para agrupar a los seguidores de la fe cristiana.

Para ese momento, el Imperio romano tenía una gran cantidad de templos pertenecientes a otras religiones paganas. Estos templos no quisieron ser adoptados por los cristianos, puesto que su arquitectura simplemente no era adecuada para ellos.

Sin embargo, durante el mandato del emperador Constantino I se tomó la decisión de utilizar un tipo de estructura particular que ya conocían los arquitectos romanos para que sirviesen como centros seculares. Este tipo de edificación era la basílica.

El nuevo empleo de la basílica como edificación cristiana convirtió a estas estructuras en los principales edificios cristianos por varios siglos. Su estilo variaba dependiendo de la región del Imperio en donde se construyese.

Características de la arquitectura paleocristiana

Diseño y construcción

Las basílicas cristianas, al ser el primer elemento arquitectónico desarrollado por los seguidores de esta religión, presentaban de mejor manera las características de diseño de este arte. Estas basílicas tenían una gran diversidad de diseños originalmente. En casi todos estos diseños existía un pasillo rectangular.

Este pasillo era acompañado de otras formas en la estructura, las cuales evolucionaron conforme las iglesias más pequeñas comenzaron a sustituir a las basílicas como las edificaciones primarias del cristianismo. En el extremo contrario de la entrada de las basílicas se solía colocar un ábside.

Frente al ábside se acostumbraba a colocar el altar, para que este quedara elevado con respecto a la posición de las personas dentro de la estructura. Este tipo de diseño era muy común en las basílicas usadas por el cristianismo, pero el diseño era distinto en las basílicas usadas con funciones políticas.

Importancia de las basílicas y templos

Los templos en la antigüedad tenían un diseño que estaba pensado para que se llevasen a cabo rituales dentro de estas estructuras. Estos templos eran utilizados por otras religiones paganas, las cuales acostumbraban a hacer sacrificios para ofrecer a los dioses.

Sin embargo, los templos jugaron un papel fundamental para la adaptación del cristianismo. Los cristianos comenzaron a utilizar basílicas para profesar su fe, pero en muchos casos también acostumbraron a usar casas comunes.

Dada la falta de estructuras religiosas, la arquitectura paleocristiana se adaptó para que las casas comunes fuesen modificadas para asemejarse a un centro de culto. En algunas ciudades —como Dura-Europos en Siria— algunas casas fueron modificadas para poder recibir a las congregaciones cristianas.

Esto conllevó a la subsecuente creación de iglesias de menor tamaño, con un diseño de menor escala que de las basílicas. Estas se popularizaron más aún durante el período bizantino.

Exteriores planos

Una de las principales características del arte paleocristiano era que las primeras edificaciones no presentaban una gran cantidad de detalles en su exterior. Es decir, los exteriores eran de diseño plano, mientras que la mayor cantidad de detalles se representaban en el interior de las iglesias y basílicas.

Esto se debe principalmente a que, en sus inicios, el cristianismo no era muy bien visto. Los arquitectos se encargaron de no llamar la atención de la gente con diseños discretos en el exterior de las edificaciones.

Influencias greco-romanas

Los romanos se hicieron con el poder de la península griega tras la Batalla de Corinto, en el año 146 a. C. Este evento tuvo una gran influencia cultural en el Imperio romano.

Muchos de los edificios griegos tenían una arquitectura bastante llamativa, la cual fue adoptada por los romanos. En particular, las columnas griegas pasaron a formar parte fundamental de la arquitectura en Roma.

Estas influencias fueron también heredadas por la arquitectura paleocristiana. Como el Imperio romano fue la primera gran civilización en abrir los brazos al cristianismo (tras la firma del Edicto de Milán en el año 314 d. C.), fue allí donde comenzaron a edificarse las primeras estructuras cristianas.

La presencia del cristianismo en el Imperio romano causó que su mismo estilo arquitectónico fuese adaptado a las creencias cristianas. El cristianismo fue asociado con los romanos por varios siglos y sus influencias se ven marcadas a lo largo de la historia del arte de la religión, más allá de la arquitectura paleocristiana.

Obras representativas

Antigua Basílica de San Pedro

Esta edificación fue una gran basílica que se encontraba en el mismo lugar donde el día de hoy está la Basílica de San Pedro actual. Fue edificada durante el mandato de Constantino I en donde se ubicaba antiguamente el Circo de Nero.

Basílica de Santa María la Mayor

Esta basílica, situada en Bergamo, fue edificada sobre un antiguo templo pagano a mediados el siglo IV. Según cuenta la leyenda, fue construida luego de que la Virgen María se le apareciera al papa, pidiendo que se edificara esta construcción.

Archibasílica de San Juan de Letrán

Esta basílica es considerada la más importante de las cuatro grandes basílicas ubicadas en Roma. Recibe el nombre de archibasílica gracias a su enorme tamaño y es considerada como la iglesia principal del cristianismo romano.