Historia

Movimiento estudiantil de 1968: causas, desarrollo, consecuencias


El movimiento estudiantil de 1968 se desarrolló en México a partir de julio de ese año. Como en otros países del mundo, que también vivieron manifestaciones y protestas, los universitarios mexicanos salieron a la calle para solicitar mejoras sociales, políticas y económicas.

En ese momento, la política mexicana estaba dominada por el Partido Revolucionario Institucional, que llevaba gobernando casi cuarenta años seguidos. La represión contra los opositores, sobre todos los de la izquierda, era frecuente y existían muchas denuncias sobre fraudes electorales. En ese contexto, México tenía que organizar los Juegos Olímpicos de 1968.

En las protestas estudiantiles participaron alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de casi todas las escuelas superiores y medias del país. Aunque las manifestaciones con más participantes se dieron en la capital, los estudiantes también se movilizaron en otras partes de México.

A los estudiantes se unieron otros grupos sociales, como profesores, obreros, intelectuales o amas de casa. La petición común era democratizar el país y la ampliación de derechos políticos e intelectuales. El movimiento fue sangrientamente reprimido el 2 de octubre, cuando se produjo la llamada matanza de Tlatelolco en la capital mexicana.

Índice del artículo

Antecedentes

Los movimientos estudiantiles contra el gobierno del PRI no eran nuevos en México. Desde hacía varias décadas, la represión gubernamental y las carencias democráticas y económicas del país habían provocado varias protestas por parte de los estudiantes y otros sectores.

Primera masacre de estudiantes

La primera masacre que afectó a los estudiantes se produjo en 1942. Ese marzo de ese año, los alumnos del IPN convocaron una huelga por motivos puramente académicos. Igualmente, prepararon una marcha que debía llegar a la plaza del Zócalo de la capital.

La manifestación tuvo lugar en marzo y fue reprimida mediante los disparos de la policía, ayudada por los bomberos. El resultado fueron cuatro muertos.

Este movimiento fue el comienzo de una nueva etapa en las protestas estudiantiles. Similares movilizaciones se produjeron en 1949, 1952 y 1956.

Movimiento Revolucionario del Magisterio

El Movimiento Revolucionario del Magisterio fue fundado en 1956, cuando un maestro convocó una manifestación para protestar por la forma en la que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (vinculado al PRI) había negociado una subida salarial.

Al mismo tiempo, 120 000 alumnos de los centros de educación popular se pusieron en huelga por motivos económicos. El gobierno envió al ejército y encarceló a sus dirigentes.

Movimientos sociales mexicanos

En 1958, los movimientos sociales mexicanos cobraron una gran importancia. Sectores como los electricistas, los trabajadores del petróleo o los maestros iniciaron una serie de protestas que se prolongaron durante todo el mandato del presidente López Mateos. Además, organizaciones campesinas protagonizaron numerosas acciones reivindicativas.

Movimientos universitarios

Los estudiantes de la Universidad Michoacana (Morelia) y colectivos ciudadanos de la ciudad protestaron el 1 de octubre de 1966 por la subida de los precios del transporte público. El día 2, una gran manifestación fue atacada por pistoleros del PRI.

Dos días más tarde, los estudiantes convocaron una huelga para protestar por la represión de la manifestación, que había causado una muerte. Las movilizaciones continuaron durante los días siguientes, hasta que el día 8 el Congreso local ordenó que las fuerzas de seguridad tomaran la universidad y detuvieran a decenas de estudiantes.

Algo similar ocurrió en 1967, esta vez en Sonora. Los estudiantes lideraron una propuesta popular que asaltó una comandancia de policía. Finalmente, el ejército intervino y tomó el recinto universitario.

Causas del movimiento estudiantil

Todos los antecedentes anteriores son un ejemplo del ambiente de crispación política existente en algunos sectores del país. En ese contexto, el movimiento de 1968 fue el siguiente paso de las protestas. Además, también influyeron algunas causas externas.

Gobiernos del PRI

El PRI (o sus antecedentes PNR y PRM) llevaba en el poder desde los años 30. Aunque algunos de sus gobiernos habían sido populares, con el tiempo había establecido un régimen tachado de autoritario y represivo por sus opositores.

Además, el partido había creado una red política que abarcaba a los sindicatos, a las instituciones y a la vida judicial. Por último, los casos de corrupción fueron creciendo.

Desigualdad

No solo fueron las acusaciones de corrupción o la represión política lo que motivo las movilizaciones de los estudiantes y de otros sectores.

En esos momentos, México estaba viviendo una época de crecimiento económico. Sin embargo, las riquezas creadas no llegaban a buena parte de la población y la desigualdad era cada vez mayor.

Malestar entre la juventud

Se ha calculado que durante la década de los sesenta se produjeron más de 53 revueltas estudiantiles en el país. Esto demuestra que existía un gran descontento entre la juventud por la falta de libertad, la represión policial y la desigualdad económica. Por ese motivo, la principal demanda en 1968 fue la de libertad en todos los ámbitos.

Grupos paramilitares

El Estado había desarrollado una estrategia para intentar controlar los movimientos políticos estudiantiles. Uno de los puntos fue la infiltración de agentes en las organizaciones de estudiantes y en los centros educativos.

Igualmente, el gobierno creó y patrocinó los llamados porros, una especie de grupos de choque paramilitar. Sus componentes, al menos en el IPN y en la UNAM, eran aficionados radicales de los equipos de fútbol universitarios. Estos grupos se dedicaban a reprimir y agredir a los estudiantes contrarios a los gobernantes.

Influencia internacional

Los estudiantes mexicanos no fueron ajenos a lo que estaba ocurriendo en buena parte del mundo. Por una parte, en muchos países se estaban produciendo movimientos englobados en lo que se llamó Revolución cultural de 1968.

Ese año en Europa se produjeron movimientos como la primavera de Praga, que buscaba establecer un socialismo con “rostro humano”. En Francia, por su parte, estalló el llamado mayo del 68, con un claro protagonismo estudiantil. Su propósito era cambiar la sociedad y obtener mayores libertades.

Por su cercanía geográfica, uno de los movimientos que más influyó en los mexicanos fue el desarrollado en Estados Unidos en contra de la guerra de Vietnam. Además, los jóvenes estadounidenses también pedían libertad en su sexualidad y apoyaban el feminismo y los derechos civiles.

Por último, la Revolución cubana de 1959 se había convertido en todo el mundo en un referente para muchos jóvenes, ya que demostraba que era posible hacer una revolución.

Olimpiadas

Aunque no fue una causa de las movilizaciones, las Olimpiadas sí fueron uno de los motivos que explican las feroz represión gubernamental de las protestas.

Esos Juegos Olímpicos, que debían empezar el 12 de octubre de ese año, debían demostrar que México estaba en buena situación. Todo el mundo iba a poder ver los Juegos por satélite y el gobierno no quería que la imagen positiva que pretendía mostrar quedara empañada por nada.

Influencia de la CIA

La represión de las protestas fue alentada por la CIA estadounidense, según documentos desclasificados por el gobierno de ese país.

Estos documentos prueban que el movimiento estudiantil había sido vigilado durante años. Los estadounidenses, en plena Guerra Fría, pensaban que se trataba de una conspiración comunista y que Cuba y la Unión Soviética estaba detrás de los líderes estudiantiles.

Desarrollo de los acontecimientos

La rivalidad deportiva entre los equipos de la UNAM y del IPN había constante desde los años 30. Con el tiempo, esta rivalidad comenzó a cobrar tintes políticos, ya que los estudiantes del Instituto Politécnico solían ser de origen rural y obrero y de ideología izquierdista.

Por su parte, los alumnos de la UNAM eran de clase media, aunque también había muchos simpatizantes de la izquierda política.

Los grupos porriles de ambos centros educativos habían mantenido varios enfrentamientos violentos, algo que se repitió a principios de 1968.

Uno de esos enfrentamientos se convirtió en el antecedente inmediato del movimiento estudiantil de ese año. El 22 de julio, alumnos del IPN y de la preparatoria Isaac Ochotorena, adscrita a la UNAM, se enfrentaron con dos grupos porriles que estaban hostigándolos. Los granaderos, un grupo policial, entró en las instalaciones educativas y detuvo a varios estudiantes.

Julio

Tras ese incidente, el 26 de julio se convocaron dos manifestaciones diferentes de estudiantes, con distintos itinerarios.

Una de las movilizaciones estuvo convocada por los estudiantes de la IPN en protesta por la intervención de los granaderos. La otra estaba organizada por la Juventud Comunista, la CNED y alumnos de la UNAM y tenía como propósito mostrar solidaridad con la revolución cubana.

Los estudiantes de IPN, tras realizar el recorrido, decidieron marchar hacia el Zócalo y fueron atacados por los granaderos por el camino.

Cuando pudieron librarse de la policía, acudieron al lugar en el que se encontraban los participantes de la otra marcha para informarles de lo ocurrido y pedirles apoyo. Los dos grupos se unieron y se dirigieron hacia la Plaza de la Constitución.

En su trayecto se encontraron de nuevo con los granaderos y con la policía. Ante la orden de retirarse, los estudiantes respondieron con una lluvia de piedras, lo que provocó el ataque de las fuerzas de seguridad. Este choque terminó con más de 500 heridos y decenas de detenidos.

Las autoridades, por su parte, denunciaron la quema de varios autobuses y el uso de artefactos explosivos.

El gobierno desplegó tanquetas en la plaza del Zócalo, así como decenas de militares. Además, ordenó detener a todos aquellos relacionados con los desórdenes.

El resto del mes, las movilizaciones estudiantiles se incrementaron. Los estudiantes convocaron una huelga que fue seguida por la UNAM, el IPN y otros centros educativos. Varios de estas escuelas fueron atacadas por los granaderos.

Agosto

Un ataque policial a la UNAM provocó que el rector de la misma se uniera a los estudiantes y encabezara una marcha el 1 de agosto en la que se usó el lema “¡Únete pueblo”!.

Sin embargo, los estudiantes se mostraron disconformes con la participación del rector, ya que consideraban que solo se había limitado a defender la autonomía universitaria y había dejado de lado otras peticiones de las organizaciones convocantes de la marcha. El día 2, se creó el Consejo Nacional de Huelga (CNH).

Al día siguiente, los periódicos mexicanos se posicionaron a favor y en contra de los estudiantes. Lo mismo ocurrió con los sindicatos, divididos según su cercanía al PRI.

El 26 de agosto, en una nueva marcha con destino al Zócalo, los estudiantes insultaron por primera vez al presidente del país, Gustavo Díaz Ordaz.

Otra nueva manifestación, igualmente masiva, intentó ocupar el Zócalo el día 27. Sin embargo, el ejército desalojó a los participantes de manera violenta.

Sócrates Campos, uno de los líderes estudiantiles que años después fue identificado como un infiltrado del gobierno, arengó a los estudiantes para que se quedaran allí para esperar una respuesta del gobierno. Unos 3 500 alumnos le hicieron caso.

Esa madrugada, varias tanquetas, granaderos y soldados con sus bayonetas salieron del Palacio Nacional con la intención de cargar contra los estudiantes. Mil quinientos de estos se retiraron mientras gritaban “¡México libertad!”. El resto trató de parar a las tanquetas, aunque sin conseguirlo.

Durante las siguientes horas se produjeron disparos contra los estudiantes y los soldados. Según las investigaciones posteriores, los tiradores, que fueron detenidos y después liberados, trabajaban para altos miembros del gobierno.

Peticiones de los estudiantes

A principios de agosto, el día 4 concretamente, el movimiento estudiantil dio a conocer un documento con seis puntos y un transitorio:

1. Libertad de todos los presos políticos (los activistas y estudiantes detenidos)

2. Derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal Federal, que regulaba la difusión de ideas que, según el gobierno, atacaba el orden público, así como los delitos de disolución social.

3. Eliminación del cuerpo de granaderos.

4. Destitución de los jefes policiales Luis Cueto y Raúl Mendiolea y del teniente coronel Armando Frías
.
5. Indemnización a las víctimas de la represión desde el 26 de julio.

6. Investigación sobre la responsabilidad de los funcionarios que habían participado en los actos de violencia.

7. (Transitorio) Comenzar un diálogo entre el gobierno y el CNH.

Septiembre

Las manifestaciones estudiantiles continuaron durante todo el mes. Entre ellas, la del 7 de septiembre, cuando se realizó un mitin en Tlatelolco que se denominó Manifestación de las Antorchas y La marcha del silencio, el 13 de septiembre, que contó con la participación de vecinos, sindicatos y amas de casa.

Otro acto muy simbólico se produjo el 15 de septiembre. Ese día, aniversario de la Guerra de Independencia, Heberto Castillo repitió el Grito de Dolores, algo que enfureció al presidente.

Tres días más tarde, el ejército entró en la Ciudad Universitaria de la UNAM. El día 23, el rector Barros Sierra presentó su dimisión.

A finales de mes, se produjeron algunos episodios de violencia: la policía ametralló el edificio de la Vocacional 5, estudiantes y granaderos se enfrentaron en varias zonas de la ciudad; y algunos autobuses fueron secuestrados por grupos de estudiantes.

Finalmente, 1 500 granaderos rodearon las instalaciones del Casco, lo que fue respondido por los estudiantes del politécnico con el incendio de algunos edificios. Desde algunas casas y escuelas se lanzaron artefactos explosivos a la policía, que lanzó en respuesta gases lacrimógenos.

Tras la llegada de cientos de soldados y granaderos, todas las escuelas del Centro de Santo Tomás fueron tomadas y 350 estudiantes fueron detenidos.

La matanza de Tlatelolco

El ejército abandonó la UNAM y el IPN el 1 de octubre. Este movimiento fue el antecedente inmediato de la peor jornada de todo el movimiento estudiantil: la matanza de Tlatelolco.

El 2 de octubre por la tarde, miles de personas acudieron a la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Allí estaba convocado un mitin y, después, una marcha con destino al Zócalo. Los convocantes pretendían entregar al presidente Díaz Ordaz el documento con sus demandas.

El ejército había rodeado la plaza con 5 000 soldados. Por su parte, algunos miembros del Batallón Olimpia, creado para la seguridad de las olimpiadas y que había participado en los enfrentamientos de finales de septiembre, se infiltraron vestidos de civil entre los manifestantes.

Ante el despliegue policial, el CNH decidió cancelar la marcha y mantener solo el mitin. Sobre las seis de la tarde, cuando el evento casi había finalizado, un helicóptero que sobrevolaba el lugar lanzó dos bengalas. La segunda fue la señal para que francotiradores del Batallón Olimpia comenzaran a disparar contra los manifestantes y soldados.

El objetivo era hacer creer a los soldados que los estudiantes eran los autores de los disparos. Esto provocó que los militares comenzaran a disparar contra la multitud.

El caos se desató en minutos. Los presentes intentaron esconderse en algunos edificios cercanos, pero el ejército los persiguió para detenerlos.

Soldados y miembros del Batallón Olimpia empezaron a detener ilegalmente a muchos estudiantes. Cuando la situación se calmó, la plaza estaba repleta de cadáveres y heridos.

Muchos detenidos fueron trasladados a varios edificios. En el Chihuahua fueron desvestidos y golpeados, mientras que en un antiguo convento retuvieron a 3 000 personas.

Los periodistas presentes fueron obligados a entregar sus rollos de fotografías e, incluso, algunos tuvieron que quitarse toda la ropa.

Víctimas 

El gobierno afirmó que solo 20 personas habían fallecido, pero otras fuentes apuntan que, al menos, habían sido 65. Más adelante, algunos investigadores aumentaron la cifra hasta los 250 o 325.

Esta cifra, entre 200 y 300, fue repetida tras una investigación realizada por la BBC británica. Por último, otras fuentes afirman que los muertos pudieron ser 1 500.

Últimos días

El gobierno trató de justificar la actuación del ejército afirmando que estaba completamente justificada. El secretario de Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, declaró en una conferencia de prensa que volverían a actuar de la misma forma si aparecían “más brotes de agitación”.

Los estudiantes, por su parte, negaron cualquier tipo de responsabilidad en la matanza y acusaron a francotiradores, aunque en esos momentos no se conocía su identidad.

Tal y como estaba previsto, los Juegos Olímpicos comenzaron el día 12. Durante la inauguración, un grupo de activistas lanzó un papel en forma de paloma en protesta por la matanza. Las reacciones en el exterior fueron, en su gran mayoría, contrarias el gobierno mexicano.

Los estudiantes detenidos denunciaron torturas por parte de la policía y sus compañeros de la Universidad Profesional de Zacatenco decidieron no regresar a las clases hasta que los liberaran.

Aunque con menor vigor, el movimiento estudiantil continuó realizando acciones durante el mes de noviembre. El gobierno, por su parte, prosiguió reprimiendo y persiguiendo a los que participaran en las acciones de protesta.

Las asambleas estudiantiles aprobaron mantener la huelga a pesar de la presión del gobierno. Finalmente, el 21 de noviembre el CNH decidió regresar a las clases, aunque la IPN rechazó la decisión.

Ya en diciembre, el día 6, el CNH se disolvió, pero se fortalecieron los comités de lucha de la UNAM y el IPN, al igual que los de otros centros educativos. Estos comités convocaron una gran marcha para el día 13.

El gobierno prohibió la realización de dicha marcha, pero los estudiantes decidieron llevarla a cabo. Cerca del lugar de inicio, la Ciudad Universitaria, se congregaron tanques, granaderos y patrullas para impedir el avance de los estudiantes. Estos, con el recuerdo de lo ocurrido en Tlatelolco, anularon la manifestación.

Consecuencias

La matanza de Tlatelolco supuso un cambio en toda una generación de estudiantes. Aparte de las víctimas, la actuación del gobierno provocó que aumentara la desconfianza de los jóvenes en el orden legal, en las instituciones e, incluso, en la democracia.

El movimiento estudiantil no desapareció, pero sí cambió. De esta forma, las ideas políticas se radicalizaron en todos los centros educativos superiores del país.

Cambios internos

Como se ha señalado, la matanza producida el 2 de octubre fue condenada en casi todo el mundo. Igualmente, también existieron muchas críticas en el interior del país.

Una de las primeras consecuencias fue la sustitución de Gustavo Díaz Ordaz en la presidencia. Su puesto fue ocupado por Luis Echeverría que emprendió varios cambios internos. Entre ellos, el nuevo mandatario apartó del poder a todos los funcionarios relacionados con la matanza estudiantil.

En muchos aspectos, la reacción del gobierno al movimiento estudiantil se convirtió en un punto de inflexión en el país. Según los expertos, a partir del 2 de octubre de 1968 México cambió política y socialmente.

Últimas investigaciones

En febrero de 2006, la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) presentó un documento sobre la guerra sucia que incluía algunos datos sobre el movimiento estudiantil del 68.

Por otra parte, algunas víctimas trataron de llevar la masacre ante tribunales internacionales para que fuera juzgado como crimen de lesa humanidad. Igualmente, también intentaron que los autores respondieran antes la justicia.

En noviembre de 2011, el Congreso mexicano declaró el 2 de octubre como día de duelo nacional. Siete años más tarde, el gobierno reconoció lo ocurrido como un crimen de Estado.

Referencias

  1. Pérez Arce Ibarra, Francisco. El movimiento estudiantil de 1968. Obtenido de relatosehistorias.mx
  2. Nájar, Alberto. Matanza de Tlatelolco: qué pasó el 2 de octubre de 1968, cuando un brutal golpe contra estudiantes cambió a México para siempre. Obtenido de bbc.com
  3. Torres, Abril. El movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968, la ‘Matanza de Tlatelolco’. Obtenido de revistacambio.com.mx
  4. Richman, Joe; Diaz-Cortes, Anayansi. Mexico’s 1968 Massacre: What Really Happened?. Obtenido de npr.org
  5. Feuerborn, Anne. A New Mexican Revolution?: The Student Movement of 1968. Recuperado de eiu.edu
  6. Nelsson, Richard. How the Guardian reported Mexico City’s Tlatelolco massacre of 1968. Obtenido de theguardian.com
  7. Bernath-Plaisted, Shandra; Rennebohm, Max. Mexican students protest for greater democracy, 1968. Obtenido de nvdatabase.swarthmore.edu