Historia

La desigualdad Social en la Nueva España


La desigualdad social en la Nueva España fue una constante durante toda su existencia y provocó graves conflictos sociales y políticos. La base de esta desigualdad fue el origen de los ciudadanos: en la cúspide se encontraban los españoles peninsulares, y por debajo de ellos estaban los criollos, que crecían en número.

En la base de la jerarquía social se encontraban los indígenas y los negros llevados como esclavos desde África. Los mestizos se situaban entre criollos e indígenas, aunque ciertamente más cerca de los indígenas que de los criollos. Además de esta división étnica, también existían grupos de poder muy importantes que dominaban la sociedad de la época.

Por ejemplo, la Iglesia contaba con una gran influencia y, además, poseía bastante tierra de cultivo. Otros gremios que alcanzaron notoriedad fueron los comerciantes, los artesanos y los responsables de las minas. A estos grupos se les llamó corporaciones y los derechos legales que fueron adquiriendo por su poder eran denominados fueros.

Frente a estos privilegiados, en el otro extremo se encontraban los trabajadores de las haciendas, un sistema de reparto de tierras y de trabajo muy habitual en Nueva España. Los indígenas y otros campesinos que allí trabajaban se asemejaban más a los siervos feudales que a otros tipos de relación laboral.

Desigualdad social en Nueva España: contexto histórico y social

Durante el siglo XVII, Nueva España se convierte en la joya de la Corona de las posesiones españolas. La riqueza que proporciona ha ido aumentando gracias a la actividad minera y el comercio. Esto genera una subida de población, así como un gran crecimiento de las ciudades.

En esa época, para no perder el control de la Colonia, España promueve una gran jerarquización social, favoreciendo a aquellos a quienes les conviene que se mantenga la situación. Esto provoca que aquellos que se quedan fuera de los círculos privilegiados comiencen a sentir malestar y a protestar.

Clases sociales principales por origen y ocupación

Españoles peninsulares

La capa más alta de la sociedad estaba formada por los españoles provenientes de la península. Aunque eran los menos numerosos, eran los únicos que podían ejercer los cargos de más responsabilidad.

No solo ocupaban los puestos de mando civil, sino también los eclesiásticos, cuestión muy importante dado el poder que la Iglesia mantenía en el territorio. Poco a poco, esta situación comienza a generar un gran resquemor entre otros estamentos.

Criollos

El segundo puesto en la jerarquía lo ocupaban los criollos, ya nacidos en América pero de familias españolas. Estos comienzan a crecer mucho en número, pero siguen sin poder optar a los puestos de poder.

Sin embargo, su situación económica mejora mucho durante los siglos XVII y XVIII, dado que comenzaron a ser dueños de muchas haciendas o concesiones mineras. La contradicción entre la posición económica y social y su marginación política hace que pronto comiencen a quejarse, pidiendo obtener los mismos derechos que los peninsulares.

Lo que sí empiezan a hacer es copar los puestos intermedios en las administraciones públicas o en la Iglesia; esto hace que poco a poco vayan adquiriendo cierto poder político.

Parte de estos grupos de criollos reciben la influencia de las ideas de la Ilustración y no es extraño que fueran los líderes del movimiento independentista pocos años después.

Indígenas

Los reconocimientos legales, propiciados por órdenes como la de los Jesuitas, no llevaron aparejados ningún tipo de ventaja social para los indígenas del país. Más allá de ser reconocidos como comunidad y tener un juzgado especial, seguían estando entre los más desfavorecidos.

Eran obligados a pagar tributo al gobierno y su trabajo en las haciendas era el más duro y sin ningún derecho laboral. Apenas podían obtener lo suficiente para sobrevivir y algunos acabaron emigrando a la ciudad, donde su situación tampoco mejoró.

Mestizos o castas

Los mestizos o castas eran los nacidos de las diferentes combinaciones raciales de sus padres. Llegaron a convertirse en un grupo muy numeroso, superando el 20 % de la situación.

La falta de derechos (menos, incluso que los indígenas) propició que fueran protagonistas de diferentes movimientos políticos.

Iglesia

Dueña de parte de las tierras cultivables y con numerosos privilegios sociales y económicos, la Iglesia católica era uno de los actores más importantes en Nueva España.

Los puestos más altos solo podían ser alcanzados por los españoles. A partir de las Reformas borbónicas, la Corona busca quitarles parte de su poder.

Situación en las ciudades

La idea del gobierno del virreinato era que las diferentes comunidades vivieran separadas, incluso físicamente. Mientras que en el campo era más fácil controlar esto, en las ciudades acabó siendo imposible.

A finales del siglo XVII se había producido un fuerte aumento de población en las urbes, ya que la situación rural había llegado a ser muy dura. La emigración a la ciudad provocó la aparición del comercio ambulante y otros oficios, pero también un aumento de delitos.

En general, los grupos menos favorecidos acabaron viviendo casi peor que en el campo y esto, paulatinamente, dio lugar a que se desarrollaran rebeliones en busca de mejoras sociales. Durante todo el siglo se produjeron revueltas de indígenas, negros (llevados como esclavos) y castas.

Situación en el campo

La forma más habitual en la que se dividían las posesiones rurales eran las haciendas. Muchas de estas pertenecían a la Iglesia y a grandes latifundistas.

La mayoría de los trabajadores eran indígenas, con unas condiciones laborales cercanas al feudalismo. Además, tras la expulsión de los jesuitas, estas condiciones se hicieron aún peores.

Durante el siglo XVIII el campo vive una situación de crisis, con hambrunas que afectan más a los pobres. Esto provoca que algunos emigraran a las ciudades.

Corporaciones y fueros

Además de la ya señalada división por el origen de los ciudadanos, existía otra dependiendo de si se era miembro de alguna corporación o no.

Corporaciones

Se denominan corporaciones a los gremios formados por personas que compartían intereses, formando grupos de presión para obtener privilegios.

Entre las corporaciones civiles, las más importantes eran el consulado de comerciantes, los cabildos o los gremios de artesanos. La mayoría de las veces, los que estaban al frente eran españoles nombrados por el rey.

Aparte, las órdenes religiosas y el clero también formaron sus propias corporaciones, abarcando incluso las instituciones educativas.

Fueros

Relacionados con las corporaciones, los fueros son los derechos (especialmente morales, pero también económicos y políticos) que tienen esos grupos por su propia naturaleza.

El reconocimiento de tales fueros reforzó las desigualdades en Nueva España, ya que existían leyes diferentes dependiendo de si se tenían o no. Llevó a que la influencia de las corporaciones fuera en aumento durante el siglo XVII, hasta que los borbones intentaron reducirla.

Reformas del siglo XVIII

El nuevo rey español, Carlos III, intentó aplicar una serie de reformas que acabaran con los poderes de los grupos privilegiados en Nueva España.

Conocido por tener ideas más avanzadas que sus predecesores, pretendió modernizar la justicia y reducir el poder de las corporaciones, la Iglesia y los grandes latifundistas.

Esto provocó gran malestar entre los afectados. Por ejemplo, los comerciantes de Ciudad de México perdieron el monopolio de los puertos, lo que ocasionó sus quejas.

La Iglesia también vio reducido su poder y su riqueza, sufriendo la enajenación de los bienes raíces que poseía. La reacción fue bastante violenta.

Finalmente, las reformas desembocaron en la creación de un caldo de cultivo anti-español también en las clases altas, ya que las más desfavorecidas habían tenido quejas durante mucho más tiempo.

Referencias

  1. Corporaciones religiosas y civiles en la Nueva España. Obtenido de eldiariodechihuahua.mx
  2. Historia de México, Volumen 1. Recuperado de books.google.es
  3. Reformas borbónicas en Nueva España. Obtenido de es.wikipedia.org
  4. The Bourbon Reforms. Obtenido de gettysburg.edu.