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Las 90 mejores frases de Aurelio Casillas


Te dejo con las mejores frases de Aurelio Casillas, personaje principal de la novela de Telemundo El Señor de los Cielos, el cual es interpretado por el actor mexicano Rafael Amaya.

Este personaje se encuentra basado en el narcotraficante mexicano Amado Carrillo Fuentes (1956-1997), el cual se caracterizaba por su fuerte carácter, su mala praxis y su vida hedonista.

-Vete a ver si ya puso la marrana.

-Te voy a llevar al circo pa’ que te cargue el payaso.

-No hay nada más peligroso que ser feliz delante de un envidioso.

-¿Por qué usas tu boca para hablar de negocios, cuando la puedes usar para algo mejor?

-Yo seré pecador, pero a mi alrededor, no veo ningún santo.

-Nunca llegará la persona indicada si no dejas ir a la equivocada

-Yo no soy malo, pero el que me busca encuentra al diablo.

-Yo lo que digo con la boca, lo cumplo con los huevos.

-Qué bonitas zapatillas, me gustaría ponérmelas de aretes.

-Ni moño dijo la pelona.

-Hay que ponernos bien truchas, nos pueden poner un cuatro.

-Si no te quisiera tanto, ya te hubiera matado.

-Así es esto, dijo Ernesto.

-A esa también la voy a mandar al “barrio de los acostados”.

-Más vale malo conocido, que hipócrita por conocer.

-No sé por qué tengo la sensación de que tú y yo nos vamos a llevar muy bien.

-¡Así que le bajas de ovarios!

-Te voy a matar, pero de puro placer.

-A ver, ¿quién te puso de presidente? ¡Pos yo!

-Dejé las prisas en ascensor porque contigo me voy a tardar un montón.

-Todos tienen un precio, pero nadie paga mejor que yo.

-Mi vida no tiene boletos de regreso, sólo de ida.

-Si no le jalas la correa a tu mascota, le voy a tener que cerrar el hocico.

-Una mentira dicha 100 veces termina convirtiéndose en verdad.

-Hay muchos zopilotes queriendo chingarse un pedazo de carne.

-Aquí nadie está para rogarle a nadie. Si te quieren, bien, y si no, a chingar a su madre.

-Cuando las cuentas están claras y cada quien cumple con su parte, bajo mi sombra, todo crece.

-Yo me equivoco con muy pocas cosas en la vida, pero con las mujeres, jamás.

-Me va a tocar enseñarle de qué lado masca la iguana.

-¿A poco creyeron que le iban a enseñar el padre nuestro al cura?

-Ya me dijeron que me alborotaron al gallinero. ¿Qué pasó?

-El muerto pa’ la sepultura y el vivo pa’ la travesura.

-No me estés apurando, ¿eh?, porque esto se acaba cuando mis huevos lo digan.

-Mira, yo soy más fácil que la tabla del uno. Y me gusta lo que vea un chingo.

-Cuando no te toca, ni aunque te pongas, y cuando te toca, ni aunque te quites.

-Ahora que estamos vivos, pues vamos a vivir la vida.

-Así me gustan, rezongonas, rejegas y broncas, pa´ amansarlas y quererlas.

-¿Qué te hicieron de chiquito que estás tan traumado compa?

-Nunca entiendes nada cabrón, se nota que la cabeza sólo la tienes para peinarte, güey.

-Nunca nadie se me había antojado alguien como tú.

-Los problemas son como los pendejos, si les haces mucho caso, se agrandan.

-Muerto el perro, se acabó la pinche rabia.

-Así he resuelto mis problemas. Al que se me ponga al brinco, le meto un plomazo.

-A ver, te calmas, o la próxima vez que te vea te rompo los pinches dientes, ¿me escuchaste?

-Te estaba cabuleando cabrón. Pura pinche carrilla, ¡no te calientes, plancha!

-Más vale que vayas aflojando tus ovarios para que podamos estar en paz.

-A los enemigos, hay que matarlos. Si no lo haces mi reina, de cazadora te conviertes en presa.

-No se enamore y verá cómo le va bien en la vida.

-Ya ser armó la machaca y el guiso, y ya va a empezar la pelotiza.

-La verdad yo no sé quién fregados te pegó y no te sobó.

-Tú tranquilo y yo nervioso.

-Podré tener muchas viejas, pero solo a ti te llevo en el corazón.

-Vete acostumbrando, porque puedo ser peor.

-A ti te dicen la tímida, ¿verdad? Tú vas derechito a tu objetivo.

-Yo voy pa’ lante siempre compa.

-La vida vale la pena por el placer.

-Mejor pa’l perro si la perra es coqueta, ¿no?

-Sé chingón, sin chingar a nadie.

-Arre con la que barre.

-Todo es cuestión de tiempo.

-Yo no tengo enemigos, ellos me tienen a mí.

-Tenemos la mala costumbre de amar a quien nos rechaza y rechazar a quien nos ama.

-Acuérdate que la confianza, es el peor amigo del narco.

-¿Sí me explico, o te hago un dibujito?

-En esta pinche vida el que no arriesga no gana.

-Estos cabrones cuando se ponen pedales se creen supermanes.

-Me vale tres toneladas de reata lo que hagas con el Castrana.

-Siempre supe que pa’ eso me gustabas, pa’ golfa.

-Quien ríe último, ríe mejor; y te aseguro que mi risa vas a escucharla hasta en tus sueños.

-Trucha con la corrucha, mijo.

-Acuérdate que la confianza es el peor enemigo del narco.

-Pórtate mal y cuídate bien.

-¡Órale, zúmbale, machin rín! Nomás te digo que no soy manco, y siempre ando ensillado.

-¿Cómo ves que ese vato, nos quiere chapulinear con la DEA?

-Ya que nos invitaste al bailongo, no queda de otra más que echarle plomazos.

-Esta vida es para los que se arriesgan, no para los que se apendejan.

-Hueles mucho a adrenalina, y solo yo sé cómo bailarte ese son, ¿cómo la ves?

-No mija, no vamos a hablar de negocios. ¿Por qué mejor no le damos duro a lo que vinimos?

-¡A ver chotas, van a terminar lamiéndome las pelotas!

-De aquí no sales antes de que te suba y te baje del cielo, mi reina.

-¿Nos vamos a arreglar, o vas a dejar que corra sangre en el río? ¿Qué tranza?

-Ni quién te quiera coger y ya te estás bajando los calzones.

-Ay, Papanicolao.

-¡No seas malagradecido compa! Te voy a comprar un bozal pa’ que no muerdas la mano que te da de comer.

-¡Tranquila, anguila! Yo me entiendo con este cabrón. Yo me muevo con quien la tripa me diga.

-Mañana cuando estén todos crudelios y con los calzoncitos abajo […] ahí mero los vamos a agarrar.

-Si no resuelven ese pedo en cinco minutos, me voy a Venezuela a bailarme a ese pinche chango que baila en la tele.

-Lo que hagas con tus nalgas, mientras no me salpiques a mí y me digas que quieres mucho a tu hijo, no hay pedo.

-Nada más falta que me diga dónde vamos a dormir. Si es que da tiempo pa’ eso. ¿No, mi reina, o qué?