Ética empresarial: concepto, principios, importancia, ejemplos
¿Qué es la ética empresarial?
La ética empresarial se define como la rama de la filosofía dedicada a estudiar los principios morales que surgen dentro de una organización, con el fin de mejorar la sociedad en su conjunto. Esta comprende desde el comportamiento de todos y cada uno de los componentes del equipo hasta el de la organización en su conjunto.
Son muchos los temas que engloba la ética empresarial, los más analizados son los principios morales de la actividad que realiza la empresa y los valores de la organización. Por ello, las empresas tratan de desarrollar guías basadas en los principios morales que buscan implantar en el ambiente de trabajo y en la actividad empresarial.
Esta ética de las empresas es muy importante no solo porque promueve la mejora de la sociedad en su conjunto, sino también la promueve para su propio beneficio: los clientes verán ese comportamiento, dando lugar a un aumento de la confianza y, con ello, un incremento en las ventas.
Cabe destacar que dentro de una organización es realmente importante el comportamiento de los líderes de la misma (directores, jefes, etc.). Esto es así porque muchos de sus subordinados, al ver estas actuaciones, tenderán a imitarlas. Así, este comportamiento ayudará a construir la ética empresarial, tanto para bien como para mal.
Principios de ética empresarial
La ética general se divide en tres partes principales:
– La ética/moral social, que es la que viene dada por el entorno social donde se mueven las personas. La religión, la familia, la cultura y la educación son factores que influyen de gran manera en esta parte de la ética.
– La conciencia moral, que incluye el bien, el mal y la justicia, principios morales de la humanidad.
– Las leyes, que son las reglas impuestas por el Estado y que se basan en la moral del país o región.
Si traducimos esto al mundo de la empresa, los principios por los que debiera regirse esta con el fin de lograr una gran ética social son los siguientes:
Confianza
Los clientes buscan la confianza en los productos y servicios que demandan. Esta confianza ha de surgir de una cultura empresarial que lo haga posible, y que destile carácter, honestidad y transparencia.
Cumplimiento de los compromisos
Este principio está directamente unido al anterior. Si la empresa no cumple con lo prometido, la confianza de los clientes caerá en picada, y esto es algo muy difícil de recuperar.
Exactamente igual que pasa con las personas, cuando una empresa no cumple sus promesas pierde su credibilidad, un pilar fundamental en la confianza que se deposita en esta.
Retorno a la comunidad
Las empresas viven gracias a la sociedad, que es quien consume sus productos. Por ello, debe ser agradecida y devolver lo que esta le está dando mediante actividades relacionadas con la comunidad, que sean responsables y solidarias.
Respeto a las personas
El respeto de la empresa debe englobar desde todos y cada uno de sus trabajadores hasta sus colaboradores y clientes.
Sin este, solo es cuestión de tiempo que la gente esté descontenta. Este descontento se notará en la imagen que tienen los trabajadores y los clientes sobre la empresa y, por ello, también se reflejará en las ventas.
Respeto al medio ambiente
Es un deber de todas las empresas respetar el mundo en el que vivimos y no contribuir a empeorar el planeta de ninguna forma. La sostenibilidad es un pilar fundamental a la hora de construir una ética empresarial adecuada.
Equipo de buenas personas
Las empresas las forman las personas. Por lo tanto, los trabajadores que tengan las empresas son el reflejo de la ética empresarial y, sobre todo, las personas que ocupan puestos de liderazgo. Esto es así porque los líderes tienden a ser imitados por muchos de sus subordinados.
Es responsabilidad de estos dar ejemplo con sus actuaciones y tener el carácter suficiente como para actuar de forma correcta.
Quid pro quo (“algo por algo”)
La colaboración ha de ser recíproca por parte de la empresa; es decir, ha de dar algo equivalente a lo que recibe y no aprovecharse.
Honestidad
Como con cualquier persona, si vemos en una empresa una falta de honestidad perderemos la confianza en la misma.
Profesionalidad
Ser profesional brindará una imagen muy positiva de puertas hacia afuera.
Transmisión
La ética ha de ser transmitida a lo largo y ancho de toda la organización. Esta debe ser liderada por los altos cargos y contagiada a todos los departamentos de la empresa.
Flexibilidad y adaptabilidad
A través de sus altos cargos, la empresa ha de estar abierta a nuevas ideas con el fin de renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos.
Transparencia y buen hacer
Los documentos y contabilidad de la empresa han de ser veraces y deben estar disponibles para poder ser consultados. De este modo, se dará un mensaje muy claro: las prácticas de la organización son correctas y no hay por qué ocultarlas.
Importancia para la sociedad de la ética empresarial
La ética de las empresas es algo imprescindible para que la sociedad avance de forma positiva. Las organizaciones, como agentes económicos que son, tienen una responsabilidad muy grande, al igual que el Estado y las familias, para contribuir a una sociedad más justa y ética.
Es por ello que llevar a cabo los principios anteriormente expuestos es responsabilidad de todas las empresas con el fin de lograr mejorar nuestra sociedad en su conjunto, beneficiando a todas las partes de la misma.
Ejemplos de ética empresarial
Volkswagen
Un caso muy reciente de una mala práctica ética fue el de la empresa automovilística alemana Volkswagen, a la que se le descubrió que instaló un sistema en algunos vehículos para que mintiesen a la hora de medir las emisiones que emitían los mismos. Al parecer, estos vehículos contaminaban entre 10 y 40 veces más que lo legalmente permitido.
En este caso, la empresa comete dos faltas éticas gravísimas: por un lado ha mentido de forma premeditada, lo que es faltar al principio de la honestidad y la confianza. Por otro, está contaminando más, por lo que falta al principio del respeto al medio ambiente.
Todo esto hizo que decayese ampliamente la confianza e imagen que los clientes tenían de esta marca.
Toms
Como caso positivo podemos nombrar a la empresa americana de zapatillas Toms, que basó su éxito en la premisa que llamaron One by one: con cada par de zapatillas que vendiesen, regalarían otro par a un niño necesitado.
Esto impulsó sus ventas de forma astronómica. Porque no hay mejor mercadeo que el de una buena ética empresarial.
Google popularizó la frase “don´t be evil”, que transmite a sus empleados que hay que comportarse éticamente y que no deben hacer el mal a sus clientes o usuarios.