Psicología educativa

Teoria del apego: principios, periodos y patrones


La teoría del apego de Bowlby es un modelo psicológico que en un principio se centraba en describir el desarrollo de las relaciones entre los niños con sus cuidadores principales durante las primeras etapas de su vida. Más adelante, sin embargo, sus conclusiones se han generalizado y hoy en día se consideran aplicables a todas las relaciones humanas, incluyendo las de pareja.

John Bowlby, el creador de la teoría, era un psicoanalista que pensaba que la salud mental de las personas en la edad adulta tenía que ver con sus experiencias más importantes durante la infancia. Al mismo tiempo, sus ideas estaban muy influenciadas por la etología, de tal manera que este investigador creía que la necesidad de formar un vínculo estrecho con un cuidador era algo innato.

Durante sus investigaciones, Bowlby descubrió que todos los niños desarrollaban un vínculo de apego primario con uno de sus cuidadores, generalmente con su madre. Sin embargo, la naturaleza del mismo podía variar mucho en función de cómo fuera su relación con este cuidador; y en función de qué tipo de apego se crease, el niño acabaría mostrando características muy diferentes con el tiempo.

Hoy en día, la teoría del apego de Bowlby se considera uno de los descubrimientos más importantes dentro de todo el campo de la psicología. Los hallazgos de este investigador se utilizan para explicar tanto el origen de muchas enfermedades mentales, como la manera en que las personas reaccionamos en diferentes situaciones relacionadas con nuestras relaciones íntimas.

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Principios de la teoría

En la teoría de Bowlby, el concepto de apego se refiere a un instinto que lleva a las personas a buscar la cercanía con su figura de referencia en el momento en que este percibe algún tipo de amenaza o peligro en su entorno. De esta manera, el niño prevé una reacción determinada por parte de su cuidador y trata de utilizarle para sentirse seguro y protegido.

Según las investigaciones realizadas por Bowlby y por otros psicólogos que ampliaron su teoría, la tendencia a formar un lazo de apego es algo innato tanto en nuestra especie como en otras cercanas. A nivel evolutivo, los niños necesitaban contar con el apoyo de un adulto que les protegiese del peligro y que les permitiese explorar con seguridad, o de lo contrario no conseguirían sobrevivir.

Por otro lado, en función de la respuesta de la figura de apego y de si esta se encuentra disponible la mayor parte del tiempo o no, el niño generará una serie de respuestas de manera habitual. Mientras que algunas de ellas promueven la independencia y la exploración del pequeño, otras son perjudiciales.

En un principio se creía que la teoría del apego solamente era aplicable a los comportamientos de las personas durante su infancia; pero más adelante se descubrió que el tipo de apego generado en estos momentos tenía una gran importancia durante toda la vida del individuo. Así, hoy en día se utiliza esta teoría para explicar todo tipo de situaciones y vivencias presentes en la edad adulta.

A lo largo de la historia de la psicología se han llevado a cabo multitud de investigaciones sobre la teoría del apego de Bowlby, tanto con niños y adultos como con animales de otras especies. Todas ellas nos han ayudado a entender mejor cómo se desarrolla este vínculo tan especial entre los niños y sus cuidadores, y cuáles son sus efectos a lo largo de la vida de una persona.

Periodos de desarrollo

A pesar de que en un principio Bowlby no profundizó demasiado sobre la manera en la que se crean las relaciones de apego, otros investigadores posteriores continuaron con su trabajo y realizaron muchos descubrimientos relacionados con este aspecto. Los más importantes en este sentido fueron Rudolph Schaffer y Peggy Emerson.

Schaffer y Emerson analizaron la naturaleza y el número de relaciones de apego que forman los niños en diferentes momentos de su desarrollo en un estudio longitudinal, en el que utilizaron a 60 participantes. Los niños fueron observados una vez cada cuatro semanas durante el primer año de su vida, y una vez más cuando cumplieron un año y medio.

En base a las observaciones que se realizaron a lo largo de este estudio, Schaffer y Emerson describieron cuatro periodos distintos en el desarrollo del apego: el estadio pre – apego, el de apego indiscriminado, el de apego discriminado y el de múltiples apegos. A continuación veremos en qué consiste cada uno de ellos.

1- Periodo de pre – apego

Desde el momento de su nacimiento hasta aproximadamente el mes y medio de vida, los niños no muestran ninguna señal específica de haber desarrollado una relación estrecha con un adulto, ya sea con su cuidador principal o con cualquier otro. De esta manera, los niños no lloran cuando un adulto deja de prestarles atención, ni muestran reacciones positivas a sus cuidados.

Sin embargo, en esta época los niños ya llevan a cabo comportamientos destinados a llamar la atención de los adultos, como por ejemplo llorar o moverse. Estas maneras de actuar son innatas y están destinadas a reforzar a los cuidadores para que les protejan y cubran sus necesidades.

2- Apego indiscriminado

A partir de las seis semanas de vida, y aproximadamente hasta los siete meses de edad, los niños comienzan a mostrar reacciones específicas a distintas figuras de apego, tanto primarias como secundarias. Sin embargo, todavía aceptan los cuidados y las atenciones de extraños, y suelen responder de manera positiva a todos los adultos que interactúan con ellos.

Por ejemplo, los niños en esta fase lloran cuando un adulto deja de prestarles atención, y sonríen con mucha facilidad tanto a personas conocidas como a extraños, sin mostrar ningún tipo de miedo frente a estos últimos.

Cuanto más avanzada está la etapa del apego indiscriminado, mayor capacidad tiene el niño de distinguir entre personas conocidas y desconocidas, y de discriminar a favor de su figura de apego principal. Aún así, antes de los siete meses los bebés todavía muestran una tendencia social muy marcada que no está presente en la siguiente fase.

3- Apego discriminado

Entre los siete y los once meses de edad, los niños empiezan a mostrar fuertes señales de preferencia por uno de sus cuidadores principales. Generalmente la persona elegida es la madre, pero en ciertos casos puede tratarse del padre, de otro familiar más lejano, o de cualquier otra persona que haya tenido un contacto estrecho con ellos.

A partir de este momento y hasta unos meses más tarde, los niños muestran signos de que no se encuentran a gusto con las atenciones de extraños y personas que no conocen. Además, también tendrán reacciones de estrés cuando su figura de apego principal se aleja, lo que se conoce como ansiedad de separación.

4- Múltiples apegos

Una vez que abandonan la fase del apego discriminado, lo que suele ocurrir aproximadamente a los 11 meses de edad, los niños empiezan a ser capaces de desarrollar vínculos emocionales fuertes con otros cuidadores principales además de con su figura de apego principal.

A partir de este momento, la atención de los extraños se va volviendo cada vez más tolerable, hasta que acaba normalizándose a lo largo de varios años. Sin embargo, la relación con la figura de apego principal sigue teniendo un matiz especial durante mucho tiempo, en ocasiones durante toda la vida de la persona.

Patrones de apego

Originalmente, la teoría del apego de Bowlby describía tres tipos posibles de relación entre el niño y su figura de referencia principal. Sin embargo, con el tiempo se descubrió una cuarta posibilidad, ampliándose así la teoría hasta tomar la forma más utilizada hoy en día.

Los cuatro tipos de apego que existen son los siguientes: seguro, ambivalente, evitativo y desorganizado. En esta sección veremos brevemente en qué consiste cada uno de ellos.

Apego seguro

El apego seguro se caracteriza por el estrés que siente el niño cuando su cuidador se marcha y la alegría que siente cuando vuelve. El pequeño se siente seguro y cree que puede depender de su figura de referencia. Incluso cuando se ve abandonado por su cuidador, confía plenamente en que este acabará volviendo.

Además, los niños con apego seguro no tienen problema en mostrarse vulnerables frente a sus padres y pidiéndoles ayuda o apoyo cuando se sienten alterados.

Apego ambivalente

Los niños con apego ambivalente no confían en tener el cuidado de su figura de referencia cuando lo necesitan, pero al mismo tiempo se sienten muy alterados cuando no reciben su atención.

Se cree que este estilo de relación puede producirse debido a la baja disponibilidad de los padres en momentos de necesidad del bebé. Aproximadamente el 10% de los niños muestran esta tendencia.

Apego evitativo

En el apego evitativo, el niño tiende a evitar a sus padres y cuidadores y no muestran una clara preferencia por ellos frente a un extraño. Este estilo de apego se produce cuando el bebé recibe castigos cuando se muestra vulnerable o pide ayuda, por lo que es el resultado de la presencia de cuidadores abusivos o descuidados.

Apego desorganizado

El apego desorganizado fue el único no descrito en la teoría original de Bowlby, debido a que es el menos frecuente de todos. Los niños que lo presentan muestran un patrón de comportamiento errático, que puede variar entre el evitativo y el ambivalente en función del momento. Generalmente se considera que este estilo de apego produce las consecuencias más negativas en la vida de la persona.

Referencias

  1. “Attachment theory” en: Simply Psychology. Recuperado en: 25 Enero 2020 de Simply Psychology: simplypsychology.com.
  2. “Bowlby’s attachment theory” en: Simply Psychology. Recuperado en: 25 Enero 2020 de Simply Psychology: simplypsychology.com.
  3. “Bowlby & Ainsworth: What Is Attachment Theory?” en: Very Well Mind. Recuperado en: 25 Enero 2020 de Very Well Mind: verywellmind.com.
  4. “Attachment Theory (Bowlby)” en: Learning Theories. Recuperado en: 25 Enero 2020 de Learning Theories: learning-theories.com.
  5. “Attachment theory” en: Wikipedia. Recuperado en: 25 Enero 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.