Cultura general

Plutocracia: características, ejemplos y consecuencias


La plutocracia es una forma de gobierno o de oligarquía en la que una comunidad se encuentra gobernada por una minoría pudiente; en otras palabras, se trata de un Estado que es controlado por un grupo de personas pertenecientes al estrato más rico de la sociedad.

Generalmente, el término plutocracia se usa con sentido peyorativo, pues se considera que dicha forma de gobierno atenta contra los valores democráticos y los principios de igualdad, ya que esta oligarquía se fundamenta en la exclusión de los otros grupos sociales que, por no tener dinero, no forman parte de las decisiones políticas del Estado.

Sin embargo, autores como Rafael Atienza establecen que cualquier término con el sufijo griego –cracia termina siendo excluyente, pues dicho sufijo se refiere a una forma de gobierno o de poder en particular que margina al resto de la población, como por ejemplo teocracia, hierocracia — gobierno de los sacerdotes— o burocracia.

En otras palabras, según este autor cualquier término que posea el sufijo –cracia siempre será excluyente porque necesariamente implica que no todos pueden mandar; el poder solo se le puede otorgar a un grupo particular de personas.

Así mismo, algunos expertos consideran que las diferentes cracias han ido perdiendo su autoría en las sociedades occidentales modernas, puesto que en la actualidad se busca defender a la democracia por encima de cualquier otra forma de gobierno.

No obstante, otros autores como Ariño Villaroya defienden la posible configuración de una plutocracia global en los próximos años, argumentando que esta categoría social se encuentra en constante crecimiento desde el proceso de globalización que comenzó a partir de la década de los ochenta.

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Etimología

El término plutocracia (ploutokratía) proviene de la unión de dos palabras griegas: está compuesto por ploutos, que quiere decir “riqueza”; y kratos, que quiere decir “poder”. Por esta razón, Rafael Atienza argumenta que todas las –cracias son excluyentes, pues implica que el kratos o el poder es característico de un grupo de personas determinado.

Contrario a otros sistemas de gobierno —como por ejemplo el capitalismo, la democracia o el socialismo—, la plutocracia carece de una teoría política que la fundamente, lo que quiere decir que no tiene argumentos filosóficos que la respalden como forma gubernamental.

Orígenes en la Antigüedad clásica

La primera vez que apareció la plutocracia como término fue mediante el historiador y militar Jenofonte, quien lo empleó para describir el acontecer político que estaba viviendo Atenas antes de las reformas políticas de Solón.

En aquel momento los caballeros pudientes eran los principales propietarios de la mayoría de los territorios y de los esclavos, por lo que controlaban la organización social y económica de la polis y mantenían excluidas a las clases bajas de toda participación política, velando únicamente por el beneficio propio.

Las políticas de estos caballeros griegos causaron grandes estragos sociales y económicos dentro de la polis, ya que aquellos individuos que no pudiesen pagar los tributos solicitados por los gobernantes se convertían automáticamente en esclavos.

Como consecuencia, se procedió a realizar un conjunto de reformas que introdujeron por primera vez el sufragio de los ciudadanos.

La plutocracia en la Edad Media

Según Rafael Sánchez Saus, autor experto en historia medieval, durante el medievo no eran necesariamente las familias más antiguas las que tenían acceso al poder, como generalmente se cree. También existió un porcentaje de jerarquías que, mediante sus riquezas, consolidaban su introducción en los derechos gubernamentales.

De igual forma, el autor propone que, por debajo de las armas y de los escudos familiares, se puede percibir de qué manera la riqueza se ha mantenido como único patrón que permite las invenciones, perpetuaciones o suplantaciones de cargos políticos a lo largo de la historia.

Esto se extendió hasta comienzos del siglo XIX, cuando poseer riquezas era un equivalente a tener poder, lo que garantizaba que cualquier perpetuación tenía que estar fundamentada por el dinero, el cual siempre ha sido más importante o fluctuante que el linaje.

Desde el siglo XIX hasta la actualidad

A finales del siglo XIX ocurrió un cambio en la percepción del poder, debido a que el vínculo entre los elementos dinero, prestigio y rango se alcanzaban por diferentes caminos y ya no era necesario complementar con ningunos de los otros.

Por ejemplo, la reina Victoria decidió otorgarle el último ducado a Hugh Wellington en el año 1874, quien para aquel entonces era el hombre más rico de Inglaterra y poca relación tenía con la nobleza.

A pesar del dinero, Wellington no mantuvo ningún tipo de participación en la escena pública, tampoco obtuvo ninguna clase de prestigio.

Esto quiere decir que en aquel momento el poder se encontraba en los líderes políticos, mientras que el prestigio era emblema del mundo académico, ya fuese científico o intelectual, sin importar la capacidad económica.

En la actualidad, muchos gobernantes siguen manteniendo grandes fortunas privadas, especialmente en los Estados Unidos; no obstante, el Estado puede mantenerse sin la participación política de los grandes magnates, pues cuenta con su propia administración.

Sin embargo, el poder se mantiene mediante una relación estrecha con el dinero, puesto que permite adquirir muchos bienes. A pesar de esto, los líderes políticos no son escogidos por su capacidad adquisitiva, sino por su discurso y por sus ideas.

En otras palabras, durante algunos siglos en la historia de la humanidad el dinero fue poder, mientras que en nuestros días el poder es dinero, pues los gobernantes cuentan con los bienes del Estado para desempeñar sus actividades políticas.

Características

La característica principal de la plutocracia consiste en el hecho de que el control de un gobierno es regido por las fuerzas o las potencias económicas. Esto trae como resultado la promulgación de leyes que benefician solo a los pudientes.

Teniendo esto en cuenta, se pueden extraer las siguientes características principales:

– Generalmente los gobernantes buscan favorecer sus propias necesidades, dejando de lado el bienestar de la población.

– Por lo general, los plutócratas pueden revocar el derecho a gobernar de un determinado candidato que haya sido electo, sin tener en consideración la voz del pueblo.

– Por consiguiente, los gobernantes deben rendir cuentas a los plutócratas antes que a los ciudadanos comunes.

– En cuanto a los poderes públicos, estos también se encuentran regidos por los grandes empresarios y pudientes, pues las instituciones solo pueden obedecer las instrucciones de estos.

Ejemplos de países latinoamericanos con plutocracia

Los 24 amigos: la oligarquía en el Perú

Durante la república aristocrática, que abarcó desde 1895 hasta 1919, existió en Perú una oligarquía (es decir, una forma de gobierno en el que el poder está controlado por un grupo pequeño de personas) que se dedicó a las finanzas y a la minería, así como también a la agroexportación.

Este grupo de oligarcas peruanos conformaban al Partido Civil de aquel momento, por lo que se les conoce como “los veinticuatro amigos”.

Este grupo estaba conformado por banqueros, empresarios, terratenientes, intelectuales pudientes, rentistas y dueños de periódicos, quienes mantuvieron el poder dentro de su mismo círculo por varios años de la historia peruana.

Plutocracia en la actualidad de México

Según Manuel Bartlett, economista y político mexicano, México está regido por una plutocracia, ya que en este país la actividad social se encuentra condicionada por los mandamientos de Washington D.C. y por los poderes de la sociedad gestora y comercial.

Esto lo fundamenta mediante la idea de que, dentro del mercado mexicano, estos “holdings empresariales” demuestran una posición monopolista en cuanto a la posesión de algunos servicios y productos básicos, como por ejemplo la harina o el cemento.

La plutocracia también se puede percibir en algunos medios de comunicación: los accionistas de estos acaparan hasta un 70 % de la radio, la prensa y la televisión mexicanas.

Escándalo Odebrecht: ¿plutocracia como modelo político?

Para algunos autores e investigadores como Hernán Gómez Bruera, el escándalo de Odebrecht responde a una especie de plutocracia dentro de América Latina, puesto que se trató de un cúmulo de transacciones corruptas en las que el acceso al poder se puso en venta como si se tratara de un bien más.

El caso Odebrecht es considerado como uno de los más graves escándalos de corrupción a escalas internacionales, puesto que varios gobernantes de América Latina y algunos de Europa se vieron involucrados en dicho acontecimiento.

Se trata de una especie de plutocracia en el sentido más peyorativo de la palabra, ya que grandes empresas obtuvieron favores y contratos a través de diferentes políticos latinoamericanos, quienes se enriquecieron mediante la venta de los recursos públicos.

Se tiene conocimiento de que la empresa de infraestructura Odebrecht financió varias campañas presidenciales, como por ejemplo la del expresidente Juan Manuel Santos en Colombia, y Michel Temer en Brasil, quien aceptó hasta tres millones de dólares para así poder comprar la vicepresidencia.

Consecuencias

Una de las principales consecuencias de la plutocracia es que conlleva al crecimiento de la desigualdad social, ya que no hay una redistribución equitativa de las riquezas porque estas se reparten mediante actos de corrupción y favoritismos.

Este hecho favorece únicamente a la élite económica, dejando de lado a la mayoría de los ciudadanos.

Además, la plutocracia también impide el desarrollo sano y transparente de la democracia, lo que trae como resultado un cúmulo de intereses secretos u ocultos dentro del margen político.

Por consiguiente, pueden existir tensiones dentro del ámbito económico, lo que atenta con las necesidades del pueblo.

Referencias

  1. Atienza, R. (s.f.) Consideraciones sobre el término Plutocracia. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Revistas Rasbl: institucional.us.es
  2. Bruera, H. (2017) La plutocracia como modelo. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de El Universal: eluniversal.com.mx
  3. Reiner, R. (2013) Who governs? Democracy, plutocracy, science and prophecy in policing. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de ResearchGate: reseachgate.net
  4. Sanders, B. (2018) El poder de la Plutocracia. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de El Grano de Arena: archive.attac.org
  5. Villarroya, A. (2015) Hacia la configuración de una plutocracia global. Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Fes Sociología: fes-sociología.com
  6. Vizcaíno, G. (2007) La educación superior en América Latina, ¿Democracia o plutocracia? Recuperado el 1 de marzo de 2019 de Biblioteca Virtual CLACSO: bibliotecavirtual.clacso.org.ar