Medicina

Isoconazol: para qué sirve, composición y usos


El Isoconazol es un medicamento de uso dermatológico que se utiliza para combatir los hongos y las infecciones de la piel causadas por microbios. Está considerado como un fármaco de amplio espectro, por lo que puede actuar contra una variedad muy grande de agentes patógenos y no solo contra unas cepas en particular.

Por consiguiente, el Isoconazol es un medio muy eficaz tanto para el control como para la eliminación de molestias en la piel que son causadas por un número cuantioso de microbios y hongos que perjudican la salud dermatológica.

Isoconazol en crema

Una de sus características es que penetra con facilidad en la piel. Gracias a su rápida acción, los microorganismos no llegan a crecer y por ende, queda anulado su desarrollo a gran escala. Esto es en esencia lo que define a los antimicóticos.

Este medicamento, antifúngico y antimicrobiano, puede adquirirse en forma de crema o como solución líquida. Las cantidades totales del medicamento varían de acuerdo al tamaño del tubo.

El Isoconazol también puede encontrarse en crema vaginal, utilizada para tratar las infecciones genitales. En este caso, su composición es algo diferente del Isoconazol tradicional que sirve para atacar problemas como el pie de atleta.

Este medicamento es un producto de laboratorios Bayer. La información que te doy a continuación, es solo de carácter general y no está relacionada con la versión oficial de la empresa farmacéutica.

En todo caso, antes de hacer uso de este producto farmacéutico, es recomendable que lo consultes con un médico.

Índice del artículo

Composición del Isoconazol

La fórmula, los componentes y los principios activos del Isoconazol pueden ser diferentes según la presentación y el tipo de área a la que se oriente el medicamento. Depende de si es el Isoconazol es vaginal o general. Este último para casos más comunes de infecciones por hongos y microbios en la piel.

Como se ha dicho antes, las cifras de sus ingredientes varían en función de si presenta forma de crema, solución líquida o spray (en aerosol, de los que se pulverizan).

Sin embargo, lo único que sí permanece constante es el valor de su principio activo, que le da su nombre: el nitrato de isoconazol, que representa el 1% de la composición total por cada 100 gramos/mililitros del medicamento, lo que equivale a 1 gramo del mismo.

Además de los imprescindibles excipientes que siempre están en todos los fármacos, el Isoconazol también puede tener 20 gramos de propilenglicol y 64,37 gramos de alcohol etílico, en el caso de la solución líquida.

Farmacología

El Isoconazol se encuentra entre los derivados farmacoterapéuticos del imidazol y del triazol. Dada su fácil absorción a través de la piel, el Isoconazol es un medicamento de metabolismo absoluto (es decir, se procesa totalmente en el cuerpo humano) que es rápidamente eliminado del organismo.

A la hora de la aplicación de Isoconazol, las concentraciones de su principio activo se hacen elevadas y aumentan más ante la presencia de lesiones cutáneas, principalmente en sus partes más profundas.

La farmacocinética del Isoconazol se caracteriza mucho por ser expulsado del organismo en un lapso de 24 horas, bien sea por la orina o por la bilis. En ese transcurso de tiempo, el medicamento pasa por la piel y es capaz de poner bajo control a los microorganismos que estén en el área sometida al tratamiento.

No importa si los causantes de la infección son mohos, levaduras o dermatofitos. Los tres son tipos de hongos comunes. No están incluidos los microbios y demás patógenos asociados a las infecciones por micosis.

Hasta la fecha, los estudios científicos realizados en laboratorio han permitido demostrar que el Isoconazol no tiene consecuencias químicas en el cuerpo humano, al menos en lo referente al potencial mutagénico y de tumorogenicidad.

Dicho de otro modo, el Isoconazol penetra en los tejidos sin riesgo de ocasionar mutaciones ni tumores, por lo que no es un medicamento que pueda ser cancerígeno. No altera en lo más mínimo la estructura interna y externa de las células de la piel.

Indicaciones

El uso del Isoconazol suele estar indicado para combatir las infecciones de la piel que hayan sido generadas por hongos y bacterias. Como ya se ha dicho, el Isoconazol es un antimicótico y antimicrobiano de amplio espectro que inhibe el crecimiento de muchas variedades de microorganismos.

Se aplica en zonas donde hay pliegues en la piel, como la ingle, los espacios entre los dedos de las manos y de los pies, las axilas, y la cara interior del codo y de la rodilla.

Más específicamente, el Isoconazol se emplea mucho para tratar casos de micosis superficiales, pie de atleta, tiña de la mano y de los pies, y tiñas de otra naturaleza (por ejemplo, tiña crural, tiña inguinal, tiña del cuerpo y tiña de la cabeza).

Adicionalmente, el Isoconazol también se aplica contra la pitriasis versicolor, el eritrasma y la candidiasis. También cabe decir que el Isoconazol se usa para atacar la balanitis candidomicética, así como en infecciones genitales.

Dosificación

Cada dosis debe ser vigilada por el médico. El Isoconazol suele aplicarse una vez al día en el área afectada. El tiempo total del tratamiento, que debe administrarse por vía cutánea, puede durar de una a cuatro semanas. Depende de la resistencia de los microorganismos a combatir. No obstante, puede extenderse hasta por dos semanas más con el objetivo de prevenir recaídas.

La zona donde se rocíe el Isoconazol tiene que estar cubierta con vendajes o medias limpias que se deben cambiar a diario. De igual forma, es sumamente recomendable que las uñas estén cortas y limpias cuando se aplique Isoconazol sobre estas.

Un consejo similar vale para la piel infectada con hongos y microbios, ya que la higiene es de fundamental valor para que el tratamiento tenga éxito sin que hayan riesgos de reapariciones de estas micosis.

La piel y uñas sucias, de hecho, son focos de microorganismos que se acumulan aún más cuando están húmedas, lo que obstaculiza el efecto del Isoconazol.

Es preciso advertir que el Isoconazol es un fármaco cuya aplicación hasta ahora se ha documentado en adultos. Por ello, no se ha catalogado como un medicamento que pueda ser usado en niños o en adolescentes menores de 18 años; no es, pues, un producto pediátrico.

Por tanto, el empleo del Isoconazol en dicha población juvenil tiene que contar con la supervisión del dermatólogo, quien dará las indicaciones adecuadas para cada caso de micosis.

Contraindicaciones

Tal y como ocurre con todos los medicamentos, el Isoconazol no debe utilizarse cuando el paciente tiene alergia e hipersensibilidad a los componentes de la fórmula, especialmente si su cuerpo no tolera los imidazoles.

No obstante, si el Isoconazol se usa a pesar de estas condiciones, debe hacerse siempre con la previa asesoría del médico. Debe estudiarse la infección en la piel y sopesar tanto los riesgos como los beneficios de este medicamento en tales circunstancias.

Asimismo, el Isoconazol está contraindicado cuando surgen reacciones adversas, que detallaré en el apartado siguiente. En este caso, la administración se debe suspender de inmediato.

Si esto llegara a suceder, se debe consultar lo más pronto posible al dermatólogo presentando el envase de la solución líquida o el tubo de crema del producto, evitando en todo momento la automedicación del paciente para aliviar sus síntomas.

Por añadidura, el Isoconazol no está restringido a las mujeres embarazadas, pues las evidencias han demostrado que sus principios activos no pasan al feto durante la gestación.

Aunque es improbable que estos pasen a la leche materna, no se descarta por ello que el Isoconazol pueda ser ingerido por el bebé durante la lactancia, por lo que es importante tomar precauciones al respecto, tales como no usar el medicamento en los pezones.

Tampoco el Isoconazol está restringido por edades, salvo los menores de edad en general. No hay que suspender el tratamiento por otras condiciones y fármacos esté tomando el paciente, más abajo explicaré las interacciones.

Este medicamento se puede aplicar sin peligro para la conducción de vehículos o el manejo de máquinas, pues no causa sueño. El Isoconazol tampoco supone un riesgo para la fertilidad del individuo que lo utilice en las zonas genitales.

Reacciones adversas

El cuerpo humano tolera bien el Isoconazol. No obstante, pueden surgir de manera inesperada varios efectos secundarios, los cuales a continuación se ordenan por la frecuencia con que estos ocurren en el lugar de la piel donde se aplique este medicamento:

Frecuentes

Ardor e irritación.

Poco frecuentes

Picazón, sequedad, dermatitis de contacto, deshidratación cutánea (dishidrosis, falta o pérdida de agua en la piel) y eccema exudativo.

No frecuentes

Fisuras o grietas e inflamaciones en la piel.

Frecuencia desconocida

Reacciones alérgicas, aparición de vesículas (vejigas de la epidermis que en su interior contienen líquido seroso) y eritema (inflamación de la piel con manchas rojas).

Hasta el momento no se han observado efectos secundarios a raíz de la sobredosis de Isoconazol, ni de su ingesta accidental por la boca. Tampoco por su uso en zonas más extensas que aquella en la que se presenta la micosis en la piel.

Aun así, es preciso que se acuda a un centro de asistencia médica si el paciente muestra síntomas como los mencionados arriba, o también si la persona da señas de haberse intoxicado con los principios activos de este medicamento.

Precauciones

La regla de oro con el Isoconazol radica en que no se debe aplicar cuando hay efectos secundarios o si el paciente entra dentro de los criterios descritos en las contraindicaciones.

Además, es preciso añadir otras medidas preventivas, como evitar a toda costa el contacto de Isoconazol con los ojos y demás mucosas que no estén en el marco de las indicaciones médicas de este producto.

Es conveniente añadir que el Isoconazol es un producto inflamable, por lo que no debe usarse cerca del fuego ni en las proximidades de objetos que estén calientes. De igual modo, no se debe utilizar en niños ni adolescentes a menos que el médico indique lo contrario.

Se debe contactar con el dermatólogo en caso de que las infecciones en la piel no cedan con este medicamento. Lo mismo debe hacerse si la piel experimenta sequedad excesiva o algún otro síntoma sospechoso.

No está de más decir que el Isoconazol no puede controlar ni eliminar efectivamente los microorganismos perjudiciales de la piel si no se siguen al pie de la letra ciertas pautas mínimas de higiene.

Por tanto, vale la pena reiterar que debe haber una buena limpieza de la zona afectada, particularmente de las uñas y los pliegues cutáneos, con un cambio diario de la ropa que esté en contacto directo con las partes infectadas.

Interacciones

Ningún estudio científico realizado hasta el momento ha demostrado la existencia de interacciones entre el Isoconazol y otros medicamentos consumidos por los pacientes en el transcurso del tratamiento.

No obstante, es recomendable que se informe al dermatólogo de cualquier sustancia terapéutica que se esté tomando o aplicando, ya que así puede ayudar a que el especialista vigile mejor su administración y aborde mejor los potenciales efectos secundarios que pudieran surgir.

Referencias

  1. Bayer Andina, Boticas Mi Salud (2010). Icaden; Óvulo para uso vaginal, Isoconazol. Lima, Perú: Bayer S.A. Recuperado de corporacionmisalud.com.
  2. Biblioteca Virtual en Salud (2017). Icaden solución-spray (Isoconazol). Lima, Perú: Instituto Nacional de Salud. Recuperado de bvs.ins.gob.pe.
  3. Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación (2015). Disposición 6394 – Agosto del 2015; Mupaten, Isoconazol. Buenos Aires, Argentina: ANMAT. Recuperado de anmat.gov.ar.
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