Placenta posterior: posibles consecuencias y prevención
La placenta posterior se da cuando la placenta de una madre se adhiere a su útero en la pared posterior. La placenta es un órgano que suministra nutrientes y oxígeno de la sangre de la madre a la sangre del bebé. Cubre un área amplia y está conectada al útero de la madre. El cordón umbilical conecta la placenta con el bebé.
El área frontal del útero se considera la placenta anterior; la parte trasera es la placenta posterior; el fondo constituye la pared superior de la placenta y los laterales del útero son los laterales derecho e izquierdo.
No importa en qué área del útero se sitúa la placenta, pero si la porción inferior está demasiado abajo, puede dificultar que la cabeza del bebé descienda en el momento del nacimiento. Esto puede darse cuando la madre tiene placenta posterior.
Existe placenta posterior cuando el útero se posiciona entre los huesos pélvicos de la madre. A medida que el bebé comienza a crecer, también lo hace el útero. La placenta se adhiere a la pared uterina. Cuando se adhiere a la parte posterior, se considera una placenta posterior.
La posición de la placenta depende en gran medida de la ubicación del huevo cuando se ha fertilizado. El óvulo fertilizado se adhiere a la pared del útero y comienza a crecer desde ese lugar.
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Posibles consecuencias
El útero es un órgano musculoso y en forma de pera acurrucado en los huesos pélvicos de una mujer. Durante el embarazo, el útero se agranda a medida que crece el bebé. La placenta, importante órgano en forma de hígado que transfiere sangre rica en oxígeno y nutrientes de la madre al bebé, se une a la pared interna del útero.
La placenta podría adherirse a la parte anterior del útero, frente al vientre de la mujer, llamada placenta anterior. Si la placenta se adhiere a la pared posterior del útero, se le llama placenta posterior.
Las posiciones anterior y posterior de la placenta se consideran normales para la madre y el bebé en desarrollo.
La preocupación surge cuando la placenta se desarrolla hacia el cuello del útero, llamado placenta previa. En tal condición, la placenta podría separarse del cuello más estrecho y menos estable en el fondo del útero y las complicaciones podrían resultar de sangrado excesivo o de parto prematuro.
Tanto la placenta anterior como la posterior son normales, tanto para el bebé como para la madre. Cuando se encuentra en la posición vertical del útero, esto hace que haya una placenta posterior. Cuando la placenta está en la pared posterior hacia la parte superior del útero, se considera la placenta fúndica posterior ya que está adherida al fondo del útero.
Esta se considera la mejor ubicación para el bebé, ya que le permite moverse a la posición anterior justo antes de que nacer. Mientras que si hace frente a la espina dorsal de su madre, la corona de la cabeza del niño puede hacer su camino en dirección del canal del nacimiento.
Ultrasonido
Cuando una mujer está embarazada, se realiza un ultrasonido para averiguar exactamente dónde está la placenta y cuál es su ubicación en el cuello uterino. Es normal que la placenta cambie durante el embarazo.
A mitad del embarazo, la placenta ocupa el 50% del espacio ubicado en la superficie del útero. A las 40 semanas aproximadamente, la placenta sólo ocupa de 17 a 25% de la superficie del útero.
No es que la placenta se esté encogiendo, significa que crece en los diferentes momentos del embarazo.
En la tercera parte del embarazo, la cabeza del bebé comienza a prepararse para el parto descendiendo hasta el área pélvica.
La parte inferior del útero comienza a contraer la presión que la cabeza del bebé está poniendo en esta área. Esto ocurre es cuando el apego placentario parece estar empezando a subir.
Placenta previa
Cuando la placenta crece en la dirección del cuello uterino, se llama placenta previa y este si podría ser motivo de preocupación. La placenta tiene la oportunidad de desprenderse de la porción inestable del cuello uterino hacia la parte inferior del útero, lo que podría causar trabajo de parto prematuro y complicaciones como resultado de sangrado intenso.
Por lo general, no hay nada de qué preocuparse si una exploración que se toma en el comienzo de su embarazo determina que su placenta se encuentra en la parte inferior de su útero, ya que la placenta se moverá hacia arriba a medida que avance el embarazo.
Posteriormente en el embarazo, esta posición de la placenta podría causar problemas. La placenta previa significa que el cuello uterino se ha obstruido y el bebé no puede ser capaz de nacer vaginalmente sino por medio de una cesárea.
El desprendimiento placentario se produce cuando la pared uterina se estira hacia la segunda mitad del embarazo, lo que deriva un sangrado excesivo.
Es importante vigilar la ubicación de la placenta durante todo el embarazo para determinar si la madre será capaz de dar a luz a su bebé por vía vaginal o si necesitará una cesárea.
Prevención
Las madres, rara vez detectan la posición de la placenta, aunque las mujeres con placenta posterior pueden sentir los movimientos del bebé más temprano y más fuerte que las madres con placenta anterior.
Esto se debe a que una placenta posterior llena la pared posterior del útero, forzando al bebé hacia adelante y más cerca del vientre de la mujer, donde los movimientos y los latidos cardíacos fetales son más fácilmente detectados.
Los ultrasonidos, utilizados por primera vez en obstetricia en los años sesenta, detectan la posición de la placenta y el desarrollo del bebé. En ocasiones, la placenta se desplazará a medida que el útero crece.
Las madres que son diagnosticadas con placenta previa podrían descubrir que la placenta se ha desplazado hacia una placenta placentaria posterior o posición placentaria anterior para el momento del nacimiento.
Referencias
- New Health Guide ORG. (2014). Posterior Placenta. 2-1-2017, de Health Guide.
- Gill, L.. (2013). A posterior placenta. 2-1-2017, de Baby Center.