Apriorismo: origen, características, representantes
El apriorismo plantea que el conocimiento presenta elementos a priori, inherentes a la conciencia o formas de intuición. Es una corriente epistemológica que pretende conciliar racionalismo y empirismo, pues considera que tanto la experiencia como el pensamiento son fuentes de conocimiento.
Por ello el apriorismo considera que todo conocimiento proviene de la experiencia pero no se agota en ella, pues es el pensamiento el que le confiere el carácter universal y necesario al organizarlo de una manera específica.
El apriorismo tendría una semejanza con el racionalismo, pero la diferencia radica en cómo son esos factores a priori. En el caso del racionalismo son contenidos o conceptos perfectos, mientras en el apriorismo son formas del conocimiento, que reciben su contenido de la experiencia.
Para el apriorismo los elementos a priori serían como unos recipientes vacíos, propios de la razón, del pensamiento, que son llenados con contenidos concretos a través de la experiencia. Pero a diferencia del intelectualismo, esta corriente epistemológica considera que el pensamiento no adopta una posición pasiva y receptiva, sino se conduce de forma espontánea y activa frente a la experiencia.
Su principio fundamental es que “los conceptos sin las intuiciones están vacíos; las intuiciones sin los conceptos están ciegas”.
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Sensibilidad y entendimiento
El apriorismo planteado por Kant, su principal representante, propone la sensibilidad y el entendimiento como aspectos que hacen posible la experiencia. La sensibilidad es entendida como la posibilidad de intuir los objetos o aprehenderlos y determinar la manera en que nos afectan mediante representaciones. La capacidad de pensar los objetos o sus representaciones y relacionarlos, es lo que se refiere al entendimiento.
Nuestra sensibilidad tiene moldes a los cuales las cosas se adaptan para ser representadas, siendo estas las formas que define Kant. Los objetos aparecen representados como extensos o como sucesivos, dependiendo de si son aprehendidos bajo la forma de espacio o bajo la forma de tiempo, respectivamente. Estas formas a priori son el fundamento de las intuiciones.
Adicionalmente las representaciones de los objetos deben adaptarse a nuevos moldes para poder ser pensadas, es lo que denomina Kant las categorías del entendimiento. Estas categorías o conceptos puros, corresponden a distintas clases de juicios.
Las categorías serían 1) Unidad, 2) Pluralidad, 3) Totalidad, 4) Realidad, 5) Negación, 6) Limitación, 7) Posibilidad e Imposibilidad, 8) Existencia e Inexistencia, 9) Necesidad y Contingencia, 10) Sustancia y Accidente, 11) Causa y Efecto, 12) Acción Recíproca.
Mientras los juicios a los que corresponden cada una serían: 1) Singulares, 2) Particulares, 3) Universales, 4) Afirmativos, 5) Negativos, 6) indefinidos, 7) Problemáticos, 8) Asertóricos, 9) Apodícticos, 10) Categórico, 11) Hipotético y 12) Disyuntivo.
Origen
La frase en latín a priori, así como a posteriori, aparecen en la época de Euclides, aproximadamente en el 300 a. C. Un uso temprano en el ámbito filosófico también se detecta en Platón, cuando plantea su Teoría de las Ideas, diferenciando el mundo sensible (de las apariencias), del Inteligible (donde reside la verdad). En este último se encuentran las cosas universales, eternas e inmutables, a las que solo se puede acceder a través de la razón.
Luego, a partir del siglo XIV se hacen referencia a ambas formas de conocimiento en los escritos de Alberto de Sajonia, Gottfried Leibniz y de George Berkeley.
Sin embargo, el origen del apriorismo en su máxima esencia se remonta a los planteamientos de Kant, cuya filosofía intentaba mediar entre el racionalismo de Leibniz y Wolff y el empirismo de Locke y Hume.
Kant consideraba que la materia del conocimiento procede de la experiencia, lo que serían las sensaciones, pero estas al carecer de reglas y orden aparecen de manera caótica. Es cuando viene el pensamiento a darle forma y orden, conectando los contenidos de las sensaciones.
Kant planteaba que el orden se daba por yuxtaposición o sucesión y teniendo como parámetros el espacio y el tiempo. Luego, llega a plantear hasta 12 categorías o formas de pensamiento.
Características
La noción de a priori está necesariamente ligada a la de a posteriori, indicando respectivamente que un algo determinado es ‘previo a’ o es ‘posterior a’.
En el sentido filosófico, supone que este tipo de conocimiento es el independiente de la experiencia. Por ello suele asociarse al conocimiento universal, atemporal o eterno, confiable y necesario. En contraposición al conocimiento a posteriori que suele ser basado en la experiencia y por ende se vincula a lo particular, temporal y contingente.
Para el apriorismo, el conocimiento es un hecho, pero es necesario determinar cómo es posible ese hecho. Es decir, no aceptarlo de manera dogmática, sino investigarlo, determinar en qué consiste y cuáles son sus alcances.
Aunque el apriorismo parece tener gran similitud al intelectualismo por intentar considerar que el conocimiento se forma conjuntamente de la experiencia y el pensamiento, es importante contrastarlos.
En el primero, la aproximación al conocimiento es activa, es decir, se tiene una experiencia y se le da forma a través del pensamiento. En el segundo caso es una aproximación pasiva, pues los conceptos dependen y proceden de la experiencia, por lo que tan solo se reciben.
Representantes
Immanuel Kant (1724- 1804) fue un filósofo alemán que planteó que todo conocimiento comienza con la experiencia, pero niega que derive en su totalidad de ella, intentando así resolver la política entre innatistas y empiristas.
Considera que no existen conocimientos innatos, sin embargo, para que exista conocimientos es necesario que el hombre, con su capacidad, intervenga la experiencia, aprehenda las cosas y opere luego con ellas, ya sea descomponiéndolas o asociándolas.
El filósofo alemán divide las formas a priori de la inteligencia entre tres niveles que serían percepción, entendimiento y razón, así como incluye dos nociones que no se extraen de la experiencia pero que condicionan su posibilidad, que son el espacio y el tiempo.
Otro filósofo que se considera recibió gran influencia del apriorismo de Kant fue el alemán Johann Fichte (1762-1814). Creador de la tríada dialéctica en su terminología tesis – antítesis – síntesis, se trató de un pensador que continuó la filosofía crítica de Kant. Se considera un enlace entre apriorismo, por generar un giro hacia el sujeto pensante que dota de sentido al pensamiento cognitivo y que caracterizara a todo el idealismo alemán.
Otros pensadores que pueden identificarse con el apriorismo son los pertenecientes al denominado neokantismo entre los que destacan Herman Cohen, Ernst Cassirer, Wilhelm Windelband, Aloys Riehl, Hermann Lotze, Nicolai Harmann, Wilhelm Dilthey, Hermann von Helmholtz, Gustav Theodor Fechner, Friedrich Albert Lange, Otto Liebmann y Heinrich Rickert, entre otros.
Referencias
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