Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón: biografía y aportes
Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón (1511-1564) fue el segundo virrey de la Nueva España desde que este dejó de ser un cargo que se designaba de manera hereditaria. Gobernó del 25 de noviembre de 1550 a 31 de julio de 1564. Ocupó el cargo después de Antonio de Mendoza y Pacheco.
Como virrey de la Nueva Granada tenía poder sobre el territorio de México, parte de Estados Unidos, un territorio que actualmente forma parte de Canadá y países centroamericanos como Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Honduras y Nicaragua. También tuvo poder sobre islas como Cuba y República Dominicana, Puerto Rico. Incluso zonas asiáticas como Filipinas, las islas Carolinas y las Marianas.
Antes ya había desempeñado el rol de virrey en Navarra. Fue la onceava persona en ocupar el puesto, cargo que ocupó desde el 20 de mayo de 1547, después de Álvaro Gómez Manrique, hasta el 7 de enero de 1549, cuando fue sustituido por Bernardino de Cárdenas.
Esto ocurrió durante el reinado de Carlos I de España, conocido también como el César o Carlos IV de Navarra.
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Velasco y Ruíz de Alarcón nació en España en 1511. Su padre fue Antonio Velasco Manrique y su madre Ana Juana Ruíz de Alarcón. Su familia (los Velasco) formaban uno de los grupos más importante del Reino de Castilla. Tuvieron títulos nobiliarios y mucho poder a nivel militar cuando se daba la ausencia del rey de España.
Empezó a trabajar para el Rey de España, Carlos I, cuando solo tenía 14 años. Por la confianza que existía llegó a desempeñar roles importantes para la Corona a nivel militar, luego fue designado como virrey de Navarra.
En 1550 llegó a Nueva España, específicamente a lo que hoy se conoce como Fortaleza San Juan de Ulúa en Veracruz, México. Tres meses después de su arribo al continente americano, fue que empezó su gobierno como virrey de este territorio, al trasladarse hasta lo que hoy se conoce como Ciudad de México.
Fue el primer hijo del matrimonio entre sus padres Antonio y Ana. Tuvo una hermana de esa unión llamada Antonia. El padre de Velasco y Ruiz de Alarcón estuvo casado con un segundo matrimonio, en el que tuvo otros cuatro hijos.
Gracias a sus buenas relaciones con los grupos cercanos al Rey, Velasco pudo conocer a Ana de Castilla, familia de gente importante dentro de la realeza española. Se casaron y el matrimonio tuvo cuatro hijos: Francisco, Luis, Ana y Beatriz.
Cuando Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón viajó a Nueva España se rodeó de su hijo Luis (que solo tenía 11 años), un hermano que tenía gracias al segundo matrimonio de su padre y uno de sus sobrinos.
Su esposa, Ana de Castilla, se mantuvo en España hasta 1553 con los otros hijos de la pareja. Ese año decidió viajar a México con la mayor de las mujeres, Ana, pero poco después regresó a España, donde murió en 1561. Sus otros dos hijos, Francisco y Beatriz, nunca viajaron a América.
El segundo hijo varón de Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón también fue muy importante durante la época en la que los territorios americanos estaban bajo el dominio de la Corona española.
Luis de Velasco y Castilla nació en 1539, fue apodado el joven y fue el octavo virrey que tuvo en reino de Nueva España, cargo que ocupó en dos ocasiones, para gobernar durante un total de 9 años.
A pesar de haber sido virrey primero en Navarra, es más recordado por su papel en América. Se considera que durante su gobierno como virrey de la Nueva España, Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón fue muy consciente de las consecuencias que tenían cada una de sus decisiones.
Se destacó que siempre intentó no generar efectos negativos y por eso gobernó durante 14 años.
Entre las decisiones más importantes que se le recuerdan está haberle dado la libertad a miles de indígenas que eran esclavos de manera ilegal, ya que las encomiendas supuestamente habían sido abolidas.
Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón destacó por hacer que la prohibición de las encomiendas fuese cumplida a pesar de las críticas que recibió de los españoles que se beneficiaban de la explotación de los indios.
Bajo su gobierno se construyó la Universidad de México, que abrió sus puertas en 1553 y que enseñaba en principio gramática, retórica, lógica, matemática, geometría, música y astronomía. Las clases se impartían en latín y gran parte de la población estudiantil la conformaban los criollos y españoles de la época.
Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón fue importante para la expansión del virreinato de Nueva España al conquistar nuevas tierras, sobre todo en zonas al norte de la colonia española.
Velasco y Ruiz de Alarcón gobernó sin mayores problemas hasta 1558. En ese año murió el rey Carlos I y llegó al poder su hijo, Felipe II. Los grupos de españoles en la Nueva España empezaron a enviar a la Corona quejas sobre el virrey, su salud se vio deteriorada y tuvo problemas con la Iglesia.
A pesar de todo siguió trabajando. Velasco conquistó nuevos territorios hacia el norte del continente americano. El descubrimiento de minas le permitió aumentar las arcas de la Corona.
Uno de sus principales detractores fue Martín Cortés, conocido por ser el hombre más rico en el virreinato y quien siempre se mostró contrario a la eliminación de las encomiendas.
Luis de Velasco y Ruíz de Alarcón falleció en 1564. Ya tenía algún tiempo enfermo y su estado físico preocupaba a los políticos de la época. Fue virrey de Nueva España hasta el día de su muerte, cuando Gastón de Peralta se convirtió en su sucesor.
En 1562 sus problemas de salud empezaron a ser de conocimiento público. Para empezar, los médicos le descubrieron gota (artritis) y en un par de años se evidenció mucho que sufría por el cansancio de sus obligaciones y las protestas que rodeaban a su gobierno.
Su muerte ocurrió un viernes durante la madrugada. El entierro contó con todos los honores posibles para la época y estuvo presente su familia, el arzobispo, varios obispos, los integrantes del cabildo, más de 600 soldados marcharon en su honor y todos los personajes relevantes de la vida política rindieron honores al virrey fallecido.
Cuando su hijo Luis de Velasco y Castilla se convirtió en virrey de Nueva España ordenó que los restos de su padre fueran llevados a España y actualmente se encuentran en Palencia.
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