Estructura económica: características, elementos y ejemplos
La estructura económica es todo el marco general subyacente, donde están incluidos los sistemas de comunicaciones, las instalaciones industriales, la educación y la tecnología, que permite a un país o región producir bienes, servicios y otros recursos con un valor de intercambio.
Esta estructura describe el balance cambiante de la producción, el comercio, los ingresos y el empleo. Los valores son obtenidos de los diferentes sectores económicos del país, que van desde el primario (agricultura, minería, etc.), el secundario (industrias manufactureras y de construcción), hasta el sector terciario (turismo, banca).
Un país tiene una estructura productiva de altas ganancias si produce bienes de alto valor agregado que sean técnicamente sofisticados. Por el contrario, una estructura económica de pocas ganancias se compone de productos tecnológicamente simples de bajo valor agregado.
Fundamentalmente, las actividades económicas reflejan la capacidad productiva de una economía y la estructura económica de un país es la representación de su capacidad tecnológica.
Índice del artículo
- 1 Cambios en la estructura económica
- 2 Características
- 3 Elementos de la estructura económica
- 4 Estructura económica de México
- 5 Estructura económica de Venezuela
- 6 Estructura económica de Colombia
- 7 Estructura económica de España
- 8 Ejemplo
- 9 Referencias
La estructura económica de un país es la causa fundamental del desempeño económico. Por tanto, las diferencias en la estructura económica a través del tiempo y el espacio pueden explicar las diferencias en el desarrollo económico.
Los cambios en la estructura económica son una característica natural de la vida económica, pero despliegan retos para la reasignación de los factores de producción. Por ejemplo, un cambio en la producción y empleo de algún sector puede generar problemas de un desempleo estructural.
Dentro de una estructura económica se hallan los distintos sectores que componen la economía de un país:
Sector primario
Este sector contiene todas las actividades en las que su capacidad de producción se obtiene directamente de la naturaleza, tales como la agricultura, la pesca, la minería y la silvicultura.
Sector secundario
Este sector posee la capacidad de congregar todas las actividades que realizan la elaboración y transformación de los bienes provenientes de la naturaleza a través de la industria y la construcción.
Sector terciario
Este sector se ocupa de los diferentes productos destinados a los servicios personales, domésticos, estatales, comerciales, financieros y profesionales.
La estructura económica es la conjunción de forma ordenada de los distintos componentes económicos de una región. Estas variables se centran en la población y la infraestructura.
Con el objeto de conseguir las conclusiones adecuadas se realiza el análisis de la realidad económica de un país para lograr trabajar sobre esa realidad llevándolas a la práctica.
Por medio de la estructura que tenga la economía se define cómo el ingreso se va a distribuir, brindando esto una plataforma para los poderes políticos. Este poder se maneja para reproducir esta distribución con la ayuda de los organismos que fortalecen la producción.
Formar un criterio sobre esta y muchas otras cuestiones políticas requiere cierto conocimiento de la estructura económica.
El porcentaje de crecimiento económico del país viene delimitado por la estructura de la economía. Mediante este proceso es que se representan las instituciones y las estructuras económicas.
Las dos instituciones que tienen el mayor efecto en la economía son el Banco de la Reserva y el gobierno.
El Banco de la Reserva tiene la mayor influencia en la actividad económica. Al aumentar o disminuir las tasas de interés, el Banco de la Reserva puede controlar la actividad económica.
El gobierno establece la agenda para el crecimiento económico a mediano y largo plazo al establecer las instituciones y los marcos económicos necesarios.
El director del Banco de la Reserva influirá en el desempeño de la economía en el contexto de la estructura económica, pero el gobierno tiene la capacidad de alterar esa estructura.
Su estructura económica depende principalmente de las exportaciones que efectúa a EE.UU., el cual recibe el 85% de las ventas de México al exterior.
Realizando un análisis por actividad del período 2006-2015 se descubre que la actividad de manufactura es la que posee la mayor participación en el PIB, con 16,6%. Por otro lado, la actividad del comercio constituye una participación de 14,8%, y después los servicios inmobiliarios con 11,9%.
En este período se observa que la industria de manufactura muestra una reducción de 3,2% de participación en la contribución del PIB, mientras el comercio exhibe un incremento de 6,9%.
En general, el sector terciario realiza el mayor aporte al PIB con 62%, seguido con 35% por el sector secundario y el sector primario con 3%.
La mayor participación en el sector terciario la tiene la ciudad de México con 24%, luego el estado de México con 10%, Jalisco y Nuevo León con 7% cada uno.
En el sector secundario, Campeche con 13% ocupa la primera posición de participación en el PIB, le siguen Tabasco y Nuevo León con 8% cada uno. En el sector primario, quien presenta una participación mayor es Jalisco, con un 11%.
En los últimos cuatro años la economía venezolana ha tenido una caída acumulada de un 40% del PIB, con un marco de escasez que afecta no solo a las compañías por la falta de materias primas importadas, sino a toda la población.
Al Banco Central no le quedan reservas internacionales operativas, en un escenario donde ya no alcanzan los reducidos ingresos petroleros para cubrir la carga de la deuda financiera externa.
Las industrias cementeras, siderúrgicas y mineras se encuentran prácticamente paralizadas. Las compañías de servicios de telecomunicaciones y electricidad están en la ruina por la falta de inversiones y por la formidable demora en ajustar las tarifas.
La mayoría de las compañías estatizadas del sector agroindustrial están actualmente cerradas y otras operan a su mínima expresión.
En la producción agrícola los pésimos resultados se explican por la escasez de insumos a precios subsidiados, los controles, las bajas inversiones por la incertidumbre y la inseguridad jurídica por los derechos de propiedad privada.
La deficiente gestión de los ingresos petroleros llevó a una grave situación de escasez de divisas y a un escenario donde resulta imposible cumplir simultáneamente con la deuda externa y con las importaciones necesarias.
El incremento en el ingreso per cápita de Colombia expresa que se está expandiendo la economía. Con un mayor ingreso, la economía demanda productos más elaborados, con un valor agregado mayor.
Por ese motivo la estructura económica se ha ido transformando, porque no es la agricultura sino la industria la que puede brindar esos productos.
En la estructura económica colombiana la agricultura contribuye solo 7% en el PIB, a pesar que hace 70 años participaba con el 40%. La industria tiene el 13%, pero a finales de la década de 1970 constituía el 23% del PIB.
La comparación del patrón colombiano con el de países de ingresos similares revela que la agricultura mantiene el patrón descendente existente en esas naciones. Por otro lado, a partir de 1990 se acelera la disminución de la industria manufacturera en la participación del PIB.
El sector de servicios muestra un patrón donde ha aumentado su participación en el PIB, concordando con lo observado en los países sondeados. En Colombia conforman el 63% del PIB, generando además casi la mitad del empleo.
Actualmente, los servicios son más importantes en función de su contribución al PIB que la industria, la agricultura y la agroindustria.
La estructura que presenta la economía española corresponde a la de una nación desarrollada, siendo el sector servicios el que aporta más al Producto Interno Bruto, seguido por la industria.
Estos dos sectores constituyen un 91% del PIB. El aporte de la agricultura se ha reducido notablemente como consecuencia del desarrollo económico, representando actualmente apenas un 2,9% del total del PIB.
La economía española a lo largo de 2018 se mantuvo en la ruta de crecimiento, que se inició durante el último semestre de 2013.
El PIB creció́ en el cuarto trimestre de 2018 a una tasa del 0,7%, siendo la única que aceleró su ritmo con respecto al trimestre anterior de las economías principales de la zona euro. Así, el crecimiento interanual del PIB se ha colocado en 2,4%.
Por otro lado, desde fines de la década de 1980 la inflación en este país ha venido bajando con lentitud. Hasta 1992 la inflación promedio era de 5,8%, bajando del 5% en 1993, y así paulatinamente se ha venido reduciendo.
A diciembre de 2018 la tasa de inflación interanual fue de 1,2%, principalmente debido a los precios de los combustibles.
Imaginemos una bañera llena de agua, donde el nivel del agua representa el nivel de empleo o actividad económica. En la bañera existen dos desembocaduras: impuestos y ahorros.
El gobierno recauda impuestos para luego utilizarlos financiando diversas actividades, como educación, salud, justicia, etc.
Las empresas invierten sus ahorros mediante depósitos bancarios. El banco se los presta luego a otras compañías para que los inviertan, devolviéndolos a la economía.
Si la economía cae por debajo del nivel de pleno empleo, habrá desempleo. Si sube por encima de ese nivel habrá inflación. Ambos son indeseables, no se quiere un desempleo masivo ni una inflación alta.
La cantidad de impuestos y de ahorros que regresa a la economía depende de dos agentes claves: el gobierno y el Banco de la Reserva. Al controlar respectivamente la política fiscal y la monetaria, controlan los “grifos” que vuelven a llenar la bañera.
El gobierno decide cuánto gravar y cuánto gastar. Por el lado del ahorro y la inversión, el instrumento del Banco de la Reserva es la tasa de interés.
El gobierno y el Banco de la Reserva no pueden reducir la inflación y aumentar el empleo simultáneamente, porque necesitan tener un equilibrio entre ambos.
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