Lengua y literatura

Arturo Borja: biografía, estilo literario, obras


¿Quién fue Arturo Borja?

Arturo Borja (1892-1912) fue un poeta nacido en Quito, Ecuador. Aunque su producción literaria fue muy corta, es considerado como uno de los precursores del modernismo en su país. Junto a otros tres autores formó la Generación Decapitada, llamada así por la temprana muerte de todos sus componentes.

Borja comenzó a escribir desde muy joven. Su personalidad estuvo muy marcada por la educación paterna. Así, la estricta disciplina a la que fue sometido hizo que creciera en un ambiente represor, aumentando su natural tendencia a la depresión.

Durante un viaje a París, el autor entró en contacto con varios de los escritores más conocidos del momento, los denominados poetas malditos: Paul Verlaine, Arthur Rimbaud o Stéphane Mallarmé, entre otros.

A su vuelta a Ecuador, imitó lo que había visto en la capital francesa, poniéndose al frente de un grupo de jóvenes autores, todos caracterizados por su bohemia y talento.

En 1812 contrajo matrimonio en octubre y pasó varias semanas de luna de miel. El 13 de noviembre, el joven poeta se suicidó con una sobredosis de morfina. Su obra fue publicada en una edición especial por sus amigos en 1820.

Biografía de Arturo Borja

Nacimiento y primeros años

Arturo Borja Pérez nació en la ciudad de Quito (Ecuador) el 15 de septiembre de 1892. Su familia tenía ascendientes muy notables, ya que Borja era descendiente directo del papa Alejandro VI (el papa Borgia) y de la nieta de Fernando II de Aragón.

Su infancia estuvo marcada por la personalidad de su padre, Luis Felipe Borja Pérez, muy conocido en Ecuador por su labor política, jurídica y literaria. Según los biógrafos del poeta, su niñez fue tranquila, pero no feliz. Esto se debió, como se apuntaba, al carácter de su padre.

En el hogar familiar reinaba una férrea disciplina. Algunos estudiosos llegan a considerar al padre de Arturo como obsesivo. Parece que el progenitor imponía unos férreos horarios y una estricta disciplina a todos sus hijos, lo que acabó reprimiendo el desarrollo de la personalidad de Arturo.

La consecuencia de esa educación represiva fue la propensión del poeta a sufrir depresiones. Muchos biógrafos apuntan que influyó de manera decisiva en su suicidio.

Por otra parte, Borja estuvo siempre muy interesado por la poesía. Tan solo tenía 15 años cuando escribió sus primeros poemas.

Viaje a París

Fue, precisamente, mientras escribía cuando Arturo se dañó un ojo con la pluma. No se conoce cómo ocurrió, pero el caso es que la punta de esa pluma se calvó en uno de sus ojos. Para intentar mejorar la lesión, el poeta y su padre se desplazaron hasta París en 1907, cuando tenía 15 años.

Como consecuencia del accidente, Arturo debió llevar una venda negra en el ojo herido durante un año. Esto, siendo aún adolescente, incrementó sus problemas anímicos, afectando su estado de ánimo.

De acuerdo a los biógrafos, su actitud variaba dependiendo del momento, alternando fases de melancolía y tristeza con otras enérgicas y sociables.

Sin embargo, ese viaje a París se convirtió en una gran oportunidad para el joven poeta. Arturo tenía mucha facilidad para los idiomas y se inscribió en un curso literario en la capital francesa.

Poetas malditos

El mencionado curso de literatura no fue el único provecho que sacó Borja de su estancia en París. Durante el tiempo que estuvo allí, entró en contacto con los llamados poetas malditos: Baudelaire, Verlaine, Samain y Mallarmé. De ellos aprendió parte de su estilo de escritura, vibrante y melancólica.

No solo se empapó de la literatura de esos poetas, especialmente de la de Baudelaire, Mallarmé y Rimbaud, sino que también se contagió de parte de su comportamiento. Estos autores vivían en la bohemia, ingiriendo una gran cantidad de alcohol, ajenjo y otras drogas.

Regreso a Ecuador

Con 17 años, Arturo Borja regresó a Ecuador. Parece que, a su vuelta, el carácter de Borja había mejorado y las crónicas lo describen como un joven risueño. Imitando lo que había visto en Francia, formó un grupo literario, reuniendo a su alrededor a una serie de jóvenes autores.

Entre los más asiduos a sus encuentros se encontraban Ernesto Noboa Caamaño (con quien había coincidido en Europa), Humberto Fierro y Medardo Ángel Silva, entre otros. Estos autores no solo sentían atracción por los poetas franceses, sino también por Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez.

En esa época, Borja y sus compañeros adoptaron un modo de vida bohemio, dando muestras continuas de ingenio y alegría. Su poema “Madre Locura” fue escrito durante ese periodo.

En cuanto a su vida personal, Arturo Borja comenzó un noviazgo con Carmen Rosa Sánchez Destruge, descrita por sus contemporáneos como una bella guayaquileña. Según parece, ambos se citaban con frecuencia en el cementerio, algo que da indicaciones sobre su carácter.

Periódico La Prensa

Dejando un poco al lado su faceta bohemia, Borja trató de asumir más responsabilidades. Para ello, aceptó dirigir la hoja literaria del periódico La Prensa.

Este medio, bastante cercano a posturas políticas revolucionarias, prestaba mucha atención a la gramática. Los enfrentamientos entre Arturo y un crítico literario por ese tema, acabaron por cansar al joven.

Por otra parte, en 1910 tradujo al español “Les Chants de Maldoror” del Conde de Lautréamont. Su trabajo fue publicado en la revista Letras.

Muerte de su padre

Un hecho luctuoso provocó un cambio en la vida que llevaba Arturo Borja. En 1912 su padre falleció, dejándole por herencia 8.000 sucres. El poeta decidió dejar de trabajar y solo dedicarse a escribir y realizar las actividades que más le gustaban.

Al recibir la herencia, Borja también comenzó a manifestar su intención de suicidarse cuando se le acabara el dinero de su padre. En ese momento, sus amigos no tomaron demasiado en serio esas palabras, pensando que solo era una broma macabra.

Sin embargo, los biógrafos apuntan que, muy posiblemente, Borja comenzó a tomar morfina en esa época, al igual que lo hacían sus compañeros Noboa y Caamaño. Antes de recibir la herencia no había podido adquirirla y, al poder pagarla, se convirtió en adicto.

Matrimonio

Después de un tiempo de noviazgo, Arturo Borja y Carmen Sánchez Destruge contrajeron matrimonio el día 15 de octubre de 1912, cuando él tenía 20 años. Ambos disfrutaron de varias semanas de luna de miel en una hacienda cercana a Guápulo.

Como muestra de sus sentimientos, dedicó algunos poemas a su esposa, como “En el blanco cementerio”.

Muerte

Como se ha apuntado anteriormente, ninguno de los amigos y compañeros de grupo literario de Arturo Borja había creído en su amenaza de matarse cuando se le acabara el dinero de la herencia.

Sin embargo, el poeta lo decía totalmente en serio. Así, el 13 de noviembre de 1912, una vez finalizada su luna de miel, Arturo Borja tomó una sobredosis de morfina que le causó la muerte.

De acuerdo a los cronistas de la época, ambos cónyuges habían llegado para suicidarse juntos. Por razones no explicadas, la esposa de Borja no llegó a cumplir con su parte y siguió con vida.

En aquel momento, todos los allegados, incluida la viuda, intentaron ocultar el suicidio para evitar el escándalo social. La versión que ofrecieron fue que falleció víctima de un colapso.

Obras de Arturo Borja

Arturo Borja murió cuando solo tenía 20 años. Por esta razón su obra no fue muy extensa, aunque los expertos afirman que bastan para probar la calidad del poeta. Fueron, en total, veintiocho poemas, la mayoría publicados póstumamente en el libro La Flauta del Ónix.

A pesar de esa escasa producción, Borja es considerado como uno de los pioneros del modernismo en Ecuador. Junto al resto de los componentes de la Generación Decapitada, llevaron al país una nueva manera de hacer poesía, tanto por el estilo como por la temática. 

Sus primeros trabajos muestran algo de optimismo, tal y como se puede observar en su poema “Idilio Estival”. Sin embargo, con el tiempo, su escritura va evolucionado hacia una temática más siniestra, con la muerte jugando un papel notable.

Los críticos afirman que los poemas muestran una profunda desesperación, tanta que llega a transformarse en un deseo de morir.

Algunos de sus poemas más reconocidos fueron “Madre Locura”, “Las flores lejanas” y “Flauta del Ónix”.

La Generación Decapitada

Arturo Borja formó parte de la llamada Generación Decapitada, un grupo literario compuesto por cuatro poetas ecuatorianos, durante las primeras décadas del siglo XX.

Formaron parte de ese grupo, además de Borja, Medardo Ángel Silva, Ernesto Noboa y Caamaño y Humberto Fierro. Se les considera como los precursores del modernismo en su país y su obra muestra una clara influencia de los poetas franceses y Rubén Darío.

La denominación “generación decapitada” apareció bastante después del fallecimiento de los cuatro poetas. A mitad del siglo XX, críticos y periodistas literarios encontraron similitudes entre las obras de los autores, agrupándolos dentro de una misma corriente artística.

El nombre de “Generación Decapitada” proviene de la muerte prematura de los cuatro poetas, todos fallecidos a una edad muy temprana.

Tanto Arturo Borja como sus otros tres compañeros eran de familias de clase alta. Su poesía se caracteriza por reflejar el hastío existencial, la duda eterna, los amores trágicos y la incomprensión de la sociedad.

Esta actitud tuvo su correspondencia en el modo de vida de los poetas. Primaba una actitud introvertida, acompañada de un consumo de drogas elevado. Era, en resumen, una manera de enfrentarse y rechazar una sociedad que consideraban deshumanizada.

Estilo y temática

La muerte era uno de los temas más comunes entre los poetas modernistas y Borja y el resto de sus compañeros de generación no fueron una excepción. Varios de sus poemas muestran un anhelo de muerte, glorificando sus rasgos.

Algunos críticos relacionan ese anhelo con una palabra francesa muy frecuente entre los modernistas franceses: ennui. Su significado es “estado de indiferencia paralizadora y de desgana de vivir”. Se trata de una definición que encaja a la perfección en la obra de Borja.

Por otra parte, los miembros de la Generación Decapitada dejan de escribir sobre la realidad y solo la sugieren mediante distintos símbolos. Describen, mediante estos recursos literarios, sentimientos de frustración, confusión o resentimiento.

Como ejemplo de lo anterior, los expertos señalan “Por el camino de las quimeras”, de Arturo Borja. En ese poema, el poeta afirma que la muerte es la única salida al dolor y al sufrimiento que sufre.

Musicalidad

Una de las características estilísticas de la obra de Borja es la musicalidad de sus creaciones. Incluso para describir los sentimientos más oscuros y negativos, como la melancolía o el tedio, Borja utilizaba un estilo brillante y melodioso.

Para conseguir ese efecto, el autor combina versos de medidas y ritmos diferentes, lo que acaba produciendo efectos sorprendentes y novedosos frente a la poesía anterior.

La Flauta de Ónix

Como se ha señalado, la temprana muerte de Borja hizo que no dejara demasiadas obras. Además, parte de ellas corrían el riesgo de perderse y de no llegar a ser conocidas por el gran público.

Por esa causa, un grupo de amigos del poeta decidieron pasar a la acción en 1920, ocho años después del fallecimiento de Borja. Fueron Nicolás Delgado y Carlos Andrade los que emprendieron la labor de publicar sus poemas en un libro al que llamaron La Flauta de Ónix.

Editado en la imprenta de la Universidad Central, el libro incluye poemas como “Primavera mística y lunar”, “Visión lejana”, “Vas lacrimae”, “Las flores lejanas”, además de otros más, todos de gran belleza.

Aparte de los propios poemas, el libro se convirtió en una pequeña joya gracias a sus ilustraciones. Los amigos del poeta realizaron ellos mismos los dibujos que acompañan a las 20 composiciones y 8 poemas que conforman La Flauta de Ónix.

Poemas

Sus obras más importante fueron:

– La flauta de Ónix.

– Poemas inéditos.

– Voy a entrar al olvido.

– Melancolía madre mía.

– Estola.

– Primavera mística y lunar.

– Idilio estival

Traducción

Además de su obra poética, Arturo Borja fue el autor de una destacada traducción de “Les Chants de Maldoror”, del Conde de Lautréamont. Gracias a sus conocimientos del francés, pudo publicar su versión en las páginas de Letras en 1910.

“Para mí tu recuerdo”

Uno de los poemas de Arturo Borja más famosos es “Para mí tu recuerdo”. Parte de ese reconocimiento le viene dado por la versión musical que realizó el compositor Miguel Ángel Casares Viteri.

Desde entonces, la obra ha sido interpretada por vocalistas destacados, como Carlota Jaramillo y Bolívar “El pollo” Ortiz.

Referencias

  1. Borja Arturo. Obtenido de enciclopediadelecuador.com
  2. Arturo Borja. Obtenido de en.wikipedia.org
  3. Arturo Borja. Obtenido de revolvy.com