Trastornos mentales/Psicopatología

Cromoterapia: qué es, aplicación, colores, usos, contraindicaciones


¿Qué es la cromoterapia?

La cromoterapia, también llamada terapia de color, es un método de medicina alternativa que utiliza las propiedades beneficiosas del color para tratar enfermedades. A pesar de que generalmente se la considera una pseudociencia, cada vez cuenta con más seguidores en todo el mundo.

Los efectos del color sobre los humanos se han estudiado durante siglos, pero fue a principios del siglo XX cuando se empezó a plantear la cromoterapia como una disciplina propiamente dicha.

El primer autor reconocido fue Dinshah P. Ghadiali (1873-1966), un americano de origen indio que creía que los colores eran en realidad potenciales químicos.

Según este autor, para cada órgano y sistema en el cuerpo, existe un color capaz de estimularlo y otro que lo inhibe.

Debido a ello, dedicó gran parte de su vida a estudiar cuáles eran los efectos de las distintas tonalidades en cada parte del organismo. A partir de ahí, poco a poco se fue desarrollando esta disciplina hasta llegar a nuestros días.

¿Cómo se aplica?

La cromoterapia implica utilizar la luz y el color de una manera particular. Por lo general, se puede hacer de dos formas. La más sencilla de ellas consiste en exponer al paciente a una fuente de luz de un tono determinado, normalmente mediante el uso de lámparas LED.

La otra forma, que se utiliza menos pero supuestamente es más poderosa, consiste en mezclar los efectos benéficos del color con los de una sauna.

El paciente es introducido en uno de estos recintos, y mientras el calor va aumentando, se cambia la iluminación a un tono determinado para conseguir distintos efectos.

La finalidad es lograr el equilibrio controlando alteraciones físicas, psicológicas y energéticas mediante el espectro cromático de la luz.

Conociendo los efectos básicos de los colores en el cuerpo y la mente, es posible realizar combinaciones propias con ellos y aplicarlos a todo tipo de situaciones.

El estudio de esta disciplina sigue su curso, y cada autor y practicante tiene sus propias fórmulas para aprovechar el poder del color sobre el organismo.

Los colores según la cromoterapia

La base de esta disciplina es el estudio de los efectos que provocan los distintos colores en el cuerpo y en la psicología. 

Rojo y rosa

En cromoterapia, el rojo y el rosa son considerados colores que cargan de energía a la persona, pues son estimulantes y aumentan los niveles de hemoglobina. Ayudan a relajar los músculos y liberarles de tensiones. Además, promueven el crecimiento celular y la salud del sistema circulatorio.

Normalmente, el uso de estos tonos se recomienda para problemas como resfriados, falta de energía, dificultades en la circulación, anemia, o simplemente para aumentar la vitalidad.

Por otro lado, el rosa puede ayudar a eliminar impurezas del torrente sanguíneo, a la vez que activa la circulación y fortalece los capilares, venas y arterias del cuerpo.

Amarillo

El amarillo ayuda a conseguir inspiración mental, activa las funciones psicológicas superiores y los ganglios linfáticos y fortalece el autocontrol. Se considera purificador.

Por ello, tiene un efecto muy beneficioso a nivel intelectual, y sirve para controlar los nervios. 

Además de esto, el color amarillo es muy bueno para tratar condiciones estomacales, del hígado y de los intestinos; y es capaz de ayudar en los procesos de cicatrización y expulsión de toxinas.

Es uno de los tonos más utilizados para combatir enfermedades del sistema digestivo y procesos postoperatorios.

Verde

El verde está considerado como el color más indicado para la curación. Se encuentra a mitad del espectro de color y es el más abundante en la naturaleza.

Puede utilizarse tanto para problemas corporales, como para aquellos que afectan a la mente.

En un sentido práctico, el verde afecta a todos los problemas del corazón, reduciendo la tensión y ayudando a curar muchas enfermedades cardiacas, así como infecciones.

Además, estimula la glándula pituitaria por ser un color estabilizante.

Azul

El azul se encuentra cerca de uno de los extremos del espectro visible. Normalmente se utiliza para todo aquello que tiene que ver con la relajación: por ejemplo, para tratar problemas de sueño, miedos y ansiedades, dolores musculares y una sobreactivación de la mente y los pensamientos.

Naranja

El naranja es una mezcla de rojo y amarillo. Tiene un efecto liberador sobre nuestra mente, siendo capaz, según la cromoterapia, de acabar con algunos de nuestros miedos y bloqueos psicológicos.

Combina el efecto energizante del rojo con una mejora de nuestra capacidad intelectual, activando cuerpo y mente a la vez.

Además, es cálido y estimulante, siendo capaz de despertar algunas de nuestras emociones más positivas y ayudándonos a entrar en un estado más sociable.

A nivel físico, este color ayuda a eliminar ciertos tipos de inflamación, dolores menstruales y estimula la tiroides.

Violeta

El violeta se encuentra justo en el extremo del espectro de luz visible. Se trata de una tonalidad que tiene una gran cantidad de efectos beneficiosos, y ayuda a purificar la sangre y aliviar el dolor.

El violeta ayuda a aumentar la inspiración y amplifica los efectos de prácticas como la meditación o el yoga. 

Índigo

Este es un color similar al azul oscuro, que puede ser especialmente efectivo en el tratamiento de algunas enfermedades y condiciones tanto del cuerpo como de la mente.

La principal diferencia del índigo con el azul normal es que tiene efectos sedantes mucho más poderosos. Por lo tanto, suele utilizarse para combatir el insomnio y otros trastornos del sueño.

Además, tiene un efecto beneficioso para enfermedades relacionadas con los ojos, la nariz y los oídos.

¿Qué dice la ciencia?

Desde sus inicios como disciplina, la cromoterapia ha tenido más detractores que seguidores dentro del mundo científico.

Hoy en día, es considerada como una pseudociencia; y un gran número de expertos advierten que confiar en ella como único tratamiento para una enfermedad puede tener consecuencias fatales.

Según la Asociación Americana Contra el Cáncer, “la evidencia científica de la que disponemos no apoya las afirmaciones de que usos alternativos de la luz conocidos como cromoterapia puedan ser efectivos en el tratamiento del cáncer o cualquier otra enfermedad”.

La cromoterapia es distinta a la fototerapia, que es la exposición a distintas longitudes de onda lumínicas. Por ejemplo, la terapia lumínica se utiliza para tratar problemas psicológicos como la depresión estacional o la ictericia del recién nacido.

Debido a ello, es probable que las afirmaciones de la cromoterapia sobre los efectos provocados por distintos tonos sean exageradas o directamente falsas. En todo caso, no debe ser usada como única terapia.

Aplicaciones

A la hora de hablar de las aplicaciones de la cromoterapia, tenemos que distinguir entre lo que dicen sus seguidores y lo que afirma la ciencia. Se trata de dos opiniones distintas sobre los efectos del color en el cuerpo y la mente, que deben ser estudiadas por separado.

Quienes creen firmemente en los efectos curativos de los colores afirman que se puede utilizar la cromoterapia para tratar todo tipo de enfermedades y problemas.

Por ejemplo, se supone que el color ayuda a combatir síntomas de dolencias como el cáncer, la epilepsia, la depresión y la ansiedad, además de evitar patologías del corazón.

Al mismo tiempo, se supone que utilizar el color puede ayudarnos a ser más creativos, a controlar mejor nuestros estados emocionales, y a potenciar los efectos de algunas disciplinas tradicionales como la meditación o la relajación.

Todo esto se magnifica, si se utilizan los colores en combinación con calor.

La respuesta de la ciencia

No existen estudios que respalden los efectos positivos del uso del color en el tratamiento de enfermedades.

Por ello, el consenso científico actual es que la cromoterapia realmente no tiene consecuencias beneficiosas ni para el cuerpo ni para la mente.

En este sentido, existen dos corrientes de pensamiento dentro del ámbito científico. Por un lado, ciertos investigadores piensan que esta disciplina puede provocar gran cantidad de consecuencias negativas.

Esto se debería a que algunas personas deciden confiar solo en el uso de los colores para tratar enfermedades graves, poniendo en riesgo sus vidas.

Por el contrario, otros científicos mantienen una mentalidad más tolerante; y creen que, mientras se emplee la terapia de color en combinación con otras formas de medicina que sí hayan sido estudiadas científicamente, esta no tiene por qué ser negativa de ninguna manera.

Posibles contraindicaciones

Incluso para los seguidores más fervientes de la cromoterapia, esta disciplina puede provocar algunos efectos adversos.

La mayoría de ellos provienen de utilizar colores poco indicados en situaciones concretas, lo que se supone que puede empeorar los síntomas de algunas dolencias.

Por ejemplo, en casos en los que el paciente sufra de ansiedad, estrés, irritabilidad o palpitaciones, está contraindicado exponerle a tonos rojos, rosas o naranjas. Se supone que esto puede aumentar sus problemas, llegando incluso a elevarlos a niveles peligrosos.

Lo mismo ocurre al contrario: en enfermedades como la depresión, el reumatismo, la gota o los resfriados, no se deben utilizar colores como el azul o el violeta. Se supone que estos colores fríos pueden paralizar aún más el cuerpo y la mente y acabar empeorando la situación.

Por otro lado, posiblemente el peor efecto secundario de la cromoterapia es el que ya hemos mencionado: que las personas que la utilizan no acudan a un médico cuando realmente tienen una enfermedad grave. Esto puede poner en riesgo su salud y sus vidas, evitando que reciban el tratamiento adecuado.

Referencias

  1. “What is chromotherapy”. Recuperado de bengreenfieldfitness.com.
  2. “What is chromotherapy?”. Recuperado de goodhealthsaunas.com.
  3. “Chromotherapy”. Recuperado de en.wikipedia.org.