Ciencia

Investigación-acción: qué es, características, ejemplos


¿Qué es la investigación-acción?

La investigación-acción es una metodología de investigación para indagar, en el interior de una comunidad y en los problemas que esta sufre, pero de un modo activo. Los miembros de la comunidad, mediante determinadas estrategias, estudian las situaciones que hay que mejorar y proponen diversas soluciones para los problemas planteados.

El psicólogo social Kurt Lewin fue quien acuñó el término “investigación-acción” en 1944. El concepto fue desarrollado posteriormente (en la posguerra) por diversos educadores e investigadores anglosajones para mejorar las situaciones sociales y educativas de distintas comunidades marginadas socialmente, como las bandas callejeras, o comunidades donde era difícil acceder a oportunidades laborales, etc.

Desde los años 70, al menos en los países del tercer mundo y en vías de desarrollo, la investigación-acción es una herramienta poderosa para identificar las diferentes problemáticas de distintos grupos sociales, y que dentro de estos mismos grupos surja la posible resolución.

En el ámbito educativo, por otra parte, la investigación-acción ha servido para armar el tejido curricular y establecer las áreas de estudio en, por ejemplo, comunidades indígenas, más acordes con sus realidades cotidianas.

Características de la investigación-acción

Es participativa

Todos los participantes de la investigación se vuelven ellos mismos investigadores activos de las problemáticas que aquejan a su comunidad. La investigación-acción exige una alta participación de la comunidad en pleno.

Es situacional

Una de las estrategias para identificar los problemas son los diagnósticos participativos, en los que interviene gran parte de la comunidad o sus representantes. Como todos conocen las circunstancias, son capaces de detectar situaciones menos favorecedoras.

Por otra parte, el hecho de que la misma comunidad identifique sus problemas hace que sea ella también la que establezca las soluciones a las situaciones específicas planteadas.

Es colaborativa

En el proyecto planteado, tanto los investigadores como las personas asistentes adquieren un rol de colaboración para solucionar los conflictos o las situaciones deficientes. Todos conocen la situación de la comunidad y todos colaboran en el proyecto para que este sea efectivo.

Sin jerarquías, democrática

Esta característica se deriva de la anterior. Ya que todos, investigadores y asistentes, participan en la identificación y resolución de los problemas, no hay directores o encargados: todos por igual asumen un rol activo, democrático e igualitario, en función de su capacidad para detectar problemáticas y soluciones.

Autoevaluación

Continuamente se evalúan aquellas innovaciones o cambios incorporados para ver si en realidad mejoran la situación. Si no es así, se estudian otras propuestas en función de las necesidades.

En este sentido, genera en los participantes una mayor toma de conciencia sobre las distintas problemáticas de la comunidad y los recursos y fortalezas con que cuenta para salir adelante.

No produce conocimiento general

Es un método de investigación cuyo objetivo no es producir conocimientos generales sino resolver problemáticas puntuales de comunidades específicas.

Investigación-acción educativa

La investigación-acción en la educación ha sido ampliamente utilizada, sobre todo a partir del enfoque interpretativo que el investigador británico John Elliott aportó desde la década de 1970. Su enfoque se aleja notablemente del propuesto por Kurt Lewin y otros, el cual forma parte del empirismo racional, y por lo tanto inscrito en el paradigma positivista.

Por el contrario, Elliott se esforzó por lograr un cambio importante en el contenido curricular cuyo resultado debía ser que el docente, mediante su formación profesional y su práctica docente dentro de la escuela, transformara el paradigma educativo. Este investigador es uno de los principales impulsores de la etnosociología en el marco de la investigación educativa.

En América Latina, seguidores de la tendencia de investigación-acción crítica y participativa condujeron sus investigaciones por otros rumbos, como Paulo Freire y Fals Borda, cuyas investigaciones se basaban en la visión de una investigación-acción crítico-emancipadora, tesis fundamentada en la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt.

Esta línea se aleja de Elliott en el sentido de que su enfoque se dirige a la educación popular –no formal– en comunidades de pocos recursos y tradicionalmente consideradas como excluidas. Su enfoque es, por lo tanto, humanista.

Ejemplos de investigación-acción educativa

  • Con la investigación-acción educativa se ha logrado transformar la malla curricular de escuelas indígenas en Venezuela, aportando temas y materias que tienen que ver con la realidad cotidiana de los estudiantes. Por ejemplo, adecuar las plantillas de letras a los distintos idiomas hablados, o los animales representados: en lugar de poner elefantes o jirafas –que no se ven en América–, poner osos palmeros, dantas, jaguares, etc.
  • Transformación curricular para los docentes: se logra mediante reuniones entre los distintos sectores educativos, profesores universitarios, profesores de educación media y de educación inicial y primaria, así como directivos de escuelas y padres y representantes de los alumnos. Con la investigación-acción educativa, se establecen las pautas de formación para los distintos niveles y se adecúa la misma según las regiones donde se ubiquen las escuelas (rurales, urbanas, indígenas, etc.).
  • Adecuación de la educación en escuelas excluidas, ubicadas en los cinturones marginales de las grandes ciudades (Ciudad de México, Río de Janeiro, Lima, etc.): a través de reuniones con educadores, alumnos y padres, se diagnostican los principales problemas que sufren los alumnos al ir a la escuela: inseguridad, falta de insumos, nivel de apoyo en casa, apoyo docente, etc. En función de la problemática, todos los sectores proponen soluciones.
  • Combatir el bullying: en una escuela donde los niveles de acoso escolar son altos, se reúnen docentes, directores y padres de alumnos. Se identifican los problemas y se prepara tanto a docentes como a padres para reconocer las señales de bullying. Luego, se incorporan los alumnos y se les explica que las burlas y el maltrato merman la autoestima de todos, y que el silencio es una forma de complicidad.

Investigación-acción participativa

La investigación-acción participativa se ha enfocado sobre todo en comunidades, donde se enfatiza tanto la participación de la misma como la acción para resolver los problemas identificados.

Como hemos dicho a lo largo de este artículo, la investigación-acción, especialmente la participativa, busca comprender el mundo y transformarlo a través de acciones concretas y de la reflexión.

Esta rama de la investigación-acción se basa en la experiencia y en la historia social de la comunidad. El diagnóstico identifica la historia personal y colectiva, cómo se formó la comunidad, sus antecedentes, incluso un mapa mental de su ubicación en el entramado social.

A continuación se van identificando los problemas que la aquejan: falta de escuelas, inseguridad social, niveles de delincuencia, cuántas familias sin ingresos, cuántas viviendas disponibles o faltantes, etc.

Basándose en los datos facilitados por la comunidad, se toman acciones para el cambio social, que es el objetivo último de la investigación-acción participativa: cambiar la realidad de excluida de una comunidad e incorporarla activa y positivamente al ejercicio social y económico mediante el empoderamiento de sus miembros.

Una de sus principales características es que no se queda solo en la identificación situacional y problemática, sino que procura establecer líneas de acción para cambiar la realidad. La finalidad es la acción social como herramienta de transformación.

Ejemplos de investigación-acción participativa

  • Mejorar la alimentación en una escuela de pocos recursos de Medellín: docentes, alumnos y padres se reúnen para mejorar la alimentación en la escuela. Entre las fortalezas, se reconoce un espacio externo suficiente como para instalar un huerto escolar. Mediante el diagnóstico se conocen los gustos alimentarios de toda la comunidad y basándose en eso y en conocimientos empíricos de docentes y padres, se establece qué hortalizas se cultivarán, de acuerdo con las condiciones climáticas y de suelo.
  • Protección de los niños en situación de calle en un barrio marginado de Caracas: la comunidad se reúne e identifica uno de sus problemas: muchos niños menores de 10 años viviendo en las calles. La comunidad decide utilizar un galpón abandonado y transformarlo en un lugar de acogida para estos niños. Mediante donaciones, se obtiene comida, camas, juguetes, y diversas personas de la comunidad se ofrecen como cuidadores.
  • Comedores populares para las personas de bajos recursos: en una comunidad donde se ha identificado un número importante de familias de bajos recursos, los miembros deciden abordar una acción social para paliar la difícil situación del acceso a los alimentos. En este sentido, se instala un comedor popular en la parte más céntrica del barrio, que permita que estas personas puedan acceder a las tres comidas diarias.
  • Alfabetización de adultos: en una comunidad se ha identificado el problema de que muchas personas mayores no saben leer ni escribir. La iglesia local y organizaciones laicas que hacen vida en la comunidad ofrecen sus instalaciones y sus conocimientos para dar clases a estas personas.