Talabartería: origen, materiales, herramientas, productos
La talabartería o guarnicionería es el oficio que se ocupa de la confección de arreos y guarniciones en general para animales de silla y tiro. Entre los productos que elaboran se encuentran por ejemplo los cabestros, cinchas, riendas, bozales, colleras, gamarras, cinchuelos o monturas.
La palabra “talabartería” viene de “talabarte”, una especie de cinto o cinturón que colgaba de la espada. Por su parte, a quien ejerce esta profesión se le conoce como “talabartero”, y se le define como un artesano que está capacitado para ejecutar una gran variedad de artículos de cuero y suela, y que están vinculados con animales de silla y tiro.
Se trata de un oficio totalmente artesanal y por lo general el arte del talabartero se pasa de generación en generación entre las familias, con mayor ocupación del hombre. Como todo trabajo a mano, el precio que se paga por cualquier tipo de pieza puede ser alto, dependiendo además del material que se utilice y su nivel de complejidad.
Entre los materiales que más inflan el precio, se encuentra el cuero en primer lugar, seguido de los metales que se podrían colocar. De todos modos, lo más caro nunca deja de ser la mano de obra del artesano.
Algunos de los países que son reconocidos por su calidad en la talabartería son aquellos que tienen una larga tradición ecuestre, como Argentina, Chile, México, Inglaterra o España.
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El trabajo sobre el cuero nació con las primeras actividades humanas desarrolladas en el ámbito campestre. Los primeros aborígenes y posteriormente los campesinos fueron los pioneros en el trabajo sobre este material, haciendo grabados a través del calor.
Los historiadores no se ponen de acuerdo en fechar precisamente, por ejemplo, cuándo fue creada la montura que se coloca sobre los caballos, sin embargo hay registro de que ya era utilizada en el Imperio romano en el siglo I a.C. Otros en tanto señalan que los asiáticos nómades fueron los primeros en dominar la técnica.
Desde entonces, si bien los diseños y formatos fueron cambiando con el paso del tiempo, lo que se mantiene inalterable es su carácter artesanal, algo característico de la talabartería.
A continuación, el detalle de los herramentales básicos del que se vale un talabartero o talabartera:
Tabla de manera
La misma deberá ser blanda para poder tratar mejor los materiales a trabajar y sobretodo realizar los cortes de una manera más cómoda.
Cinta métrica
Claro que se usará para tomar medidas. A esta se suma una regla rígida y un compás métrico para las medidas circulares.
Lezna
Es una punta de acero filosa con forma triangular que se usa para agujerear el cuero o la suela con el fin de realizar la costura con un hilo especial.
Trincheta
También conocido en algunos países como “cutter” (y llamados oralmente “cúter”). En especial se usan las de hojas de 20 a 30 centímetros de largo por 3 o 4 cms de ancho. Su función es la de cortar el cuero o la suela.
Piedra de afilar
Destinada a sacar filo a los distintos herramentales cortantes que se utilizarán.
Sacabocados
Son similares a las “agujereadoras”, y sirven para practicar agujeros de un tamaño mayor al que resultarían con la herramienta antes mencionada.
Pinzas
Son usadas durante el proceso de costura. Se tratan de tenazas especialmente usadas para hacer más fácil la costura de distintas piezas de cuero o suela.
Pie cuello de cisne
Sirve para colocar y remachar los clavos en las suelas de los zapatos.
Afirmador o tirapie
Se trata de una tira de cuero o una tela muy resistente que se posa sobre las piernas del talabartero o talabartera los distintos cueros durante los arreglos.
Escofina
Sirve para raspar el cuero, “pulirlo” y emparejarlo cuando sea necesario. La escofina tradicional (también conocida como “raspa”) presenta en sus dos caras cuatro clases diversas de dentatos.
Punzón
Es una punta de acero muy filosa que no se usa para perforar, sino para marcar sobre el material dónde irán los clavos.
Hilo
No se trata de uno común y corriente. Es fabricado con fibras de lino o cáñamo (este es más áspero que el primero), puede tener distintos grosores y es ideal para costuras muy resistentes.
Pez
Así se llama a una resina que se mezcla con cera virgen o aceites. A esta se la usa para impermeabilizar y fortalecer aun más el hilo.
Cerdas
Pueden ser de cerdo o de jabalí y son claves para efectuar las costuras, por lo que se emplean junto al hilo.
Remaches
Los remaches se suelen usar en la talabartería para unir dos piezas cuando no es necesaria una costura.
Entre los productos que más fabrican los guarnicioneros (o talabarteros) se encuentran las sillas de montar, las cuales las hay de diversos tipos: vaquera o jerezana, vaquera mixta, silla española, inglesa, western, australiana o portuguesa, entre otras.
Dentro del mundo de la hípica hay una gran variedad de accesorios que complementan la montura del caballo para poder domar al animal con mayor facilidad y comodidad (tanto para el ser humano como para el animal).
Entre ellas se encuentran las cabezadas (una serie de cintas que rodean la cabeza, la frente y el hocico del caballo), mosqueros (flecos que caen sobre la frente del animal), martingalas (usadas para que no levante la cabeza y el jinete no pierda contacto con la embocadura), gamarras (complemento de las últimas), baticolas (correa de cuero donde se introduce la cola), cinchuelos (es una cincha ancha, de cuero y va colocada sobre la tripa hacia la parte delantera), cinchas (con la cual se abrocha la montura y es de cuero), polainas (protecciones para las piernas del jinete), collares, amarres o riendas (con las cuales el jinete comanda al caballo).
Otros usos
La talabartería además se encarga de trabajar sobre otros rubros funcionando como complemento, es decir que también está involucrada en la terminación de objetos que tienen al cuero como principal material (almohadas, fundas para escopetas, navajas o hasta para celulares, pelotas de fútbol, tapizados, acolchados, capotas, etc). En estos casos, el rubro es conocido como “marroquinería” dentro del mundillo de la moda.
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