Saco de Douglas: funciones y patologías
El saco de Douglas o bolsa rectouterina es una extensión del peritoneo y está unido anteriormente con el útero y el fórnix posterior de la vagina y posteriormente con el recto en la mujer. El término fue derivado de el anatomista escocés James Douglas, quien condujo estudios enfocados a la anatomía femenina.
Este saco tiene gran importancia clínica. El suelo de esta estructura está a tan solo 5.5 cm del ano. Al realizar un examen rectal o vaginal, cualquier anormalidad puede llegar a ser sentida fácilmente.
Siendo la parte más dependiente, pus, sangre, o fluidos ascíticos tienden a acumularse allí; estos fluidos pueden ser drenados o muestras pueden ser colectadas desde el fornix posterior de la vagina.
El peritoneo baja de la pared abdominal anterior hacia la superficie superior de la vejiga urinaria. Luego se desplaza directamente sobre la superficie anterior del útero.
A partir de allí se desplaza hacia abajo y cubre la parte superior de la superficie posterior de la vagina, en donde forma la pared anterior junto con el saco de Douglas.
Índice del artículo
Ocho ligamentos mantienen al útero en su posición normal al anclarlo a la cavidad pélvica. Algunos de estos ligamentos son en realidad extensiones del peritoneo parietal en diferentes direcciones:
- El ligamento posterior o saco de Douglas.
- Los dos ligamentos anchos son pliegues dobles del peritoneo que forman una especie de partición a través de la cavidad pélvica. El útero se suspende a través de estos dos pliegues.
- Los dos ligamentos utero-sacrales son extensiones del peritoneo desde la superficie posterior del putero al sacrum, uno en cada lado del recto.
- El ligamento anterior es el pliegue del peritoneo formado por la extensión del peritoneo en la superficie anterior del útero hasta la superficie posterior de la vejiga. Este pliegue está localizado anteriormente y forma el saco vesicouterino, el cuál es menos profundo que el saco de Douglas.
- Los dos ligamentos redondos son cuerdas fibromusculares que se extienden desde los ángulos superior y exterior del útero a través de los canales inguinales y terminando en la labia majora.
La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección en los órganos reproductivos femeninos. Esta es una de las más serias complicaciones de enfermedades de transmisión sexual en las mujeres.
Puede llevar a daños irreversibles en el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, entre otras partes del sistema reproductivo femenino. También es conocida como la principal causa de infertilidad en mujeres.
La enfermedad inflamatoria pélvica ocurre cuando los organismos causantes de la enfermedad viajan desde el cérvix hasta el tracto genital superior. Los síntomas generalmente son dolor en el abdomen bajo junto con dolor de espalda.
En busca de diagnosticar la causa los doctores generalmente ordenan barridos cervicales y también una colecta de fluidos provenientes del saco de Douglas. La enfermedad es usualmente tratada con antibióticos y los fluidos empiezan a ser absorbidos con el tiempo.
Una bolsa de pus durante una infección de las trompas de Falopio y los ovarios es conocida como un absceso ovárico. Estos pueden desarrollarse en mujeres que tienen una enfermedad inflamatoria pélvica. Los fluidos generados por esta infección tienden a ser colectados en el saco de Douglas.
Estos abscesos son diagnosticados con exámenes físicos o ultrasonido. El tratamiento es usualmente con antibióticos, pero si la infección persiste, el absceso tiene que ser drenado.
El drenaje es realizado con una aguja larga que corta el absceso durante una laparoscopia o laparotomía. En ocasiones toda la trompa infectada tiene que ser removida quirúrgicamente.
Los lunares hidatiformes son una rara masa o crecimiento dentro del útero al principio de la gestación. Este es resultado de mucha producción de tejido que debería convertirse en la placenta. En estos casos se dan procesos inflamatorios con fluidos que pueden ser observados en el saco de Douglas.
Un examen pélvico podría mostrar signos similares a un embarazo normal. El tamaño del útero podría ser anormal y podrían no haber latidos provenientes del bebé gestante. Se puede presentar sangrado vaginal. En estos casos se recomienda una dilatación y legrado para tratar los lunares hidatiformes.
Este tipo de embarazo se da cuando el huevo fertilizado se implanta en las trompas de Falopio o en algún otro lugar del abdomen. En estos casos el embarazo no puede continuar y se requiere de un tratamiento de emergencia. Los síntomas incluyen entre otros sangrado leve vaginal y dolor pélvico.
Las mujeres con más riesgo de presentar este tipo de embarazos son aquellas que han presentado enfermedades inflamatorias pélvicas en el pasado, con implicaciones en el saco de Douglas.
De no ser tratado, esta anormalidad puede llevar a la ruptura de las trompas de Falopio con un sangrado interno severo.
La endometriosis es una anormalidad en la que el endometrio, el cual es el tejido que normalmente forra el interior del útero, comienza a crecer por fuera del útero. Este tejido que no está en su lugar, también sangra cuando la mujer menstrua y algo de esa sangre puede llegar a ser colectado en el saco de Douglas.
Esto puede llevar a una complicación secundaria conocida como dispaneuria, en la cual se hace doloroso para la mujer tener relaciones sexuales.
La peritonitis es una inflamación del peritoneo y es usualmente causada por una infección bacteriana o fúngica. Si no es tratada, la infección rápidamente puede extenderse hacia la sangre y a otros órganos causando la falla sistémica de todos los órganos y la muerte. Esta enfermedad causa un fluido excesivo que puede ser colectado en el saco de Douglas.
Los quistes en los ovarios son sacos llenos de fluidos dentro o en la superficie de los ovarios. Muchos quistes pasan inadvertidos, pero otros pueden llegar a romperse causando serias complicaciones. El fluido producto de la ruptura se acumula en el saco de Douglas.
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