Las 5 Leyendas de Moquegua Más Populares
Algunas de las leyendas más conocidas de Moquegua son el manantial de los camarones, la chica de Acacollo, el chuyachaqui o la sirena de Mollesaja.
Moquegua pertenece a uno de los departamentos que constituye la República de Perú. Este lugar está repleto de historias y leyendas, muchas de ellas hablan de brujas, hechizos, demonios, duendes o espectros.
Esta ciudad fundada en el año 1626 bajo el nombre de Villa de Santa Catalina de Guadalcázar del valle de Moquega y fue reconocida como ciudad en el año 1823.
Desde mucho tiempo atrás, los habitantes de la zona peruana siempre han sido muy supersticiosos y creyentes. La religión y la obediencia sobre algunos ritos siempre han corrido por sus venas durante muchas generaciones.
El miedo a padecer un mal hace que las leyendas tomen fuerza en ciertos lugares de Moquegua. A continuación te contamos cinco de sus leyendas más conocidas.
Principales leyendas de Moquegua
El Manantial de los Camarones
Hace mucho tiempo, cuando Muylaque -pueblo de la región de Moquegua- era pequeño, estaba prohibido acercarse a determinados desfiladeros.
Al parecer, en esos lugares habitaba el diablo, el cual podía transformarse en animales raros. Cualquiera que se atreviera a desafiarlo se volvía loco hasta morir.
Después de varios años y generaciones, las advertencias se fueron difuminando. Cuando ya nadie hacía caso de los consejos de los ancianos, se fueron construyendo caminos para poder acceder a las cortaderas.
Un joven cegado por la cantidad de cortaderas sintió la necesidad de beber agua. Se acercó a un chorro de agua que brotaba del manantial y se quedó sorprendido al ver enormes camarones sumergidos. No pudo resistirse a la tentación de cogerlos a escondidas y llevarlos a su casa.
Después de cocinarlos y compartirlos con su familia, toda ella murió. Al parecer se trataban de animales encantados.
Actualmente se sigue respetando mucho ese desfiladero. Las voces humanas siguen percibiéndose, al igual que los animales desproporcionados e incluso una anciana merodeando. Los que se atreven a cruzarlo pasan corriendo para no ser atrapados.
La chica de Acacollo
Hace muchos años, en lo alto de Acacollo habitaba una chica con aspecto de nube. Todas las noches descendía al pueblo para hacer su aparición.
Se trataba de una encantadora de hombres y chicos jóvenes, y todo aquel que no creía en ella terminaba muriendo o enloqueciendo.
Una noche descendió para descansar en el primer piso de un taller. Los dueños de la casa quedaron atónitos y nada hicieron para molestarla ante el miedo a morir.
Desde entonces esa habitación pertenece a la encantadora de Acacollo, la cual baja a descansar todas las noches y no se la debe molestar.
Chuyachaqui
El chuyachaqui es un hombrecito enano con sombrero grande, algo parecido a un duende. Según los habitantes de la selva de Iberia, este duende se dedica a raptar niños.
Al parecer, cuando hay presencia de niños en la selva, éste los induce a perseguirlo para quedárselos.
En una ocasión, una madre pudo ver cómo su hijo perseguía un chuyachaqui. La mujer no fue capaz de alcanzarlo y terminó por perderlo de vista.
Gracias a unos expertos que conocían bien la selva, lo encontró cinco días más tarde. Su estado estaba muy deteriorado lleno de magulladuras y deshidratado, además de estar en estado de shock.
Un fuego misterioso
El fuego misterioso consiste en una llama que aparece en algunas zonas de los cerros de Moquegua. Se dice que bajo la llama se esconde un tesoro, y el que quiera hacerse con él deberá entregar una vida a cambio, en caso contrario morirá.
No se sabe de donde provienen los tesoros, solo se sabe que vienen cargados de oro. Los habitantes de la zona dicen que ese misterioso fuego transforma a las personas en seres avariciosos.
Sirena de Mollesaja
La sirena de Mollesaja es una hermosa mujer mitad humana y mitad pez que habita en las cataratas que dan nombre a esa belleza femenina.
Esta sirena emite una melodía muy especial cuando toca la guitarra. Se dice que hace su aparición en las denominadas “horas malas”, a las 12 del mediodía y a las 12 de la noche.
Cuando se acerca la hora, los habitantes de la zona dejan sus guitarras en las cataratas de Mollesaja para que la sirena las afine.
Cuando alguien toca la guitarra en el pueblo y suena una agradable melodía, se dice que “esa guitarra ha sido afinada por la sirena”.
Referencias
- Moquegua. (1997). Cuentos y Leyendas de Moquegua. 2017, de Scribd Sitio web: Cuentos y Leyendas de Moquegua-Tradición Oral
- Wikipedia. (2016). Departamento de Moquegua. 2017, de Wikipedia Sitio web: Departamento de Moquegua
- Pablo Mar Camino. (1997). Cuentos y Leyendas. 2016, de casa de la Cultura Moquegua Sitio web: Casa de la Cultura Moquegua-Cuentos y Leyendas
- Editores EnciclopediaBritannica. (2015). Moquegua. 2017, de Encyclopedia Britannica Sitio web: britannica.com