Historia

El golpe de Estado de los peninsulares


Se llamó golpe de Estado de los peninsulares a la rebelión dirigida por Gabriel de Yermo y 300 peninsulares más para derrocar al virrey José de Iturrigaray, el 15 de septiembre de 1808 en el virreinato de Nueva España, colonia americana de España.

Como resultado de este golpe de Estado, Pedro Garibay fue proclamado nuevo virrey, justificando la violenta medida como un acto en cumplimiento de la voluntad popular.

Los orígenes del golpe se fundamentan en un mal manejo de las políticas económicas dirigidas por la Corona y una profunda crisis en el territorio de España.

También tuvieron influencia la invasión de Napoleón Bonaparte al territorio español y los problemas administrativos internos en la Colonia. Este golpe sería el primer paso hacia la independencia mexicana.

Antecedentes políticos en Europa

El reinado de Carlos IV afrontaba en el año 1804 una grave crisis financiera, por lo que se dispuso la posibilidad de préstamos, llamados vales reales, que produjeron el endeudamiento de gran parte de la población en las colonias.

Mientras tanto, Napoleón Bonaparte consolidó su poder en Europa y fue nombrado emperador de Francia.

Los conflictos bélicos entre las grandes potencias de Europa, Francia e Inglaterra, con los que España cooperaba en forma secreta, profundizaron el descontento del pueblo español a partir de la derrota de la armada española en la batalla de Trafalgar.

El primer ministro Manuel Godoy, respaldado por el pueblo y la corte, presiona a Carlos IV para que renuncie al trono a favor de su hijo Fernando.

Napoleón decide apresar a Carlos IV y a su hijo Fernando, los obliga a abdicar y proclama monarca de España a su hermano José Bonaparte.

Golpe de Estado de los peninsulares en Nueva España

En el nuevo continente, Manuel Godoy respaldó el nombramiento de José de Iturrigaray como virrey.

Los vales reales, una de las medidas económicas tomadas por el nuevo virrey, provocaron una reacción muy negativa entre los criollos y los peninsulares.

La situación se agravó con la invasión de Napoleón Bonaparte a España, ya que muchos peninsulares le exigieron a Iturrigaray que se mantuviera fiel a Fernando VII.

Como consecuencia se organizó la Junta de México, para sostener el normal funcionamiento político y social hasta la proclamación del monarca legítimo español.

Las ambiciones políticas de José de Iturrigaray

Con la figura del hermano de Napoléon Bonaparte como rey de España, la incertidumbre y la inestabilidad política hicieron que corrieran rumores de que el virrey Iturrigaray quería convertirse en el regente de Nueva España.

A estos rumores se sumó el descontento por la implementación de los vales reales, que permitía incautar fondos de las autoridades eclesiásticas.

Finalmente, el grupo de peninsulares irrumpió en el palacio virreinal y apresó al virrey y su familia. Al virrey se le acusó de traición a la Corona, fue trasladado a España para su enjuiciamiento y murió pocos años después.

También se encarceló a importantes hombres de las letras y la política por sus ideas progresistas y de independencia. La gesta de la independencia de México había comenzado; esta finalmente llegaría en 1821.