Historia

Todo para el pueblo, pero sin el pueblo: significado y origen


todo para el pueblo pero sin el pueblo

Todo para el pueblo pero sin el pueblo“, cuya frase original en francés es “Tout pour le peuple, rien par le peuple” es una frase que se originó en Francia. Hace alusión a la idea de un poder casi absoluto sostenido por un gobernante, el cual brinda a su pueblo aquello que necesita, pero sin darle mayores atribuciones sociales o políticas que puedan descentralizar su régimen.

La frase ha sido adjudicada a muchos gobernantes que expresaban abiertamente su ideología déspota. Desde el rey Luis XV de Francia hasta el rey Carlos III de España, pasando por la reina Catalina II de Rusia.

La raíz histórica de esta frase se relaciona con el despotismo ilustrado, también conocido como Absolutismo Benevolente, una forma de gobierno donde el rey tiene todo el poder y no necesita justificar sus acciones y donde el pueblo no debe criticar o juzgar dichas acciones.

El principio básico de este movimiento político era sustentar un estilo de vida agradable dentro una sociedad, pero sin darle poder o decisiones realmente importantes a sus habitantes.

Así, los monarcas brindaban salud, educación básica, economía apenas estable y desarrollo cultural, pero siempre negaban las opiniones o ideas del pueblo.

Todo para el pueblo, pero sin el pueblo: más que una simple frase

El despotismo ilustrado se convirtió en la forma predilecta de gobierno en el siglo XVIII. Para ese entonces los monarcas establecían reformas legales, sociales y educativas inspiradas por las ideologías de un movimiento precursor denominado “La Ilustración”.

Entre los más destacados déspotas ilustrados estaban Federico II (el Grande), Pedro I (el Grande), Catalina II (la Grande), María Teresa, José II y Leopoldo II. Típicamente instituyeron reformas administrativas, tolerancia religiosa y desarrollo económico, pero no propusieron reformas que minaran su soberanía o interrumpieran el orden social.

La Ilustración

Los principales pensadores de la época de la Ilustración son acreditados por el desarrollo de las teorías del gobierno crítico para la creación y la evolución de la moderna sociedad civil impulsada por el Estado democrático.

El despotismo ilustrado, también llamado absolutismo ilustrado, fue una de las primeras doctrinas resultantes de los ideales gubernamentales de la Ilustración.

El concepto fue descrito formalmente por el historiador alemán Wilhelm Roscher en 1847 y sigue siendo polémico entre eruditos.

Los déspotas ilustrados sostenían que el poder real emanaba no de un derecho divino, sino de un contrato social por el cual un déspota tenía el poder de gobernar en lugar de cualquier otro gobierno.

En efecto, los monarcas del absolutismo ilustrado fortalecieron su autoridad mejorando la vida de sus súbditos.

Esta filosofía implicaba que el soberano conocía mejor los intereses de sus súbditos que ellos mismos. El monarca que asumía la responsabilidad de los temas impidió su participación política.

La diferencia entre un déspota y un déspota ilustrado se basa en un amplio análisis del grado en que abrazaron el Siglo de las Luces.

Sin embargo, los historiadores discuten la implementación real del despotismo ilustrado. Distinguen entre la “iluminación” personal del gobernante versus la de su régimen.

Los principales déspotas ilustrados

Debido a la importancia de sus actos como gobernantes:

Federico II de Prusia

Fue el déspota más transcendental de Prusia y revolucionó las costumbres penitenciarias, inhabilitó la persecución y sufrimiento que su padre practicaba en los nobles, estableció escuelas para suscitar la educación, favorecer la manufactura cultural y lucrativa, y decretó la filosofía religiosa.

Catalina II la Grande

Reinó la Rusia monárquica desde 1729 hasta 1796. En sus tiempos edificó escuelas y sanatorios, transformó y actualizó algunas capitales, sistematizó la Administración Pública y puso obstáculos a la Iglesia.

José II de Alemania

El rey de Alemania derogó la esclavitud y acabó con la tortura, hizo propios los bienes que pertenecían a la iglesia, creó colegios, clínicas y hogares de ancianos, otorgó el libre ejercicio de culto a todas las religiones, y estableció tributos sobre la clase sacerdotal de la iglesia católica y la aristocracia.

Marqués de Pombal

Fue un portugués que preparó y dirigió cambios burócratas, financieros y generales que estimularon el desarrollo del comercio. Además autorizó el exento de tributos para las exportaciones, instituyó el Banco Real, desterró a los jesuitas que vivían en su nación y avivó a la milicia.

La mayoría de las innovaciones originadas por los tiranos ilustrados duraban poco. La gran parte de los cambios que implementaban eran luego abolidos por los reyes que gobernaban después que ellos.

Final del despotismo gracias a la revolución

El despotismo se implantó en toda Europa alrededor de la segunda mitad del siglo XVIII. Se trató de una combinación de elementos absolutistas del régimen político de la época con nuevas nociones provenientes de la ideología ilustrativa.

Sin embargo, muchos pensadores de la época debatían el origen del poderío a distancia de la corona. En busca de una explicación racional para la ignorancia del pueblo en los asuntos sociales, personajes como Rousseau, intentaron hacer que el pueblo se sublevara al gobierno explicando que la potestad era procedente del pueblo y no del rey.

Para lograr esto, los líderes adoptaron una apariencia de autoridad que buscaba la protección del pueblo y el progreso artístico, pedagógico, productivo, manufacturero y científico.

No obstante, se hacía caso omiso de las opiniones del pueblo, lo que llevó al lema “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

Las torturas fueron extirpadas y la condena de muerte casi se extinguió. La iglesia veía su poder, subordinado al Estado, la burocracia expandida, y las entidades estatales estaban centralizadas.

El despotismo ilustrado había pretendido de manera sombría fortificar el imperio de los reyes sin perturbar la organización de la autoridad y las libertades de cada clase social. Se imitó la estructura social del antiguo régimen para no tener que lidiar con la aristocracia.

A pesar de la astucia de los gobernantes, el deterioro del área política para la porción de la gente más poderosa de la esfera económica, los burgueses, que debían soportar la mayor carga fiscal, produjo la muerte del sistema y conllevó al nacimiento de la dictadura monárquica que comenzó a tomar forma con la Revolución Francesa en 1789.

Referencias

  1. José María Queipo de Llano (Conde de Toreno), Historia del levantamiento, guerra y revolución de España, edición de 1872 (apareció en 1836-1838), pg. 48.
  2. Adolphus Richter & Co.. (1834). The Foreign Quarterly Review, Volumen 14. Google Books: Treuttel and Würtz, Treuttel, Jun, and Richter.
  3. The Editors of Encyclopædia Britannica. (Jan 8, 2014). Enlightened despotism. Jul 11, 2017, de Encyclopædia Britannica, inc. Sitio web: britannica.com