Pedúnculo: qué es, características, estructura, tipos, funciones
¿Qué es el pedúnculo?
El pedúnculo, en botánica, es una estructura floral o rama que se encarga de sostener a las flores o las inflorescencias. Es de contextura herbácea, aunque en algunas especies se torna más leñoso.
El término “inflorescencia” hace referencia a un conjunto de flores que se arreglan juntas en un tallo y nace de una sola rama –o de un complicado arreglo entre estas últimas–. Ejemplos comunes de inflorescencias son las magnolias, el tulipán y el trigo.
Tras ser fecundada, la inflorescencia pasa a ser un fruto (en este caso el término correcto sería infrutescencia) y el pedúnculo continúa dándole sostén, convirtiéndose básicamente en una prolongación del tallo. En caso de que el fruto sea muy pesado, el pedúnculo es más grueso y fuerte para poder sostenerlo.
En cuanto a su estructura, el pedúnculo es básicamente un tallo, con los haces vasculares típicos. En ciertos casos, puede presentar elementos adicionales, como las brácteas o tricomas, o se puede encontrar ramificado.
Los botánicos han clasificado a los pedúnculos florales en casi diez categorías, basándose en la forma del mismo y en la manera en que la flor está anclada a él.
También es posible que la flor no presente esta estructura. En este caso, se denominan flores sentadas o flores sésiles. El término para las flores que sí poseen el pedúnculo, es pedunculada.
Características del pedúnculo
– El pedúnculo floral se caracteriza por ser la prolongación que sujeta a las inflorescencias y se ensancha en una de sus porciones terminales.
– Esta región se comporta de forma similar a una yema, pero en vez de producir hojas verdaderas, se encarga de generar los cuatro verticilos que dar origen a la flor.
– Este grupo de piezas (los antófilos estériles: sépalos y pétalos y los fértiles: estambres y carpelos) generalmente se disponen de manera concéntrica.
– La longitud del pedúnculo puede variar en gran medida dependiendo de la especie de la planta. En ciertas flores puede llegar a estar muy reducido, mientras que en otras está totalmente ausente.
– En caso de no existir el pedúnculo, se aplica el término sésil o sentada para expresar la falta de soporte. En botánica, el término también se aplica a la hoja cuando carece de tallo, y a la antera cuando carece de filamento.
Estructura del pedúnculo
El pedúnculo exhibe la estructura de un tallo. De hecho, es un tallo modificado. En el interior del pedúnculo discurren los tubos conductores de agua, sales y nutrientes de la misma manera que ocurre en los tallos.
Este juego de tubos forma una estela en el tálamo, donde cada rama toda su camino para circular hacia las demás piezas que forman la flor.
Dicha estructura se ensancha en un extremo para dar lugar a la formación del tálamo o receptáculo (en algunas especies muy concretas, como en las rosas, esta estructura se denomina hipanto), que se encuentra rodeado por un conjunto de ápices encargados de formar los verticilos de la flor.
Textura y estructuras adicionales
En la gran mayoría de las flores, el pedúnculo exhibe una forma redondeada, aunque puede presentarse en cualquier forma anatómicamente posible que un tallo pueda adquirir. Generalmente, presenta una textura lisa o glabra. No obstante, algunas variantes presentas tricomas o pequeñas vellosidades.
Pueden encontrarse brácteas en su estructura. Las brácteas son un tipo de hojas modificadas que se ubican en la proximidad de órgano floral.
Es diferente a las hojas promedio de la planta y también a las piezas del perianto –porción no reproductiva de la flor formada por la corola (conjunto de pétalos) y por el cáliz (conjunto de sépalos)–.
Tipos de pedúnculos florales
Según la clasificación propuesta por Jaramillo (2006), existen los siguientes tipos de pedúnculos:
– Sencillos: sostienen a una única flor, como en el caso del género Gossypium.
– Bifloro: sostiene a un par de flores, como en el caso del género Impatiens.
– Racimoso: sostiene a múltiples flores y corresponde al caso que encontramos en las inflorescencias, como en el género Trifolium. Este tipo de pedúnculo se encuentra en un número elevado de especies.
– Axilar: el pedúnculo se ubica en la región axilar de la hoja o de la rama, como en el caso del género Coffea.
– Cabizbajo: la estructura se dobla hacia abajo, de manera que la flor queda como si estuviese colgando, como en el caso del género Fuchsia.
– Caulinar: el pedúnculo se origina del tronco. Este fenómeno se denomina cauliflora (en la flor) o caulicapia (en el fruto). Ejemplo de esto son los géneros Theobroma, Annona y Crescentia.
– Peciolar: el pedúnculo se origina en el peciolo de la hoja por concrescencia de las estructuras, como en el caso del género Hibiscus.
– Terminal: el pedúnculo nace del extremo de algún tallo o de alguna rama. Este fenómeno ocurre en las Poáceas, Liliáceas, entre otros grupos.
– Radical: el pedúnculo se origina después de la raíz, como en el caso del género Gernium.
Funciones del pedúnculo
La función del pedúnculo floral consiste en proporcionar sostén y un sitio de anclaje a una sola flor, o a un grupo de flores. En este último caso, cada flor individual se encuentra sostenida por un tallo más pequeño, conocido como pedicelo. No obstante, en algunas fuentes y libros, los términos se usan de manera intercambiable.
Sin embargo, no es una estructura presente en todas las flores, así que su función no es totalmente indispensable. Existen flores que no poseen el pedúnculo y aun así pueden llevar a cabo su vida de manera normal.
Como mencionamos en la sección anterior, la porción más ensanchada del pedúnculo se encarga de dar origen a todos los órganos de la flor, ya que se comporta como una yema.
Referencias
- Peña, J. R. A. (2011). Manual de histología vegetal. Editorial Paraninfo.
- Plitt, J. J. (2006). La flor y otros órganos derivados. Universidad de Caldas.
- Raven, P. H., Evert, R. F., & Curtis, H. (1981). Biology of plants.