Cultura general

Jesuitas: qué son, historia, características, obras, representantes


¿Qué son los jesuitas?

Los jesuitas, o Compañía de Jesús, es una orden religiosa de la iglesia católica, fundada en España por san Ignacio de Loyola en 1534. Ignacio de Loyola había sido militar y luego se convirtió en religioso, de allí el nombre de “compañía”, término militar que señala una unidad de entre 70 y 250 soldados.

Tiene una vinculación muy estrecha con el papa, tanto que en sus estatutos está la obediencia absoluta a la figura papal.

Esta Compañía está considerada como una de las órdenes monásticas más grandes del mundo, con más de 18.000 miembros. Se caracteriza por ser apostólica y sacerdotal, aunque algunos de sus miembros, los llamados hermanos legos, no son sacerdotes ordenados.

Origen e historia

La Compañía de Jesús nació en el siglo XVI por iniciativa de Ignacio de Loyola. Él fue el primer general de la Compañía. Después de haber combatido en la guerra a favor de Carlos I, Ignacio tomó la decisión de dedicarse a servir a las personas.

Loyola comenzó a estudiar en el colegio Santa Bárbara, que dependía de la Universidad de París. Allí hizo amistad con Francisco Javier y Pedro Fabro, a quienes luego invitó a orar y meditar por un determinado periodo, con el objetivo de fortalecerse espiritualmente.

Además, Loyola quiso combatir la Reforma luterana con la Compañía de Jesús, cumpliendo un papel importante en la Contrarreforma.

Primeros integrantes

En 1533 se unieron al grupo Diego Laínez, quien después sería el segundo general de la Compañía; Alfonso Salmerón, considerado uno de los primeros jesuitas; Nicolás de Bobadilla y Simão Rodrigues. Con ellos se consolidó el equipo para el nacimiento de la Compañía de Jesús.

Los votos, nuevos miembros y fundación

Un año después, en 1534, durante la celebración de la Asunción de la Virgen, los hombres hicieron los tres votos tradicionales: castidad, pobreza y peregrinar por Jerusalén, más el cuarto: la fidelidad absoluta al papa.

La actividad la realizaron en la misma Ciudad Luz, en lo que hoy se conoce como Montmartre.

Posterior a los votos se unieron al grupo tres integrantes más: Claudio Jayo, Juan Coduri y Pascasio Bröet. Juntos decidieron viajar a Jerusalén, pero cuando estuvieron en Italia la guerra entre el Imperio otomano y Venecia se los impidió.

Así que se fueron a Roma, y después de un largo debate decidieron fundar la Compañía de Jesús.

El 27 de septiembre de 1540 el papa Paulo III aprobó la creación, dio el visto bueno y la reconoció como una orden religiosa. Finalmente firmó la bula papal que afirmaba dicha fundación.

Crecimiento de la Compañía

Los miembros de la organización iniciaron su expansión. Fueron muchos los interesados en la creación de colegios, reformas de los conventos, misiones diplomáticas, conversaciones con los llamados protestantes, y hasta les pidieron participar en el histórico Concilio de Trento (1545-1563), que realizó la iglesia para reafirmar su jerarquía.

Desde el momento de su fundación, la Compañía de Jesús fue creciendo en número. A la muerte de Ignacio de Loyola, Diego Laínez quedó a la cabeza. Jugó un papel importante durante el proceso de la Contrarreforma.

Los jesuitas en la Contrarreforma 

Fueron convocados por la iglesia para que participaran en el ya mencionado Concilio de Trento, donde se discutió, entre otros temas, la jerarquía eclesiástica y las repuestas a la reforma de Lutero.

Participaron Alfonso Salmerón y Diego Laínez como representantes de la Compañía.

Dentro del mismo contexto, Laínez también formó parte de la reunión que convocó la reina de Francia para discutir con quienes apoyaban las ideas de Martín Lutero.

Las distintas intervenciones de los miembros durante la Contrarreforma le dieron más impulso a la Compañía.

Salidas y eliminación de la Compañía de Jesús

Los votos que hicieron los miembros de la Compañía tuvieron como finalidad el estar listos al momento que el Papa decidiera enviarlos a alguna misión. El voto de obediencia al papa les valió numerosas críticas y enemistades políticas.

Durante el siglo XVIII varios gobiernos europeos se convirtieron en sus principales enemigos. Los filósofos Montesquieu, Diderot y Voltaire destacaron entre sus principales opositores.

El rey Luis XV de Francia los acusó de mal uso de dinero. Ordenó que sus bienes fueran embargados, y no les permitió funcionar dentro de su territorio.

En 1767 el monarca Carlos III quien expulsó a la Compañía de suelo español. Más tarde, por presión del papa Clemente XIV, se liquidó a la Compañía de varias naciones europeas.

Regreso de la Compañía

Después de cuatro décadas, el papa Pío VII tomó la decisión de reanudar las operaciones de la Compañía de Jesús, en 1814.

Desde entonces hasta 1962 se consideró como una organización de carácter conservador y elitista. Después de ser expulsados de Alemania y Rusia, se fueron como misioneros a Estados Unidos.

Sucesos en España  

En España, la II República, previa a la guerra civil, decretó el 23 de enero de 1932 la disolución de la Compañía. Sus argumentos fueron obedecer al poder del Papa, considerado fuerza extranjera.

Seis años después, durante la guerra civil, volvieron a operar en el país europeo normalmente.

El presente de la Compañía

En la actualidad sigue operando dentro de sus principales estatutos, además de seguir creciendo en número. Sin embargo, muchos consideran que ha perdido su esencia primera.

Sus miembros continúan realizando misiones a lo ancho y largo del planeta, ayudando a los más necesitados.

Sus votos siguen siendo los mismos, y en un momento se les vinculó a la Teología de la Liberación, un movimiento religioso latinoamericano de los años 60.

Es importante mencionar la labor educativa que ha realizado la Compañía de Jesús. En esta área tiene presencia en más de 69 países, con un número total de alumnos que supera los tres millones. Su labor es reconocida mundialmente.

Características de los jesuitas

– Servicio y amor a Dios.

– La orden tiene cuatro votos, en lugar de los tres tradicionales de pobreza, castidad y peregrinaje: obediencia total al papa.

– Su eje central es la universalidad de su misión, un proyecto definido, las personas y sus necesidades.

– Son misioneros, labor que efectúan a través de la educación.

– Trabajan con sentido de pertenencia, fomentando el diálogo y el crecimiento espiritual. 

– Su misión evangelística es el mensaje de la fe, así como promover el camino de la justicia y la solidaridad. 

– Practican los llamados Ejercicios espirituales, hechos por san Ignacio, basados en meditaciones, oraciones y ejercicios mentales diseñados para orientar a la persona hacia Dios. Se realizan en 30 días.

Obras

Referirse a las obras de la Compañía de Jesús es hablar sobre todo de la labor educativa. Es una porción de la misión evangelizadora que tienen.

Sus centros educativos ofrecen a la sociedad una educación cristiana, humana y a la vez liberadora. La gama educativa va desde universidades, escuelas, centros de formación profesional, a redes educativas.

Con presencia en los cinco continentes, cuenta con más de 231 instituciones de educación superior. Las de educación primaria están conformadas por 187, mientras que la secundaria por 462. En Latinoamérica, millones de niños sin recursos y personas adultas analfabetas son beneficiados con la red Fe y Alegría.

La obra evangelizadora de los jesuitas se ha quedado en gran parte en América, África y Europa. Desde siempre la finalidad ha sido llevar la ayuda a los más necesitados, brindándoles desde el amor, la caridad y la bondad las herramientas para vivir una vida más digna.

Las obras de la Compañía alcanzan el plano espiritual, formándose continuamente desde sus miembros. 

Representantes de los jesuitas

La Compañía de Jesús ha sido una orden que ha formado a grandes personalidades, que han dejado su huella en la historia de la humanidad. A continuación se da una breve descripción de los más sobresalientes:

San Ignacio de Loyola

Fue el fundador de la Compañía. Nació en Loyola, España, el 23 de octubre de 1491, y murió el 31 de julio de 1556. Primero fue militar, y luego se entregó al sacerdocio. Elaboró los famosos Ejercicios Espirituales, y buscó siempre prepararse en todo lo concerniente a Dios.

Junto con los amigos con quien fundó la orden, se dedicó al cuidado de los enfermos, a la enseñanza, y a llevar el mensaje de Dios.

Por cómo vivió y las obras que realizó, fue canonizado por Gregorio XV, en 1622. Su obra ha servido de ejemplo para muchas personas de fe.

Pedro Fabro

Su verdadero nombre era Pedro González, después fue conocido como san Telmo. Fue uno de los principales fundadores de la orden. Se graduó de teólogo, y se dedicó de manera incansable y contiinua a ser predicador y misionero.

Es considerado el santo patrono de los que corren peligro en el mar. Fue canonizado por el papa Benedicto XIV en 1741.

Baltasar Gracián

Fue un escritor y jesuita español, nacido en 1601. Murió en 1658. Ingresó a la Compañía en 1619 y en 1635 se recibió como sacerdote. La mayoría de sus obras están orientadas hacia la fe, el cristianismo, y los valores y principios de una vida espiritual.

Francisco Javier

Fundador también de la Compañía. Nació en 1506 y murió en 1552. Fue un gran colaborador de san Ignacio de Loyola.

Su obra misionera la realizó mayormente en Asia, específicamente en Japón. Su canonización se llevó a cabo en 1622, junto a la de Loyola, santa Teresa de Jesús, san Isidro Labrador y san Felipe Neri.

Diego Laínez

Fue el segundo general de la Compañía de Jesús. Nació en España en 1512, y murió en Roma en 1565. Fue gran amigo de Loyola, además de convertirse posteriormente en su biógrafo. Su vida destacó por su esmerada obra social, y por sus profundos conocimientos en teología.

Referencias

  1. La Compañía de Jesús, la poderosa orden más numerosa de la iglesia católica. Recuperado de elpais.com
  2. La Compañía de Jesús. Brevísimo repaso a su origen, formación y características. Recuperado de blogs.ua.es
  3. Compañía de Jesús. Recuperado de indautxujesuitak.org