Frotis sanguíneo: características, tipos, técnicas e histología
El frotis sanguíneo es un extendido de sangre periférica que sirve para analizar los componentes presentes en la circulación sanguínea. La observación de un frotis sanguíneo proporciona datos hematológicos que son muy útiles para el diagnóstico y seguimiento de muchas patologías.
El frotis sanguíneo permite cuantificar el número de los diferentes tipos de glóbulos blancos (fórmula leucocitaria), así como también permite el análisis de la morfología y la forma de eritrocitos, leucocitos y plaquetas.
En él se pueden detectar anormalidades en la cantidad de las células, tales como: leucocitosis o leucopenias, linfocitosis o linfopenia, neutrofilia o neutropenia, trombocitosis o trombocitopenias y eosinofilia. También pueden observarse anormalidades en la forma y en el tamaño de las células.
Adicionalmente, es posible detectar diversos tipos de anemias, leucemias e infecciones bacterianas o por parásitos hemáticos.
Para ello existen diversos tipos de frotis que se realizan dependiendo del propósito del estudio. Existen frotis de gota fina y frotis de gota gruesa. Estos frotis difieren en la técnica de ejecución y en la finalidad del estudio.
Los de gota fina se utilizan como complemento de la hematología completa. Este proporciona los datos de la fórmula leucocitaria, además del análisis de la forma y morfología de las tres series celulares que conforman la sangre: serie roja, serie blanca y plaquetas. Aunque también sirven como complemento del estudio de la gota gruesa.
La gota gruesa se utiliza para el diagnóstico de enfermedades causadas por hemoparásitos, como la malaria o paludismo, toxoplasmosis, leishmaniasis, enfermedad de Chagas, babesiosis y microfilariasis.
Índice del artículo
- 1 Características de un frotis sanguíneo
- 2 Tipos de frotis sanguíneo
- 3 Técnicas para la toma de muestra sanguínea
- 4 Técnicas para la elaboración del frotis sanguíneo
- 5 Técnica del frotis de gota gruesa
- 6 Tinción de los frotis
- 7 Tipos de frotis defectuosos
- 8 Histología
- 9 Elementos patológicos
- 10 Referencias
Características de un frotis sanguíneo
Un buen frotis sanguíneo debe cumplir ciertas características. Entre ellas se pueden mencionar:
-La muestra debe cumplir las exigencias mínimas de calidad para que sea representativa.
-La toma de muestra debe ser bien ejecutada.
-Ejecución oportuna del frotis.
-Si se realiza con sangre venosa, usar un anticoagulante que no deforme las células y mezclar el tubo antes de hacer el frotis.
-Si se hace con sangre capilar descartar la primera gota.
-El extendido debe ser homogéneo. Esto garantiza que las células se distribuyan uniformemente y que se pueda hacer un buen análisis de las células sanguíneas, en cuanto a forma y número.
-Los laterales del frotis deben ser lisos de principio a fin.
-El frotis debe respetar un margen de 1 a 2 mm a los laterales del portaobjetos.
-La capa de extendido debe ir disminuyendo su grosor paulatinamente desde el inicio hacia el final (frotis de gota fina por el método de portaobjetos).
-Debe estar adecuadamente rotulado para evitar confusiones de muestras.
-Fijar y teñir adecuadamente para la observación nítida de los elementos sanguíneos.
-Dejar secar muy bien el frotis antes de montar la preparación al microscopio. La colocación de aceite de inmersión sobre un frotis mojado ocasionará la formación de micelas que impiden la observación de las células.
Tipos de frotis sanguíneo
Los frotis de sangre periférica se pueden clasificar en frotis de gota fina y frotis de gota gruesa. Los de capa fina son utilizados para el estudio de la fórmula leucocitaria y observación morfológica de las células sanguíneas. También pueden verse bacterias extracelulares como las borrelias y hemoparásitos intracelulares, como el plasmodium, entre otros.
En la gota fina se puede identificar la especie del parásito, por tanto, es una técnica más específica que la gota gruesa, pero la gota gruesa es más sensible, ya que es una técnica de concentración utilizada para la búsqueda exhaustiva de hemoparásitos extracelulares.
Existen dos tipos de frotis de gota fina: los que se realizan en láminas portaobjetos y los que se realizan en láminas cubreobjetos. Los de gota gruesa se realizan en portaobjetos.
Técnicas para la toma de muestra sanguínea
Los frotis sanguíneos se pueden realizar a partir de una punción capilar o de una toma de muestra venosa con anticoagulante. Si se realiza a partir de sangre con anticoagulante se puede preparar el frotis hasta 2 horas después de haber tomado la muestra.
Se debe tener la precaución de usar anticoagulantes que no deformen las células sanguíneas. La mejor opción es el EDTA. Por el contrario se debe evitar el uso de anticoagulantes como el citrato trisódico.
Si la muestra se toma por punción capilar debe realizarse la extensión del frotis de forma inmediata, antes de que se coagule la sangre.
Se debe descartar la primera gota, dejando que la siguiente salga espontáneamente para evitar la dilución de la muestra con el líquido tisular. Es la técnica más recomendable para la observación de morfología celular, ya que la sangre no tiene ningún aditivo.
Para la observación de hemoparásitos, Solari y colaboradores concluyeron en su trabajo de investigación que ambas técnicas (venopunción y capilar) son igual de eficientes.
Técnicas para la elaboración del frotis sanguíneo
El frotis sanguíneo se puede realizar manualmente en láminas portaobjetos o en láminas cubreobjetos o laminilla. También es posible a través de equipos automatizados.
-Frotis en portaobjetos
Es la técnica preferida por la mayoría de los laboratorios por su fácil manipulación.
Con una pipeta Pasteur, se coloca una gota de sangre no muy gruesa, ni muy fina, en el centro de uno de los extremos de una lámina portaobjeto limpia.
Con ayuda de otro portaobjeto con un extremo esmerilado se realiza el frotis. El portaobjeto esmerilado se coloca perpendicularmente en el extremo contrario de donde se encuentra la gota.
Se inclina hasta formar un ángulo entre 30 – 45° y se desliza hacia la gota; al tocarla esta se expande linealmente sobre el borde del portaobjeto esmerilado y con un movimiento constante y definido se regresa la lámina; antes de llegar al final se levanta el portaobjeto.
De esta manera queda extendida una capa homogénea sobre la superficie del portaobjeto receptor.
Se deja secar el frotis. Luego se fija y se tiñe con la tinción de preferencia. Se deja secar bien antes de observar al microscopio. Se coloca una gota de aceite sobre la cara que presenta el extendido y se observa al microscopio óptico.
Partes del frotis realizado en portaobjetos
En este tipo de frotis se pueden distinguir tres zonas definidas: la cabeza , el cuerpo y la cola. La cabeza corresponde a la zona de donde parte el frotis, es la zona más gruesa y no es buena para observar.
El cuerpo es la parte central o intermedia del frotis, es la mejor zona para observar al microscopio, pues allí las células están uniformemente distribuidas y su morfología está conservada.
La cola corresponde a la parte final del frotis; aquí la distribución ya no es uniforme y tiende a perderse la morfología de los eritrocitos.
Control de calidad en la técnica del portaobjeto
En esta técnica juega un papel fundamental:
-La limpieza y desengrasado del portaobjeto: garantiza el buen deslizamiento de la muestra.
-El tamaño de la gota: con gotas muy grandes se obtendrá un extendido más grueso y largo, con una gota muy pequeña el extendido será más corto y extremadamente fino.
-La velocidad que se aplique en la extensión: a menor velocidad el frotis será más fino, a mayor velocidad este será más grueso.
-El ángulo de ejecución: a menor ángulo más fino será el frotis, a mayor ángulo será más grueso.
-Frotis en cubreobjetos
No es muy utilizada por ser engorrosa la manipulación de los frágiles cubreobjetos, sin embargo ofrece grandes ventajas, ya que se obtiene una mejor distribución de las células en todo el frotis.
Se coloca una gota no muy gruesa, ni muy fina, en el centro de un cubreobjeto. Inmediatamente se coloca otro cubreobjeto encima de este de tal manera que las puntas de ambos cubreobjetos sobresalgan, formando una estrella.
La gota se diseminará espontáneamente sobre la superficie de ambos cubreobjetos. Al culminar la extensión se desliza cada laminilla al lado contrario una de la otra (una hacia la derecha y la otra hacia la izquierda) de forma rápida.
La técnica proporciona dos frotis en lugar de uno.
Se colocan a secar con la cara del extendido hacia arriba. Una vez seca, se fija y se tiñe con la técnica de preferencia. Se deja secar. Se coloca una gota de aceite de inmersión en una lámina portaobjeto, se coloca el frotis con la cara del extendido hacia abajo y se observa al microscopio.
Control de calidad en la técnica del cubreobjeto
Para obtener un buen frotis por esta técnica es importante:
-La limpieza de los cubreobjetos (ayuda al buen deslizamiento de la muestra).
-El tamaño de la gota (influye en el grosor del extendido).
-La velocidad con la que se separan los cubreobjetos (influye en la homogeneidad del extendido).
-Con equipos automatizados
Se pueden realizar a través de cualquiera de estos equipos: Spinner y Autoslide.
El Spinner consiste en colocar un portaobjeto con una gota de sangre sobre un plato de centrifugación especial. La muestra es centrifugada a altas velocidades; de esta manera se forma un extendido homogéneo y fino de la muestra. Tiene como desventaja la posibilidad de que ocurra hemólisis de la muestra.
El Autoslide es un instrumento que realiza de forma mecánica los movimientos para la ejecución del frotis en portaobjetos. Además puede fijar y teñir el frotis. Inclusive puede adaptarse a algunos contadores hematológicos automáticos.
Técnica del frotis de gota gruesa
Para la búsqueda de hemoparásitos se recomienda realizar dos frotis: uno con gota fina y uno con gota gruesa.
Realizar una punción capilar, limpiar la primera gota. Colocar una gota fina en un portaobjeto y realizar el frotis como ya fue explicado anteriormente. Para la gota gruesa coloque una gota grande en otro portaobjeto y extienda en forma de un cuadrado de 1,55 mm. Dejar secar los dos frotis.
Tinción de los frotis
Para los de gota fina se pueden usar las tinciones de Giemsa o Wright, entre otras. Para la gota gruesa se recomienda la tinción de Giemsa o May-Grunwald Giemsa.
Tinción de Giemsa
Se fija el frotis por 3 minutos con metanol, se escurre y se deja secar nuevamente. Luego se cubre el frotis con la tinción de Giemsa por 10-15 minutos. Se lava con agua destilada y se deja secar. Para observar al microscopio se coloca una gota de aceite de inmersión.
Tinción de Wright
Se cubre el frotis con el colorante de Wright por 5 minutos. Descartar y colocar la solución buffer a pH de 6, 8 por 6 minutos. Soplar la preparación para homogeneizar. Lavar con agua destilada y dejar secar. Observar al microscopio.
Tipos de frotis defectuosos
Ocurre en aprendices en la técnica de gota fina con portaobjetos.
Frotis con zonas de distintos grosores (finos y gruesos intercalados)
Es debido a que el movimiento ejecutado no fue constante durante el extendido, haciendo paradas y reinicios.
Frotis con extendidos muy cortos
Tienen 2 causas: una se debe a que se ha levantado el portaobjeto esmerilado antes de llegar al otro extremo de la lámina. En este caso queda sumamente grueso y corto.
Por otra parte, si el frotis es corto pero delgado, es debido a que el tamaño de la gota era muy pequeña.
Frotis con una zona rastrillada hacia el final del frotis
Presenta varias causas: una es que el canto esmerilado esté defectuoso, que se aumente la presión ejercida sobre el portaobjeto receptor al momento de culminar el extendido o que el canto esmerilado del portaobjeto esté gastado.
Frotis con formación de vacuolas o zonas redondeadas o elípticas claras
Se deben a la utilización de frotis grasosos (mal lavados y desengrasados).
Frotis muy gruesos o muy finos
Gotas demasiado grandes generarán frotis muy gruesos de principio a fin y gotas muy pequeñas frotis muy finos.
Histología
En un frotis de sangre se pueden observar las células de la sangre. Entre ellas se encuentran:
-Eritrocitos o glóbulos rojos
Su observación es de suma importancia. A este nivel se pueden detectar problemas de anemias, talasemias, enfermedad de la médula ósea, etc.
El número de eritrocitos o glóbulos rojos es aproximadamente de 5 x 106 mm3 en el hombre y de 4,5 x 106 en la mujer. Los glóbulos rojos tienen forma de discos bicóncavos, con una palidez central fisiológica. Pueden observarse separadamente (normal) o formando apilamientos en rouleaux (anormal).
En los frotis también puede observarse la presencia de poiquilocitosis (eritrocitos de diversas formas), anisocitosis (eritrocitos de diversos tamaños), anisopoiquilocitosis (diversas formas y tamaños), anisocromía (diferentes colores), eritroblastos (eritrocitos inmaduros), microcitosis (eritrocitos más pequeños) y macrocitos (eritrocitos más grandes).
Cuando presentan deficiencia en la cantidad de hemoglobina y la palidez central aumenta se dice que hay hipocromía. Cuando se observa una serie roja normal, esta se reportará como normocítica y normocrómica.
-Glóbulos blancos o leucocitos
La cantidad normal oscila entre 5.000 a 10.000 mm3. Se alteran en procesos infecciosos, en alergias y en la leucemia. En el frotis sanguíneo se pueden distinguir varios tipos que se explican a continuación.
Segmentados neutrófilos
Representan el 55-65% del total de leucocitos. Miden entre 10-15 μm. Poseen un núcleo segmentado o lobulado que adopta diversas morfologías, de allí que se le denominen polimorfonucleares.
Poseen abundantes gránulos neutrófilos en su citoplasma y algunos azurófilos. Aumentan en infecciones bacterianas (neutrofilia), disminuyen en las infecciones virales (neutropenia).
Se pueden observar anomalías morfológicas como pleocariocitosis (núcleo hiper-segmentados), cayados (células inmaduras) o macropolicitos (de forma ovalada y gran tamaño).
Otras alteraciones:
-Granulaciones tóxicas
-Neutrófilos seudo Pelger (el núcleo no presenta lobulaciones o son bilobulados).
-Cuerpos de Döhle: inclusiones citoplasmáticas de color azul oscuro.
-Aumento de la basofilia citoplasmática.
-Vacuolas intracitoplasmáticas.
-Picnosis celular (pérdida de los puentes internucleares).
Segmentados eosinófilos
Representan el 1-3% del total de glóbulos blancos. Miden de 9-10 μm. Se caracterizan por la presencia de abundantes gránulos citoplasmáticos acidófilos y escasos azurófilos. Su núcleo presenta dos lobulaciones. Su número aumenta en las alergias y enfermedades de origen parasitario.
Segmentados basófilos
Son extremadamente escasos, representan el 0-1% de los leucocitos. Miden 10- 12μm. El núcleo suele ser de bordes irregulares y puede ser bilobulado, pero no se observa debido a la gran cantidad de granulaciones gruesas basófilas en su citoplasma. Muy rara vez puede observarse basofilia.
Linfocitos
Son células pequeñas con citoplasma basófilo, con núcleo, bien definido, redondo, con cromatina condensada. El núcleo abarca casi la totalidad de la célula. Representan el 26-40% de los leucocitos sanguíneos. Aumentan en infecciones virales (linfocitosis). Se pueden observar linfocitos reactivos.
Monocitos
Células más grandes que los linfocitos, con mayor citoplasma y núcleo ovalado de cromatina más laxa. Miden de 9-12μm. El citoplasma es abundante y suele verse de color azul grisáceo pálido con las técnicas de coloración habituales. Entre las alteraciones se pueden observar monocitos vacuolados y monocitosis.
-Plaquetas
Miden entre 1.5-3 μm. Su forma es redonda u ovalada. El valor normal oscila entre 150.000 a 350.000 plaquetas/mm3. Pueden disminuir en algunas infecciones virales. No tienen núcleo y se colorean de violeta. Se pueden observar anormalidades en esta serie, como macroplaquetas o microplaquetas, trombocitosis o trombocitopenia, y fragmentos plaquetarios.
Elementos patológicos
Parásitos hemáticos
En los frotis sanguíneo pueden observarse hemoparásitos, tales como el agente causal del paludismo o malaria (parásitos del género Plasmodium). Por ello es importante que el frotis se analice manualmente, ya que los equipos automatizados pasan desapercibidos este hallazgo.
Bacterias
En patologías como la fiebre recurrente o en la enfermedad de Lyme es posible observar su agente causal. En este caso corresponde a las espiroquetas Borrelia recurrenti y a la Borrelia burgdorferi en el frotis sanguíneo.
Células inmaduras
Los casos severos se observan en las leucemias, en las reacciones leucemoides y en la reacción leucoeritroblástica, entre otras. En las infecciones bacterianas puede haber ligeras desviaciones a la izquierda (presencia de cayados). También en algunas anemias se pueden observar eritroblastos.
Referencias
- Sangre y tejido hematopoyético. Disponible en: sld.cu
- Gomez A, Casas M. 2014. Angel. Interpretación clínica del laboratorio. 8va Edición. Editorial Médica Panamericana.
- Solari Soto L, Soto Tarazona A, Mendoza Requena D, Llanos Cuentas A. Comparación de las densidades parasitarias en gota gruesa de sangre venosa versus digitopunción en el diagnóstico de Malaria vivax. Rev Med Hered 2002; 13 (4): 140-143. Disponible en: scielo.org.
- Terry Leonard Nelson, Mendoza Hernández Carlos. Importancia del estudio del frotis de sangre periférica en ancianos. Medisur 2017; 15 (3): 362-382. Disponible en: scielo.sld
- Grinspan S. El estudio del frotis de sangre periférica. Educación médica continua. Disponible en: bvs.hn/RMH