Anatomía y fisiología

Extensor radial corto del carpo: anatomía, funciones, epicondilitis lateral


El extensor radial corto del carpo es un músculo ubicado en el antebrazo y que tiene la función principal de extender y abducir la mano. Forma parte de un grupo de siete músculos extensores superficiales que se encuentran en el antebrazo. Cuatro de esos siete músculos tienen un mismo origen, en la porción inferior del húmero.

Este músculo comparte una misma vaina sinovial con el extensor radial largo del carpo. La vaina sinovial es una estructura formadora de líquido que recubre los tendones y amortigua su movimiento contra los huesos.

La lesión de su tendón, denominada epicondilitis lateral o popularmente como codo de tenista, es uno de los principales motivos de consulta en traumatología, ya que causa mucho dolor e inflamación en la parte externa del codo.

Índice del artículo

Anatomía

El codo es una articulación que une el brazo con el antebrazo y permite la movilidad del miembro superior.

Está formada por tres huesos, el húmero en la parte superior, y el radio y cúbito en la parte inferior; es por esto que es también conocido como articulación húmero-radio-cubital.

En la porción proximal del codo, el húmero presenta dos salientes llamadas epicóndilos medial y lateral. En esas protuberancias se insertan varios de los músculos que se ocupan de los movimientos de flexión y extensión de la muñeca.

El extensor radial corto del carpo se origina en el epicóndilo lateral. Comparte este sitio de inserción con otros tres músculos extensores: el extensor cubital del carpo, el extensor del meñique y el extensor de los dedos.

Junto a esos músculos forma parte de los siete músculos extensores superficiales del antebrazo.

Completando el grupo de músculos extensores se encuentran el músculo braquiorradial, el extensor radial largo del carpo y el ancóneo, los cuales no comparten el punto de inserción del extensor radial corto del carpo, pero sí sus funciones.

En su recorrido, acompaña al extensor radial largo del carpo, encontrándose parcialmente cubierto por él y complementándose en sus funciones.

Ambos músculos comparten una misma vaina sinovial, que es una hoja fibrosa formadora de líquido, que protege los tendones del roce continuo contra la superficie del hueso.

La inserción distal del extensor radial corto del carpo es en la parte lateral del tercer hueso metacarpiano.

En cuanto al suministro sanguíneo, este músculo recibe su irrigación directamente de la arteria radial y, de manera indirecta, de algunas de sus ramas colaterales, principalmente de la arteria recurrente radial.

Por su parte, el aporte neurológico está asegurado por ramas directas del nervio radial, el cual discurre lateral a él.

Funciones

El extensor radial corto del carpo se ocupa principalmente de los movimientos de extensión y aducción de la articulación de la muñeca.

La extensión de la muñeca puede alcanzar una amplitud de hasta 85° aproximadamente. Por su parte, la aducción de la muñeca es el movimiento de la mano en dirección del primer dedo o dedo pulgar.

El movimiento de aducción puede alcanzar hasta 55°, cuando se realiza de forma forzada.

Tanto el movimiento de extensión como el de aducción son realizados por el extensor radial corto, con apoyo del extensor radial largo del carpo.

Epicondilitis lateral

– ¿Qué es?

Se conoce como epicondilitis lateral a la inflamación del tendón de inserción del extensor radial corto del carpo. Es la patología inflamatoria del codo más frecuente.

A pesar de ser llamada coloquialmente como codo de tenista, solo el 5% de los pacientes con esta condición son practicantes de ese deporte. La epicondilitis lateral puede encontrarse en cualquier persona que realice actividades que sobrecarguen la articulación del codo, sobre todo con movimientos continuos de flexión y extensión.

Puede observarse tanto en tenistas como en otro tipo de deportistas como beisbolistas, lanzadores de jabalina, golfistas, entre otros.

También puede deberse la degeneración ósea por la edad o al sobreuso de la articulación debido al trabajo que se realice. Albañiles, mecanógrafos y mecánicos, son algunos de los trabajadores que están expuestos a sufrir esta lesión.

– Fisiopatología

El proceso por el cual se forma una inflamación crónica en el tendón del músculo extensor corto del carpo es un mecanismo que se ha estudiado con detalle, dada la alta tasa de consultas por esta condición.

Al haber una sobrecarga por el uso excesivo de la articulación de la muñeca, sobre todo en los movimientos de extensión y flexión, el tendón del extensor corto del carpo comienza a tener desgarros mínimos.

Estas pequeñas lesiones van desencadenando el proceso inflamatorio. Cuando no se guarda reposo y no hay descanso de la articulación, la inflamación hace que se forme un tejido fibroso con pocos vasos sanguíneos, parecido al tejido de una cicatriz.

Todo esto evita que haya una verdadera remodelación y cura completa del tendón, por lo que comienza el dolor intenso y la inflamación crónica.

Una vez que se instala por completo el cuadro clínico, los síntomas no mejoran a menos que se administre un tratamiento.

– Tratamiento

La mayoría de las epicondilitis laterales, en sus etapas iniciales, mejoran con terapia clínica, sin necesidad de acudir a técnicas invasivas. Sin embargo, en algunos casos, la cirugía es el único tratamiento que da una cura definitiva.

Tratamiento no quirúrgico

El tratamiento no invasivo consiste en la administración de analgésicos tópicos, reposo, inmovilización parcial con cabestrillo, rehabilitación con ejercicios especiales de fisioterapia, radiofrecuencia térmica y terapia de ondas de choque.

Si el paciente no mejora o los síntomas aumentan después de tres semanas de tratamiento no invasivo, se debe pasar a una segunda fase que es de tratamiento invasivo no quirúrgico.

Esta etapa consiste en inyecciones para la infiltración de esteroides en el sitio de inserción del tendón, para mejorar la inflamación.

La inyección con toxina botulínica es otro tratamiento que se utiliza para evitar el continuo daño del tendón. Esta toxina es una neurotoxina que actúa causando una parálisis temporal de los músculos.

Las terapias biológicas, con infiltración de plasma rico en plaquetas o de sangre completa del propio paciente, están siendo muy utilizadas hoy en día mostrando una mejoría significativa de la patología.

Tratamiento quirúrgico

Este tipo de tratamiento se reserva para aquellos casos en los cuales se han intentado las terapias conservadoras sin observar ningún tipo de mejoría.

El objetivo de la cirugía es eliminar el tejido fibroso cicatricial que se ha formado en el punto de inserción del tendón, para promover su mejoría con nuevo tejido sano.

Los resultados de la cirugía son muy buenos a largo plazo y el paciente puede retornar a sus actividades alrededor de las cuatro semanas posteriores al procedimiento.

Referencias

  1. Walkowski, AD; Goldman, EM. (2019). Anatomy, Shoulder and Upper Limb, Forearm Extensor Carpi Radialis Brevis Muscle. StatPearls. Tomado de: ncbi.nlm.nih.gov
  2. Álvarez Reya, G; Álvarez Reyb, I; Álvarez Bustos, G. (2006). Codo de tenis (tendinosis epicondílea externa): tratamiento esclerosante ecoguiado con polidocanol. A propósito de dos casos. Apunts. Medicina de l’esport. Tomado de: apunts.org
  3. Lai, W. C; Erickson, B. J; Mlynarek, R. A; Wang, D. (2018). Chronic lateral epicondylitis: challenges and solutions. Open access journal of sports medicine. Tomado de: ncbi.nlm.nih.gov
  4. Vaquero-Picado, A; Barco, R; Antuña, S. A. (2017). Lateral epicondylitis of the elbow. EFORT open reviews. Tomado de: ncbi.nlm.nih.gov
  5. Buchanan BK, Varacallo M. (2019). Tennis Elbow (Lateral Epicondylitis). StatPearls. Tomado de: ncbi.nlm.nih.gov