Lengua y literatura

Las 6 Funciones de un Ensayo Más Importantes


Entre las principales funciones de un ensayo destaca manifestar la posición o punto de vista de un autor frente a un tema particular a través de la exposición de ideas y argumentos.

Un ensayo es una pieza de escritura en prosa. Puede considerarse una de las formas literarias con más libertad de desarrollo. Sin embargo, no está exenta de seguir unos ciertos parámetros para garantizar su efectividad de consumo.

Los ensayos son de temática y extensión libres. Cualquier inquietud de una persona puede ser fácilmente plasmada en un ensayo.

Para el lector, el ensayo es una forma de acercarse a percepciones personales que dejan de lado la mera exposición informativa y objetiva, y también introduce hacia nuevos abordajes de mayor profundidad sobre un contenido o tema.

Es un formato que está presente tanto en el ámbito académico como en el profesional. El ensayo cumple una variedad de funciones según las intenciones originales del autor sobre el tema que quiere abordar.

El ensayo tiene múltiples fines, siendo el principal convencer al lector sobre una idea. De manera general, puede clasificarse según estilos, como argumentativo, reflexivo, histórico, económico, político, narrativo, dialéctico, descriptivo, fotográfico, entre otros.

Principales funciones de un ensayo

1- Argumentar

Una vez se plantea una idea principal y una posición con respecto a esta, el autor de un ensayo debe plasmar una serie de argumentos que refuercen su posición.

La cantidad o extensión de los argumentos no es limitante, pero deben estar bien sustentados y, sobre todo, mantenerse dentro de la línea discursiva que se está manejando en el ensayo.

La correcta estructuración de un razonamiento acerca de un tema brinda continuidad lógica y precisa a un ensayo, sea cual sea su índole o temática.

Los argumentos no pueden desviarse de la idea principal. Esta debe verse precedida por ideas secundarias que igualmente sumen al cuerpo principal del texto.

Mediante los argumentos el autor se confiere a sí mismo seguridad frente al lector, al mismo tiempo que este obtiene los detalles sustentados de aquello que se dispuso a leer.

2- Demostrar

Una vez planteada una idea y posición, se debe hacer lo posible por manifestar que tal posición es comprobable o considerable y, por lo tanto, puede ser considerada una verdad.

Aquí entra la importancia de la demostración en el ensayo. Al ser un contenido de cierta profundidad, tanto el autor como el lector no se deben subestimar entre sí.

La principal herramienta para demostrar y probar una posición frente a un tema es el argumento.

La correcta disposición de estos logrará construir una sólida defensa sobre el punto de vista en cuestión.

3- Persuadir

La persuasión en el ensayo es la capacidad de seducir al lector e influir en sus creencias y opiniones sociales y personales acerca de un asunto.

El ensayo se puede valer de recursos literarios para lograr este cometido; no obstante, no es una novela o un trabajo de ficción, por lo que no debe depender enteramente de estos.

La efectividad persuasiva en un ensayo depende ya de la capacidad expositiva, argumentativa e incluso narrativa de su autor, sumado a su prestigio o renombre como tal.

En cualquier caso, si el fin de un ensayo es cambiar la opinión de su lector frente a algo, el autor debe hacer todo lo posible para lograrlo sin ser tedioso o aleccionador.

Si los dotes virtuosos están ausentes, la correcta exposición de ideas y estructuración de argumentos puede ser suficiente para que un lector se vea persuadido y esté dispuesto a reflexionar sobre los contenidos y su propia mirada sobre estos.

4- Exponer una manera de pensar

Las funciones descritas anteriormente son propias de la estructura formal de un ensayo.

Ahora, viéndolo de una manera un poco más amplia, la función de un ensayo es también exponer una manera de pensar para que esta sea comprendida de la mejor forma, o incluso adoptada, presentando sus contenidos de manera particular.

El autor no busca incidir en el lector mediante la mera exposición secuencial de datos e informaciones no procesadas. 

Más bien busca influir a través de la correcta estructuración de un discurso que suene personal y no evangelizador, dejando la reflexión final en las manos del lector.

5- El manejo versátil de contenido

Mediante el ensayo es posible aproximarse a infinita cantidad de temas y lograr presentarlos de manera amena, tanto para un público general como especializado.

Incluso a partir de su estructura, el ensayo permite versatilidad de contenido y presentación. Pueden existir distintas versiones de un mismo tema que permiten al lector acercarse según sus propias capacidades.

Esta función del ensayo también se encuentra condicionada por las cualidades de cada autor, lo que incide en la atracción que pueda generar hacia un lector.

6- Potencial y alcance

Debido su concepción y estructura formal, los ensayos pueden ser utilizados como un instrumento de gran alcance y potencial local, e incluso mundialmente.

Los contenidos más susceptibles a ser tratados en ensayos que puedan dar la vuelta al mundo suelen ser manifiestos políticos o sociales.

La exposición de ideas con respecto a fenómenos y escenarios cuyas consecuencias se vean repetidas en distintas sociedades también demuestra el alcance de un ensayo, y su intención de servir como instrumento de reacción o cambio.

Por ejemplo, no es de sorprender que grandes reacciones multitudinarias frente a situaciones específicas puedan haber partido de la mera presentación, argumentación y defensa de una serie de ideas y posiciones contrarias a un sistema hegemónico.

El ensayo funciona entonces como un texto con cualidades literarias, descriptivas y reflexivas.

Así mismo, es un instrumento para la persuasión y la búsqueda de reacciones individuales o masivas sobre temas o situaciones del presente político y social del mundo.

Referencias

  1. Adorno, T. W., Hullot-Kentor, B., & Will, F. (1984). The Essay as Form. New German Critique, 151-171.
  2. Bueno, G. (1966). Sobre el concepto de «ensayo» . El Padre Feijoo y su siglo (págs. 89-112). Oviedo: Universidad de Oviedo.
  3. Cerda, M. (2005). La palabra quebrada: ensayo sobre el ensayo; Escritorio. Tajamar Editores.
  4. Gómez-Martínez, J. L. (1981). Teoría del ensayo . Salamanca: Universidad de Salamanca.