70 frases de Don Quijote de la Mancha y sus significados
Don Quijote de la Mancha es una de las novelas más leídas y famosas en todo el mundo. No solo el título, sino el carismático personaje protagonista y su compañero de aventura Sancho Panza.
Cuenta las aventuras de Don Quijote, un anciano manchego, algo delirante y demasiado valiente, que sale en busca de riquezas y del honor junto a su caballo Rocinante y a su escudero Sancho Panza. Para la época supuso una innovación y una burla a las novelas caballerescas.
Las mejores frases de Don Quijote
Hemos realizado una recopilación de frases de Don Quijote y de otros de los personajes principales que aparecen en la novela. Con ellas podrás recordar los mejores momentos de esta obra y reflexionar sobre el significado y las ideas que Miguel de Cervantes quiso transmitir.
Cosas y casos acontecen a los tales caballeros por modos tan nunca vistos ni pensados. (Don Quijote)
Don Quijote comenta a Sancho Panza que siendo su escudero será gobernador del reino que ganen.
Las cosas de la guerra más que otras están sujetas a continua mudanza. (Don Quijote)
Comentario de Don Quijote a Sancho Panza cuando este le recuerda que le dijo que no son gigantes, sino molinos.
De mí sé decir que me he de quejar del más pequeño dolor que tenga. (Sancho Panza)
Sancho le dice a Don Quijote que, a diferencia de los caballeros, los escuderos sí expresaban su dolor.
Tened paciencia, que aventuras se ofrecerán donde no solamente os pueda hacer gobernador, sino más adelante. (Don Quijote)
Don Quijote le dice a Sancho Panza que no todas las peleas son por tierras, y que debe ser paciente para que él pueda cumplir su palabra de hacerlo gobernante de una tierra.
¿Dónde has visto tú o leído jamás que caballero andante haya sido puesto ante la justicia, por más homicidios que hubiese cometido? (Don Quijote)
Don Quijote le explica a Sancho Panza que no la Santa Hermandad no somete a juicio a los caballeros, sin importar sus actos.
Aquí trayo una cebolla y un poco de queso, y no sé cuántos mendrugos de pan, pero no son manjares que pertenecen a tan valiente caballero como vuestra merced. (Sancho Panza)
Sancho Panza le dice a Don Quijote que no lleva consigo comida digna para un caballero de su nivel.
Porque de la caballería andante se puede decir lo mesmo que del amor se dice: que todas las cosas iguala. (Don Quijote)
Esto le dice Don Quijote a Sancho Panza cuando le pide que lo acompañe y coma a su lado en la mesa.
Sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. (Don Quijote)
Don Quijote explica a Sancho y a los cabreros que en la antigüedad el hombre no necesitaba de ningún esfuerzo para hacerse con su sustento diario, y la comida y el agua abundaba para todos.
Harto vive la sarna; y si es, señor, que me habéis de andar zaheriendo a cada paso los vocablos, no acabaremos en un año. (Pedro)
Pedro le recrimina a Don Quijote que deje de corregir cada palabra que dice mal y que le permita terminar su relato.
Paréceme, señor caballero andante, que vuestra merced ha profesado una de las más estrechas profesiones que hay en la tierra. (Vivaldo)
Vivaldo pensaba que Don Quijote estaba loco, y le dice esto para hacer que hable más y poder burlarse de él.
Mas yo me tengo la culpa de todo, que no había de poner mano a la espada contra hombres que no fuesen armados caballeros como yo. (Don Quijote)
Don Quijote se excusa con Sancho panza diciendo que no ganó la batalla porque sus oponentes no eran dignos de él.
No me caí, sino que, del sobresalto que tomé de ver caer a mi amo, de tal manera me duele a mí el cuerpo, que me parece que me han dado mil palos. (Sancho Panza)
Esto le dijo Sancho Panza a las mujeres que estaban curando a Don Quijote de sus heridas, intentando ocultar que éstas habían sido producto de una golpiza.
Yo creo, Sancho, que todo este mal te viene de no ser armado caballero, porque tengo para mí que este licor no debe de aprovechar a los que no lo son. (Don Quijote)
Don Quijote le dijo esto a Sancho Panza, al ver que el bálsamo que a él lo había curado, le producía tanto malestar a su escudero.
Este es el día, ¡oh Sancho!, en el cual se ha de ver el bien que me tiene guardado mi suerte. (Don Quijote)
Comentario de Don Quijote a Sancho Panza para decirle que la polvareda que se veía en el camino era la de un ejército marchando a la batalla, y que en ésta se vería su valía como caballero.
No se como pueda ser eso de enderezar tuertos, pues a mí de derecho me habéis vuelto tuerto. (Bachiller)
Esto dijo el bachiller luego de haber sido golpeado por Don Quijote, cuando este le explicaba que su deber en el mundo era el de hacer justicia.
Pues así es, Sancho, que Rocinante no puede moverse, yo soy contento de esperar a que ría el alba, aunque yo llore lo que ella tardare en venir. (Don Quijote)
Esto le dijo Don Quijote a Sancho Panza, al ver que su caballo no quería moverse durante la noche, y él quería seguir avanzando.
Ríome de considerar la gran cabeza que tenía el pagano dueño deste almete, que no se semeja sino una bacía de barbero pintiparada. (Sancho Panza)
Sancho Panza se reía porque Don Quijote creía que lo que el pagano tenía en su cabeza era una pieza de una armadura, cuando en realidad era una palangana de barbero.
¿Qué es posible que en cuanto ha que andas conmigo no has echado de ver que todas las cosas de los caballeros andantes parecen quimeras, necedades y desatinos, y que son todas hechas el revés? (Don Quijote)
Don Quijote le dice a Sancho Panza que él no es capaz de ver las aventuras por las que atraviesan, porque todas se encuentran encantadas para generar discordia entre ellos.
¿Y quién sois vos, hermano, que así sabéis el nombre de mi padre? (Dorotea)
Esto le dijo Dorotea a Cardenio, al escuchar que éste la había reconocido sin que ella lo dijera.
Yo vos le otorgo y concedo, como no se haya de cumplir daño o mengua de mi rey, de mi patria y de aquella que de mi corazón y libertad tiene la llave. (Don Quijote)
Esto le dice Don Quijote a Dorotea cuando esta le pide que, para levantarse primero debe hacerle un favor.
Eso haré yo de gana, si es que no os enfadan oír lástimas y desgracias. (Dorotea)
Dorotea dice esto Don Quijote antes de contarle su historia.
Ten aquí, Sancho, hijo, ayúdame a desnudar, que quiero ver si soy el caballero que aquel sabio rey dejó profetizado. (Don Quijote)
Don Quijote quería ver si tenía el lunar en el punto donde decía la historia falsa de Dorotea.
¡Discreta señora! Eso debió de ser por leerla despacio y recrearse con ella. (Don Quijote)
Don Quijote le comenta esto a Sancho Panza fantaseando sobre cómo Dulcinea había de haber leído la carta, la cual nunca fue entregada.
Bien puede eso ser así, y yo la tengo por buena usanza, pero eso debió ser en los tiempos pasados, que ahora solo se debe acostumbrar a dar un pedazo de pan y queso. (Sancho Panza)
Esto respondió Sancho Panza a Don Quijote a su pregunta sobre qué joya le había dado Dulcinea por haberle llevado noticias sobre él.
Así será, porque a buena fe que andaba Rocinante como si fuera asno de gitano con azogue en los oídos. (Sancho Panza)
Sancho Panza le respondió esto a Don Quijote cuando él le preguntó cómo pudo ir hasta Toboso y volver en tan poco tiempo.
Me han de dar una parte del reino, para que la pueda dar a quien yo quisiere; y dándomela, ¿a quién quieres tú que la dé sino a ti? (Don Quijote)
Comentario de Don Quijote a Sancho Panza, diciéndole que él cumplirá con su promesa de darle un reino una vez lo consiga.
Que también sé yo llevallos al corral o a la chimenea, que en verdad que hay muy buen fuego en ella. (El barbero)
Esto le dijo el barbero al cura, expresando que él también podía deshacerse de los libros que éste deseaba destruir.
Luego ¿todo aquello que los poetas enamorados dicen es verdad? (Camila)
Camila dijo esto a Anselmo para expresarle que ella no creía en todo lo que dijeran los poetas.
¡Tente, ladrón, malandrín, follón, que aquí te tengo y no te ha de valer tu cimitarra! (Don Quijote)
Esto decía Don Quijote soñando que luchaba contra el gigante de Micomicón, mientras blandía su espada dormido.
Bien puede la vuestra grandeza, alta y fermosa señora, vivir de hoy más segura que le pueda hacer mal esta mal nacida criatura. (Don Quijote)
Don Quijote, dormido, le dijo esto al cura pensando que era la princesa Micomicona, y soñando que había matado al gigante.
En mal punto y en hora menguada entró en mi casa este caballero andante, que nunca mis ojos le hubieran visto, que tan caro me cuesta. (La ventera)
La ventera gritaba esto desconsolada por las pérdidas ocasionadas por Don Quijote, al haber dañado sus cueros y vino.
Dejadme llegar al muro de quien yo soy yedra, al arrimo de quien no me han podido apartar vuestras importunaciones. (Luscinda)
Esto dijo Luscinda a Don Fernando, para que éste la suelte y la deje ir a los brazos de su amado, Cardenio.
Bien puede vuestra merced, señor Triste Figura, dormir todo lo que quisiere, sin cuidado de matar a ningún gigante ni de volver a la princesa a su reino. (Sancho Panza)
Sancho Panza le dijo esto a Don Quijote cuando éste despertaba de su sueño, triste al darse cuenta que no iba a obtener ningún reino.
¿Y qué es lo que dices, loco? ¿Estás en tu seso? (Don Quijote)
Comentario de Don Quijote a Sancho Panza, al ver que no creía en su relato de haber matado al gigante.
No, no ha de ser así, que yo quiero que Dorotea prosiga su invención. (Don Fernando)
Don Fernando le dijo al cura que debían continuar con su mentira para ayudar a Don Quijote.
Estén vuestras mercedes atentos y oirán un discurso verdadero a quien podría ser que no llegasen los mentirosos que con curioso y pensado artificio suelen componerse. (El cautivo)
El cautivo les dijo esto a los allí presentes dando a entender que su historia era verdadera.
Cualquiera que dijere que yo he sido con justo título encantado, como mi señora princesa Micomicona me dé licencia para ello yo le desmiento, le rieto y desafío a singular batalla. (Don Quijote)
Don Quijote dijo esto a las personas que habían visto su caída del caballo.
Eso no haréis vosotros, si no es llevándome muerto; aunque de cualquiera manera que me llevéis, será llevarme sin vida. (Don Luis)
Esto dijo Don Luis a los criados que pretendían llevarlo de vuelta con su padre.
Fermosa doncella, no ha lugar por ahora vuestra petición, porque estoy impedido de entremeterme en otra aventura en tanto no diere cima a una en que mi palabra he puesto. (Don Quijote)
Don Quijote le dice a la hija de la ventera que no puede ayudar a su padre hasta que la princesa Micomicona no se lo apruebe.
Tan albarda es como mi padre, y el que otra cosa ha dicho o dijere debe de estar hecho uva. (Cuadrillero)
Un cuadrillero interrumpió en la discusión diciendo que lo que decían era una albarda, en realidad no lo era, y que debían de estar borrachos por decir eso.
¡Ténganse todos, todos envainen, todos se sosieguen, óiganme todos, si todos quieren quedar con vida! (Don Quijote)
Esto gritó Don Quijote para calmar la pelea que se había dado en la venta.
Porque a ser lo que ella dice no se anduviera hocicando con alguno de los que están en la rueda, a vuelta de cabeza y a cada traspuesta. (Sancho Panza)
Sancho Panza le dijo esto a Don Quijote para que se diera cuenta que lo estaban engañando, y que la princesa de Micomicona no era lo que decía ser.
Quiero, señor caballero, que sepades que yo voy encantado en esta jaula por envidia y fraude de malos encantadores. (Don Quijote)
Esto le dijo Don Quijote al canónigo de Toledo que había preguntado por qué se encontraba enjaulado.
Aún espero en Dios y su bendita Madre, flor y espejo de los caballos, que presto nos hemos de ver los dos cual deseamos. (Don Quijote)
Comentario de Don Quijote a su caballo Rocinante, deseando su pronta liberación para poder volver a sus andanzas juntos.
Vuestra merced se burla o que este gentil hombre debe tener vacíos los aposentos de la cabeza. (El cabrero)
Esto dijo el cabrero al barbero, haciéndole saber que él no creía que Don Quijote fuera ningún caballero andante, sino un loco.
Agora digo que veredes, en la libertad de aquella buena señora que allí va cautiva, si se han de estimar los caballeros andantes. (Don Quijote)
Don Quijote dijo estas palabras a los que lo tenían cautivo, mientras montaba su caballo y arremetía contra los sospechosos malandrines, que no eran otra cosa que una procesión de disciplinantes católicos.
¿Qué quiere este mostrenco en esta casa? Idos a la vuestra, hermano, que vos sois, y no otro, el de destrae y sonsaca a mi señor y le lleva por esos anduarriales. (La sobrina)
Esto dijo la sobrina de Don Quijote a Sancho Panza cuando quiso ir a visitarlo.
Vos veréis, compadre, como cuando menos lo pensemos nuestro hidalgo sale otra vez a volar la ribera. (El cura)
Esto comentó el cura al barbero haciendo referencia de que Don Quijote volvería a sus andanzas en breve.
Pues lo primero que digo es que el vulgo tiene a vuestra merced por grandísimo loco, y a mí por mentecato. (Sancho Panza)
Sancho Panza le dice a Don Quijote lo que piensan las personas sobre ellos en los pueblos.
Mira Sancho, dondequiera que está la virtud en eminente grado, es perseguida. (Don Quijote)
Don Quijote le explica a Sancho Panza que a los grandes personajes siempre los critican, intentando dejar sin validez las críticas que había sobre ellos.
¿Otro reprochador de voquibles tenemos? Pues ándese a eso y no acabaremos en toda la vida. (Sancho Panza)
Sancho Panza le recrimina al bachiller Sansón Carrasco que deje de corregirlo y prosiga con su relato.
Yo los gasté en pro de mi persona y de la de mi mujer y mis hijos, y ellos han sido causa de que mi mujer lleve en paciencia los caminos y carreras que he andado. (Sancho Panza)
Sancho Panza le comenta a Sansón Carrasco que los cien escudos los gastó con su familia, y esto le ayudó a que su mujer no lo regañara por no estar en casa por tanto tiempo.
De esto yo reniego, señor Sansón, que así acomete mi señor a cien hombres armados como un muchacho goloso a media docena de badeas. (Sancho Panza)
Sancho Panza le dice a Sansón Carrasco que Don Quijote es muy valiente y se enfrenta a lo que sea sin medir consecuencias.
Mirad, Sancho, que los oficios mudan las costumbres, y podría ser que viéndoos gobernador no conociésedes a la madre que os parió. (Sansón Carrasco)
Sansón Carrasco le dice a Sancho Panza que muchas personas cambian al llegar al poder, y olvidan a aquellas que las han ayudado en sus comienzos.
Mirad, Sancho, después de que os hicistes miembro de caballero andante, habláis de tan rodeada manera, que no hay quien os entienda. (Teresa Panza)
Teresa Panza le recrimina a Sancho, su marido, que no entiende su forma de hablar.
¡Ah señor mío! Advierta vuestra merced que todo eso que dice de los caballeros andantes es fábula y mentira. (La sobrina)
La sobrina quería que Don Quijote entrara en razón y no saliera por más aventuras.
¿No te he dicho mil veces que en todos los días de mi vida no he visto a la sin par Dulcinea, ni jamás atravesé los umbrales de su palacio? (Don Quijote)
Don Quijote le dice a Sancho Panza que él jamás había visto en persona a su amada Dulcinea, y que estaba enamorado por lo que se decía de ella.
¿Qué hay, Sancho amigo? ¿Podré señalar este día con piedra blanca o con negra? (Don Quijote)
Don Quijote le pregunta a Sancho Panza si ha tenido suerte de entregarle su recado a Dulcinea.
Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres, pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias. (Sancho Panza)
Sancho Panza le dice esto a Don Quijote, intentando levantarle el ánimo, luego de que pensara que a Dulcinea la habían encantado y transformado en campesina.
Sepamos, pues, ahora cuál es más loco, el que lo es por no poder menos o el que lo es por su voluntad. (Tomé Cecial)
Tomé Cecial le dice esto a Sansón Carrasco luego de que Don Quijote lo venza y frustrara sus planes de hacerlo volver a casa.
Para estar tan herido este mancebo, mucho habla: háganle que se deje de requiebros y que atienda a su alma, que a mi parecer más la tiene en la lengua que en los dientes. (Sancho Panza)
Sancho Panza notaba que Basilio hablaba mucho como para estar en el estado que decía estar.
No se pueden ni deben llamar engaños los que ponen la mira en virtuosos fines. (Don Quijote)
Don Quijote decía que estaba bien mentir cuando el objetivo de esta mentira era una obra de bien.
Y que si hablo mucho, más procede de enfermedad que de malicia; más quien yerra y se enmienda, a Dios se encomienda. (Sancho Panza)
Sancho Panza le pide disculpas a Don Quijote por querer cobrarle por sus servicios.
¿Qué diablos de ciudad, fortaleza o castillo dice vuestra merced, señor? (Sancho Panza)
Sancho Panza le dice a Don Quijote que lo que él piensa que es un castillo, en realidad son unos molinos que están en el río.
Júntate a los buenos, y serás uno de ellos. (Sancho Panza)
Sancho Panza le dijo al eclesiástico que él estaba capacitado para gobernar una ínsula, porque al lado de su señor Don Quijote había aprendido mucho.
Plega a Dios, Sancho, que así sea, porque del dicho al hecho hay un gran trecho. (Don Quijote)
Don Quijote le dice a Sancho Panza que debe hacerse cargo de lo que dice, y no debe decir las cosas solo por hacerlo.
Las burlas se vuelven en veras y los burladores se hallan burlados. (El mayordomo)
Esto dijo el mayordomo, sorprendido por los pensamientos de Sancho Panza.
Yo tomo a mi cargo el remedio de vuestra hija, a la cual le hubiera estado mejor no haber sido tan fácil en creer promesas de enamorados, las cuales por la mayor parte son ligeras de prometer y muy pesadas de cumplir. (Don Quijote)
Don Quijote aceptó ayudar a Doña Rodríguez con el caso de su hija, diciéndole que nunca debió confiar en las promesas de un enamorado.
¡Dios te guíe, nata y flor de los andantes caballeros! ¡Dios te dé la vitoria, pues llevas la razón de tu parte! (Sancho Panza)
Grito de ánimo que dio Sancho Panza a Don Quijote, cuando estaba por enfrentarse a Tosilos.
Como estando yo loco fui parte para darle el gobierno de la ínsula, pudiera agora, estando cuerdo, darle el de un reino, se le diera, porque la sencillez de su condición y fidelidad de su trato lo merece. (Don Quijote)
Con estas palabras, Don Quijote le agradece por su compañía a su amigo Sancho Panza.