Urtica dioica: características, hábitat, cuidados, propiedades
Urtica dioica es una especie perteneciente a la familia Urticaceae. Se trata de una hierba perenne caracterizada por la presencia de pelos urticantes; tallos y hojas están cubiertos de tricomas con glándulas terminales que contienen ácidos orgánicos que al contacto con la piel causan un fuerte ardor.
La ortiga también es denominada ortiga mayor u ortiga verde y en algunas regiones al norte de Colombia y Venezuela es conocida como pringamosa. De hecho, en muchas zonas es considerada una planta invasora o maleza, sin embargo, sus propiedades curativas le proporcionan un alto valor comercial.
El tallo presenta forma cuadrada, las hojas ovaladas tiene los bordes aserrados, las flores son pequeñas, unisexuales e inconspicuas, estando dispuestas en glomérulos. Su hábitat ideal son los terrenos intervenidos, cerca de las viviendas, jardines, cercados, terraplenes o terrenos baldíos con alto contenidos de desechos orgánicos.
Entre sus principales usos se puede señalar su empleo como antialérgica. Además alivia los trastornos del sistema nervioso, actúa como antiinflamatorio y posee un alto valor nutritivo al ser rica en vitaminas A, B, C y E, así como elementos minerales y metabolitos secundarios.
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Taxonomía
- 3 Hábitat y distribución
- 4 Cuidados
- 5 Manejo
- 6 Propiedades
- 7 Referencias
La ortiga es un arbusto perenne de aspecto rustico que alcanza 1,5 m de altura. Tiene la particularidad de presentar pelos urticantes a lo largo de su superficie, que al menor contacto con la piel ocasionan ardor y picazón persistente.
Estos pelos o tricomas son de consistencia dura con la punta muy frágil, además poseen diminutas ampollas que contienen líquidos irritantes. Entre estas sustancias se encuentra el ácido fórmico, histaminas, resinas y proteínas que ocasionan ronchas con altos niveles de comezón y escozor.
El tallo recto se distingue por su particular forma cuadrangular, ahuecado, muy ramificado, de color rojo-amarillento y cubierto de pelos urticantes. Las grandes hojas son de forma ovalada, puntiagudas, de bordes aserrados y color verde oscuro que se encuentran igualmente recubiertas de abundantes pelos urticantes.
Las flores unisexuales de color verde-amarillento se agrupan en posición axilar o terminal, en panículas o racimos colgantes de 10-12 cm de largo. Las femeninas se disponen en largos amentos colgantes y las masculinas en inflorescencias de menor tamaño. Los frutos son capsulas o aquenios secos.
En hojas, tallos y ramas tiernas es común la presencia de ácidos orgánicos acético, cafeico, clorogénico, fórmico y gálico, así como clorofila A y B. Igualmente contienen acetilcolina, β-caroteno, escopoletósido, flavonoides, mucílagos, sales minerales, sitosterol y provitamina A. En los tricomas puedes encontrar histamina y serotonina.
Las raíces contienen aglutinina, ceramidas, escopoletósido, fenilpropanos, fito-esteroles, lignanas, monoterpendioles, polifenoles, polisacáridos y taninos. En las semillas se consigue el ácido linoléico, mucilagos, proteínas y tocoferoles.
– Reino: Plantae.
– División: Magnoliophyta.
– Clase: Magnoliopsida.
– Orden: Rosales.
– Familia: Urticaceae.
– Género: Urtica.
– Especie: Urtica dioica L.
La ortiga es una especie de hábitat cosmopolita, que se localiza de forma silvestre en América, Europa, África e incluso en Asia. De hecho, es muy abundante a lo largo de la península Ibérica, en especial en la cordillera Cantábrica.
Es una planta que coloniza fácilmente cualquier ambiente intervenido o degradado. Se desarrolla sobre suelos húmedos con alto contenido de materia orgánica, en huertos o corrales, sobre muros de piedra, caminos o bordes de arroyos.
La ortiga es una herbácea perenne que tiene la capacidad de crecer de forma silvestre en suelos con alto contenido de materia orgánica. De hecho, es común al borde de bosques y terrenos de cultivo, así como en establos donde se acumulan desechos animales.
En la actualidad es cultivada comercialmente debido a sus numerosos compuestos fitoquímicos empleados en farmacología. Siendo sembrada a gran escala en países europeos como Inglaterra, Finlandia, Austria y Alemania, así como algunas naciones de Asia o América.
La ortiga es una planta que se adapta a diferentes terrenos y condiciones climáticas. Sin embargo, aspectos relacionados con la temperatura y radiación solar son indispensables para su efectivo desarrollo.
La temperatura ideal oscila entre 15-28 ºC. A temperaturas mayores a los 34 ºC pueden ocasionar la quemadura del área foliar y posterior muerte. Además, es un cultivo que optimiza su desarrollo en condiciones de semisombra, ya que no tolera la plena exposición solar.
Por otra parte, requiere humedad continua, ya que no se adapta a climas cálidos y secos. De hecho, a pesar de crecer en suelos fértiles, condiciones de escases de humedad pueden ocasionar su destrucción.
Las condiciones físicas y nutricionales del suelo son indispensables para el efectivo desarrollo de la ortiga. Requiere suelos sueltos y porosos, del tipo franco-arcilloso con buena aireación y retención de humedad después del riego.
A su vez, requiere buenas condiciones nutricionales que pueden ser suplidas por abonos orgánicos y fertilizantes químicos con alto contenido de nitrógeno y fosfatos. Es recomendable la aplicación directa de abonos orgánicos, compost o humus de lombriz cada cuatro meses con el objeto de nivelar suelos pobres.
La ortiga es una planta de ciclo corto que en condiciones adecuadas tarda solo seis semanas en desarrollarse por completo. Un ambiente adecuado está constituido por un suelo fértil con alto contenido de materia orgánica o bien abonado, con buen drenaje y ambiente semisombreado.
Las semillas se obtienen directamente de la planta a partir de flores secas bajo condiciones naturales. La siembra se puede realizar en bandejas de crecimiento, macetas o directamente sobre el terreno procurando mantener condiciones de humedad y sombreado.
Las semillas de ortiga presentan un bajo porcentaje de germinación, por lo que se debe procurar tener varias semillas por punto de siembras. La siembra se realiza de manera superficial, procurando cubrir con una capa fina de tierra. Bajo estas condiciones las plántulas emergen a los 8-10 días.
Cuando los brotes presenten 5-8 cm de altura se procede a trasplantar sobre macetas más amplias o directamente en el suelo. La siembra directa sobre el terreno requiere una separación entre plántulas y entre hileras de 30 cm.
En cultivos comerciales, el método recomendado es en macetas con el objeto de controlar su crecimiento. Las ortigas sembradas en terreno abierto se extienden rápidamente debido a que es una especie muy invasiva.
La manipulación durante el trasplante y manejo agronómico se debe realizar con guantes proyectores, debido a las características urticantes de sus hojas. En caso de entrar en contacto con los tricomas de la planta, su efecto puede ser neutralizado con una solución de bicarbonato.
Después del trasplante, la aplicación de riego constante contribuye con la adaptación de la planta a las nuevas condiciones ambientales. Una vez instalada, el riego de mantenimiento es necesario para acelerar el crecimiento y desarrollo del cultivo.
La ortiga es una planta muy invasiva, que en medios abiertos tiende a colonizar el terreno. Las podas de mantenimiento y saneamiento son indispensables para favorecer su desarrollo y potencias su calidad fitoquímica.
La Urtica dioica es una especie rústica muy resistente al ataque de plagas y enfermedades debido a la presencia de diversos principios activos. De hecho, la ortiga es empleada como un repelente orgánico para el control natural de diversas plagas y la incidencia de hongos fitopatogenos.
La mejor época para cosechar la ortiga es al finalizar la floración o desde principios de primavera hasta inicios del otoño. En estas épocas se disponen en mayor concentración los principios activos de la planta.
La cosecha consiste en recolectar las hojas tiernas que se localizan en el extremo de la planta. Las hojas se emplean de forma fresca o se almacenan en un lugar fresco y seco para ser procesadas industrialmente.
La ortiga es una planta muy común en ambientes silvestres, considerada una maleza en ambientes cultivados pero empleada ampliamente por sus múltiples propiedades. Esta especie es empleada en gastronomía por su alto contenido nutricional y en farmacología por sus principios activos.
Los elementos activos presentes en la ortiga le aportan diversas propiedades medicinales que actúan como astringente, analgésico, antiinflamatorio, antialérgico y antihistamínica. Así mismo actúa como antirreumático, antianémico, colagogo, diurético, depurativo, hipoglucemiante, hemostático y uricosúrico.
Así pues, se emplea para mejorar el reumatismo, aliviar las hemorroides, combatir el cansancio, limpiar la sangre y sanar inflamaciones. Además, calma problemas de expectoración, regula los niveles de glicemia, actúa como antihistamínico, fortalece el pelo y las uñas y reduce la resaca.
Las hojas son empleadas como ingrediente para un plato típico de la región de Liguria (Italia) conocido como “preboggion”. De forma similar, las hojas escaldadas son empleadas en algunas regiones de España para la elaboración de las tradicionales tortillas españolas.
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