Anatomía y fisiología

Cápsula articular: qué es, características, componentes , funciones


¿Qué es la cápsula articular?

La cápsula articular es una estructura de tejido conectivo denso y fibroso que se ubica alrededor de la articulación. Está estrechamente unida a los huesos y a otras estructuras circundantes como cartílagos, tendones, fascias y músculos, algunas de las cuales contribuyen en su formación.

Las articulaciones se encuentran selladas dentro de esta cápsula. Provee estabilidad pasiva y activa gracias a su composición, que le otorga tanto firmeza como flexibilidad. Se encuentra en la totalidad de las articulaciones del cuerpo sin importar el tamaño, pero solo las mayores contienen un fluido en su interior que lubrica la articulación.

Los daños de la cápsula articular son frecuentes. Se puede ver afectada por eventos traumáticos, enfermedades reumatológicas e inmunológicas, sedentarismo, sobrepeso y por la edad. Si estas lesiones son muy severas pueden llegar a incapacitar al paciente, por lo que su cuidado y recuperación son importantes para una buena calidad de vida.

Características generales

En cada articulación se distingue la cápsula articular en cuyo interior se encuentran las superficies articulares de los huesos y la cavidad articular.

La cápsula envuelve en forma de manguito a los extremos articulares de los huesos y contiene el líquido o fluido sinovial, que cumple varias funciones locales entre las que destaca la lubricación.

Los anatomistas clásicos le atribuyen a la cápsula articular la formación de una unión ininterrumpida cavitaria móvil. En su interior existe presión negativa, siendo obstaculizada su separación debido a la presión atmosférica.

Este fenómeno explica la sensación fría o dolorosa que sufren algunas personas en sus articulaciones con los cambios climáticos.

Cuando la cápsula articular sufre un traumatismo, el aire ingresa en la cavidad y las caras articulares se separan de inmediato. Esto ocasiona dolor e imposibilidad funcional, pero la función de la articulación puede conservarse si no existe lesión muscular o de ligamentos. Por ello ciertas lesiones articulares, aun siendo severas, no limitan por completo su trabajo.

Componentes

La cápsula articular se compone de una membrana externa fibrosa (membrana fibrosa) y una membrana interna sinovial (membrana synovialis).

Membrana fibrosa

Es una porción fibrosa, blanquecina y no vascularizada de la cápsula articular. Va desde un hueso hasta el otro, ayudando a asegurar la unión armoniosa y funcional de la articulación.

En esta tarea se acompaña de otras estructuras circundantes como músculos, tendones y ligamentos, complementándose entre sí.

Esta estructura de la cápsula, la más externa de todas, puede ser vista directamente al remover el músculo de los alrededores. Es un poco más gruesa que las capas más internas, quizás debido a su trabajo más mecánico, lo cual requiere una estructura más fuerte. El grosor también puede variar dependiendo del estrés al que es sometida la articulación.

A pesar de no estar vascularizada, la inervación de la membrana fibrosa es muy rica. De hecho, prolongaciones de estos nervios se insertan en el interior de la cápsula y en los músculos circundantes. Proveen la sensibilidad exquisita habitual de toda articulación, que cumple funciones de posicionamiento, protección y aviso de disfunción.

Membrana sinovial

La membrana sinovial está dirigida hacia la cara interna de la cápsula articular y tiene un aspecto liso y brillante. Su extensión siempre termina en el contorno del cartílago articular, al cual recubre por dentro. Es más delgada que la membrana fibrosa y sus funciones son más fisiológicas y menos relacionadas con la torsión o fuerza.

Dependiendo de la articulación estudiada, la membrana sinovial suele formar pequeños cilios denominados vellosidades sinoviales. Asimismo, en regiones aisladas de la articulación se constituyen los pliegues sinoviales.

Muchos de estos pliegues son ricos en sustancia grasa, pasando a llamarse pliegues adiposos. Las plicae alares de la rodilla son ejemplo de este tipo de pliegues.

Ocasionalmente se forman extensiones sacciformes llamadas bolsas sinoviales o bursas. Estas se ubican cerca de los tendones y músculos locales.

Como en toda la membrana sinovial, gracias a sus capas de células endoteliales producen el líquido traslúcido y viscoso conocido como sinovia, que lúbrica los movimientos de la propia articulación y sus anexos.

Accesorios

Los ligamentos muchas veces se generan en el interior de la cavidad articular y se extienden hacia los alrededores. En toda articulación sinovial existen al menos dos ligamentos, que son básicamente engrosamientos localizados de la propia cápsula. Algunas articulaciones tienen bastantes más, como la cadera y el hombro.

En muchas zonas los tendones se adhieren a la cápsula y en otros tantos llegan a sustituirla. El mejor ejemplo de esta situación es la compleja articulación del hombro, donde los tendones de hasta 4 músculos distintos juegan un rol importante en el soporte articular y en la formación del manguito rotador.

Los músculos forman parte activa de la cápsula articular; no solo a través de sus tendones, sino directamente con sus fibras. De hecho, la labor de las articulaciones está íntimamente ligada con el trabajo de la musculatura local. Al complejo muscular que rodea la articulación se le conoce como aparato complementario.

Funciones

Múltiples son las tareas que lleva a cabo la cápsula articular. Los distintos componentes cumplen con tareas particulares, incluyendo las siguientes:

Estabilidad

Tanto la estabilidad pasiva como la activa dependen de la cápsula articular. Esta tarea la realizan la membrana fibrosa y el aparato complementario.

Limita los movimientos innecesarios y brinda soporte a la articulación. Es capaz incluso de minimizar los daños articulares gracias a la compensación de actividades entre las estructuras involucradas.

Movimientos y posición

Una cápsula articular sana favorece la movilidad normal de la articulación. Además, gracias a su generosa inervación, sirve para informar al sistema nervioso central acerca de la ubicación de la articulación y del cuerpo en general. Esta función es complementada por el líquido sinovial.

Amortiguación

El líquido sinovial sirve para lubricar las superficies articulares, como el aceite en un motor, y para amortiguar los impactos sufridos.

Estos impactos no son solo traumáticos, ya que la función del aparato locomotor se considera ya un esfuerzo, como el hecho de caminar. La sinovia en la rodilla no solo lubrica los cartílagos, sino que los protege a cada paso.

Metabolismo

La sinovia participa en el metabolismo de los líquidos y ayuda en la disolución de elementos extraños a la articulación. Su alteración proporciona información valiosa sobre el estatus de la articulación cuando esta es estudiada.

La producción excesiva de líquido sinovial también es un hallazgo patológico que ayuda cuando se diagnostican enfermedades reumáticas.