Historia

Desarrollo de redes comerciales internas en Nueva España


El desarrollo de las redes comerciales internas en Nueva España tuvo su auge a mediados del siglo XVIII, cuando los criollos explotaron la actividad comercial de sus tierras. Los minerales, el aguardiente y algunas telas eran comercializados masivamente, no solo en la región de origen, sino también en otros lugares del virreinato.

Estos materiales eran transportados de un punto a otro a través de caminos reales, lo que marcó el inicio del desarrollo de los mercados internos en el virreinato. Además, el poderío de flotas inglesas, holandesas y francesas en las zonas caribeñas a mediados del siglo XVIII fue en detrimento del Imperio español.

En consecuencia, la Corona imperial exigió a cada uno de sus virreinatos cada vez mayores recursos, lo que de una u otra forma impulsó en gran medida la actividad económica de la región.

Origen de la liberación comercial de Nueva España

España mantuvo su señorío sobre las tierras del Nuevo Mundo de manera absoluta, desde los inicios de la época colonial hasta mediados del siglo XVIII.

Para entonces, la Corona se vio en la necesidad de exigir de sus colonias un mayor aporte económico. Como respuesta, el virreinato de Nueva España explotó su potencial agropecuario, minero y textil.

Fue un proceso gestado con varias décadas de anticipación, dado el contexto político y económico de la época.

Causas

La amenaza europea

España libró fuertes contiendas en contra de Francia e Inglaterra, debatiéndose por el dominio de las posesiones españolas en el continente americano.

Paulatinamente, Inglaterra, Holanda y Francia fueron apoderándose de territorios clave en El Caribe, con lo cual la prominencia de la Corona española fue yendo en declive.

A partir de la década de 1660, los ingleses se apoderaron de territorios importantes para el comercio, como es el caso de Belice y Jamaica.

Así mismo, la conquista neerlandesa tuvo lugar a mediados del siglo XVII, con la toma de Nueva Ámsterdam (actual Nueva York), las Antillas menores y algunas zonas de Brasil.

Los franceses no se quedaron atrás, y entre los años 1500 y 1700 propulsaron la conquista de una buena sección de América del Norte, territorio que en su momento denominaron Nueva Francia.

También se apoderaron de algunas islas de las Antillas y una pequeña representación en territorio suramericano, que hoy en día se conoce como Guayana Francesa.

Las reformas borbónicas

A mediados de 1713 se dictan las reformas borbónicas en Nueva España. Estas medidas administrativas tenían como objetivo limitar el rango de acción del virreinato de Nueva España a nivel político, económico y social.

De igual forma, estas reformas buscaban delimitar las condiciones comerciales entre la Corona española y sus provincias en el Nuevo Mundo.

Las reformas borbónicas tenían como principal objetivo tomar las riendas de las colonias españolas en todos los aspectos posibles, para tratar de resarcir la pérdida de poder que se estaba evidenciando en el territorio americano.

Estas reformas favorecieron a la actividad minera en Nueva España, ya que el Imperio español necesitaba llenar sus arcas mediante la explosión de metales y piedras preciosas en América. En vista de ello, la dinastía de Borbón eximió el pago de impuestos para la industria minera en todo el virreinato de Nueva España.

Entretanto, el resto de los comerciantes, grandes hacendados y burgueses españoles en general, debían cancelar sumas importantes de impuestos para compensar la exención del sector minero.

Expulsión de los jesuitas

Otra medida radical fue la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767. Los jesuitas, quienes habían hecho vida y se habían relacionado ampliamente con los lugareños, fueron sustituidos por misioneros franciscanos.

Desarrollo del comercio interno en Nueva España

A finales del siglo XVIII el escenario era propicio para la reestructuración y el desarrollo de la actividad comercial en el virreinato de Nueva España.

A causa de los conflictos bélicos que España libró durante ese siglo, las colonias americanas fueron repobladas por inmigrantes españoles que buscaban escapar de las contiendas con Inglaterra, Francia y Holanda.

Además, las epidemias de viruela y tifo habían mermado considerablemente la población en Nueva España. Por ende, la repoblación con inmigrantes y el nacimiento de nuevos habitantes promovieron un importante crecimiento poblacional.

La construcción de caminos reales

La construcción de caminos reales fue clave para la expansión de las redes comerciales internas en Nueva España.

El Camino de la Plata, también conocido como Camino Real de Tierra Adentro, tenía como finalidad establecer una conexión terrestre entre los centros mineros de mayor productividad. Esta ruta partía desde la actual Ciudad de México hasta Querétaro. Dada su relevancia, este camino fue aplanado y empedrado en su totalidad.

En su momento era una arteria vial para el traslado de todo tipo de mercancía a través del virreinato de Nueva España.

Otros caminos reales de importancia durante el virreinato fueron el Camino de los Reyes, el Camino Real de California y el Camino Real de Yucatán.

Desarrollo de la actividad minera y textil

La actividad minera estaba en su apogeo y en el año 1778 se dictó la práctica de libre comercio en todo el territorio novohispano.

La venta de mercancía proveniente de España se incrementó considerablemente, la demanda de todo tipo de productos aumentó y, en consecuencia, los precios eran cada vez más competitivos y el comercio aumentaba progresivamente.

Análogamente, el mercado textil también experimentó un crecimiento significativo, ya que los sistemas sociales más desfavorecidos no podían adquirir los productos importados.

En consecuencia, se desarrolló un mercado paralelo proveído por esclavos y mestizos, quienes lideraron la constitución de pequeños centros textiles denominados obrajes, donde elaboraban zapatos, sombreros, diversas prendas de vestir, e incluso vidrio y pólvora.

Consecuencias

Crecimiento económico

El mercado interno del virreinato de Nueva España se fortaleció notablemente a finales del siglo XVIII. Se evidenció no solo un crecimiento poblacional, sino también económico a lo largo y ancho de toda la región.

Varios centros urbanos lograron un crecimiento económico significativo, como es el caso de Zacatecas, Guadalajara, Oaxaca, Puebla de los Ángeles, Taxco, Mérida y Guanajuato.

Incremento de la actividad portuaria

La cúspide de la actividad portuaria en Acapulco, Tampico y Veracruz fue muy evidente.

Aprovechamiento de recursos

Nueva España alcanzó su madurez económica y aprendieron a sacar provecho de sus propios recursos naturales y humanos.

Antecedente para movimientos sociales

Lo anterior reafirmó la liberación económica de la Colonia española, y sirvió la mesa para los movimientos sociales y políticos que ocurrieron durante la gesta independentista.

Referencias

  1. Economía Novohispana: Comercio Interior (s.f.). Recuperado de: portalacademico.cch.unam.mx
  2. Consolidación de Nueva España. Recuperado de es.wikipedia.org