Falacia de composición: concepto, características, ejemplos
¿Qué es la falacia de composición?
La falacia de composición es la suposición de que lo que es cierto para una parte, lo es para el resto del conjunto. Es decir, que si una parte del todo tiene una determinada propiedad, el todo será exactamente igual.
Por ejemplo: decir que como varios elementos de un coche son de plástico, todo el coche, completamente, es de plástico. La premisa es una falacia porque, si bien un coche puede tener algunas partes plásticas (como el tablero), el resto está hecho de metal y fibra de vidrio y otros materiales.
La falacia de composición es inferir erróneamente que una parte del todo caracteriza totalmente al conjunto. Es un tipo de falacia muy común en la vida cotidiana, y en temas tan delicados como la religión, lo social o la economía. Se puede confundir con la falacia de la generalización apresurada, porque el todo no necesariamente es la suma de sus partes.
Características de la falacia de composición
Esta falacia presenta algunas características por las que se puede reconocer:
Falacia de irrelevancia
Las falacias de irrelevancia pertenecen al tipo de falacias informales, es decir, presentan el error no en su forma sino en su contenido, en la información que se da en las premisas para inferir una conclusión.
A su vez, se clasifican en otro subtipo: las falacias de transferencia de propiedades. La falacia de composición transfiere, de forma equivocada, las propiedades de las partes al conjunto completo.
Esquema
El esquema que presenta la falacia de composición es el siguiente:
- A tiene partes formadas de X.
- B está formado de A.
- Entonces B es X.
Las premisas pueden ser falsas o verdaderas
Como se trata de una falacia informal, el error no se encuentra en la estructuración de los argumentos, sino en el contenido de lo que se afirma. En este sentido, se puede afirmar una premisa no falaz siempre y cuando las conclusiones sean válidas.
Un ejemplo: una mesa se compone de átomos que tienen masa, por lo tanto la mesa tiene masa.
Al examinar el contenido de la premisa, se puede advertir que es verdadera, puesto que la mesa está compuesta de átomos que tienen masa, y esto hace que la mesa en sí tenga masa también.
Falacia de composición en la economía
Es muy común la falacia de composición aplicada a la economía, y un error reiterado que algunos economistas y la gente común hacen a la hora de analizar determinados aspectos económicos de una sociedad en un momento histórico determinado.
Por ejemplo, muchas personas dicen que elevar la remuneración mínima vital (en otros países se le llama sueldo mínimo) es un golpe para la economía, porque hará que pequeños y medianos empresarios quiebren al tener que enfrentar un gasto semejante.
Si ese gasto no puede traspasarse al consumidor, los costes serán más elevados y el margen de ganancia se reduce. En consecuencia, toda la economía sufre.
La falacia de composición se presenta en esta premisa al asegurar que toda la economía sufrirá, ya que no está tomando en cuenta que cuando las personas tienen capacidad de consumo la economía se activa.
Es decir, que si la población tiene mayor poder adquisitivo puede generar una mayor demanda para los productores. El que un grupo de empresarios tenga las mayores ganancias siempre no necesariamente es una buena noticia, puesto que ellos necesitarán un público al que venderles sus productos.
Si hay ofertas pero no demanda, o no suficiente, se puede crear un desequilibrio que puede afectar a toda la economía.
Otro caso: vives en un país del tercer mundo y trabajas por internet. En tu país hay devaluación de la moneda y te pagan en dólares, eso significa que por el cambio de divisas obtienes mucho más dinero nacional que con un trabajo “normal”.
La falacia de composición aquí reside en decir que una mayor devaluación de la moneda mejora la economía total porque tu economía doméstica y personal mejoró. Puede ser cierto en tu caso, pero para que la premisa fuese verdadera requeriría que todos los trabajadores del país cobrasen en dólares y que la moneda fuese fuerte.
Falacia de composición en religión
La religión es otro tema recurrente para la falacia de composición. No se trata de discutir si Dios existe o no (en cualquiera de las representaciones humanas, ya sea el Dios cristiano, judío, musulmán o en cualquiera de las otras religiones).
Por ejemplo, decir que Dios es eterno y que creó el universo, ya que el universo no es eterno, y que “alguien” debió haberlo creado, puesto que el universo no siempre ha estado presente; como ninguna parte del universo dura para siempre, el conjunto del universo tampoco. Solo Dios.
La falacia de composición, en los temas de religión, se confunde a menudo con argumentos que están más cerca de la fe y las creencias que de la razón.
Falacia de composición en la vida cotidiana
En la vida cotidiana es más común de lo que pensamos. Por ejemplo, cuando decimos que un equipo de fútbol, por tener extraordinarios jugadores, es un equipo extraordinario. Es una falacia porque el hecho de que individualmente los jugadores sean excelentes, no significa que como equipo formen un conjunto excelente.
Otro caso cotidiano es cuando vamos al supermercado y oímos a nuestra madre o padre decir: “¡La leche y la carne aumentaron de precio, aumentó la inflación!”. El hecho de que dos productos hayan subido de precio no significa que se haya producido una inflación general en los precios.
En la vida cotidiana tendemos a extrapolar nuestra experiencia a la realidad completa. El que nos haya sucedido algo no significa que a todos les pasará igual.
Es una falacia que promueve los prejuicios de todo tipo y favorece la fijación de estereotipos raciales, culturales, ideológicos, etc.
Ejemplos de falacia de composición
Veamos varios ejemplos de este tipo de falacia:
- “Me robaron ayer, y fue un inmigrante. Todos los inmigrantes son ladrones”.
- Los nazis eran en su mayoría alemanes. La gente que cree que todos los alemanes fueron o son nazis comete la falacia de composición.
- Cuando Donald Trump justificó la construcción del muro entre Estados Unidos y México, utilizó la falacia de composición basada en la premisa de que “todos los mexicanos son delincuentes y narcotraficantes”.
- “He pasado mis vacaciones en el sur de España, y el clima es soleado. En consecuencia, todo el año y en toda España el clima es soleado”.
- “Mis amigas y yo queremos tener hijos. Ergo, todas las mujeres quieren tener hijos”.
- “Conozco a cinco escandinavos, los cinco son rubios y hablan inglés. Todos los escandinavos son rubios y saben hablar inglés”.
- La almendra contiene cianuro, y el cianuro es veneno. En consecuencia, la almendra es venenosa.
Referencias
- Rowe, W.L. (1962). The fallacy of composition. Tomado de jstor.org.
- Mixán Mass, F. (1995). Razonamiento incorrecto: falacias y paralogismos. Tomado de revistas.pucp.edu.pe.
- Blecker, R.A., Razmi, A. (2010). Export-led growth, real Exchange rates and the fallacy of composition. Tomado de auapps.american.edu.
- De Lora, P. (2018). Gestar para otros: una ecografía de las falacias. Tomado de dilemata.net.
- Rodríguez Jiménez, G. (2021). Falacias. Tomado de objetos.unam.mx.