Medicina familiar: historia, qué estudia, metodología
La medicina familiar es la especialidad que se enfoca en la atención y cuidado de todos los miembros de la familia. Es una disciplina que no solo se centra en los diagnósticos individuales, sino que estudia el entorno y las costumbres de las personas con el fin de identificar el origen del malestar o la enfermedad.
Esta especialidad se caracteriza por examinar el cuerpo como una totalidad, donde los doctores evalúan los síntomas que presentan tanto niños como adultos y consideran que las condiciones, ya sean físicas o internas, afectan a cada integrante del hogar. El objetivo de este campo de análisis es comprender los padecimientos dentro del contexto biopsicosocial.
En consecuencia, se puede manifestar que la medicina familiar deriva de varias áreas científicas, tales como la traumatología, la radiografía y la neurología; sin embargo, también tiene influencia del chamanismo y del socratismo.
Debido a esto, la disciplina cuenta con una identidad particular, ya que su método de análisis simpatiza con lo empírico y espiritual, cuya finalidad es incorporar los diferentes cultos e hipótesis imparciales para ofrecerle mayor seguridad al enfermo y a sus familiares.
En este sentido, la función de la medicina familiar es crear terapias y teorías preventivas que impulsen el desarrollo y bienestar del paciente. Además, forja un ciclo vital para que las personas que rodean al individuo afectado contribuyan en su recuperación o asimilen su fallecimiento.
Índice del artículo
- 1 Historia
- 2 ¿Qué estudia la medicina familiar? (objeto de estudio)
- 3 Metodología
- 4 Conceptos principales
- 5 Referencias
Durante las primeras décadas del siglo XX, la atención clínica era de difícil acceso para los hombres por dos razones; la primera era por lo costoso que podían ser las consultas y tratamientos, mientras que la segunda consistía en la falta de recursos en los pueblos y zonas populares.
Por ello un grupo de científicos, entre los que se encontraban Salvador Minuchin (1921-2017) e Ian McWhinney (1926-2012), decidieron reinterpretar el significado de la medicina y expresaron que la salud no debería limitarse ni especializarse en un solo campo.
De esa manera surgió un nuevo proyecto, el cual denominaron medicina familiar. Desde el inicio, esta especialidad tuvo por objeto práctico y de estudio el cuidado de las personas. Los doctores no enfatizaban en la enfermedad, sino en el nacimiento de la misma.
Es decir, los especialistas visitaban los hogares de sus pacientes con el propósito de saber cómo vivían, también estudiaban cómo los hábitos podían contribuir en la formación y progreso del malestar.
De esta perspectiva derivó el principio de la disciplina que actualmente sigue vigente. Así mismo, el ideal que expone la medicina familiar asegura que no es conveniente recetar medicamentos ni calificar el padecimiento sin haber conocido las tradiciones y a los familiares de las personas afectadas. Gracias a esa manifestación la especialidad fue apreciada como materia científica.
En 1978, luego del discurso de los doctores de Alma Alta, la medicina familiar se identificó como una especialización moderna o materia científica e internacional que promovía la atención primaria de la salud y profesaba la igualdad para todos los habitantes.
Desde su incorporación en el área de la medicina general, esta rama académica ha favorecido las investigaciones sobre las desviaciones ligeras; también halló un modo para detener la evolución de los padecimientos congénitos.
El rol de la medicina familiar es examinar los inconvenientes o malestares que atentan contra el ser humano. No solo estudia las enfermedades hereditarias o en sus fases terminarles, sino la forma en las que estas causan sufrimiento.
Además, esta disciplina se especializa en las molestias psicológicas o aquellos malestares producidos por el estrés social, como por ejemplo los dolores de cabeza. Otros de los aspectos en los que se interesa esta disciplina son:
– El crecimiento de las enfermedades que destruyen los organismos de las personas. Por consiguiente, busca saber por qué solo afecta a un miembro del hogar.
– Investiga los problemas de la comunidad donde habita el paciente e intenta comprender el desarrollo del individuo en su ambiente.
– Trabaja con las necesidades que presentan los círculos familiares y las expectativas que tienen sobre el cuidado y la salud.
La medicina familiar es una disciplina integral porque incluye planteamientos de la nosología, la sociología y otros aspectos culturales. Es una especialidad que busca la vinculación entre médico, paciente y familia. Por lo tanto, como materia científica requiere de una metodología.
Su método de estudio está constituido por el análisis cualitativo, cuantitativo y el trabajo de campo, sin embargo, la medicina familiar no estudia la realidad de manera fragmentada, sino como unidad. Al momento de elaborar el marco metodológico, los médicos se basan en los siguientes elementos:
A diferencia de las otras ramas de la medicina, la familiar valora y examina las emociones como procesos biológicos que no se pueden desvincular del dolor causado por las molestias o enfermedades.
Este aspecto expone que los pacientes y los familiares deben participar activamente en la recuperación o el tratamiento. Así mismo, las condiciones de vida son esenciales porque pueden generar soluciones o inconvenientes.
La medicina familiar es la especialidad que integra las ciencias clínicas, biológicas y de comportamientos. Los doctores que ejercen esta disciplina tienen la capacidad de trabajar con cada órgano y con el sistema inmunológico.
A lo largo de los años, esta rama científica y académica ha ido relacionando su paradigma biomédico con pilares humanísticos, tal como la psicología. El propósito es orientar al círculo familiar y guiar al individuo para que aprenda a conectar su mente con su cuerpo y entorno.
Actualmente, esta especialización posee gran relevancia en los países desarrollados, pero no en los subdesarrollados por falta de organización política y económica. A continuación se exhibirán los dos conceptos fundamentales de la medicina familiar:
Es la base de la disciplina. Representa el primer contacto con el paciente, quien sin saber aún qué padece deposita su confianza en el médico con el objetivo de que coordine su bienestar.
Es la habilidad que tienen los pacientes para esperar un informe específico sobre su salud. Antes de realizar algún diagnóstico, los especialistas familiares observan la evolución del malestar y cómo la persona vincula su enfermedad con el medio cotidiano.
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