Psicología

Agentes socializadores: qué son y cuáles son (ejemplos)


¿Qué son los agentes socializadores?

Los agentes socializadores son aquellos elementos que determinan en gran medida la socialización de cada persona. Se trata de individuos, grupos o instituciones que influyen en el individuo y en su comportamiento social. En algunos casos, como la familia o la escuela, estos elementos moldean la propia personalidad del sujeto.

Otros agentes socializadores, además de la familia y la escuela, son las amistades, los grupos con los que se relaciona cada persona o los medios de comunicación. La interacción con estos elementos van creando los esquemas mentales que determinaran los comportamientos, decisiones, ideas o valores de cada individuo.

Los psicólogos distingues dos niveles entre los agentes de socialización. Los primarios son los que influyen en el individuo durante su infancia, especialmente la familia y la escuela. Son básicos para la formación de la personalidad de cada persona.

Los agentes socializadores secundarios son los que aparecen en la adolescencia. En ese momento, los sujetos comienzan a relacionarse con más frecuencia con otras personas que no pertenecen al núcleo familiar. Entre los agentes de este tipo más importantes se encuentran los amigos y los grupos de referencia. Mención aparte, por su influencia, merecen los medios de comunicación.

Principales agentes socializadores

La socialización es el proceso por el que cada individuo aprende, muchas veces de manera inconsciente, los elementos socioculturales del lugar en el que viven.

Este proceso se produce mediante la interrelación con el resto de las personas que comparten su contexto social. Con la socialización, cada individuo adquiere los valores, normas, pautas y perspectivas de la cultura en la que habita.

La familia

El primer y principal agente socializador es la familia. Los niños tienen sus primeras relaciones con otras personas en su seno y comienza a desarrollar su personalidad y a comprender el mundo que le rodea.

La familia como es, además, uno de los elementos de socialización que mantiene su influencia durante más tiempo. No solo durante los primeros años de infancia, sino también en la adolescencia.

Las relaciones intrafamiliares son determinantes para el desarrollo cognitivo de los individuos, además de para la educación social y emocional.

La escuela

Los niños empiezan su etapa educativa siendo todavía muy pequeños. Las escuelas se convierten, así, en uno de los agentes socializadores más importantes de su vida.

En ellas, los niños crecen como individuos con el aprendizaje de conocimientos y normas. La labor de las escuelas va más allá de la enseñanza formal, ya que también pretende que los alumnos se formen moralmente y que sus capacidades intelectuales se desarrollen.

Además, la escuela representa para los niños la oportunidad de relacionarse con otros individuos. Esto es fundamental para que aprendan que cada persona puede comportarse y pensar de manera diferente.

Por último también es destacable el papel de los profesores como figura de autoridad diferente a la de los padres. En las escuelas, los niños empiezan a comprender la existencia de jerarquías institucionales y cómo comportarse.

La religión

Aunque no todos los expertos la incluyen dentro de los agentes socializadores, para otros la religión cumple ese papel en determinadas culturas.

Más que a las creencias religiosas personales, estos expertos se refieren a las comunidades religiosas organizadas, como parroquias, movimientos o asociaciones. Los participantes en ellas reciben enseñanzas que influyen de manera muy importante en la creación de sus valores morales y en su comportamiento.

Grupos de referencia

Los grupos de referencia tienen un importante papel como agentes socializadores. En este sentido, se definen como el conjunto de personas que crean relaciones duraderas basadas en intereses, creencias o valores comunes.

La influencia de estos grupos es muy importante para cualquier individuo, sobre todo para los adolescentes. En muchos casos, se convierten en un refugio en el que los jóvenes pueden manifestar su rebeldía hacía sus padres, algo muy frecuente a esas edades y que forma parte del proceso de formación de una personalidad propia.

Ejemplos de estos grupos pueden ser los clubes deportivos, las asociaciones ecologistas, las mencionadas comunidades religiosas o asociaciones políticas.

Igualmente, los adolescentes también pueden adoptar algunos de los valores de ciertos grupos sin necesidad de pertenecer a ellos en persona. Es habitual que por la influencia de los medios de comunicación, estos jóvenes se sientan partícipes de ciertos grupos sin tener relación directa con ellos.

Las amistades

Las amistades son para los jóvenes uno de los agentes socializadores más importantes. Durante su desarrollo, llega un momento en el que los adolescentes empiezan a “independizarse” emocionalmente de sus padres y a dar más importancia a su grupo de amigos.

Estas amistades son fundamentales para moldear la personalidad de los jóvenes. En el aspecto positivo, aprenderán valores como la lealtad y sentirán el afecto de sus iguales, sin que haya jerarquías predeterminadas.

Sin embargo, también puede haber un aspecto negativo. En algunas ocasiones, la presión de grupo hace que el joven pueda prácticas algunas actividades poco recomendables solo por no sentirse diferente y por miedo al aislamiento.

Medios de comunicación

Los medios de comunicación siempre fueron importantes agentes socializadores para los jóvenes. En los últimos años, esa importancia está aumentando, aunque protagonizada por los medios presentes en Internet y por las redes sociales.

Su primer efecto ha sido el cambio que han provocado en la manera de socializar. Internet y las redes sociales han alterado la manera de comunicarse. Así, permiten una mayor interacción, pero a costa de que esta no sea en persona. La calidad de estas relaciones puede verse afectada, lo que incide en la socialización de los adolescentes.

Estos nuevos medios están provocando que la familia y la escuela pierdan fuerza socializadora. Los efectos, sin embargo, aún están poco estudiados, ya que se trata de un fenómeno relativamente nuevo.

En cuanto a los medios más tradicionales, como la televisión, su influencia sigue siendo notable, aunque haya cambiado la manera de verla.

Se trata de un medio con una gran fuerza a la hora de crear costumbres y cambiar la manera de comportarse. Por ese motivo, la mayoría de los expertos advierten de que los niños más pequeños deben verla con algún adulto al lado.