Medio ambiente

Principio precautorio: qué es, características, ejemplos de aplicación


¿Qué es el principio precautorio?

El principio precautorio o principio de precaución hace referencia al conjunto de medidas de protección que se adoptan ante una situación en la que existe un riesgo, científicamente posible pero incierto, de infligir un daño a la salud pública o al medio ambiente.

El rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología ha supuesto muchos avances para la sociedad, pero también ha acarreado numerosos riesgos para el medio ambiente y la salud humana. Muchos de esos riesgos no se pueden demostrar científicamente, su existencia es solo hipotética.

El compromiso con el entorno y con el mundo que heredarán las futuras generaciones ha llevado a la sociedad a aplicar principios de precaución ante los avances científicos y tecnológicos. Por tanto, este principio incluye una serie de medidas que se aplican ante una determinada situación, que tienen su origen en la ética por falta de evidencias científicas.

No podemos decir que el principio de precaución sea un concepto nuevo, pero sí es novedoso el alcance que ha adquirido. En su origen, el principio precautorio se aplicaba principalmente a temas medioambientales; con el tiempo el concepto ha evolucionado, aplicándose de manera mucho más amplia.

Un ejemplo claro de la aplicación del principio precautorio son las medidas sanitarias que se comenzaron a tomar en numerosos países a mediados de 2020 con la pandemia de COVID-19.

Características del principio precautorio

En los tratados y declaraciones internacionales, así como en la literatura ética, se pueden encontrar numerosas definiciones de este concepto. No obstante, a través de un análisis comparado de multitud de estas es posible establecer algunas características inherentes a esta práctica ética:

Se aplica en situaciones de incertidumbre científica

Se aplica cuando existe incertidumbre científica acerca de la naturaleza, la magnitud, la probabilidad o la causalidad de un determinado daño.

En este escenario, la mera especulación no es suficiente. Es necesaria la existencia de un análisis científico y que el riesgo planteado no sea fácilmente refutable por la ciencia.

No es cuantificable

Dado que el principio precautorio se enfrenta a daños cuyas consecuencias son poco conocidas, no es necesario la cuantificación del impacto para aplicarlo.

Cuando se dispone de un escenario más certero, en el que el impacto del daño y el riesgo se puede cuantificar, lo que se aplica es el principio de prevención.

Se basa en un juicio moral

El principio precautorio se ocupa de aquellos peligros que se consideran inaceptables. La consideración de inaceptable varía en los diferentes tratados sobre el término: unos hablan de “perjuicio grave”, otros de “daños o efectos nocivos” o de “daño grave e irreversible”.

No obstante, todas las definiciones disponibles en la literatura sobre el concepto coinciden en utilizar términos basados en escalas de valores. En consecuencia, el principio precautorio se basa en un juicio moral sobre la administración del daño.

Es proporcional al riesgo

Las medidas implementadas en el entorno de un principio precautorio deben ser proporcionales a la magnitud del daño. Los costes y el grado de prohibición son dos variables que ayudan a evaluar la proporcionalidad de las medidas.

Actúa restringiendo y conteniendo el daño

Dentro de principio precautorio se establecen medidas dirigidas a reducir o eliminar el riesgo de un daño, pero también se diseñan medidas para controlar el daño en caso de que este se produzca.

Se rodea de protocolos de investigación continua

Ante un riesgo incierto se aplican protocolos de aprendizaje continuo. Buscar de manera sistemática y continua para poder entender el riesgo y medirlo, permite que las amenazas tratadas bajo el principio de precaución puedan ser gestionadas bajo sistemas de control del riesgo más tradicionales.

Ejemplos de aplicación del principio precautorio

Así como la definición del concepto es diversa, sus aplicaciones también lo son. Algunos casos en los que se ha aplicado el principio precautorio son los siguientes:

Caso alemán: origen del principio precautorio

Aunque algunos autores afirman que el principio precautorio nació en Suecia, muchos otros afirman que nació Alemania con el anteproyecto de ley de 1970.

Este anteproyecto de ley, aprobado en 1974, pretendía regular la contaminación del aire y regulaba las diferentes fuentes de contaminación: el ruido, las vibraciones, entre otras.

Caso del amianto

La extracción mineral del amianto se inició en 1879. En 1998 la extracción mundial de este material llegó a ser de dos millones de toneladas. En sus inicios no se conocía los efectos nocivos de este material para la salud humana; actualmente se sabe que es la causa principal del mesotelioma.

La dificultad de relacionar la causalidad entre dicho mineral y el mesotelioma radicaba en que la incubación de esta enfermedad es muy larga. No obstante, una vez declarada la enfermedad resulta mortal en el plazo de un año.

En este contexto de incertidumbre científica, a lo largo de la historia se realizaron diversas alertas e intervenciones destinadas restringir el daño.

Primeras advertencias

En 1898 la inspectora industrial de Reino Unido advirtió sobre los efectos dañinos del amianto. Ocho años después, en 1906, una fábrica de Francia elaboró un informe en el recogía la muerte de 50 trabajadoras textiles que habían estado expuestas al amianto. En el mismo informe se recomendaba establecer controles sobre su uso.

En 1931, tras diversas pruebas científicas y la publicación del Informe Merewether, Reino Unido estableció una reglamentación sobre el uso de amianto en las actividades manufactureras.

Esta normativa también obligaba a las empresas a indemnizar a los trabajadores afectados por amiantosis; esta regulación apenas se cumplió.

En 1955 Richard Doll demostró evidencias científicas del elevado riesgo de sufrir cáncer de pulmón que padecían los trabajadores expuestos a amianto en la fábrica de Rochdale, en Reino Unido.

Posteriormente se publicaron diversos informes identificando cánceres por mesotelioma en países como Reino Unido, Estados Unidos, Sudáfrica, entre otros. Entre 1998 y 1999, en la Unión Europea se prohibió el amianto.

Hoy en día se sabe que si la aplicación de medidas se hubiese establecido cuando el riesgo era plausible aunque no demostrable, se hubiesen salvado miles de vidas y ahorrado millones de dólares.

No obstante, y a pesar de las medidas aplicadas en países desarrollados, la utilización del amianto sigue siendo ampliamente extendida en países en vías de desarrollo.

Otros ejemplos en la época reciente

El principio precautorio es recogido en la actualidad en números tratados de todo el mundo. Algunos de estos son los siguientes:

  • Pandemia de gripe A (H1N1) de 2009-2010: en este caso existió un brote de gripe que llevo al pánico a la población, medios, gobiernos e incluso profesionales sanitarios. Se realizó un gran gasto público siguiendo el principio de precaución, aunque más tarde se confirmó que la epidemia tuvo poca mortalidad.
  • Pandemia de COVID-19: a final de 2019 fue identificado el primer caso en Wuhan (China) y se han contagiado cerca de 200 millones de personas en 258 países, con cerca de 4 millones de muertos. El principio precautorio se aplicó desde final de febrero o principios de marzo de 2021 en numerosos países, con restricciones de vuelos, cierre de fronteras, cuarentenas y otras medidas.
  • Convención de Bamako (1991), en la que se establece la prohibición de importar a África desechos peligrosos.
  • Convenio de Estocolmo (2001) sobre contaminantes orgánicos.
  • Declaración Ministerial de la OCDE (2001) sobre la política de desarrollo sostenible.
  • Reglamento sobre la seguridad alimentaria en a Unión Europea (2002).