Cultura general

Alsacia y Lorena: territorio, antecedentes, guerras mundiales


Alsacia y Lorena son dos de las zonas que componen la Región de Gran Este, en Francia. Esta división administrativa entró en vigor en 2016, pero se prevé que para 2021 se conforme un nuevo ente territorial denominado Colectividad Europea de Alsacia. Ambos territorios se encuentran en el este del país, haciendo frontera con Alemania.

Ha sido esta ubicación geográfica lo que ha marcado la historia de ambos territorios. Su posesión ha sido una constante fuente de conflictos entre Francia y Alemania, especialmente desde el siglo XIX.

Tras haber pertenecido a Francia desde el siglo XVII, Alsacia y Lorena pasaron a manos alemanas después de la guerra que enfrentó a ambos países en 1870 y que concluyó al año siguiente con victoria germana. Los vencedores crearon entonces el Territorio Imperial de Alsacia y Lorena, situación que se mantuvo hasta la Primera Guerra Mundial.

Al finalizar el conflicto, Alsacia y Lorena declararon su independencia. Esta duró solo unos días, ya que el ejército francés ocupó sin problemas ambos territorios. El Tratado de Versalles confirmó la soberanía francesa, que se mantuvo inalterable hasta la invasión alemana durante la Segunda Guerra Mundial. La derrota nazi devolvió a los franceses el control de ambas zona.

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Antecedentes históricos

Desde la última etapa del Imperio romano, los diversos pueblos y gobiernos situados a los dos lados del Rin se han disputado el dominio de Alsacia y Lorena. Su situación geográfica ha marcado que las reclamaciones sobre su soberanía hayan sido constantes a lo largo de los siglos.

Alsacia está ubicada en la zona occidental del valle del Rin. Geográficamente está situada en la llamada planicie de Alsacia, delimitada por los montes Vosgos y por los montes del Jura.

Históricamente, esta región perteneció al Sacro Imperio Germánico durante bastantes años. En esa época estuvo gobernada por el obispo de Estrasburgo, su ciudad más importante. Más tarde, pasó a estar bajo dominio de los Habsburgo.

Por su parte, Lorena limita con tres países diferentes: Luxemburgo, Bélgica y Alemania, además de con Alsacia. Esta ubicación ha sido la responsable de que haya pertenecido alternativamente a Francia y a Alemania.

Siglos XVI y XVII en Alsacia

La Guerra de los Treinta Años tuvo una importante repercusión en Alsacia. Este conflicto terminó en 1648, cuando los contendientes firmaron el Tratado de Westfalia. Este acuerdo conllevó que Alsacia pasara a pertenecer a Francia, aunque el articulado fue poco concreto. El territorio pudo mantener algo de autonomía dentro del país.

Treinta años después, Francia reforzó su control sobre el territorio. En 1681, el ejército francés ocupó Estrasburgo, situación que quedó reflejada en el Tratado de Ryswick que puso fin a la Guerra de la Gran Alianza en 1697.

A pesar de la soberanía francesa, Alsacia era una región con una fuerte componente cultural alemán, comenzado por el idioma. Esta característica llevó al gobierno de París a no reprimir la creciente presencia del protestantismo, algo que sí hizo en el resto del país. Esta situación se mantuvo relativamente estable hasta después de la Revolución francesa.

Siglos XVI y XVII en Lorena

Por su parte, Lorena había sufrido una serie de invasiones por parte de Francia a partir de mediados del siglo XVI. Más adelante, en 1633, Luis XIII conquistó la ciudad de Nancy

En 1659, con la firma del Tratado de los Pirineo, la región volvió a ser un Ducado independiente al librarse de la presencia francesa. Estos, con Luis XIV en el trono, no se resignaron a perder el territorio y, en 1670, lo invadieron de nuevo.

El monarca trató de ganarse la confianza del pueblo mediante importantes inversiones económicas, pero el Tratado de Ryswick (1697) acabó con la soberanía francesa y restableció el Ducado independiente de Lorena. El nuevo duque, Leopoldo I, logró que la zona viviera años de gran esplendor.

Territorio Imperial de Alsacia y Lorena

El siguiente gran acontecimiento histórico que afectó a estos dos territorios fue la guerra franco-prusiana. Esta enfrentó al Segundo Imperio Francés de Napoleón III y a Prusia y sus aliados germanos.

Las principales causas de la guerra fueron la pretensión prusiana de unificar todos los territorios de cultura germánica y las intenciones expansionistas francesas. Entre sus intenciones se encontraba anexionarse Luxemburgo.

El conflicto comenzó en julio de 1870 y terminó en mayo del año siguiente con derrota de los franceses.

El Tratado de Frankfurt

Aunque todas las condiciones que los prusianos impusieron a los franceses al término del conflicto estaban recogidas en la Paz de Versalles, la ratificación oficial del armisticio se firmó el 10 de mayo de 1871.

El Tratado de Frankfurt, nombre que recibió esta ratificación, recogía entre sus cláusulas que Alsacia y Lorena pasarían a manos alemanas.

Como parte del acuerdo, los vencedores concedieron un plazo de más de un año para que todos los habitantes de ambas regiones pudieran emigrar a Francia. El resultado fue un que el 5% de los residentes decidieron seguir siendo ciudadanos franceses. Los que prefirieron quedarse recibieron la nacionalidad alemana.

Territorio imperial

Con el reparto territorial surgido de la guerra franco-prusiana, la zona norte de Lorena fue incorporada al recién creado Imperio alemán.

Por su parte, las áreas con habitantes de cultura alemana de Alsacia también pasaron al Imperio. Esto rompió la unidad territorial de la región, ya que la zona de Belfort permaneció en Francia.

El nuevo territorio imperial de Alsacia y Lorena no adquirió la categoría de estado componente del Imperio, sino que fue gobernado directamente desde Berlín. Era el Emperador quien nombraba al gobernador y a los ministros.

Durante esos años de dominio alemán, las políticas desarrolladas oscilaron entre la conciliación y la dureza. Ejemplo de esto último fueron las leyes que limitaban el uso del francés, algo que acabó provocando una reacción negativa por parte de la población.

Por su parte, la pérdida de estas regiones provocó un crecimiento del sentimiento nacionalista francés. Esto dio lugar a la aparición de organizaciones como la “Défense de L’Alsace-Lorraine”, que desarrollaron acciones de propaganda anti-alemana cada vez más agresivas.

Primera Guerra Mundial

La tensión existente entre las potencias europeas acabó desembocando en el estallido de la Primera Guerra Mundial. Una de las causas del conflicto fue la disputa por la soberanía de Alsacia y Lorena entre Francia y el Imperio alemán.

A comienzos del siglo XX, los franceses habían elaborado un plan de ataque (el Plan XVII) para tratar de recuperar esos territorios si se presentaba el momento oportuno. Por su parte, los alemanes habían diseñado el llamado Plan Schlieffen para conquistar Francia en el caso de que empezara una guerra.

Al estallar la guerra, a finales de julio de 1914, los dos altos mandos pusieron sus planes en marcha. Los franceses movilizaron sus tropas desde el sur para dirigirse hacia Alsacia y Lorena, mientras que Alemania conquistó Bélgica y el norte de Francia en muy poco tiempo.

El ejército francés quedó, pronto, estancado en su avance, por lo que tuvo que descartar una rápida ocupación de Alsacia y Lorena.

Mientras, los alemanes decidieron evitar que los soldados provenientes de esas dos regiones tuvieran que luchar contra los franceses dado los lazos históricos y familiares que mantenían. En lugar de esto, los enviaron al frente oriental o los destinaron a la marina imperial.

República Independiente de Alsacia-Lorena

La derrota de las potencias centrales, entre ellas Alemania, provocó que el Emperador abdicara. Lorena y Alsacia, que eran gobernadas directamente desde Berlín, sufrió un vacío de poder al no tener gobierno propio.

Como estaba ocurriendo en otras zonas del país, parte de los marinos de Alsacia-Lorena procedieron a crear un Consejo de Soldados, con sede en Estrasburgo. Sin encontrar resistencia, este Consejo tomó el control de la ciudad, ayudados por algunos comités de trabajadores. El lema de la revuelta fue: “Ni Alemania ni Francia ni neutrales”.

El denominado Régimen de Estrasburgo declaró la independencia de Alsacia y Lorena el 11 de noviembre de 1918. La forma del nuevo estado fue la República.

El gobierno francés, no obstante, no iba a permitir la independencia de sus antiguas regiones. El 16 de noviembre, sus tropas ocuparon Mulhouse y el 21 alcanzaron Estrasburgo. Tras esto, la efímera República de Alsacia-Lorena llegó a su fin y ambos territorios quedaron bajo soberanía francesa.

El gobierno de París dividió el territorio en varios departamentos diferentes: el Alto Rin, el Bajo Rin y Mosela.

Tratado de Versalles

Con el Tratado de Versalles, que establecía las reparaciones que los derrotados debían afrontar por la guerra, Alsacia y Lorena pasaron oficialmente a pertenecer a Francia, con las mismas fronteras que antes de 1871.

Parte de la población de esos territorios, la de cultura alemana, mostró su rechazo a los intentos franceses por imponer su idioma. Esto provocó que aparecieran algunas sociedades secretas que pretendían, en algunos casos, obtener cierta autonomía frente al gobierno central o, en otros, incluso la vuelta a Alemania.

Segunda Guerra Mundial

El nacionalismo alemán, en este caso dirigido por el partido nazi, volvió a poner a Alsacia y Lorena entre sus objetivos. Este partido prometió unificar bajo el control alemán todas las zonas que consideraba germanas, además de acusar al Tratado de Versalles de humillar al país.

La Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939, pero no fue hasta el año siguiente cuando las tropas alemanas penetraron en Francia. En poco tiempo, lograron llegar a París y derrotar a los franceses.

Alsacia y Mosela (zona perteneciente a Lorena) fueron anexionados mediante una serie de leyes secretas promulgadas por el gobierno de Hitler. Con esta legislación, Alemania decretó que esa región pasara a estar bajo gobierno germano y que sus habitantes podían ser alistados en el ejército.

Por su parte, el resto de Lorena fue incorporada a la provincia del Sarre. Además de implantar el servicio militar obligatorio, la mayoría de los jóvenes de la región debieron unirse a las Juventudes Hitlerianas.

Derrota alemana

Después del desembarco de Normandía, las tropas estadounidenses entraron en Alsacia y Lorena. Una vez terminada la guerra, ambas regiones regresaron a manos francesas.

El gobierno francés comenzó un proceso de desnazificación de Alsacia. Unos 13.000 colaboracionistas fueron juzgados por ayudar a los ocupantes.

Actualidad

En la actualidad, Alsacia y Lorena pertenecen, administrativamente, a la Región de Gran Este. Esta se formó el 1 de enero de 2016, mediante una ley que reformaba la estructura territorial francesa.

Esta nueva organización territorial no fue del agrado de los alsacianos. Varias organizaciones afirman que se corre el riesgo de que la cultura propia de la región acabe desapareciendo.

Un acuerdo firmado entre las autoridades regionales y el gobierno francés tendrá como resultado la conformación de un nuevo organismo territorial. Este cambio entrará en vigor el 1 de enero de 2021, con el nombre de Colectividad Europea de Alsacia.

Referencias

  1. Ocaña, Juan Carlos. Alsacia y Lorena. Obtenido de historiasiglo20.org
  2. Lozano Cámara, Jorge Juan. El contencioso franco-alemán de Alsacia y Lorena. Obtenido de claseshistoria.com
  3. Vivanco, Felip. Alsacia, en las trincheras de la memoria. Obtenido de magazinedigital.com
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Alsace-Lorraine. Obtenido de britannica.com
  5. Musée Protestant. The reintegration of Alsace-Lorraine after 1918. Obtenido de museeprotestant.org
  6. Callender, Harold. Alsace-Lorraine Since the War. Obtenido de foreignaffairs.com
  7. Eckhardt, C. C. The Alsace-Lorraine Question. Recuperado de jstor.org