Salinera: para qué sirven, características, partes, tipos
¿Qué es una salinera?
Una salinera o salina es una explotación establecida a cielo abierto para obtener sal común a partir de agua saturada de la misma. Esto se logra evaporando agua de mar o de lagos salados, así como también extrayendo agua subterránea de depósitos ricos en dicha sal.
Las salineras se localizan en las zonas costeras marinas, a la orilla de lagos salados o en zonas de manantiales ricos en sal. Por otra parte, el proceso de extracción de sal se realiza evaporando el agua salada bajo la acción de la radiación solar y los vientos.
Estas estructuras requieren ambientes de alta radiación solar, con altas temperaturas, vientos constantes y suelos planos e impermeables. En estas áreas se establece la salinera, la cual consta de una zona donde se deposita el agua salada.
Luego, esta pasa a otra área donde se somete a la radiación solar y viento para que ocurra la evaporación del agua. Finalmente, la salmuera resultante se deposita en una tercera zona donde ocurre la cristalización de la sal.
Las salineras pueden ser de dos tipos dependiendo de la región geográfica donde se establecen. Por lo que hay salineras costeras, en las costas marinas, y salineras de interior, en lagos o manantiales salados de tierra adentro.
¿Para qué sirven las salineras?
La sal común o cloruro de sodio solo se puede obtener extrayéndola de cuerpos de agua saturados de sal, como los mares y algunos lagos. Así como también de minas de sal, que son depósitos de sal en el interior de la Tierra, formados de antiguos mares o lagos salados.
Además en algunos desiertos la sal se obtiene directamente de la superficie del suelo, donde en el pasado existió un mar o lago. Por tanto, las salineras o salinas son explotaciones que sirven para obtener sal común marina, la cual es un producto que tiene diversos fines.
El principal de ellos es el empleo como condimento en la preparación de comidas. Esto es debido a la capacidad que tiene la sal de potenciar el sabor de los productos alimenticios. Adicionalmente, la sal previene la deficiencia de yodo y flúor, además de ayudar a eliminar el ácido láctico y el ácido úrico.
Por otra parte, la sal es un conservante muy eficaz, por lo que ha sido utilizado para conservar alimentos desde los primeros días de la humanidad. Especialmente en la conservación de pescados y carnes, cuando estos se recubren con gruesas capas de sal.
La causa de este poder conservante es la capacidad de la sal de absorber agua, deshidratando así a los alimentos. Mientras menos agua hay en los tejidos, el ambiente es menos propicio al desarrollo de bacterias y hongos causantes de la descomposición.
Además la sal tiene muchos otros usos en diversas industrias, como la química, la textil, la metalúrgica y en el curtido de pieles.
Características de las salineras
Ubicación
Las salineras se ubican cerca de cuerpos de agua salada, bien sea en zonas costeras o cerca de lagos salados. Por otra parte, también pueden establecerse en áreas del interior del territorio en terrenos con depósitos de agua subterránea rica en sales.
Ambiente
El ambiente ideal para el establecimiento de una salinera es aquel donde hay alta radiación solar y escasas lluvias. Esto es debido a que las lluvias diluyen los depósitos de sal, arrastrándola nuevamente a los cuerpos de agua.
Por otra parte, el proceso de evaporación requerido para separar la sal del agua, necesita altas temperaturas. Adicionalmente, la ocurrencia de vientos frecuentes contribuye con el proceso de evaporación del agua y secado de la sal.
Suelo y relieve
Las salineras requieren suelos con una capa arcillosa compacta que impida la infiltración del agua. Por otra parte, lo ideal son terrenos planos que permitan mantener láminas de agua poco profundas y controlar el escurrimiento.
Desechos e impacto ambiental
Aunque las salineras no son una actividad que produzca mucha contaminación, si produce algunos desechos problemáticos. Principalmente los llamados amargos, que son los depósitos que quedan luego de extraer la sal.
Estas sustancias presentan una alta concentración de sales y otros minerales, por lo que debe disponerse adecuadamente de ellos para prevenir impactos negativos en el ambiente.
Partes de una salinera
Las partes de una salinera pueden variar dependiendo del tipo de salinera y sus nombres cambian de un país a otro. Sin embargo, toda salinera consta de unas partes básicas para garantizar su funcionamiento.
Zona de captación y almacenamiento de agua marina
En esta área se toma y almacena el agua salada proveniente del mar, del lago o manantial salado. En el caso de lagos y manantiales, generalmente se recurre al bombeo para mover el agua.
Mientras que en las salineras de la costa marina se obtiene de los llamados tomaderos, rebosaderos o saltaderos aprovechando el ascenso de la marea. Luego el agua se transporta por canales hasta el estero, una gran laguna donde se recibe el agua de mar.
Zona de evaporación
Del estero, el agua salada se lleva por canales y compuertas a balsas rectangulares de gran extensión y poca profundidad, llamadas eras. Estas balsas deben tener un fondo impermeable, arcilloso, compacto y están separadas entre sí por muros de tierra o piedra de poca elevación.
Estas balsas iniciales son algo más profundas que las empleadas en etapas posteriores. Luego, el agua es trasvasada a otras balsas menos profundas llamadas de calentamiento o calentadores.
Aquí la acción del calor solar y el viento va evaporando el agua y concentrando la sal. En algunos sistemas, el agua pasa a un complejo de canales en serpentina o laberinto cada vez menos profundos, donde la sal se va concentrando por evaporación.
En las salinas de Cádiz estas áreas reciben el nombre de lucio, compuestos por vueltas que son profundas y anchas seguidas de otras más estrechas y menos profundas. Al final de todo el proceso se obtiene un residuo denso con alta concentración de sal.
Zona de cristalización
Posteriormente, el residuo se pasa a otras balsas llamadas de cristalización o cristalizadores, donde se forman los cristales de sal y se van al fondo de una capa de agua que no supera los 10 cm. Estos cristalizadores se llaman tajos en las salinas de Cádiz y maretas o cristalizadores en otras partes.
Esta área posee los llamados balaches o escurrideros, que son las divisorias entre cristalizadores. Ahí se van colocando los montones de la sal extraída para que escurra y seque, siendo sometida a un proceso de lavado.
Zona de salero y almacén
Desde los cristalizadores o tajos, la sal es transportada a un área donde se acumula en grandes montículos, terminando allí su proceso de secado. En algunos sistemas la sal es depositada en almacenes cerrados a la espera de su traslado a la planta procesadora.
Zona de carga
En esta área se procede a cargar la sal dependiendo del medio de transporte empleado, sea barco o camiones.
Tipos de salineras
Fundamentalmente existen dos tipos de salineras, dependiendo del área geográfica donde se encuentre la fuente de la sal. Estas son las salineras costeras y las salineras de interior.
Salineras costeras
Las salineras costeras, como su nombre lo indica, se ubican en las costas marinas, ya que extraen la sal del agua de mar. Estas salineras obtienen el agua marina al canalizarla a partir del ascenso de las mareas o mediante bombeo.
En muchos casos, combinan su actividad de producción de sal con la piscicultura de especies de agua salada. Las regiones costeras donde se ubican las salineras están en zonas tropicales y subtropicales, donde la radiación solar y las temperaturas ayudan al proceso.
Por otra parte, aprovechan los terrenos planos para evitar la escorrentía incontrolada del agua o la invasión de agua dulce de ríos cercanos.
Salineras de interior
Las salineras de interior se dedican a la obtención de sal a partir de manantiales y lagos salados localizados alejados de las costas, tierra adentro. Así como también de depósitos subterráneos de sales en áreas con un nivel freático alto.
En este último caso emplean procesos de perforación y bombeo del agua salada, para luego evaporarla y obtener los cristales de sal.
También hay casos donde la sal es recolectada directamente de la superficie del suelo, en áreas de antiguos mares o lagos ya secos. Tal es el caso de Salinas del Rey en las zonas desérticas de Coahuila, México.
Las salineras de interior no siempre cuentan con terrenos planos, por lo que establecen las balsas de evaporación en terrazas. De tal forma que el agua es bombeada del depósito principal y luego va pasando de una balsa a otra por gravedad.
Referencias
- Albaladejo-García, J.A. y Gómez-Espín, J.M. (2016). Espacios salineros de interior: las salinas de Sangonera la Seca y Librilla en la región de Murcia. Papeles de Geografía. Universidad de Murcia.
- Hueso, K. y Tejedo, P. (2008). Reflexiones sobre el futuro de las salinas tradicionales. Presentación de la Jornada Técnica El Patrimonio Cultural de las Salinas.
- Moreno-Pulido, J. y colaboradores (2018). La Sal de Cádiz, de la costa al interior. Colección Geolodía. Editada en Salamanca por Sociedad Geológica de España.
- Ruiz-Lozano, C. (2015). El paisaje de las explotaciones salineras litorales mediterráneas: El caso de las salinas de Ibiza. Trabajo final de grado. Departamento de Geografía, Facultad de Geografía e Historia.