Víctor Mideros Almeida: biografía, estilo pictórico, obras
Víctor Mideros (1888 – 1967) fue un destacado pintor ecuatoriano que sobresalió por sus composiciones religiosas, siendo su obra reconocida en todo el mundo y sobre todo en Ecuador, donde es considerado uno de los principales exponentes de la pintura nacional.
Fue un hombre sabio e ilustrado que estudió Medicina pero que vivió para el arte. Ejerció como diplomático ecuatoriano en Roma, dirigió la Escuela de Bellas Artes de Quito y el Museo Nacional de Arte, entre otros cargos.
Arte, metafísica, espiritualidad y simbología eran algunos de los conceptos que formaban parte de su estilo pictórico, el cual refuerza a través de técnicas como la luz. Sin duda, uno de los grandes transformadores de la cultura visual religiosa.
Su reconocimiento le hizo valedor de premios como la Condecoración Nacional al Mérito otorgado por el Gobierno del Doctor Arroyo del Río, la Condecoración de Caballero de la Orden de las Palmas entregada por la academia francesa o la obtención de varios premios Mariano Aguilera.
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Biografía
Víctor Mideros Almeida nació un 28 de marzo de 1888 en San Antonio de Ibarra (Ecuador), localidad situada a 100 km al noreste de Quito y que destaca por su artesanía y cultura. ‘La ciudad blanca’, como es conocida esta urbe, debió influir en la vida del artista, ya que sus dos hermanos, Enrique y Luis, también ejercieron como pintor y escultor respectivamente.
Hijo de Federico Mideros y de Carmen Almeida, nació en un seno familiar profundamente católico, lo que le llevó siempre a que su obra tuviese motivos religiosos y espirituales.
Mientras estudiaba en la escuela Teodoro Gómez de la Torre en Ibarra, su padre se percata de la facilidad que tiene Víctor para el dibujo. Decide que, a pesar de su temprana edad, ingrese en el taller de los hermanos Reyes, reconocidos escultores y talladores de madera.
Traslado a Quito
En 1906 se gradúa como Bachiller y se traslada a Quito para proseguir con los estudios superiores. Ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Central, obteniendo la especialidad de manera brillante.
Sin embargo, las aspiraciones de Mideros no eran las de ser médico, por lo que al mismo tiempo que obtenía la licenciatura de medicina, estudiaba Pintura en la Escuela de Bellas Artes. Curiosamente, los conocimientos que fue adquiriendo en medicina sobre anatomía los aplicaba en sus pinturas.
Sus primeros reconocimientos llegaron en 1915, cuando obtiene la medalla de oro en la Exposición Nacional de Arte llevada a cabo en Quito. Así, es en 1917 cuando consigue su primer Premio Mariano Aguilera de reciente creación. Luego ganaría otros seis más.
Encargo desde la presidencia
Un punto clave en su obra se produce cuando en 1918 le encargan desde presidencia el retrato de la hija mayor de don Alfredo Baquerizo Moreno, presidente de Ecuador por aquel entonces.
Tan contento quedaron con el resultado, que el presidente lo nombró agregado cultural de la embajada ecuatoriana en Roma. Una oportunidad única para Mideros para seguir desarrollando su arte en una de las ciudades con más historia y cultura en pintura y otras ramas artísticas.
Recordemos además que, además de ser una de las cunas del arte, Roma es la sede principal del catolicismo, una motivación extra para este artista de arraigadas creencias cristianas.
Visitas a España y Francia
Aprovechando su estancia en la capital italiana, Mideros visitó España y Francia en 1921. Fueron viajes fructuosos donde pudo perfeccionar sus técnicas y además ampliar su estatus como pintor.
Tal fue su reconocimiento, que fue aceptado como miembro del Círculo Internacional de Artistas de Roma y académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF) en Madrid.
Traslado a Nueva York
En 1922 abandona el Viejo Continente para instalarse en Nueva York junto a su hermano Luis. A las dos semanas, parte de su obra pictórica estaba expuesta en la mismísima Quinta Avenida, una de las principales arterias de Manhattan.
Fue una estancia que le hizo ver el mundo de otra manera, aplicando nuevas técnicas de pintura muy diferentes a las que llevó a cabo en Ecuador y en Roma. El simbolismo comienza a formar parte de su arte.
Reseñar que, durante la etapa neoyorquina, su hermano sufrió un atentado por parte de la organización Ku Klux Klan (KKK) del que pudo salir ileso. Víctor Mideros, en agradecimiento a que su hermano pudiera sobrevivir, pintó el lienzo “Mi reino no es de este mundo”, una de sus obras más conocidas.
Regreso a Ecuador
En 1924 regresa a Ecuador y ejerce como profesor de Historia del Arte, Anatomía Artística y Dibujo en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Entre 1933 y 1937 asumió la dirección del centro, siendo ya un reconocido artista por la alta clase de la sociedad del país.
Debido a su intensa vida, Víctor Mideros no pudo asentar su vida familiar hasta pasados los 40 años. En 1930 contrae matrimonio con María Eloísa Navarrete Torres, mujer con la que tuvo cuatro hijos: Boanerges, Raúl, Enma y Mariana.
Boanerges siguió la estela de su padre y ejerció como pintor. A su vez, Raúl se formó como arquitecto y sus dos hijas llevaron una vida religiosa basada en la fe cristiana.
Víctor Mideros falleció un 9 de octubre de 1967 a los 79 años en Quito. Desarrolló su arte hasta los últimos días de su vida, dejando sin terminar la obra “Maranatha (Ven, Espíritu Divino).
El pintor murió pintando a pesar de desarrollar dolencias cardiacas desde los años 60. Vivió sus últimos años en casa-taller situada en la Avenida 10 de agosto y calle Portoviejo, donde pudo dar sus últimas pinceladas.
Estilo pictórico
Víctor Mideros se caracteriza por su manejo del color y de la luz. Esta técnica fluye en su etapa de naturalismo, donde dedica gran parte de su obra a las tribus étnicas del Ecuador.
Entre los pintores que sirvieron como referentes para Víctor Mideros en sus técnicas coloristas encontramos a sus admirados Joaquín Sorolla, Hermenegildo Anglada o Ignacio Zuloaga.
Su concepto místico y religioso se impone sobre el resto de sus composiciones, siendo las pinturas que más desarrolló a lo largo de su vida artística.
La artista plástica Mariana Mideros, estudiosa de las pinturas de Víctor Mideros, divide en tres etapas su obra: pintura clásica, indigenismo y naturalismo y el simbolismo.
Pintura clásica
Etapa inicial y de formación antes de viajar a Quito para estudiar en la Escuela de Bellas Artes. Algunos de sus maestros fueron Luis Toro Moreno y Rafael Troya, los cuales le enseñaron las técnicas de pintura al óleo y las bases de la acuarela.
Indigenismo y naturalismo
Esta etapa fue durante su madurez universitaria y su estancia en Roma. En ella se dedica a la pintura costumbrista, retratando a grupos étnicos como los mayas, los salasacas o los sámbisas, demostrando unas dotes excepcionales en el manejo de la luz y la recreación de la naturaleza.
Simbolismo
Este movimiento artístico forma parte de su obra una vez que se instala en Nueva York. Curiosamente, en Estados Unidos esta manifestación artística no tuvo mucho éxito debido a que mostraba más arraigo al realismo. Mideros fue uno de los pocos que la desarrolló en el país anglosajón.
Obras
Algunas de sus pinturas más reconocidas son los lienzos de la iglesia de La Merced de Quito, “Espejo de justicia” que se encuentra en el Centro Universitario Católico o “El camino de la vida”. Podemos analizar otras como son:
Los siete días de la creación
El autor desarrolla en siete cuadros cada día de la creación enfocándolo en un color determinado. Es una composición en la que hace gala de sus magistrales conocimientos sobre el color.
Santo predicando a las avecillas del Señor
Obra encargada por el templo de St. Joseph Serfic College de Nueva York, es una de las más valoradas por la comunidad artística neoyorquina.
Alma mía. Simbolismo y modernidad en Ecuador
Es una edición llevada a cabo por Alexandra Kennedy y Rodrigo Gutiérrez donde se recogen algunas de las obras más representativas del pintor. Esta exposición estuvo presente hasta en siete sedes del centro histórico de Quito.
Retrato de los siete arcángeles (1930)
Realizado para su benefactora María Augusta Urrutia, distinguida señora de la nobleza quiteña. De familia aristócrata, María Augusta fue una de las mecenas del arte quiteño más importantes de su época, siendo distinguida con la medalla la de la Orden Nacional al Mérito (1981). En la casa-museo de la noble se pueden encontrar hasta 89 pinturas de Mideros.
Maranatha (Ven, Espíritu Divino)
Obra inconclusa de Víctor Mideros que se encuentra en la Casa de Retiro de los Padres Jesuitas en Machachi (Ecuador).
Referencias
- Victor Mideros. Family Tree. Extraído de gw.geneanet.org.
- Victor Mideros. Extraído de enciclopediadelecuador.com.
- Biography of Víctor Mideros Almeida. Extraído de thebiography.us.
- Alma mia. Simbolismo y modernidad Ecuador. Extraído de ugr.es.
- Victor Mideros. El simbolismo de su vida. Extraído de youtube.com.