Medicina

Valoración de Silverman-Anderson: para qué sirve, criterios, interpretación


La valoración de Silverman-Anderson, conocida también como Escala de Silverman, es un método de evaluación objetiva del trabajo respiratorio en los recién nacidos. 

El distrés respiratorio del recién nacido está entre las principales causas de mortalidad post parto, así como de ingreso a la unidad de cuidados intensivos neonatales, siendo fundamental un diagnóstico precoz a fin de instaurar las medidas terapéuticas necesarias para evitar estos problemas.

La valoración de Silverman-Anderson se basa en la evaluación objetiva de 5 parámetros clínicos fácilmente cuantificables durante el examen físico, los cuales permiten determinar con certeza no solo la presencia sino también la severidad de la dificultad respiratorio en el recién nacido.

Mediante esta valoración se pueden tomar decisiones rápidas y certeras sobre el inicio de soporte ventilatorio en neonatos, disminuyendo así las tasas de complicaciones y mejorando el pronóstico de aquellos bebés que presentan distrés respiratorio durante las primeras horas de su vida.

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¿Para qué sirve la valoración de Silverman-Anderson?

El paso de la vida intrauterina a la vida extrauterina representa un cambio extremo durante el cual el feto (ahora bebé) deja de recibir oxígeno a través del cordón umbilical, y debe comenzar a extraerlo directamente del aire que respira.

Si bien parece algo automático y que se da por hecho, lo cierto es que durante las primeras horas de vida el pulmón del recién nacido debe comenzar a trabajar con eficiencia. De lo contrario, no pasa mucho tiempo antes que se presente alguna dificultad respiratoria, y con ella la disminución de la concentración de oxígeno en sangre.

Debido a que las complicaciones asociadas al distrés respiratorio son muy severas, es indispensable utilizar un método que permita identificarlas precozmente. De esta manera se pueden instaurar medidas correctivas y de soporte lo antes posible, disminuyendo así el riesgo de complicaciones y mejorando el pronóstico del paciente.

Y es precisamente para esto que sirve la Valoración de Silverman-Anderson, la cual evalúa una serie de cinco parámetros clínicos de manera muy ágil y rápida. Esto permite determinar en menos de 1 minuto no solo si un neonato presenta distrés respiratorio, sino que además permite calificar la severidad del mismo cuando está presente.

Si bien existen parámetros bioquímicos y gasométricos que podrían emplearse para el diagnóstico de dificultad respiratoria del recién nacido, lo cierto es que todos ellos son invasivos y tardan mucho más tiempo que el que se emplea calculando el índice de Silverman.

Por ello, con más de 50 años en uso, hoy en día sigue siendo la escala más utilizada en el ámbito de la medicina para evaluar el trabajo respiratorio del recién nacido.

Criterios evaluados

La facilidad y rapidez con la que se lleva a cabo la valoración de Silverman-Anderson estriba en que la misma mide 5 parámetros clínicos fácilmente evaluables, asignándole a cada uno una puntuación que va del 0 (signo clínico ausente) hasta el 2 (signo clínico presente de manera inequívoca).

Durante un examen clínico bien estructurado, todas las variables a evaluar dentro de la valoración de Silverman-Anderson se examinan en menos de 30 segundos. Conforme se evalúan, se les asigna una puntuación para obtener el resultado final en menos de 1 minuto.

Cuanto más bajo sea el resultado, mejor será la condición de la función respiratoria del recién nacido y por tanto su pronóstico. Los parámetros clínicos a evaluar son los siguientes: movimientos torácico – abdominales, tiraje intercostal, retracción xifoidea, aleteo nasal y quejido espiratorio.

Movimientos torácico – abdominales

Esta variable hace referencia a la expansión del tórax en inspiración y su retracción en la expiración, las cuales en condiciones normales deben ir acompañadas de una expansión del abdomen durante la inspiración y su depresión en la fase espiratoria.

Lo normal es que el movimiento se presente tal como se acaba de describir, de manera rítmica y armónica. Cuando esto sucede, se le asigna a esta variable la puntuación 0.

Cuando el tórax permanece inmóvil y solo hay movimientos abdominales, se asigna una puntuación de 1 (respiración abdominal). Por otro lado, cuando los movimientos torácico – abdominales no son armónicos y coherentes (es decir, el tórax se expande mientras se contrae el abdomen y viceversa), se asigna una puntuación de 2. Esto se conoce como  disociación torácico – abdominal.

Tiraje intercostal

Se conoce como tiraje intercostal a la formación de pliegues entre las costillas durante la inspiración. La presencia de estos pliegues se debe a la contracción de los músculos intercostales para ayudar en la respiración, de manera que la piel se “arruga” debido a la contracción del músculo subyacente.

En condiciones normales no deben usarse los músculos intercostales para respirar, por tanto el tiraje no existe. Cuando esto ocurre, se le asigna una puntuación de 0 a esta variable.

En los casos de dificultad respiratoria, los músculos intercostales comienzan a funcionar como auxiliares del diafragma, y por tanto comienza a ser evidente la presencia de tiraje intercostal.

Cuando la dificultad respiratoria es leve, el tiraje intercostal es apenas visible aunque está presente. En estos casos se le asigna una puntuación de 1.

En los casos de dificultad respiratoria severa, el tiraje intercostal no solo está presente sino que es muy marcado y fácil de detectar, asignándose en estos casos un valor de 2 puntos.

Retracción xifoidea

El xifoides es el extremo más inferior del esternón, el hueso ubicado en el centro del pecho. En condiciones normales esta estructura ósea no tiene movimiento alguno, o si lo presenta es imperceptible.

Sin embargo, cuando los músculos de la respiración hacen un esfuerzo importante o no se coordinan adecuadamente, el apéndice xifoides comienza a presentar movimientos visibles. Cuando estos son apenas detectables se les asigna un valor de 1.

Por el contrario, cuando el apéndice xifoides presenta un movimiento acentuado, marcado y constante debido a la contracción enérgica de los músculos respiratorios (los cuales tienen parte de sus inserciones tendinosas en esta estructura ósea), se le asigna un valor de 2 puntos.

Aleteo nasal

Las fosas nasales son las estructuras a través de las que el aire pasa hacia los pulmones. En condiciones normales su diámetro es apropiado como para permitir la entrada del aire suficiente para respirar.

Sin embargo, en los casos de distrés respiratorio no llega suficiente aire a los pulmones; y en un intento por cambiar eso, las fosas nasales tienden a abrirse durante la inspiración, produciendo el fenómeno conocido como aleteo nasal.

Si no existe dificultad respiratoria no debe presentarse aleteo nasal (se asigna el valor de 0), mientras que en los casos donde el neonato respira con dificultad se puede ver como las alas de la nariz comienzan a moverse con cada inspiración (valor 1). Incluso, pueden llegar a tener un movimiento marcado de expansión – contracción con cada ciclo respiratorio, asignándose en este caso un valor de 2.

Quejido espiratorio

Se trata de un sonido característico que produce el aire al ser expulsado a través de una vía aérea estrecha. En condiciones normales no debe presentarse (puntuación 0), instaurándose progresivamente conforme avanza la dificultad respiratoria.

Al principio, el quejido espiratorio es detectable únicamente durante la auscultación (puntuación de 1), mientras que en los casos más severo de distrés respiratorio es audible sin ningún dispositivo (puntuación de 2).

Interpretación

Una vez evaluados los cinco parámetros clínicos, se debe sumar la puntuación asignada a cada uno de ellos y ubicar el valor obtenido en una tabla. Cuanto más bajo el número, menor será la severidad de la dificultad respiratoria y mejor el pronóstico.

La interpretación es muy sencilla:

– 0 Puntos = No hay dificultad respiratoria

– 1 a 3 puntos = Dificultad respiratoria leve

– 4 a 6 puntos = Dificultad respiratoria moderada

– 7 a 10 puntos = Dificultad respiratoria severa

Según la severidad de cada caso se decidirá la mejor opción terapéutica para cada neonato. Estas pueden ir desde la terapia de suplementación con oxígeno hasta la intubación y ventilación mecánica, pasando por diferentes opciones de apoyo respiratorio.

Quién la inventó

Como su propio nombre indica, la prueba de Silverman – Anderson fue creada por el Dr. William Silverman. Este médico, nacido en Cleveland Ohio, creció en Los Angeles (California), donde se graduó de médico en la Universidad de California en la ciudad de San Francisco.

En la década de los 40 se convirtió en un pionero de la neonatología, área en la que se desempeñó durante toda su vida y en la que dejó un amplio legado, especialmente en el manejo de los bebés prematuros.

Hombre de luces y científico destacado, el Dr. Silverman se desempeñó como director de la unidad de neonatología del Hospital Presbiteriano de Columbia (conocido hoy como Hospital de Niños Morgan Stanley), y más tarde fue el jefe de la unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital de Niños de San Francisco.

Su obra es extensa y prolífica; y aún hoy muchos de los conceptos desarrollados por el Dr. Silverman en la segunda mitad del siglo XX siguen en pleno vigor, haciéndose referencia a ellos diariamente en la práctica de la medicina.

Referencias 

  1. Silverman WA, Andersen DA. (1956) A controlled clinical trial of effects of water mist on obstructive respiratory signs, death rate and necropsy findings among premature infants. Pediatrics; 17(1):1–10.
  2. Mathai, S. S., Raju, U., & Kanitkar, M. (2007). Management of respiratory distress in the newborn. Medical journal, Armed Forces India63(3), 269.
  3. Hedstrom, A. B., Gove, N. E., Mayock, D. E., & Batra, M. (2018). Performance of the Silverman Andersen Respiratory Severity Score in predicting PCO 2 and respiratory support in newborns: a prospective cohort study. Journal of Perinatology38(5), 505.
  4. Shashidhar A, Suman Rao PN, Joe J. (2016) Downes Score vs. Silverman Anderson Score for Assessment of Respiratory Distress in Preterm Newborns. Pediatric Oncall Journal; 13(3).
  5. Donahoe M. (2011) Acute respiratory distress syndrome: A clinical review. Pulm Circ; 1(2): 192–211. 24 Dec, 2016