Comuna de París: antecedentes, causas, consecuencias
La Comuna de París fue un gobierno revolucionario establecido en la capital francesa en marzo de 1878 y que duró apenas dos meses. La insurrección tuvo varias causas: la problemática social, la derrota en la guerra contra Prusia o la formación de una Asamblea Nacional profundamente conservadora, entre otras.
La derrota de Francia en su enfrentamiento contra los prusianos y la captura del emperador Napoleón III provocó el final del II Imperio francés. A pesar de la rendición, París mantuvo cierta resistencia, aunque su Guardia Nacional, un cuerpo creado durante la Revolución francesa, no pudo evitar la entrada de los prusianos en la ciudad.
Después de que estos la abandonaran, los ciudadanos parisinos no aceptaron la formación de una Asamblea Nacional formada por aristócratas y campesinos. Este organismo, con sede en Versalles, tenía unas posiciones muy conservadoras y ordenó desarmar a la Guardia Nacional parisina para que no se produjeran incidentes.
Sin embargo, el pueblo de París reaccionó levantándose en armas y formando un gobierno popular mediante la convocatoria de elecciones. Las pocas medidas que pudieron tomar buscaron favorecer los intereses populares. La Asamblea Nacional atacó la ciudad en abril y, tras la llamada Semana Sangrienta, terminó con el experimento democrático.
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Antecedentes
Tras la Revolución francesa y la vuelta a la monarquía tras la derrota napoleónica, París había vivido otros levantamientos populares. El más importante se produjo en 1848, que provocó la caída del rey Luis Felipe de Orleans. Después se instauró la Segunda República y, mediante un golpe de Estado, el II Imperio liderado por Napoleón III.
Durante todo ese periodo, las ideas socialistas, anarquistas o, simplemente, radicalmente democráticas se habían extendido por la capital francesa.
Mientras, Francia y Prusia se encontraban compitiendo por la hegemonía continental, lo que dio lugar a continuas fricciones entre ambos países.
Guerra Franco-Prusiana
La tensión entre Francia y Prusia acabó provocando la guerra entre ambos países. Los prusianos estaban tratando de unificar los territorios germano, algo que Napoleón III intentaba evitar.
La excusa final estuvo relacionada con la vacante que se produjo en la corona española. Esta fue ofrecida a un germano, a lo que Francia se opuso. Esto, unido a la manipulación de un telegrama sobre el tema por parte del canciller Bismarck, provocó el estallido del conflicto.
La guerra comenzó el 19 de julio de 1870. Su desarrollo fue muy rápido en favor de los mejor preparados prusianos. La batalla de Sedán fue la puntilla final para los franceses, que vieron como Napoleón III era capturado por sus enemigos. Ese fue el fin del Segundo Imperio.
El sitio de París
Cuando la noticia de la captura de Napoleón III alcanzó la capital francesa, se produjo un levantamiento popular que proclamó la III República. Enseguida se formó un Gobierno de Defensa Nacional, con el general Louis Jules Trochu al frente.
El canciller Bismarck, por su parte, buscaba una rápida rendición. Para lograrla, ordenó a su ejército que sitiara París.
Mientras, los franceses había organizado un nuevo gobierno, que se mostró partidario de firmar la rendición. Sin embargo, las duras condiciones que exigían los prusianos provocaron que el conflicto continuara durante un tiempo. No obstante, el ejército francés no podía hacer frente a la fortaleza prusiana.
Capitulación de Francia
El sitio de París comenzó a afectar a sus habitantes. Las hambrunas se sucedieron y, aunque hubo bastante oposición popular, el gobierno decidió rendirse después de cuatro meses de asedio a la capital.
El responsable de negociar con los prusianos fue Louis-Adolphe Thiers. El 26 de enero de 1871, en el Palacio de Versalles, Francia firmó el armisticio.
Mientras, en la capital, existía un cuerpo armado denominado Guardia Nacional que había sido fundado tras la Revolución francesa. Se trataba de una milicia popular que contaba con unos 200.000 miembros, todos armados. Además, estaba en posesión de varios cañones, pagados mediante suscripción pública.
La rendición francesa no convenció a los miembros de la Guardia Nacional y a muchos parisinos. La consecuencia fue el levantamiento popular de marzo de 1871 y el establecimiento de la Comuna de París.
Causas
La causa más inmediata del establecimiento de la Comuna de París fue la guerra contra Prusia. Sin embargo, los historiadores afirman que no fue la única, sino que también concurrieron motivos sociales, políticos e ideológicos.
En este último aspecto, el contexto internacional fue muy importante, ya que las ideas de Marx estaban expandiéndose y, en 1864, se había fundado la Primera Internacional.
Causa económicas
A pesar de los movimientos revolucionarios que se había producido en Europa, la calidad de vida de la clase obrera apenas había mejorado. Francia no era una excepción y las bolsas de pobreza afectaban, sobre todo, a los obreros.
La situación económica en Francia se vio, además, agravada por la guerra. Los parisinos de las clases populares culparon al gobierno de el empeoramiento de sus condiciones.
La guerra contra Prusia
Como se ha señalado, la guerra entre Francia y Prusia fue la causa más inmediata del estallido revolucionario en París. La capital sufrió un duro asedio que duró varios meses y los que más sufrieron sus efectos fueron las clases populares.
Además, el sacrificio del pueblo parisino no sirvió de nada, ya que el gobierno provisional decidió negociar la rendición. Esto provocó un gran enfado en buena parte de la población.
El sentimiento de humillación fue mayor entre los miembros de la Guardia Nacional, cutos miembros, además, llevaban varios meses sin cobrar. Este cuerpo armado había plantado cara a los prusianos durante seis meses y se sintió traicionado por la rendición decidida por el gobierno.
Formación de una Asamblea Nacional
Tras la captura de Napoleón III y el consiguiente fin del II Imperio, se había formado una Asamblea Nacional para dirigir los destinos del país. Este organismo estaba formado por aristócratas y campesinos, dos grupos conservadores y hostiles a las pretensiones democráticas de los parisinos.
Causas políticas
Durante los últimos años del II Imperio francés, París había sido una de las ciudades europeas en las que las ideas socialistas y anarquistas habían logrado mayor influencia.
Aparte de la presencia de estas ideas, los parisinos mantenían una demanda histórica: un gobierno autónomo para la ciudad elegido por los ciudadanos. Esto, ya común en otras localidades francesas, había sido negada a la capital.
Desarrollo y hechos
La Guardia Nacional organizó unas elecciones para elegir un comité central en febrero. El objetivo era reorganizar la organización ante la pretensión del gobierno de desarmarlos.
Mientras, Prusia había previsto entrar en París el 1 de marzo. Entre lo negociado con el gobierno de Thiers se encontraba que las tropas prusianas entrarían en la capital de manera simbólica y que sería el gobierno francés el encargado de acabar con los últimos focos de resistencia.
El día antes de la llegada de los prusianos, la Guardia Nacional colocó por toda la ciudad carteles en señal de luto y recomendó evitar enfrentamientos con las fuerzas ocupantes. Así, en la fecha prevista, los soldados prusianos desfilaron por las calles vacías de París. Ese mismo día, sin que hubiera incidentes, abandonaron la capital.
Por su parte, el gobierno provisional había celebrado elecciones el 8 de febrero para elegir una Asamblea Nacional. El resultado dio una mayoría aplastante a los monárquicos, con los republicanos conservadores en segundo lugar. Los dos grupos estaban a favor del acuerdo de paz.
Esas elecciones dieron muestra de que París pensaba otra cosa. En la capital ganaron ampliamente los republicanos radicales, con hombres como Víctor Hugo, Garibaldi o Louis Blanc encabezando las listas.
Situación en París
El día 3 de marzo, la Guardia Nacional realizó su siguiente movimiento: elegir un comité de 32 personas encargado de defender la República.
Ese mismo día, Thiers, al frente del gobierno nacional, nombró a Louis d’Aurelle de Paladines, un conocido militar partidario de Napoleón III, como jefe de la Guardia Nacional. El Comité Central de la misma rechazó el nombramiento.
Siete días después, el gobierno del país y la Asamblea Legislativa se instalaron en Versalles. Solo Thiers prefirió fijar su residencia en París.
La nueva Asamblea Nacional comenzó a promulgar leyes de carácter muy conservador. Entre ellas, la suspensión de la moratoria sobre las letras de pago, las deudas y los alquiles, algo que condenaba a la quiebra a numerosas pequeñas empresas parisinas. Además, suprimió los sueldos de los miembros de la Guardia Nacional.
Otras medidas tomadas por el nuevo gobierno fueron el cierra de varios periódicos de ideología republicana y condenar a muerte a algunos de los líderes de la revuelta de octubre de 1870.
La respuesta del Comité Central de la Guardia Nacional fue radicalizarse en sus medidas. Esto no perjudicó su popularidad entre los parisinos, sino que la aumentó. Ante esto, el gobierno decidió arrebatarles los cañones y ametralladoras que poseían.
18 de marzo
La maniobra para hacerse con los cañones comenzó el día 18 de marzo, aún al amanecer. Las armas se encontraban almacenadas en Montmartre, Belleville y el Buttes-Chaumont, todas zonas en alto.
Los vecinos de los dos primeros barrios, avisados mediante el toque de campanas, salieron a la calle para evitar que los soldados requisaran los cañones, con las mujeres al frente. Los militares, en lugar de continuar con su misión, se unieron a la población. En Montmatre, incluso, llegaron a desobedecer una orden directa de disparar contra la multitud desarmada.
Ese momento marcó el comienzo de la insurrección que llevó al establecimiento de la Comuna. La rebelión se fortaleció cuando otras unidades armadas se unieron y pronto alcanzó toda la ciudad. Thiers no tuvo más remedio que ordenar que todas las fuerza leales a su gobierno abandonaran París. Él mismo tuvo que huir hacia Versalles.
Lo mismo hicieron los habitantes de los barrios más conservadores de la ciudad, con lo que todo París quedó en manos del Comité Central de la Guardia Nacional. Este convocó elecciones para el 26 de marzo.
Establecimiento del Consejo Comunal
Las elecciones organizadas por la Guardia Nacional fueron ganadas por los jacobinos y los republicanos. Tras ellos se situó un grupo de socialistas seguidores de las ideas de Proudhon.
Los 92 elegidos en las votaciones conformaron el Consejo Comunal, conocido popularmente como la Comuna. Entre ellos se encontraban obreros, pequeños comerciantes, artesanos, profesionales y políticos. El Consejo nombró a Auguste Blanqui como su presidente, a pesar de que se encontraba detenido desde el 17 de marzo.
Uno de los problemas con los que pronto se encontró la Comuna fue la gran cantidad de corrientes ideológicas que incluía. La presencia de socialistas moderados y radicales, jacobinos, anarquistas y otros grupos provocaban que fuera complicado tomar decisiones.
Medidas adoptadas
A pesar de las diferencias ideológica y de las pocas sesiones que pudieron celebrar, los miembros de la Comuna sí aprobaron una serie de medidas. Una de ellas fue declara la autonomía de París como parte de una futura confederación de comunas en Francia.
Por otra parte, el Consejo Comunal, a pesar de las condiciones adversas, logró que los servicios públicos más importantes se mantuvieran en funcionamiento.
Igualmente, votaron a favor de varias medidas sociales, como la remisión de los alquileres hasta que el asedio concluyese; la prohibición del trabajo nocturno en las panaderías; la abolición de las ejecuciones con la guillotina; el derecho a cobrar pensiones de las viudas y huérfanos de los fallecidos en acto de servicio; o la devolución de las herramientas requisadas a los obreros.
Los más izquierdistas lograron que también se aprobara que los trabajadores pudieran tomar el control de su empresa si esta era abandonada por el propietario. Además, se promulgó la separación entre la Iglesia y el Estado y se excluyó la enseñanza religiosa de las escuelas.
Otra norma relacionada con la educación fue declarar esta universal. En algunos distritos se comenzó a repartir entre los alumnos material escolar, alimentos y ropa de manera gratuita.
La Comuna volvió a usar el calendario de la I República y sustituyó a la bandera tricolor por otra de color rojo.
Asalto a la Comuna
Un hipotético éxito de la Comuna de París no solo hubiera perjudicado a la Asamblea Nacional francesa, sino también hubiera ido contra los intereses de los gobiernos del resto de los países europeos. En un contexto de expansión de las ideas socialistas y de los movimientos obreros, las potencias continentales no podían permitir que ese experimento saliera bien.
Así, la Asamblea Nacional ordenó atacar la Comuna. El asalto comenzó el día 2 de abril y fue llevado a cabo por el ejército del gobierno instalado en Versalles. Desde ese día, París fue bombardeada sin descanso y se negó cualquier opción de negociación.
A finales de abril, la capital francesa estaba totalmente rodeada por el ejército. Las distintas corrientes existentes en la Comuna empezaron a mostrar sus diferencias. Los jacobinos, mayoritarios, intentaron formar un Comité de Salvación Pública, pero en esos momentos ya era imposible tomar decisiones consensuadas.
Por su parte, Thiers estableció negociaciones con los prusianos para que colaboran en el asalto a la Comuna. Prusia, a cambio de algunas concesiones, accedió a liberar a parte de los presos franceses capturados durante la guerra para que formaran parte de las fuerzas de asalto.
El 21 de mayo de 1871, un ejército formado por más de 100 mil hombres atacaron la capital francesa.
Semana sangrienta
Con el inicio del asalto comenzó la denominada Semana Sangrienta. Los dos bandos actuaron con una gran crueldad, aunque fue el gubernamental el que causó más bajas entre la población parisina.
Para el día 27 de mayo, la Comuna solo resistía en unos pocos puntos de la ciudad, como los distritos de la zona este de Belleville.
Los miembros que quedaban con vida de la Comuna comprendieron que era imposible cualquier resistencia y procedieron a rendirse el día 28 de mayo.
La Semana Sangrienta supuso la muerte de unas 20 000 personas en el bando de la Comuna. Además, miles de simpatizantes fueron condenados al exilio. Tras la caída del Consejo Comunal se instauró la Tercera República en Francia.
Consecuencias
En un primer momento, otras zonas de Francia trataron de seguir el ejemplo de París y elegir sus propios consejos comunales. Sin embargo, ningún otro territorio consiguió su objetivo.
La represión de la Comuna de París representó una gran derrota para el movimiento obrero del país. El gobierno nacional promulgó leyes para debilitarlo y la capital francesa se mantuvo bajo la ley marcial durante los siguientes cinco años. La Primera Internacional fue, además, ilegalizada.
Represión de los comuneros
Como se ha señalado, la Semana Sangrienta supuso la muerte de una gran cantidad de parisinos, la mayoría de ellos desarmados. Muchos prisioneros fueron ejecutados nada más ser capturados, sin ningún tipo de juicio.
Los historiadores no han llegado a un acuerdo sobre el número total de asesinados durante el asalto. Para algunos autores, la Semana Sangrienta fue, en realidad, un periodo de ejecuciones sumarias. Algunas estimaciones señalan que el número de fallecidos osciló entre los 20 000 y los 30 000, sumando los muertos en combate y los fusilados.
Otros autores, en cambio, aumentan la cifra hasta los 50 000. Los asaltantes, además, no hicieron distinción entre niños y adultos ni entre hombres y mujeres. Aparte de los muertos, la represión consiguiente provocó que cerca de 7 000 personas fueran enviadas a prisiones en Nueva Caledonia. Otras miles sufrieron en exilio.
En el otro bando, el número de bajas fue de unos 1 000 soldados. Además, los comuneros destruyeron varios edificios simbólicos de la capital.
Repercusiones para los socialistas y anarquistas
A pesar de la derrota, la Comuna de París ejerció una gran influencia en el movimiento obrero internacional. Los levantamientos revolucionarios posteriores aprendieron de los sucedido en la capital francesa y el propio Bakunin escribió sobre los aciertos y errores de la experiencia francesa.
Los decretos que los comuneros aprobaron para acabar con la desigualdad y las malas condiciones de vida de los obreros fueron un ejemplo para los revolucionarios de otras partes del continente. Lo mismo ocurrió con las leyes sobre igualdad de género o la creación de guardería y escuelas gratuitas para los hijos de los trabajadores.
Referencias
- Briceño, Gabriela. Comuna de París. Obtenido de euston96.com
- Muñoz Fernández, Víctor. Historia de la Comuna de París. Obtenido de redhistoria.com
- EcuRed. La Comuna de París. Obtenido de ecured.cu
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. Commune of Paris. Obtenido de britannica.com
- Cole, Nicki Lisa. What You Need to Know About the Paris Commune of 1871. Obtenido de thoughtco.com
- Gopnik, Adam. The Fires of Paris. Obtenido de newyorker.com
- New World Encyclopedia. Paris Commune. Obtenido de newworldencyclopedia.org