Psilocybe: características, reproducción, nutrición, ejemplos
Psilocybe es un género de hongos Basidiomycota, pertenecientes a la familia Strophariaceae, que contiene especies generalmente de pequeño tamaño con sombreros en forma de campana o de cono, con láminas generalmente oscuras y unidas al estípite. El estípite generalmente es delgado, frágil y en algunas especies conserva restos del anillo.
El género fue descrito como Agaricus “tribu” Psilocybe en 1821, con Psilocybe montana como especie tipo. Sin embargo, estudios recientes mostraron que dicho taxón era polifilético y actualmente los taxónomos han escindido el género en dos grupos distintos (Psilocybe y Deconica) y P. semilanceata designada como especie tipo de Psilocybe sensu stricto.
Las especies de este género son saprófitas y están ampliamente distribuidas a nivel mundial, con una mayor diversidad de especies en centro y Suramérica. Existen cerca de 300 especies y, aunque es creencia popular que todas ellas crecen directamente sobre las heces fecales del ganado, realmente en ese tipo de hábitat crecen muy pocas especies.
Prácticamente todas las especies de Psilocybe producen compuestos psicoactivos, entre ellos psilocibina y psilocina, con propiedades alucinógenas, cuya comercialización está prohibida a nivel mundial. Sin embargo, la venta de hongos de este género, o sus esporas, sigue siendo lícita en algunos países.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Taxonomía
- 3 Reproducción
- 4 Nutrición
- 5 Componentes químicos
- 6 Usos religiosos
- 7 Efectos
- 8 Estatus legal
- 9 Ejemplos de especies representativas
- 10 Referencias
Los hongos del género Psilocybe generalmente presentan cuerpos fructíferos de pequeño tamaño, con una coloración que puede cambiar dependiendo del estado de hidratación del organismo, siendo generalmente marrones amarillentos, más oscuros cuando están frescos y se palidecen cuando pierden agua.
El sombrero generalmente es cónico o acampanado, con el ápice elevado a modo de pezón. El pie es delgado y frágil y en algunas especies conserva restos del anillo. El cuerpo fructífero se torna de color azul al corte.
La capa de hifas más externa del pileo está dispuesta de manera que corre paralela a la superficie de este formando un cutis.
La esporulación es oscura y varía entre el lila-marrón a púrpura oscura-marrón. Las esporas generalmente son lisas y de forma variable que va desde esporas romboidales hasta elipsoidales y con un poro germinal típico ubicado apicalmente.
Prácticamente todas las especies de Psilocybe, con la única excepción quizás de Psilocybe fuscofulva, producen compuestos con propiedades alucinógenas.
El taxón Psilocybe fue acuñado por el micólogo suizo Elias Magnus Fries en 1821 con el nombre de Agaricus tribu Psilocybe para contener hongos agáricos con propiedades alucinógenas y cuya carne se tornaba azul al corte.
En ese mismo trabajo, Fries describió 22 especies y las ubicó dentro de su denominada tribu Psilocybe, sin embargo en la actualidad solamente Psilocybe merdaria y P. montana permanecen en ese género.
Estudios recientes mostraron que el género, tal como estaba definido hasta ese momento, era polifilético. Por lo cual, el taxón fue dividido en dos clados: uno con especies que se tornaban azules y eran alucinógenas (familia Hymenogastraceae) y otro con las especies restantes (familia Strophariaceae).
El género Psilocybe, en su sentido estricto, pasó ahora ser de la familia Hymenogastraceae, y los taxónomos escogieron una nueva especie tipo, P. semilanceata. Actualmente se estima que este género está representado por cerca de 300 especies válidas.
La reproducción de Psilocybe semilanceata es típica de los hongos Agaricales. La reproducción es de tipo sexual heterotálica. Al germinar las esporas, dan origen a hifas haploides. Dos hifas distintas y sexualmente compatibles deben encontrarse y fusionarse para producir un dicarionte.
El dicarionte contiene células con dos núcleos haploides. Cuando el hongo desarrolla los cuerpos fructíferos, en los basidios se van a formar las esporas, para ello los dos núcleos de cada célula van a fusionarse (cariogamia) y dar origen a una célula diploide o cigoto, que posteriormente sufrirá meiosis para producir cuatro esporas haploides.
Estas esporas van a ser liberadas al medio, para que eclosionen y se unan con otras hifas que sean compatibles, para iniciar un nuevo ciclo.
Todas las especies del género Psilocybe requieren para su nutrición materia orgánica ya elaborada y en descomposición, es decir son especies saprófitas. Algunas pocas especies crecen directamente sobre las heces del ganado, el resto de las especies crecen sobre el suelo, aunque aprovechen los nutrientes provenientes de las heces.
Los organismos liberan las enzimas que van a procesar la materia orgánica compleja directamente del medio donde se desarrollan, y la va a transformar en sus componentes más simples, que luego absorbe para completar el proceso de alimentación.
Debido a que el hongo no aprovecha todos los nutrientes liberados de la digestión extracelular de la materia orgánica, muchos de estos compuestos quedan biodisponibles para ser aprovechados por otros organismos, por lo cual son considerados componentes importantes del flujo de materia y energía de los ecosistemas donde se desarrollan.
Los hongos del género Psilocybe se caracterizan por presentar sustancias con propiedades alucinógenas. Los principales alcaloides presentes en estos hongos son la psilocibina, la psilocina y la baeocistina, de los cuales el que presenta mayor actividad psicoactiva es la psilocina.
Los efectos alucinógenos de la psilocibina son indirectos debido a que esta es transformada en psilocina en el interior del organismo. Este último compuesto es el responsable directo de las propiedades alucinógenas de los hongos del género.
Aunque ambos compuestos están presentes en el hongo vivo, la psilocibina es mucho más estable que la psilocina, la cual se degrada cuando al cocer o secar al organismo. La estructura química de la psilocina es muy similar a la de la serotonina, un alcaloide que se encarga de regular nuestras emociones.
La psilocina, en bajas cantidades posee un efecto similar al de la serotonina, es por eso que puede ocasionar sensación de felicidad, pero en concentraciones más elevadas, actúa en forma antagonista con la serotonina. Los investigadores creen que las alucinaciones podrían deberse al exceso de serotonina en la sangre.
Entre los efectos sicológicos de los alcaloides del Psilocybe se encuentra una sensación mística de trascendencia en el tiempo y el espacio y de interconexión con todos los objetos y los seres vivos. Debido a ello, estos hongos han formado parte de los rituales de distintas religiones en diferentes lugares del mundo.
Estos hongos, que poseen distintos nombres, como setas mágicas y carne de dioses, han sido empleados con fines mágicos y religiosos desde hace miles de años y algunos investigadores sostienen que los primeros registros de su uso quizás se encuentren en unos dibujos que datan de unos 9000 a C..
Estos dibujos, que se encuentran en un mural en Tassili, desierto del Sahara, muestran hongos psilocybidos y figuras antropomorfas cargándolos. Sin embargo, otros investigadores no consideran estas pruebas como concluyentes de su empleo con algún fin particular, y otros incluso dudan de la autenticidad de dichos dibujos.
En la América prehispánica está firmemente demostrado el empleo de estos hongos en rituales religiosos, inclusive existen registros de 1598, atribuidos a un indígena llamado Tezozómoc quien documentó el empleo del hongo en 1502, durante las ceremonias de coronación de Moctezuma II.
Los conquistadores españoles prohibieron cualquier tipo de actividad religiosa no cristiana, con lo que fue prácticamente olvidado el empleo de estos hongos y sus propiedades alucinógenas. Posteriormente fueron nuevamente documentados, y popularizados, por Gordon Wasson y su esposa Valentina Pavlovna, Timothy Leary y otros a mediados del siglo XX.
Los alcaloides presentes en los hongos del género Psilocybe pueden tener efectos tanto físicos como sicológicos, que generalmente pueden presentarse a la hora de la ingesta y tener unos efectos que pueden durar unas cinco horas aproximadamente.
Los efectos físicos, aunque generalmente poco significativos, pueden presentarse y entre ellos se encuentran dilatación de las pupilas, alteración del ritmo cardiaco, aumento de la presión arterial, temblores, mareos y en muy contadas ocasiones náuseas y diarreas.
Por su parte, los efectos psicológicos son mucho más fuertes y pueden incluir alteración de las sensaciones de tiempo, espacio, de las percepciones sensoriales, del conocimiento y la consciencia.
En la mayoría de los casos las sensaciones son placenteras e incluso místicas. Por el contrario, también pueden presentarse ataques de pánicos, paranoia, psicosis, depresión, entre otros.
Las sustancias psicoactivas producidas por estos hongos son de uso y comercialización ilegal en la mayoría de los países del mundo, están incluso señalados en la lista I del Convenio de las Naciones Unidas sobre sustancias sicotrópicas que data de 1971. Sin embargo, algunos países aun permiten la comercialización del hongo y/o sus esporas.
Especie conocido popularmente como mongui u hongo de San Juan. Alcanza un tamaño de 5 cm, con un sombrero cónico o acampanulado, con el ápice en forma de tetilla, su estípite no presenta anillo y produce esporas lisas y elipsoidales. Es la especie con mayor distribución mundial dentro del género.
Las sustancias bioactivas de este hongo poseen propiedades alucinógenas, pero también han sido empleadas con fines médicos. Entre los usos médicos están el tratamiento de personas con depresiones, trastornos obsesivos-compulsivos o dolores de cabezas, entre otras dolencias.
Esta especie es conocida también como mongui, o seta de la risa. Es ligeramente más grande que P. semilanceata, con los bordes de la campana amarillos y un color que va desde blanco con una mancha central amarilla, hasta un color castaño oscuro con la mancha central anaranjada. También posee distribución mundial.
Sus propiedades y usos son semejantes a los de Psilocybe semilanceata.
Conocida como pajarito, tiene una campana cónica subumbonada que alcanza los 3 cm de diámetro. Al igual que P. semilanceata y P. cubensis tiene compuestos alucinógenos y ha sido empleada en rituales religiosos por las civilizaciones prehispánicas mesoamericanas.
Su distribución es mucho más restringida, pues solo existe en México, Costa Rica y Guatemala.
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