Karl Jaspers: biografía, filosofía, obras y frases
Karl Jaspers (1883-1969) fue uno de los filósofos alemanes más importantes del siglo XX y uno de los principales impulsores del existencialismo. Sus trabajos se centraron principalmente en la preocupación del ser humano sobre su propia existencia y el sentido de la misma.
Como ocurrió con tantos de sus contemporáneos, Jaspers tuvo que tratar de pasar desapercibido en su Alemania natal debido a la ocupación del régimen nazi, con el que sufrió una situación conflictiva. Este hecho, y la naturaleza del régimen que se instauró en su país por la fuerza, le llevaron a desarrollar una nueva forma de pensar a la que denominó “filosofía del mundo”.
Uno de los principales objetivos de Karl Jaspers era cambiar la concepción que existía en el campo de la psiquiatría sobre las enfermedades mentales, ya que no estaba satisfecho con la definición oficial. Para ello, desarrolló lo que hoy en día se conoce como “método biográfico”, una manera de investigar sobre la historia de los pacientes para entender mejor el origen de sus síntomas y problemas.
En el campo de la filosofía, Karl Jaspers se basó en los trabajos de existencialistas como Nietzsche y Kierkegaard. La mayor parte de sus teorías estaban centradas en la idea de la libertad individual, que en su caso está asociada con una confianza en el sentido de la vida que no está basada en datos objetivos ni empíricos.
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Karl Jaspers era el mayor de tres hermanos. Su padre era un abogado descendiente de pastores, que había conseguido cambiar el rumbo de su familia y convertirse en uno de los primeros en alcanzar un cierto nivel de riqueza. Su madre, Henriette Tantzen, también provenía del seno de una familia humilde.
Durante los años de su infancia, Jaspers fue un niño delicado y con numerosos problemas de salud. Como consecuencia de todas las enfermedades que sufrió durante esta época acabó desarrollando bronquioectasis en su adolesencia, lo que le provocó problemas del corazón a una edad muy temprana. Todas estas dolencias jugaron un papel importante en el desarrollo de su vida adulta.
En 1901 Jaspers se apuntó a la universidad de Heidelberg. Aunque en un principio comenzó a estudiar derecho, esta materia nunca le gustó demasiado. Debido a ello, poco tiempo después cambió de especialidad y se formó en medicina en las universidades de Berlín, Heidelberg y Göttingen.
En febrero de 1909 Jaspers consiguió su título como médico. Un año después se casó con Gertrud Mayer, a la que había conocido durante sus años como estudiante.
Una vez que se graduó como médico, Jaspers comenzó a investigar de forma voluntaria en la unidad de psiquiatría de la universidad de Heidelberg. Jasper escogió dedicarse a las tareas de su puesto a su propio ritmo y sin horario, y solo trabajar con pacientes y casos que le parecieran interesantes.
A cambio de conseguir estas condiciones, Jasper tuvo que aceptar trabajar de forma gratuita; pero este arreglo le parecía adecuado, ya que su principal interés era el de aprender más sobre el campo de la psiquiatría. En esta época, el estudio de la mente se consideraba una disciplina empírica, pero sus bases todavía no estaban demasiado asentadas.
Así, cuando Jaspers ingresó en el mundo de la psiquiatría el foco estaba puesto sobre todo en el diagnóstico de las diferentes enfermedades mentales que eran comunes en ese momento. Sin embargo, prácticamente no existían métodos terapéuticos, y los expertos no tenían un lenguaje universal con el que pudieran compartir aquello que iban descubriendo.
Durante sus años en el ámbito de la psiquiatría Karl Jaspers trató de desarrollar un léxico universal que permitiera hablar de las enfermedades psiquiátricas existentes, además de intentar encontrar un enfoque terapéutico que permitiera solucionar las más importantes. Para ello se basó en la fenomenología, un método de investigación directo que se basa en la descripción de los fenómenos según la manera en la que se experimentan.
Jasper pronto consiguió establecer una gran reputación como investigador, y realizó multitud de descubrimientos que permitieron hacer avanzar esta disciplina. Uno de los puntos más importantes de su carrera en este campo fue la publicación del libro Psicopatología general, en el que resumió varios de los métodos más innovadores de la disciplina.
En 1913 Jasper pasó a formar parte de la facultad de filosofía de la universidad de Heidelberg, ya que esta incluía el departamento de psicología. Poco a poco, la exposición a las ideas que se movían en este entorno hicieron que su pensamiento fuera madurando y acercándose cada vez más a esta disciplina.
En su libro Psicología de las visiones del mundo (1919), a pesar de no querer entrar en el terreno de la filosofía, sus opiniones acabaron tratando sobre este terreno. Además, los postulados de este libro fueron predecesores de las ideas posteriores de Jaspers. En él, su intención principal era tratar de aclarar la relación entre la investigación científica y la filosofía.
Durante la invasión de los nazis, Karl Jaspers fue uno de los pocos filósofos lo suficientemente afortunados como para no tener que huir del país. Sin embargo, durante este tiempo tuvo que trabajar duro para no llamar la atención, debido a que tenía ideas muy contrarias a las del régimen.
En sus últimos años Jaspers se fue acercando cada vez más al campo de la filosofía y el existencialismo. Falleció con 86 años en Suiza, después de haberse convertido en uno de los pensadores más influyentes de su época.
En el ámbito de la filosofía, la mayoría de autores enmarcan a Jaspers dentro del existencialismo, sobre todo debido a sus ideas sobre la libertad individual y porque basó sus trabajos en los de Nietzsche y Kierkegaard.
Las teorías filosóficas de Karl Jaspers partían el empirismo. Para este pensador, cuando investigamos sobre la realidad podemos llegar a encontrar las fronteras de lo que el método científico puede aportarnos. En este punto, las personas podemos caer en el nihilismo, o trascender la negatividad y alcanzar un estado que Jaspers denominaba “trascendencia”.
Para Jaspers el nihilismo provenía del hecho de no aceptar plenamente la realidad en la que vivimos. Sin embargo, si somos capaces de hacer las paces con la idea de que nunca podremos saberlo todo y que no podemos alcanzar las respuestas a las preguntas más importantes de la vida, podremos pasar al estado de trascendencia.
En el estado de trascendencia el mayor descubrimiento es el de nuestra libertad individual. Solo al enfrentarnos a este hecho de manera directa y superar el miedo que nos provoca seremos capaces de alcanzar el estado de auténtica existencia.
Para Jaspers, el concepto de transcendencia se refiere a aquello que existe más allá del tiempo y del espacio. A pesar de que no se consideraba una persona religiosa y de hecho rechazaba todas las religiones organizadas, su pensamiento influyó en gran medida a multitud de teólogos contemporáneos.
Por otro lado, Karl Jaspers escribió multitud de textos sobre los riesgos que elementos como la ciencia moderna, la tecnología y el sistema económico y político presentaban para la libertad individual.
Finalmente Jaspers fue muy crítico con el gobierno nazi tanto durante su alzamiento como una vez que acabó la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en sus últimos años este filósofo se dedicó a intentar encontrar la manera en la que el pueblo alemán podía tomar responsabilidad por lo que había ocurrido y limpiar su culpa.
Karl Jaspers escribió multitud de libros de diferentes ámbitos, estilos y complejidad. Algunas de sus obras son extremadamente complicadas de entender, y por lo tanto aún no han sido traducidas a otros idiomas. Otras, como su libro La filosofía es para el hombre corriente, tenían un carácter divulgativo.
A continuación veremos algunas de las obras más importantes publicadas por Karl Jaspers.
– Filiosofía de la existencia (1971).
– El origen y objetivo de la historia (1949).
– Nietzsche: una introducción a la comprensión de su actividad filosófica (1965).
– Razón y existencia (1955).
– El futuro de la humanidad (1958).
– Psicopatología general (1997).
– “Lo que ha ocurrido ha sido una advertencia. Olvidarlo es parte de nuestra culpa. Debemos recordarlo constantemente. Ha sido posible que esto sucediera, y es posible que vuelva a suceder otra vez en cualquier momento. Solo con el conocimiento podemos prevenirlo”.
– “Decidir convertirse en filósofo me suena tan absurdo como decidir convertirse en poeta”.
– “Lo que es importante no puede aislarse. Alcanzamos el entendimiento en un movimiento circular partiendo de hechos concretos y yendo hacia el todo que los incluye, y partimos otra vez desde el todo hasta que llegamos a los hechos particulares”.
– “Todas las democracias exigen una enseñanza pública común porque nada vuelve a las personas más similares que tener la misma educación”.
– “De la misma forma que el hombre primitivo creía que se encontraba cara a cara con demonios y pensaba que tan solo conociendo sus nombres podría dominarlos, el hombre contemporáneo tiene que enfrentarse a hechos incomprensibles que desordenan sus cálculos. ‘Si solo pudiera entenderlo’, piensa, ‘podría convertirlo en mi sirviente''”.