Historia

Visigodos: origen, invasiones, organización, religión, cultura


Los visigodos fueron un conjunto de pueblos de origen germánico oriental provenientes de la rama de los godos, quienes se solidificaron como cultura después de la unión de algunos grupos góticos. Se tienen conjeturas de que los visigodos surgieron de los tervingios.

El pueblo visigodo es muy importante para la historia de Occidente debido a la invasión que realizaron en el Imperio romano en 376 d. C. Además, después de adentrarse en la península itálica este pueblo germánico derrotó a los romanos en la conocida batalla de Adrianópolis, dos años después de su llegada a las tierras romanas.

visigodos

La invasión fue comandada por Alarico I, rey de los visigodos durante este período bélico. Posteriormente los visigodos lograron penetrar en la ciudad de Roma y saquearla en el 410; pero el pueblo germánico deseaba apropiarse culturalmente de las tradiciones romanas, por lo que se establecieron en la Galia como asociados del Imperio romano bajo sus leyes.

Después de ser derrotados por los francos en el 507, los visigodos tuvieron que establecerse en Hispania, lo que les permitió ocupar el vacío de poder que se había gestado como consecuencia de la pérdida del Imperio romano de Occidente. Durante esta etapa el pueblo germánico convivió y se mezcló con los habitantes hispanorromanos.

Anteriormente los visigodos también habían coexistido con los bizantinos, quienes se encontraban en Cartago; con los suevos, que residieron en Gallaecia; y también mantuvieron ciertas relaciones con los cascoles. Sin embargo, después de varias décadas los visigodos fueron limitando el poder de estas culturas dentro de los territorios peninsulares.

Los visigodos fueron una cultura germánica muy vasta dado que se mezclaron con varios grupos y civilizaciones occidentales, lo que permitió que este pueblo se nutriera de diferentes costumbres, tradiciones y leyes. La cultura que más llamaba la atención de los visigodos era la romana, debido a sus avances tecnológicos, económicos y sociales.

Después de la extensión de los visigodos por toda la península ibérica, esta cultura fue sometida por los árabes tras perder la batalla de Guadalete, llevada a cabo en 711. Esto trajo como consecuencia que el pueblo visigodo fuese controlado por el Califato Omeya, que logró avanzar hasta la ciudad de Tours casi sin recibir oposición.

Índice del artículo

Origen

Origen del término “visigodo”

En cuanto a la palabra visigodo, esta no era empleada durante las invasiones realizadas al Imperio romano, sino que fue una invención introducida en el siglo VI por Casiodoro, un romano que le servía a Teodorico el grande. Casiodoro inventó la palabra visigothi con la intención de hacer una correspondencia con el término ostrogothi (ostrogodos).

De esta manera Casiodoro podía diferenciar a los godos orientales (ostrogodos) de los occidentales. Posteriormente el término fue empleado por los mismos visigodos, lo que se encuentra documentado como que ocurrió después de que esta cultura mantuviera relaciones diplomáticas con Italia en el siglo VII.

Primeras invasiones

Las invasiones al Imperio romano son muy antiguas; se tienen registros de que durante el siglo III d. C. los greutungos y los tervingios realizaron una serie de incursiones en los territorios romanos. De estas primeras incursiones destacan principalmente las de Tracia y Moesia, ocurridas en 251; y las de Egeo y Atenas, ocurridas en 259.

Estos pueblos godos también lograron invadir las islas de Creta y Chipre en 269. Además, después de que el emperador Aureliano abandonase Dacia, los tervingios decidieron ocupar este territorio en el año 300. Lograron entrar a este lugar gracias a que se presentaron como mercenarios de los romanos.

Huida de los hunos y explotación romana

En 370 el pueblo de los greutungos estaba gobernado por Hermanarico, quien tuvo que enfrentarse al ejército de los hunos, que estaba encabezado por Balamber.

Luego de ser derrotado y estando en edad avanzada, el rey de los germánicos decidió quitarse la vida. A este rey lo sucedió Vitimiro, quien tampoco pudo derrotar a los hunos y murió en intento.

Debido a esta derrota, los greutungos fueron sometidos por el ejército huno. Por otro lado, los tervingios temían un enfrentamiento con los hunos y por ello le solicitaron al Imperio romano que les dejara asentarse en las orillas del Danubio.

Los romanos decidieron acceder a esta petición, pero a cambio los tervingios fueron explotados brutalmente por los funcionarios romanos.

Esto trajo como consecuencia que los grandes terratenientes (al mando de Fritigerno) decidieran presentar quejas delante del general romano de turno, Lucipino.

Lucipino decidió asesinar a Fritigerno, pero el intento fracasó y el romano terminó muerto. Luego de este ataque Fritigerno y sus hombres decidieron rebelarse en Marcianópolis y obtuvieron una contundente victoria.

Negociaciones

Durante la batalla de Adrianópolis fue asesinado el emperador romano Valente, quien fue sucedido en su cargo por Teodosio.

Este romano combatió contra los visigodos por algún tiempo; sin embargo, decidió negociar la paz. Esto lo consiguió asentándolos en un lugar más adentrado del Imperio y dándoles un rol importante dentro del ejército.

Luego de esta negociación los visigodos participaron de manera notoria en las guerras civiles romanas, que ocurrieron entre 388 y 394. Cuando murió el emperador Teodosio, el Imperio fue dividido en dos: oriente fue destinado para su hijo Arcadio, mientras que occidente le fue otorgado a Honorio, quien solo contaba con once años.

El general Estilicón fue seleccionado como gobernador regente hasta que Honorio cumpliera la edad adecuada para ejercer.

Durante este período Alarico I había logrado obtener mucho prestigio entre sus soldados, por lo que era temido y admirado. Alarico atacó a la poderosa ciudad de Constantinopla y causó estragos en Grecia entre los años 295 y 396.

Estilicón logró expulsarlos de Grecia; sin embargo, el emperador decidió asignarle a Alarico el gobierno de la ciudad de Iliria con la finalidad de aplacar el poder de Estilicón y de perpetuar la paz con los visigodos.

Invasión a Roma

En 401 el famoso rey Alarico I decidió marchar hasta Roma; sin embargo, fue vencido en dos ocasiones: primero en Pollentia y luego en Verona.

Algunas fuentes consideran que Estilicón intentó negociar con Alarico ofreciéndole el título de magister militum y de gobernador de la ciudad de Iliria. No obstante, estas acciones no gustaron al partido nacionalista de Roma, quienes acusaron a Estilicón de entregar el Imperio a los visigodos. Esto trajo como consecuencia una revuelta de tropas.

Estilicón buscó refugio en una iglesia pero fue asesinado por el general Olimpo, quien seguía las órdenes del emperador Honorio. Alarico llegó a un acuerdo con el emperador, quien le prometió una serie de concesiones; sin embargo, el joven romano no mantuvo su palabra y esto enfureció a los visigodos.

En consecuencia, el ejército germánico marchó hasta Roma con la finalidad de apoyar la proclamación de Prisco Atalo, un usurpador jonio. Prisco aseguró que le concedería el título de magister militum a Alarico; sin embargo, Atalo tampoco cumplió con su palabra y el rey visigodo decidió sitiar la importante capital del Imperio.

Últimas negociaciones

Por primera vez en la historia del Imperio, la capital había caído ante el poderío extranjero. Una vez tomada la ciudad, Alarico acabó con el usurpador y ordenó saquear Roma durante varios días.

Luego de esto abandonaron la ciudad, pero se llevaron como botín de guerra a Gala Placidia (hermana de Honorio) y a Atalo.

Alarico falleció durante la invasión a la ciudad de Cosenza y fue sucedido por Ataúlfo, su cuñado. El nuevo rey de los visigodos decidió pactar con el emperador Honorio su salida de Italia si se le concedían los territorios de las Galias.

Luego de la caída de Roma, el Imperio no logró ser el mismo que en épocas pasadas: se trató de un golpe muy duro para los romanos.

Invasiones de los visigodos

Como se mencionó en párrafos anteriores, en varias ocasiones los visigodos penetraron en los territorios romanos de la península itálica, algunas veces por las ansias de poder y otras con la finalidad de escapar de la brutalidad del ejército de los hunos.

La primera invasión al Imperio romano por parte de este pueblo germánico ocurrió en 251, cuando lograron ocupar Tracia y Moesia. Posteriormente lograron penetrar por la costa del mar Negro, lo que les permitió invadir una serie de islas importantes como Egeo y Éfeso; esto ocurrió en 258 d. C.

En 269 atacaron la isla de Tesalónica y posteriormente invadieron Dacia, una región que se encontraba cerca del río Danubio. Finalmente entraron a Roma en 401 y luego de esto permanecieron en los territorios peninsulares hasta 711 d. C., cuando los musulmanes derrotaron a esta cultura en la batalla de Guadalete.

Organización política y social

La organización política de los visigodos estaba sustentada principalmente por el derecho germánico, que establecía la existencia de una asamblea constituida por hombres libres.

Dichos hombres eran la máxima autoridad del reino; sin embargo, estos elegían a un rey para que los liderara. Por esta razón la organización política visigoda consistía en una monarquía electiva.

Posteriormente los reyes visigodos quisieron modificar la organización germánica para implementar algunas nociones romanas como el absolutismo. No obstante, este sistema nunca lo pudieron volver estable, por lo que el reino visigodo estuvo sometido a un notable desequilibrio político.

Algunos historiadores consideran que esta inestabilidad en el reino fue una de las causas por las que el pueblo visigodo no pudo controlar con éxito la invasión musulmana en el 711.

Los reyes visigodos contaban con una serie de clientes que debían acompañarlos en todas sus acciones. Los reyes debían proporcionar a esta comitiva sustento y protección.

Así mismo, el rey era ayudado por el officium palatinum, donde intervenían dos órganos institucionales: el Consejo del rey y los Concilios de Toledo. En el palatinum solo podían participar personas de alto rango y con cierto poderío militar o intelectual.

Religión

En cuanto a la religión de los visigodos, estos seguían el arrianismo, una creencia cristiana no trinitaria que se extendió de manera notable por el Imperio romano durante el siglo IV.

Sin embargo, no ocurrieron enfrentamientos contundentes con los católicos dado que estos constituían la mayoría de los pueblos hispanorromanos.

En los Concilios de Toledo los visigodos decidieron solventar la división que existía entre el arrianismo y el catolicismo. Este proceso tuvo sus dificultades pero se pudo llevar a cabo, lo que permitió la unión de ambas corrientes religiosas.

Cultura

Sociedad visigoda

Los visigodos eran un conjunto de pueblos que adquirían nuevas tradiciones, culturas y leyes a medida que invadían y conquistaban los distintos territorios a los que tuvieron acceso.

Por ejemplo, durante su ocupación en Hispania al comienzo se prohibía el matrimonio entre los visigodos y los hispanorromanos, pero en décadas posteriores se estableció un código llamado Liber Iudiciorum o “fuero juzgo”.

Este código establecía de forma oficial una unificación entre las leyes visigodas y las hispanorromanas, lo que indica la compenetración que hubo entre ambas culturas de orígenes distintos.

Arte visigodo

Dentro de la sociedad visigoda era fundamental el desarrollo de la artesanía, por lo que destacaron de manera notoria en la fabricación de broches, objetos de adorno y hebillas. Además, sus principales manifestaciones artísticas consistieron en el manejo de la orfebrería y en la arquitectura.

Las ventanas en la arquitectura visigoda presentan dos arcos; es decir, son ventanas geminadas. Entre sus edificaciones más famosas destacan la iglesia San Pedro de la Nave, ubicada en Zamora; y la iglesia San Juan de Baños, ubicada en Palencia.

Dentro de sus objetos de orfebrería destacan el Tesoro de Guarrazar, encontrado en Toledo, y una serie de coronas realizadas en oro macizo con incrustaciones de valiosas piedras.

Principales reyes

Alarico I

Fue uno de los reyes visigodos más importantes debido a sus aclamadas hazañas bélicas y a sus invasiones al Imperio romano. Su reinado duró aproximadamente desde el 395 hasta el 410.

Ataúlfo

Fue cuñado y primo de Alarico I y su importancia radica en que fue el primer rey visigodo en gobernar dentro de la península. Su gobierno duró solo cinco años, desde el 410 hasta el 415.

Sigerico

Este monarca visigodo asesinó a Ataúlfo y luego se autoproclamó rey. Sin embargo, solo reinó por una semana durante el 415, específicamente en agosto.

Walia

Walia fue hermano de Ataúlfo y rival de Sigerico. Gobernó desde el 415 hasta el 418 y logró derrotar a los vándalos silingos y a los alanos en la ciudad de Hispania.

Referencias

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